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martes, 25 de febrero de 2014

París desde la Tour Montparnasse

La Tour Montparnasse (con sus 210 metros de altura) es el segundo rascacielos más alto de Francia, sólo superada por una de las torres de La Défense, que alcanza los 220 metros. Por supuesto, la Tour Eiffel, con sus 317 metros de altura, juega en una División diferente.
La Tour Montparnasse, desde su base.
(JMBigas, Marzo 2013)

Este rascacielos se inauguró en 1973 entre fuertes polémicas, ligadas a su altura y aspecto, que nunca han gustado a los parisienses. De hecho, en 1975 se proclamó un decreto municipal prohibiendo la construcción (dentro de los límites del Boulevard Periphérique) de edificios de más de 7 plantas de altura.

Siempre se ha tildado a la Tour Montparnasse de ser un edificio feo. De hecho, en una reciente votación popular por Internet, ha sido elegida como el segundo edificio más feo del mundo, sólo superada por el Ayuntamiento de la ciudad de Boston, en los Estados Unidos.

París tiene dos miradores o atalayas privilegiados, que son la Tour Eiffel, por supuesto, y el Sacré Coeur de Montmartre. Hace ya más de diez años que no he subido a la Torre Eiffel (a pesar de mis frecuentes visitas a París). Las permanentes colas para acceder a los ascensores me han echado para atrás. La colina de Montmartre se eleva unos 120 metros sobre la ciudad, a lo que habría que sumar los 83 metros de altura de la propia Basílica. Para disfrutar del Sacré Coeur de Montmartre (como ya he contado en alguna ocasión), recomiendo una visita temprano por la mañana (antes de las nueve), para poderlo vivir en su forma genuina, sin la invasión de turistas que la satura durante el resto del día.
La Catedral de Notre Dame.
(JMBigas, Marzo 2013)

Sin embargo, se dice que la mejor atalaya de París es, precisamente, la Tour Montparnasse, ya que es el único mirador de los tres desde los que se tiene una excelente panorámica tanto de la Tour Eiffel como del Sacré Coeur y, además, desde ella no se ve la fealdad de la propia torre.

Cincuenta y cinco plantas de la Tour Montparnasse están dedicadas a oficinas y no son accesibles al público. Pero en la planta 56 hay un mirador abrigado, al que se puede acceder previo pago de la correspondiente entrada. A finales de Marzo de 2013 visité París, y quise visitar, de nuevo, el mirador en lo alto de la Tour Montparnasse.

Contrariamente a la torre Eiffel, no hay, habitualmente, grandes aglomeraciones de público en la Tour Montparnasse, a pesar de que recibe anualmente más de un millón de visitantes. La entrada estándar para adulto cuesta 14€, con algunos descuentos posibles para jóvenes, estudiantes, niños, etc. Es posible comprar la entrada, válida para cualquier día y hora, por Internet; pero también se puede comprar directamente en el hall de recepción de visitantes.
Hotel y Explanada de los Inválidos.
(JMBigas, Marzo 2013)

La Tour Montparnasse está situada hacia el sur de la ciudad, en 33, Avenue du Maine. Ocupa el espacio de la antigua estación ferroviaria de Montparnasse. La nueva estación (la enorme Gare Montparnasse) se construyó a unos cientos de metros de su emplazamiento original. Es la puerta ferroviaria de acceso a París para todos los viajeros procedentes de la Bretaña y el Oeste (Brest, Quimper, Nantes, Rennes,...) y del Suroeste (Burdeos, Poitiers, Hendaya,...) y la cabecera de la línea de Alta Velocidad conocida como TGV Atlantique.

Muy cercana al Boulevard de Montparnasse, es un centro de intercambio para el transporte urbano. A la estación de Metro Montparnasse Bienvenüe acceden cuatro de las líneas del Metropolitain. Y, aparte de las Grandes Líneas de ferrocarril (principalmente los TGV - Train à Grande Vitesse), muchas líneas de cercanías llegan a esta estación.

Por comodidad, compré mi entrada por Internet, y el lunes 25 de Marzo, pasado el mediodía, me dirigí hacia la Tour Montparnasse (tras haber realizado una visita matinal al Sacré Coeur). Hay una entrada dedicada a los visitantes, donde se puede comprar (o validar) el ticket, y desde la que se accede a los ascensores que suben hasta la planta 56. El trayecto sólo dura 38 segundos y la velocidad de los ascensores alcanza la impresionante cifra de más de 6 metros/segundo.
Basílica del Sagrado Corazón, en lo alto de la
colina de Montmartre.
(JMBigas, Marzo 2013)

En esa planta está el restaurante panorámico Le Ciel de Paris, pero tiene un acceso separado, con su propio servicio de ascensores. Está abierto todo el día y ofrece desayunos, almuerzos, salón de té por la tarde y cenas en dos turnos (a las 19 y 21.30 horas) e incluso un servicio de cenas tardías (para la salida de teatro), a las 23 horas los jueves, viernes y sábados. Yo he cenado alguna vez en ese restaurante. Las vistas son impresionantes, aunque la comida no es más que regular, tirando a mediocre. Por la noche, la iluminación interior es muy tenue, para no perjudicar la panorámica; pero ello hace que la experiencia gastronómica de la cena no sea todo lo placentera que podría ser.

La zona del mirador panorámico, que abarca algo menos de los posibles 360º, ofrece diversos servicios. Hay una tienda donde comprar algún recuerdo de la visita y también un bar-café para disfrutar de una pausa o comer algo rápido.
Eje monumental de la Tour Eiffel, con los rascacielos
de La Défense al fondo.
(JMBigas, Marzo 2013)

El mirador está climatizado (en él no se pasa frío en invierno ni calor en verano) y está cerrado con grandes cristaleras. Para los amantes de la fotografía, los cristales no siempre están lo suficientemente limpios como para que no dificulten las tomas. En toda la sala hay bastantes bornes interactivos, que ofrecen información de realidad ampliada sobre las diversas vistas que se pueden tener desde los diferentes ángulos. Para los atrevidos, también ofrecen algún quiz, con preguntas sobre la ciudad, para validar el conocimiento que tienen los visitantes de París y sus diversos monumentos.

Hay también una exposición fotográfica permanente, que ilustra sobre la construcción de la propia Torre y la panorámica de París que se tiene desde ella.

Subiendo varios tramos de escaleras, es posible acceder hasta la planta 59, donde se ubica la terraza panorámica al aire libre, aunque protegida del viento por paneles de cristal.

Los principales monumentos de París quedan a la vista maravillada del visitante. Se pueden ver con nitidez (si la meteorología acompaña) las imágenes que identifican a la ciudad: la catedral de Notre Dame, el Museo del Louvre, el Centro Georges Pompidou, el Hotel des Invalides, los Jardines de Luxemburgo, con su Palacio que es sede del Senado francés, la basílica del Sacré Coeur de Montmartre, el Panthéon,...
Palacio del Louvre. Al fondo a la izquierda, el
Sacré Coeur de Montmartre.
(JMBigas, Marzo 2013)

Pero, para mí, la vista que hace que la visita al mirador y terraza panorámicos de la Tour Montparnasse sea de obligado cumplimiento para cualquier visitante de la ciudad es el eje monumental en torno a la Torre Eiffel: École Militaire, Champ de Mars, la propia Torre, Palais de Chaillot y, de fondo, los rascacielos de la zona de La Défense.

En días claros, la vista puede alcanzar hasta los 40 kilómetros de distancia, aunque los principales atractivos están mucho más cercanos.

Cada hora del día tiene su propia personalidad. Para algunos, la mejor hora es la del atardecer, cuando se puede empezar a ver el monumental París iluminado. Personalmente, prefiero el mediodía, a ser posible, de jornadas con cielo despejado.

Conviene dedicar, al menos, una hora para la visita y, si se es muy aficionado a París y/o a la fotografía, conviene pensar más bien en el doble.

Como ya era una hora avanzada para el almuerzo, decidí bajar a la calle, y comí muy bien en una de las múltiples brasseries (cafés, bares, restaurantes,...) que abundan en el entorno. Como la Gare Montparnasse siempre ha sido la puerta de entrada a París desde la Bretaña, por las calles adyacentes abundan las Crêperies bretonas, donde se pueden comer las típicas crêpes (o galettes) saladas o dulces, acompañadas de los clásicos boles de sidra. Y en el 102, Boulevard de Montparnasse se encuentra uno de los restaurantes populares (por fama, que no por precio) más emblemático de París: La Coupole.
Terraza panorámica de la Tour Montparnasse.
(JMBigas, Marzo 2013)

En resumen, la subida al mirador y terraza panorámicos de la Tour Montparnasse debería estar en la agenda de cualquier visitante de la ciudad, a quien le guste hacerse una idea cabal de la ciudad desde una atalaya elevada.

Es posible planificar la visita a las tres atalayas principales de París en un solo día. Yo recomendaría empezar la jornada en el Sacré Coeur de Montmartre (Metro Anvers y Funiculaire de Montmartre) en torno a las 8.30 de la mañana. Se puede ver la zona antes de que lleguen las multitudes, y también, un poco más tarde, en su propia salsa.

Hacia mediodía se puede visitar la Tour Montparnasse (Metro Montparnasse Bienvenüe). En torno a un millón de personas lo hacen cada año. Antes o después de la visita se puede comer en la zona, donde abundan las opciones.

Por la tarde se puede visitar la Tour Eiffel (Metro Bir-Hakeim, o RER C Champ de Mars), pero es imprescindible haber reservado y comprado las entradas previamente por Internet, o las colas se nos comerán los nervios y el tiempo. Hay que afinar un margen de media hora, y comprarlas con bastante antelación, pues no en vano la Tour Eiffel es el monumento de pago más visitado del mundo (más de 7 millones de visitantes al año).

Aparte de las fotografías que he seleccionado para ilustrar este artículo, podéis acceder a una completa colección de 35 fotografías, pinchando en la foto de la Torre.


JMBA

viernes, 14 de febrero de 2014

Las Terrazas del MNAC

El Palacio Nacional es un edificio de estilo clasicista, inspirado en el Renacimiento español, que se construyó en lo alto de Montjuïc, en Barcelona, para la Exposición Universal de 1929, que se celebró en la Ciudad Condal.
El Palacio Nacional de Montjuïc, con las cascadas que
descienden hasta la Fuente Mágica.
(JMBigas, Enero 2014)

En 1934 se convirtió en la sede del Museo de Arte de Cataluña. Tras sucesivas rehabilitaciones y reconversiones, en 1990 se fundó el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), cuya sede principal es el Palacio Nacional de Montjuïc.

Desde la Plaza de España, el núcleo de comunicaciones (Metro, autobuses) más cercano, se puede subir hasta el Palacio Nacional por un sistema de escaleras mecánicas (o por escaleras fijas, por supuesto), bordeando el sistema de fuentes y cascadas que diseñó el arquitecto e ingeniero Carles Buïgas i Sans (1898-1979), entre las que destaca la llamada Fuente Mágica de Montjuïc. Desgraciadamente, la Fuente Mágica no siempre está en funcionamiento. Pero, especialmente por la noche, su juego de agua y luz es todavía hoy espectacular y extraordinaria, más de noventa años después de su diseño y construcción.

El domingo 5 de Enero coincidió que estaba en Barcelona por motivos familiares, y tenía la mañana libre. Decidí utilizarla para una breve visita al MNAC y, muy especialmente, a las terrazas recientemente abiertas al público.
Las Cuatro Columnas, con la Plaza de España abajo, y el
Tibidabo enfrente.
(JMBigas, Enero 2014).

Barcelona tiene varios miradores panorámicos destacables. De una parte, la montaña del Tibidabo, con su templo expiatorio, el Parque de Atracciones y la Torre de Collserola. De otra, el Castillo de Montjuïc, de infausta memoria (se utilizó más frecuentemente para atacar la ciudad que para defenderla) desde el que se tiene una vista privilegiada de toda la zona portuaria. Recientemente se añadió la espectacular terraza panorámica circular, en lo alto del Centro Comercial Las Arenas, en la propia Plaza de España. Esta instalación reaprovechó por completo la estructura y fachada de la antigua Plaza de Toros de las Arenas, con una ingente obra de ingeniería, que duró bastantes años.

A esta fantástica panoplia se le han unido recientemente las terrazas del Palacio Nacional (del MNAC, por tanto). Siempre existieron, desde su construcción, pero no eran accesibles al público. Se ha realizado una obra de puesta a punto de las tres terrazas, de modo que, actualmente, se pueden visitar y disfrutar de las maravillosas vistas que se tienen desde ellas.
Vistas panorámica desde la terraza frontal.
(JMBigas, Enero 2014).

El MNAC tiene varias colecciones permanentes, entre las que destaca la que posiblemente sea la colección más completa de Arte Románico. Sin haberlo previsto, me aproveché de que fuera el primer domingo de mes, y la entrada era gratuita. Yo no disponía de mucho tiempo, por lo que únicamente visité una exposición temporal de fotografía (Jo faig el carrer - Yo hago la calle), dedicada a Joan Colom i Altemir (Barcelona, 1921), galardonado, entre otros, con el Premio Nacional de Fotografía en 2002, concedido por el Ministerio de Cultura. La exposición recoge, principalmente, series de fotografías (1957-2010) de Colom por las calles más populares de Barcelona, especialmente del llamado barrio chino, más o menos el actual Raval. Muy recomendable la muestra, sin duda.

Busqué a continuación el acceso a las terrazas, que era mi principal objetivo ese día. Hay un ascensor que sube hasta la terraza frontal (hay que rematar el camino subiendo varios tramos de escaleras a pie). Desde esta terraza, orientada al noroeste, se domina todo el complejo de la Feria de Montjuïc, y la Plaza de España al fondo. Destacan los pabellones feriales, incluyendo alguno original de la Exposición Internacional de 1929, como el de Mies van der Rohe. Por supuesto, la Fuente Mágica y su sistema asociado de cascadas, así como las Cuatro Columnas exentas con capiteles jónicos, que simbolizan la senyera, la bandera de Catalunya. Estas columnas se construyeron originalmente en 1919, en el lugar que actualmente ocupa la Fuente Mágica. Fueron demolidas en 1928, durante la dictadura de Primo de Rivera, y se reconstruyeron en 2010, ubicadas a pocos metros de su emplazamiento original.
Las Arenas, con su espectacular terraza panorámica
circular.
(JMBigas, Enero 2014).

Ese domingo de Enero no era especialmente frío, pero sí extremadamente ventoso en Barcelona. Lógicamente, el viento en las terrazas del MNAC, especialmente en la frontal, era de aúpa y dificultaba la contemplación sosegada de las maravillosas panorámicas.

En la terraza frontal hay unas pequeñas gradas, que permiten, en días sosegados, sentarse y relajarse, con buena parte de la ciudad a tus pies.

Las tres terrazas se han unido entre sí mediante diversas pasarelas instaladas a este fin. El recorrido ofrece vistas de la cúpula principal, así como de las diversas torres que componen el Palacio Nacional, y también, hacia abajo, de algunos de los recoletos patios interiores que ofrece el edificio.

Desde la terraza lateral, orientada al noreste, se domina todo el centro de Barcelona, hasta la zona del río Besós. Destacan en la vista, por su altura, la Sagrada Familia, la Torre Agbar, la Catedral y la Basílica de Santa María del Mar. Hacia la zona del Puerto, destacan las tres chimeneas del Paralelo y el Monumento a Colón, al final de las Ramblas.
Desde la terraza lateral, el centro de Barcelona,
donde destaca la Catedral y Santa María del Mar.
(JMBigas, Enero 2014).

La terraza posterior está orientada al sureste, y desde ella se domina el resto de la montaña de Montjuïc. Muy próximo está el Palacete Albéniz, con los jardines de Joan Maragall, que lo rodean. El Palacete, inaugurado en 1929, es actualmente la residencia oficial de la Familia Real española durante sus estancias en Catalunya. Más hacia el sur y suroeste, destaca el Estadio Olímpico Lluís Companys, originalmente construido en 1929, y completamente reconstruido y rehabilitado para los Juegos Olímpicos de 1992, celebrados en Barcelona. Y algo más a la derecha, se ve el perfil inconfundible de la Torre de Telecomunicaciones de Montjuïc, obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava, inaugurada en pleno Anillo Olímpico en 1992.

Desde esta terraza se toma otro ascensor que desciende hasta la planta baja, en las inmediaciones del Gran Salón. El Gran Salón o Salón Oval es el centro del Palacio Nacional, sobre el que destaca la gran cúpula. En uno de sus extremos destaca un órgano monumental, originalmente construido por la casa alemana Walcker y Cia. Tras la restauración y ampliación realizada en 1955, tiene un impresionante tamaño de 34 metros de longitud por 11 metros de altura, y dispone de seis teclados.
La Torre de Telecomunicaciones de Montjuïc,
obra de Santiago Calatrava.
(JMBigas, Enero 2014).

Este Salón, originalmente diseñado para grandes celebraciones o acontecimientos, fue donde se desarrolló la ceremonia ofricial de inauguración de la Exposición Universal de 1929. Se utiliza con frecuencia para eventos masivos, como bailes de gala, conciertos o congresos, y dispone de un espacio libre útil de 2300 metros cuadrados y graderías para unos 1300 espectadores. Tras su última rehabilitación, dispone también de varios ascensores panorámicos para el acceso a las graderías.

Desde el Salón Oval se puede acceder a las diversas exposiciones del MNAC, así como al café restaurante y a la muy bien surtida tienda del Museu Nacional d'Art de Catalunya.
Órgano monumental en el Salón Oval.
(JMBigas, Enero 2014).

La bajada desde el Palacio Nacional hasta la Plaza de España supone el reingreso en el entorno puramente urbano. Las escaleras mecánicas, también para el descenso, facilitan el acceso a todos los visitantes.

Para los muy amantes del arte y los museos, el MNAC puede ofrecer varias jornadas de placer. Para los más tibios, convendría reservar, durante la estancia en Barcelona, media jornada para visitar el Palacio Nacional y sus maravillosas terrazas panorámicas, así como alguna de las exposiciones que ofrece, de forma permanente o temporal, el Museu Nacional d'Art de Catalunya.

Para los amantes de las vistas urbanas desde enclaves elevados, las terrazas del MNAC, recientemente abiertas al acceso público, son ya una visita imprescindible durante cualquier estancia en Barcelona.

Aparte de las fotografías que he seleccionado para ilustrar este artículo, podéis acceder a una completa colección de 35 fotografías, pinchando en la siguiente vista panorámica.


También podéis ver un breve vídeo, grabado en las terrazas lateral y posterior del Palacio Nacional (MNAC), así como en el Gran Salón o Salón Oval.


JMBA