Por el momento, sólo hay dos candidatos que se proponen para la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero en la Secretaría General del Partido Socialista Obrero Español.
Carmen Chacón, en el acto de proclamación de su candidatura a Secretaria General, en Olula del Río (Almería) (EFE; Fuente: cadenaser) |
El partido ha salido enormemente desgastado de su anterior etapa de gobierno (2004-2011). Tener que hacer frente a la crisis económica mundial, y tener que implantar en España medidas de corte neoliberal, por imposición de la Unión Europea, le ha hecho al partido un flaco favor. Si el Poder siempre desgasta, el Poder en tiempos turbulentos prácticamente disuelve, incinera, destruye a un partido político.
Además, su crisis propia se suma a una cierta sensación de fin de ciclo de las socialdemocracias europeas, que florecieron especialmente tras la Segunda Guerra Mundial. El Estado del Bienestar, su principal logro y banderín de enganche, se pone en entredicho en todos los noticieros. Se duda, incluso, de su viabilidad (tal y como lo hemos conocido hasta hoy) en el escenario (nuevo) que quede cuando consigamos salir de esta crisis general.
En estas condiciones, al frente del partido se necesita un líder con cierto carisma, capaz de llevar al partido y a todos sus militantes en una penosa travesía del desierto. Tras la pérdida casi absoluta de responsabilidades de Gobierno en las dos últimas elecciones (las Autonómicas y Municipales de Mayo y las Generales de Noviembre), se requiere una catarsis completa, una tormenta de ideas y la elaboración de un proyecto que resulte ilusionante para el partido y para todos los ciudadanos, que sea válido para la próxima década.
No dudo en ningún momento de la capacidad de cualquiera de los dos candidatos que se han presentado hasta ahora, para llevar adelante esta labor. Alfredo Pérez Rubalcaba (Alfredo) o Carme(n) Chacón (Carmen de Olula, como la bautizan algunos, por haber escogido el pueblecito almeriense de sus progenitores - Olula del Río - para presentar su candidatura) tienen sobrada capacidad política y personal para liderar el Partido. Sin embargo, ambos han estado excesivamente involucrados con la etapa anterior como para que resulte posible visualizarles sin más como los guías de una etapa nueva. Alfredo ya fue ministro con Felipe González, y ha sido ministro (e incluso vicepresidente plenipotenciario) con Zapatero y la Chacón es prácticamente una creación (política) de Zapatero, con quien fue Ministra de Defensa en los últimos tiempos.
Demasiados vínculos con el pasado, e incluso demasiada responsabilidad directa en el último descalabro electoral, como para que puedan llegar a ser (cualquiera de los dos) líderes del partido con un recorrido largo. Si el PSOE escoge a cualquiera de los dos, la catarsis profunda quedará pendiente. Tras uno o dos años de lamerse las heridas, el partido estará abocado a una segunda renovación. Y, en esas condiciones, resultará prácticamente imposible que pueda llegar a estar en condiciones de volver al Gobierno antes de 2019. Largo me lo fiáis.
Alfredo Pérez Rubalcaba, el primero en proclamar su candidatura a Secretario General (Fuente: rtve) |
Creo que es el momento de que surja algún candidato (de consenso, a ser posible) nuevo y novedoso, que represente (y sea) una real ruptura con el período anterior. De esta forma, se podría producir la catarsis completa, la revisión en profundidad del proyecto y de las ideas, y el PSOE tendría alguna oportunidad de recuperar una buena posición en las Elecciones de 2015, incluso de volver al Gobierno de España.
En el Congreso del año 2000, un Zapatero desconocido se aupó a la Secretaría General del PSOE, por delante de una vaca sagrada como José Bono. Sólo cuatro años después (en Marzo de 2004), Zapatero consiguió ganar las elecciones y convertirse en el nuevo Presidente del Gobierno. Todo hay que decirlo, con la ayuda de la gran movilización del electorado de izquierdas que provocaron los atentados del 11-M en Madrid. Los cuatro años anteriores, desde que tuvieron que abandonar el Gobierno en 1.996, prácticamente se perdieron en liderazgos continuistas de conocidos personajes del aparato del partido (primero el propio Felipe, hasta el Congreso de 1997 en que se eligió a Joaquín Almunia como Secretario General; luego, unas elecciones primarias en 1998 llevaron a Josep Borrell a ser el líder de la oposición, en una etapa complicada de bicefalia; pero Borrell dimitió y finalmente fue Almunia la cabeza visible del descalabro electoral del año 2000, en que el PP de Aznar consiguió la mayoría absoluta).
Creo que la historia reciente le ha dado suficientes lecciones al PSOE como para que no se equivoquen de nuevo esta vez. Hasta el día de hoy, no hay más candidatos que Alfredo y Carme(n) que se hayan presentado formalmente. Se habla de otros (el alcalde de Toledo, un alto funcionario de Bruselas, alguien del socialismo andaluz, Eduardo Madina - que se ha excluido a sí mismo en una entrevista en Los Desayunos de TVE) pero nadie ha dado todavía ni un solo paso, y ya va siendo hora.
Creo que es imprescindible para los socialistas y muy conveniente para toda la ciudadanía, que el PSOE vuelva a ser un partido fuerte cuanto antes. Para llegar en las mejores condiciones posibles a las Elecciones Generales de 2015 (si no hubiera que adelantarlas por pura incineración del Gobierno Rajoy en la pira de la crisis) desde mi punto de vista sólo existe una solución, que pasa por un líder nuevo, capaz de animar la catarsis e insuflar nuevas ilusiones y esperanzas en los militantes y simpatizantes, sin demasiados lastres que le unan a un pasado que conviene cicatrizar a la mayor brevedad.
Foc Nou (Fuego Nuevo) es lo que necesita ahora el PSOE.
JMBA
Bigas, tienes razón, necesitan ese foc nou a ver si se queman los del psoe de una puñetera vez, vamos lo que han hecho en España, que por cierto ya lo hizo tambien Felipe G., es de juicio, vamos tipo Nuremberg. Que les den, que se lo han llevado "crudito"
ResponderEliminarSaludos. J. Yague
José María: totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarUn abrazo- Fidel.