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domingo, 28 de abril de 2013

Una Breve Visita a Gibraltar

Geográficamente, la Península Ibérica es la porción del continente europeo que está limitada por la cordillera de los Pirineos, por el Mar Cantábrico, el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo.
Gibraltar, visto desde Algeciras.
(JMBigas, Abril 2013)

Cuatro estados comparten la Península Ibérica. Por orden de tamaño: España (504.645 kilómetros cuadrados), Portugal (92.391 kilómetros cuadrados), Andorra (468 kilómetros cuadrados) y Gibraltar (6,8 kilómetros cuadrados). España, Portugal y Andorra son países soberanos (aunque en Andorra se ejerce una cosoberanía formal entre el Presidente de la República Francesa y el obispo de la Seu d'Urgell) mientras que Gibraltar es un Territorio de Ultramar perteneciente al Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Como Territorio Británico de Ultramar, Gibraltar dispone de un amplio nivel de autogobierno, que se encarna en su Ministro Principal, escogido por los gibraltareños y que es la máxima autoridad política de facto. Por supuesto, el Jefe del Estado es la Reina Isabel II, y existe un Gobernador en Gibraltar que la representa.

En sí mismo, Gibraltar es muy poco más que una estrecha península casi íntegramente ocupada por un Peñón costero (de perfil muy característico) que se eleva algo más de 400 metros sobre el nivel del mar, con orientación Norte-Sur y que cierra por el Este la Bahía de Algeciras. A pesar de no estar en la zona donde el Estrecho de Gibraltar (que separa Europa de África) es más angosto, desde Gibraltar se controla todo el tráfico marítimo que discurre entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, conocido en esa zona como Mar de Alborán.
Gibraltar al amanecer, cerrando al este la
Bahía de Algeciras.
(JMBigas, Abril 2013)

En la antigüedad, el Peñón (The Rock, para los británicos) fue conocido como Mons Calpe, y constituía la pata europea de las Columnas de Hércules. Pero su nombre actual procede de la fórmula árabe Ẏabal Tāriq (جبل طارق)(o "montaña de Tariq"), en recuerdo del general que dirigió el desembarco en esta zona de las tropas del Califato Omeya en el año 711.

Entre los siglos VIII y XV, Gibraltar siguió los mismos avatares que el resto de Andalucía, con la dominación musulmana. El primer asentamiento estable en el Peñón data del año 1.160 (período almohade), con la construcción de una fortificación. En 1.462 fue conquistado por el I Duque de Medina Sidonia, incorporándose de esta forma a la España que fueron consolidando los Reyes Católicos.

En el año 1700, murió sin descendencia el rey de España Carlos II, llamado "el Hechizado", que fue el último rey de la dinastía de los Habsburgo. Las potencias europeas se habían movilizado ya desde unos años antes para favorecer sus propias soluciones para la sucesión. A su muerte se desató la llamada Guerra de Sucesión (1701-1713), que acabó teniendo una muy fuerte influencia en la conformación de la España moderna. El último testamento de Carlos II nombraba como sucesor a Felipe de Anjou (nieto del rey Luis XIV de Francia), quien tomó posesión el 16 de Noviembre de 1700. Pero otras potencias europeas (especialmente Inglaterra, las Provincias Unidas - parte del actual Benelux - y Austria) tenían el temor de que el hecho de que gobernara en España un rey francés pudiera acabar unificando ambas naciones y creando una potencia que no querían reconocer. Por ello, siguieron apoyando con diversas acciones bélicas la candidatura del archiduque Carlos.
El Faro de Punta Europa, en el extremo Sur de Gibraltar.
(JMBigas, Abril 2013)

En particular, una flota anglo-holandesa desembarcó y conquistó Gibraltar en el verano de 1704. Los británicos también invadieron la isla de Menorca (en el archipiélago balear) en el 1708. En 1713, el Tratado de Utrecht puso fin a la Guerra de Sucesión, reconociendo la soberanía británica sobre estos dos territorios. Menorca sufrió durante el siglo XVIII diversos avatares, incluyendo dos períodos de dominación francesa (1756-1763; 1782-1798); pero fue restituida definitivamente a soberanía española por el Tratado de Amiens (1802). Por el contrario, la presencia británica en Gibraltar ha sido ininterrumpida desde 1704 hasta el día de hoy.

Durante el siglo XVIII, hubo varios intentos militares españoles, infructuosos, de reconquistar el Peñón, de los que el más prolongado fue el llamado Gran Asedio (1779-1783). Se acordó durante ese siglo la creación de una zona neutral en el istmo, pero los británicos acabaron anexándose la zona más próxima a Gibraltar.

En 1830 se le reconoció a este territorio la categoría de Colonia Británica. La apertura al tráfico marítimo del Canal de Suez (1869) subrayó la importancia estratégica que tenía Gibraltar para el Reino Unido, ya que todo el tráfico entre Inglaterra y el inmenso Oriente (India, Indochina, China,...) que utilizara el nuevo Canal debía cruzar el Estrecho de Gibraltar.

En 1909, las autoridades británicas levantaron la barrera fronteriza, que desde entonces se conoce popularmente como La Verja. Durante la Segunda Guerra Mundial, construyeron un aeropuerto en esa zona del istmo, que España reclama como no reconocida de soberanía británica por el Tratado de Utrecht.

Tras la Guerra Civil Española, y durante el mandato del General Franco, en los años 60 España llevó el tema de Gibraltar al comité de descolonización de Naciones Unidas. Tras varias resoluciones invitando a iniciar negociaciones entre los dos Estados, las autoridades gibraltareñas invocaron su derecho a la autodeterminación. Gran Bretaña convocó un referéndum en 1967 para los gibraltareños, que resultó con una amplia mayoría contraria a la unificación con España. En 1969, el gobierno británico otorgó al territorio una nueva constitución, que le concedía la categoría de Territorio Británico de Ultramar (British Overseas Territory), y dejando todos los asuntos internos en manos de las autoridades locales, reservándose la Corona (y en su nombre, el Gobernador) solamente la gestión de los Asuntos Externos y la Defensa.
La costa africana, a 24 kilómetros de Punta Europa,
Gibraltar.
(JMBigas, Abril 2013)

España entendió este movimiento como un acto hostil, e interrumpió las comunicaciones terrestres (cerró La Verja) en 1969 con Gibraltar. Los trece años de cierre de la verja fueron económicamente muy duros a ambos lados de la misma. Sólo en 1982 la verja se reabrió, pero únicamente al tráfico peatonal. Con las conversaciones de incorporación a la Comunidad Económica Europea, las comunicaciones se restablecieron plenamente en 1985.

Sin embargo, no ha prosperado, hasta ahora, ninguno de los diversos intentos de encontrar una solución consensuada para Gibraltar. Con el alto nivel de autonomía concedida a Gibraltar en sus constituciones de 1969 y 2006, cualquier acuerdo debería ser tripartito (España, Reino Unido y Gibraltar). Por todo ello, el litigio promete ser insoluble y eterno.

Gibraltar es parte de la Unión Europea, pero con un estatus especial, como "territorio europeo de cuyas relaciones exteriores el Gobierno del Reino Unido es responsable". Está fuera de la unión aduanera y excluido de la armonización del IVA.

En la práctica, Gibraltar es un pequeño territorio (pop. 29.000), que disfrutan de impuestos reducidos (puerto franco), cuya principal actividad está ligada a los servicios financieros y turísticos, donde resulta muy fácil la creación de compañías offshore de bajísima tributación, y que es acusado regularmente de ser un quasi paraíso fiscal, así como de dar acogida benévola a capitales procedentes de actividades no siempre legales. Aparte, por supuesto, de la Base Aeronaval de las Fuerzas Armadas Británicas.

Para el turista, Gibraltar es un enclave británico en la costa de Andalucía, donde el idioma oficial es el inglés (pero casi todo el mundo habla español, habitualmente con acento andaluz), la moneda oficial es la Libra Esterlina (aunque el Euro es aceptado en todos los comercios) y se conduce por la derecha como en el resto del continente, a diferencia de Gran Bretaña e Irlanda. Un lugar donde puede comprarse licor y tabaco (especialmente) a precios bastante más económicos que en España (o el resto de países de la Unión). Una pequeña península que, tanto para entrar como para salir de ella hay que cruzar una frontera (control de personas) con aduana (control de mercancías).

* * *

Yo nunca había estado en Gibraltar, pero tenía muchas ganas de visitarla, aunque fuera una única vez (tampoco da para mucho más).
La Mezquita del Guardián de las dos Mezquitas
Sagradas
, regalo del Rey Fahd, en Punta Europa.
(JMBigas, Abril 2013)

Aproveché la bajada de tarifas del AVE (tren de Alta Velocidad que une, por ejemplo, Madrid con Málaga), para conseguir un billete muy económico (47€ ida y vuelta). Planifiqué un viaje (desde Madrid) de un total de tres días, para tener parte de uno destinado a la visita de Gibraltar, y tener la oportunidad de visitar otras zonas interesantes de las provincias de Málaga y Cádiz, de lo que ya os hablaré en otra ocasión. En la Estación María Zambrano de Málaga (un gran centro comercial por el que circulan trenes) había reservado un coche de alquiler para poder moverme con libertad por la zona.

Viajé hacia Málaga el lunes 8 de Abril por la mañana. Visité ese día la zona de la Sierra de las Nieves y Ronda y su Serranía, para acabar pasando la noche en el Hotel Mirador de Algeciras (provincia de Cádiz). Algeciras es el puerto principal del sur de España para el enlace marítimo de viajeros con África, especialmente con Marruecos (puerto de Tánger o el nuevo de Tánger Med), así como con la ciudad española de Ceuta. En las temporadas vacacionales masivas, especialmente durante el verano y, con mucha menor intensidad, por Navidad o Pascua, miles de magrebíes (cientos de miles en los momentos álgidos) residentes en diversos países de Europa se cruzan el Continente en sus coches para acabar en Algeciras, esperando para embarcar en un ferry con destino a sus países de origen. Y muy parecido para el camino inverso a la vuelta de vacaciones.

Aparte de sus instalaciones industriales y portuarias, Algeciras no tiene mucho más que ofrecer al visitante, ya que se ha configurado principalmente como un lugar de paso. Pero ocupa la ribera oeste de la magnífica Bahía que lleva su nombre. Un poco más al Sur, la pequeña población de Tarifa es el paraíso de los surferos.

El Hotel Mirador es un hotelito modesto, pero correcto, enclavado en una zona residencial junto al mar en las afueras de Algeciras. Dispone de cafetería y restaurante propios (necesarios, pues la oferta de servicios en los alrededores inmediatos es extremadamente limitado). La noche que pasé allí, a primeros de Abril, el hotel estaba prácticamente vacío. Uno de sus principales atractivos es su ubicación junto a la Bahía de Algeciras. Sus habitaciones con terraza ofrecen unas vistas magníficas de la Bahía (la propia Algeciras, con su importante puerto y sus playas, San Roque, La Línea de la Concepción), con el perfil inconfundible del Peñón de Gibraltar de frente, cerrando la bahía por el este.
Aparcamiento junto a la estación inferior del Teleférico
del Peñón (en Red Sands Road).
(JMBigas, Abril 2013)

El martes por la mañana me levanté prontito y, tras desayunar y dar una vuelta luego en el coche por el centro de Algeciras, me dirigí hacia La Línea de la Concepción, para desde allí entrar a Gibraltar. No tenía claro si entrar con el coche, o bien dejar el coche en La Línea y entrar a pie (hay algunas líneas de autobuses públicos de Gibraltar desde la propia frontera a los lugares más destacados). Miles de personas diariamente cruzan a pie esa frontera. Eso incluye a muchos visitantes y turistas, pero también a trabajadores de Gibraltar que viven en la parte española y a ocasionales pequeños contrabandistas de tabaco o alcohol, que pueden realizar varios cruces diarios.

Por otra parte, Gibraltar, donde es fácil ver rapidísimas planeadoras de muchos cientos de caballos en sus puertos, tiene fama de ser un núcleo principal del tráfico de estupefacientes procedentes de África, especialmente de hachís. Litigios nunca resueltos sobre la dimensión de sus aguas territoriales provocan frecuentes conflictos entre patrulleras de la Guardia Civil española y presuntos traficantes, con el nada neutral arbitraje de la Marina Real Británica. También los pescadores españoles de la Bahía tienen a veces conflictos por presuntas invasiones de aguas territoriales nunca reconocidas.

Ya en La Línea, me encontré casi sin pensarlo encajado en la cola de automóviles hacia la frontera con Gibraltar, por lo que las circunstancias acabaron resolviendo por la directa mis dudas, y acabé cruzando a bordo del coche. Eso sí, tras unos cuarenta minutos de demora, a paso de tortuga.

La primera sorpresa al entrar a Gibraltar es que la carretera (y las vías habilitadas para peatones), cruza transversalmente la pista de despegue del Aeropuerto. No sé el protocolo que se seguirá cuando deba aterrizar o despegar un avión, pero supongo que funcionará como un paso a nivel ferroviario.

La práctica totalidad de las edificaciones de Gibraltar están en la parte oeste de la península, de frente a la Bahía. Por esta zona, el arranque del Peñón está algo más alejado del mar y es más suave que por la parte este. Al este, el Peñón nace ya casi en vertical y muy cerca del mar, lo que no permite más que una carreterita costera, que enlaza algunas playas y unas pocas edificaciones. Allí está Catalan Bay, cuyo nombre es el homenaje a un destacamento de 350 soldados catalanes que formaban parte de las tropas anglo-holandesas que invadieron Gibraltar en 1704.
Cabina del Cable Car de Gibraltar, llegando a la
estación inferior.
(JMBigas, Abril 2013)

En la primera rotonda que se encuentra por la William Churchill Avenue, a la izquierda se desvía la Devil's Tower Road, que es el inicio de la carretera costera por las Playas del Este, mientras que a la derecha se encuentra la zona de más reciente construcción. Allí hay uno de los puertos deportivos (Marina Bay), el llamado Europort y muchas edificaciones modernas, residenciales y de oficinas, de bastante altura y que parecen construidas en los últimos diez o quince años. Hay también en esa zona algunas instalaciones deportivas.

La distancia entre la frontera y el extremo sur del territorio, el más alejado, no es más de cuatro o cinco kilómetros. El recorrido se realiza por calles a menudo bastante angostas y retorcidas, y el último tramo por una carreterita estrecha, bordeada de edificios residenciales, hasta llegar a Punta Europa (Europa Point). Yo me dirigí directamente hacia allí, para disfrutar de las magníficas vistas.

En Punta Europa, tradicionalmente, existe un faro marítimo y un santuario católico (Shrine of Our Lady of Europe), cuya existencia, de una u otra forma, se remonta hasta el siglo XIV, en que se convirtió una mezquita anterior en una iglesia católica.

Pero, desde 1997 en que fue inaugurada, el edificio más singular de Punta Europa es la Mezquita Ibrahim al Ibrahim (también conocida como Mezquita del Rey Fahd bin Abdulaziz al-Saud o Mezquita del Guardián de las dos Mezquitas Santas). Realmente, fue un obsequio del Rey Fahd de Arabia Saudí, nominalmente para los 2.000 musulmanes que se estima habitan en Gibraltar. Pero su privilegiada ubicación, su esbeltez, la altura de su minarete y la blancura inmaculada del conjunto la convierten en protagonista de Punta Europa y de la fachada africana de Gibraltar. Desde aquí, África está a solamente 24 kilómetros de distancia (el Estrecho de Gibraltar alcanza su mínima anchura de poco más de 12 kilómetros algo más al suroeste de Algeciras).

En 2011 se inauguró una remodelación de Punta Europa, que ha convertido la zona en un indudable atractivo turístico. Hay un aparcamiento organizado y diversos miradores, así como un área de juegos infantiles y una edificación que alberga, por lo menos, un café y una Oficina de Turismo de Gibraltar.
Uno de los varios puertos deportivos que hay en Gibraltar.
(JMBigas, Abril 2013)

Aunque el día no estaba especialmente diáfano, desde los miradores tuve una muy buena visión de la bahía de Algeciras y de la costa gaditana hacia Tarifa, y también de la costa africana de Marruecos y de la ciudad española de Ceuta.

Quería a continuación subir a lo más alto del Peñón. Es posible hacerlo, por supuesto, a pie, pero también en automóvil. Aunque la forma más clásica de hacerlo es en el teleférico (Cable Car). Este teleférico fue construido en 1966 por una empresa suiza especializada en este tipo de instalaciones (Von Roll Holding), y en 1986 fueron renovadas por completo las cabinas. El teleférico sube desde la ciudad, prácticamente al nivel del mar, hasta la segunda cumbre del Peñón (hay otra ligeramente más elevada, donde hay algunas instalaciones meteorológicas), a una altura de 412 metros sobre el nivel del mar circundante. En 2007, la estación superior fue completamente remodelada, y actualmente ofrece diversos miradores, un café y tienda de recuerdos, y también la llamada Calpe Suite, que se puede alquilar para eventos diversos.

Curiosamente, la información que había conseguido de Internet no daba el suficiente nivel de detalle sobre la ubicación de la estación inferior como para que mi GPS me llevara hasta allí sin dudas. Pero en la Oficina de Turismo de Punta Europa me dieron (gratuitamente) un mapa turístico del territorio, bastante detallado, donde se especificaba la dirección de esa estación (en Red Sands Road) y la existencia de un gran aparcamiento gratuito junto a ella, compartido con el vecino Jardín Botánico.

Programé el GPS de acuerdo a esas nuevas informaciones, y me llevó de la mano directamente a la entrada a ese aparcamiento. Es bastante grande, pero acostumbra a estar atestado. Esa mañana de Abril tuve alguna suerte, y no me costó mucho trabajo encontrar una plaza libre.

El Peñón tiene algunas atracciones turísticas (aparte de las maravillosas vistas desde su cumbre). Se dice que está recorrido por innumerables túneles y pasadizos. Algunos de ellos, que se utilizaron en algún momento del pasado para instalar baterías de artillería para defender Gibraltar, son visitables. Por ejemplo, los Túneles del Gran Asedio, o los que se excavaron durante la Segunda Guerra Mundial. También existe una impresionante cueva natural (la Cueva de San Miguel), con estalactitas y estalagmitas, y un Castillo Árabe, construido inicialmente en el año 1.160. Podéis ver más detalles aquí (en el apartado de Lugares de Interés).
Más allá de la pista del Aeropuerto está la frontera, y
luego La Línea de la Concepción.
(JMBigas, Abril 2013)

El Teleférico tiene una estación intermedia, en la zona conocida como Guarida de los Monos. Pero, curiosamente, desde el mes de Abril y durante todo el verano, las cabinas no se detienen ahí.

Toda esa serie de atractivos adicionales están incluidos en lo que se conoce como la Reserva Natural del Peñón (Nature Reserve). Su visita requiere de un ticket específico, y paseos, de hasta uno o dos kilómetros  (hacia arriba o hacia abajo) por diversos senderos del Peñón.

En la taquilla del Teleférico se puede escoger el ticket básico (que permite subir hasta la estación superior y luego bajar) por 10,50GBP, o bien tickets combinados del Teleférico con otras atracciones de la zona. Yo no disponía de mucho tiempo ese día, y escogí sólo el Teleférico, para disfrutar de las vistas desde la cumbre. Por el aparcamiento pululan durante todo el día espontáneos que ofrecen a los visitantes recorridos alternativos a los mismos lugares, pero en taxi o minibús.

Una de las curiosidades del Peñón es su colonia de monos o macacos de Gibraltar (macaca sylvanus), de los que hay actualmente unos 300 ejemplares. También conocidos como monos de Berbería, su origen son los Montes Atlas en Marruecos y su presencia en Gibraltar siempre ha sido un cierto misterio. Pero la leyenda dice que el día que se extingan los monos en el Peñón, también desaparecerán los británicos. Menguada la colonia durante la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill decidió importar algunos ejemplares adicionales, aunque sólo fuera por si acaso.

Los monos están habituados a la compañía humana y pueden llegar a ser bastante traviesos. Conviene tomar algunas precacuciones básicas, especialmente con las bolsas de plástico que les pueden resultar atractivas, o lo que se pueda estar comiendo (fruta, etc.). Pueden verse sin problemas en los alrededores de la estación superior, así como en la llamada Guarida de los Monos, junto a la estación intermedia (inactiva en temporada alta).
La zona del Europort, de construcción reciente y densa.
(JMBigas, Abril 2013)

Al llegar a la estación superior es posible hacerse con una audioguía (en varios idiomas) que te cuenta la historia y detalles de la zona. Son gratuitas (incluidas en el precio del teleférico), pero hay que dejar como garantía el pasaporte o similar (que se recupera al devolverlas).

Desde la cumbre, las vistas son maravillosas, especialmente si nos ha tocado un día despejado y claro. Se puede contemplar tanto la propia ciudad de Gibraltar como la vecina Bahía de Algeciras y los pueblos que la rodean, así como las playas del este (en el llamado Mar de Alborán), con la Costa del Sol malagueña en el horizonte hacia el norte. También se ve con nitidez la costa africana de Marruecos y la ciudad española de Ceuta, aunque los diversos miradores, por la propia configuración norte-sur del Peñón, no ofrecen las mejores facilidades para la visión hacia el Sur. La mejor vista de la costa africana se tiene desde Punta Europa.

Es posible comer y beber algunas cosas en el Café, así como comprar algún recuerdo (souvenir) alusivo (bastante anodinos, me parecieron a mí) al Peñón y a sus atractivos.
Dos macacos de Gibraltar, retozando en el mirador de
la estación superior del teleférico.
(JMBigas, Abril 2013)

Tras bajar nuevamente al nivel del Aparcamiento, paré para comer una pizza (de calidad casi menos que aceptable) en una terracita muy agradable del restaurante Mamma Mia (Pasta and Pizza House), a la entrada del propio aparcamiento del Teleférico.

Antes de mover el coche, di un paseo a pie hasta el final de Main Street, bastante cercano. Se cruza por una zona de muralla bastante bien conservada, y se pasa al lado de un pequeño cementerio histórico, en el que se pueden ver algunas lápidas que reflejan la característica militar del territorio. El Cementerio de Gibraltar es bastante más grande, y está junto a la pista del Aeropuerto.

Main Street es una calle peatonal en su mayoría, donde se encuentran los comercios destinados principalmente a los visitantes y turistas. Casi en todas partes es posible comprar cigarrillos o botellas de destilados (whisky, vodka,...), a un precio algo más atractivo que el practicado en España, y mucho más atractivo que el que se practica en Gran Bretaña. Para que a la vuelta, en la Aduana, no pensaran que yo era un bicho raro, compré un cartón de cigarrillos ingleses (Benson&Hedges Gold) y algún souvenir. En el extremo de Main Street más próximo a la frontera, está Casemates Square, el centro neurálgico para los visitantes de Gibraltar. Si se quiere visitar esta zona, la mejor opción es el transporte público, ya que el tráfico acostumbra a ser infernal, y la disponibilidad de aparcamiento muy limitada.
Lápida histórica en el pequeño cementerio junto al
final de Main Street.
(JMBigas, Abril 2013)

Tomé de nuevo el coche y aproveché para dar una vuelta completa al Peñón por la carretera costera, actualmente practicable. En la rotonda próxima a la pista del Aeropuerto, me desvié hacia la derecha por Devils's Tower Road, y luego seguí por la carreterita que discurre por Catalan Bay y Sandy Bay. En el sureste del Peñón hay un túnel (Dudley Ward Way) que completa el perímetro y que desemboca en las proximidades de Punta Europa. Este túnel, construido por el Ejército Británico entre 1956 y 1963, se cerró indefinidamente al tráfico en 2002, cuando murió un gibraltareño por un desprendimiento de rocas en su acceso norte. Más adelante se reconsideró su conveniencia y, tras realizar las correspondientes obras de estabilización, se reabrió al tráfico en 2010.

Ya eran las cinco de la tarde y, tras repostar gasolina (también algo más barata que en España), me dirigí hacia la frontera para volver a La Línea de la Concepción y completar mi plan ese día, que era recorrer la Costa del Sol hasta Benalmádena, donde había reservado habitación en un hotel y había quedado para cenar en casa de unos buenos amigos.

Pero el camino hacia la frontera fue un calvario que me retrasó prácticamente una hora y media. Las colas lentas son muy frecuentes allí, porque las autoridades españolas no tienen ningún interés en desplegar demasiados recursos para el control de la frontera y la aduana y, sin embargo, cada coche es revisado para verificar que no se incumplen las rigurosas limitaciones de productos que se permite importar sin pagar aranceles. Cerca de la frontera, los gibraltareños han instalado un panel informando a los viajeros de a dónde deben dirigirse (Ministerio de Asuntos Exteriores español, Servicio de la Unión Europea,...) para quejarse del trato recibido en esas instalaciones, debido a las acciones tomadas por el Reino de España.

Tras seguir la procesión a paso de tortuga, llegamos a la frontera, donde una Policía Nacional pedía la documentación a quien le parecía conveniente, y luego en la Aduana, un Guardia Civil inspeccionaba el maletero de cada vehículo.

Finalmente conseguí cruzar sin más incidente que el propio retraso, y seguir la ruta noreste por la Costa del Sol. Para verificar que esa es una costa prácticamente cimentada al 100%, es decir, que poquitos espacios quedan allí sin urbanizar. Se suceden los pueblos, las urbanizaciones, los hoteles, los campos de golf, etc. etc. Tras la primera ola turística en los años 60, la última burbuja inmobiliaria de principios de milenio ha acabado de enladrillar por completo toda la zona. Políticos municipales a menudo corruptos, han repartido licencias para edificar prácticamente sin límite, como si no hubiera un mañana.

Llegué finalmente a Benalmádena hacia las ocho y media de la tarde, pero esa ya será otra historia.

Aparte de las fotografías que he escogido para ilustrar este artículo, podéis acceder a una colección completa, con 41 imágenes, pinchando en la foto de Gibraltar como una ballena varada al este de la Bahía de Algeciras.


También podéis ver este vídeo de poco más de cinco minutos, con las imágenes más atractivas de todo el recorrido que os he contado.


JMBA

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