Tras una larga comparecencia ante la prensa esta mañana, Artur Mas ha clarificado algunos de los acontecimientos que han sucedido en las últimas horas en el seno de las diversas fuerzas políticas pro-consulta en Catalunya.
Por lo que parece, hay diferencias (todavía sin aclarar del todo, supongo que las diversas fuerzas se explicarán durante este martes), diferencias sobre la forma de afrontar los impedimentos a la consulta que han ido poniendo el Gobierno de España y el Tribunal Constitucional.
Artur Mas, en la rueda de prensa de esta mañana, en el Palau de la Generalitat. (Autor: Pere Tordera; Fuente: ara-cat) |
Sospecho que ERC sería partidaria de una declaración unilateral de independencia (¿¿¿???), lo que no llevaría a ninguna parte más que a la desobediencia institucional, al choque de trenes por la misma vía y dentro del túnel.
De acuerdo a lo que ha comunicado Artur Mas, el próximo 9N habrá una votación en Catalunya, con colegios, mesas y papeletas, para responder a la pregunta que ya se conoce, la de los dos niveles (SíSí, SíNo o No). Sólo que no será la consulta definitiva. Y ha abierto la posibilidad de una posterior convocatoria de elecciones ordinarias anticipadas, que los partidos políticos podrían convertir en plebiscitarias o referendarias, a base de candidaturas únicas y programas consensuados.
Lo que queda para el 9N es, muy claramente, a mayor gloria de Artur Mas, que se empeña en cumplir, malamente, su promesa de conseguir que el 9N los catalanes puedan votar. Aunque sea en una pachanga impresentable, en una consulta de costellada.
No habrá censo electoral, sino que el registro de votantes se elaborará a partir de los ciudadanos validados (mayores de 16 años, residentes en Catalunya, básicamente) que se acerquen voluntariamente a las urnas para votar. Todo ello para evitar utilizar datos del Censo, lo que podría ser recurrido por cualquier ciudadano acogiéndose a la Ley Orgánica de Protección de Datos. Los catalanes que residan en otros lugares de España fuera de Catalunya, pero con Documento Nacional de Identidad con domicilio oficial en Catalunya, podrían acercarse a las urnas y votar.
En resumen, parece que podría haberse fracturado el consenso entre las diversas fuerzas políticas en Catalunya. Veremos de qué forma se sustantiva este hecho en las próximas horas y en los próximos días. Y Artur Mas ha tomado el camino de honrar su promesa de que los catalanes pudieran votar el 9N, aunque sea en una convocatoria de juguete.
Me voy a mojar. Si se llega a celebrar esa consulta (de participación ciudadana, como la llama Mas), el resultado no estará muy lejano del siguiente: Entre 1 y 1,5 millones de votantes, con un 90-95% de SíSí. Un resultado que nada significará y que no va a aclarar nada, más que la honrilla de haber votado el 9N.
Definitivamente, Artur Mas huye hacia adelante, anticipando un fundido a negro.
No creo que vaya a tener otra alternativa, como President de la Generalitat, que convocar unas elecciones autonómicas anticipadas, previsiblemente para antes de fin de año, que a él, personalmente, le barrerán de la esfera política.
La duda ahora es la de la posición que vayan a adoptar las diversas fuerzas políticas, los posibles (o improbables) acuerdos políticos que pudieran adoptar ante unas tales elecciones, y el apoyo real en las urnas legales que cada una de ellas pueda llegar a tener. En cualquier caso, tras ellas se iniciaría una nueva época política en Catalunya.
Supongo que Rajoy y el Gobierno de España harán lo posible para, también, impedir esa votación de juguete, pero es posible que no puedan hacerlo, porque esa convocatoria se esconde por debajo de la línea del horizonte, donde no alcanzan los obuses, sólo los morteros.
Parece una burla, si no fuera un esperpento. Tras todo lo que ya se ha sufrido, lo que queda es, casi como al principio, una mala broma, como cuando algunos ayuntamientos organizaron ya en su ámbito votaciones de este tipo, una consulta de costellada, de juguete, una votación de la Señorita Pepis. Incluso no me extrañaría que algunas de las fuerzas muy claramente pro-consulta y soberanistas acaben aconsejando a sus militantes y simpatizantes no participar en esta patochada.
Me temo que el tren soberanista ya le ha pasado por encima a Artur Mas. El problema, quizá, es que en los próximos tiempos no me extrañaría que muchos acaben (¿acabemos?) añorándole. Porque ver al frente de ese movimiento a gente como Carme Forcadell u Oriol Junqueras me pone los escasos pelitos que me quedan como escarpias.
Parece que el surrealismo político no conoce límites. Sería divertido si no fuera trágico.
JMBA
Hola Bigas, como casi siempre, el mejor artículo que he leído sobre el tema.En su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura "La Soledad de América Latina", vino a decir García Márquez que él no había inventado nada del llamado Realismo Mágico, que se había limitado a describir lo que sucedía en su entorno.
ResponderEliminarSi Gabo siguiera viviendo en Barcelona, no necesitaría inspirarse en los sucesos de su país para seguir escribiendo novelas adjudicables al realismo mágico.Con lo que pasa en la Catalunya actual, ya tendría suficiente para inspiración.
Un abrazo.
Santi
Pero no es que el tren soberanista le haya pasado por enima a Artur mas. es que él se ha montado en este tren y continúa montado en él. Otra cosa es que al final, los compañeros de viaje le acaben aniquilando políticamente, pero me imagino que nadie se suicida si no es con motivos. Y Mas tiene un gran motivo para el suicidio y es la búsqueda de la independencia. Y veámoslo o no así, si en Barcelona preguntas por este tema, te echarás a temblar: al 90% de los jóvenes les han comido el coco y piensan que el resto de España les "roba", lo cual, evidentemente es una falacia. En cualquier nación, las comunidades ricas (Madrid , a la cabeza, tambien Cataluña y las demás) deben ayudar a las pobres, y así creo que se hace en España. Pero han sido muchos años de mala política, historia falseada, desencuentros buscados y no buscados, planes educativos que no fomentaban precisamente la unidad etc.,
ResponderEliminar