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lunes, 16 de marzo de 2015

Finca Río Negro

Con motivo de la II Cumbre Internacional del Vino de Castilla-La Mancha, el pasado sábado tuve la ocasión de participar, con algunos amigos y muchas más personas, en una visita a esta novedosa bodega, en el marco de la Jornada de Puertas Abiertas de muchas bodegas de la región.
Acceso a la bodega de la Finca Río Negro, en
Cogolludo (Guadalajara).
(JMBigas, Marzo 2015)

La Finca Río Negro, como explotación vinícola, se creó en 1999, sobre la finca familiar de 600 hectáreas de la familia Fuentes. Se encuentra en el término municipal de Cogolludo (pop. 648), en la provincia de Guadalajara, en las estribaciones de la Sierra de Ayllón, cercana al Parque Natural de la Sierra Norte, y próxima a los límites de las provincias de Segovia y Soria.

La Plaza Mayor de Cogolludo está presidida por el Palacio de los Duques de Medinaceli, de estilo renacentista, construido a finales del siglo XV. En esa época, el vino de Cogolludo tenía cierto renombre en la Corte. Pero en los tiempos modernos no había ninguna bodega comercial, más allá de algunos majuelos de viña para el autoconsumo, hasta la constitución de la Finca Río Negro.

Tras diversas experiencias, durante diez años, sus primeros vinos salieron al mercado en 2009. Por cierto, ya situados en la franja media alta del mercado, gracias a diversos premios nacionales e internacionales.

Una de las singularidades de la finca es su altitud, próxima a los 1000 metros, que marca, de alguna forma, un cierto límite para el cultivo de la viña.
Nuestro guía fue el propio José Manuel Fuentes, presidente
y fundador de Río Negro.
(JMBigas, Marzo 2015)

Actualmente producen solamente tres tipos de vino. De una parte, un muy singular blanco monovarietal de Gewurztraminer. En tintos, el propio de la finca es un ensamblaje de cuatro variedades: Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot, con 12 meses en barrica de roble. Recientemente han sacado al mercado un segundo tinto, el 992, más joven y adaptado para el poteo y consumo por copas, fácil de beber.

Se pueden ver los numerosos premios obtenidos en su propia web.

El acceso a la finca se encuentra en el km 37,400 (N 40.965504º  O 3.073199º) de la carretera CM-1001, a poca distancia del núcleo urbano de Cogolludo. Pasada la verja, una vía asfaltada conduce hasta la propia bodega, a algo menos de 2Km de distancia.

Tras algunos intercambios previos de correos electrónicos, nos habían asignado la visita para las doce del mediodía. Llegamos a la Finca unos minutos antes y, para mi sorpresa, la afluencia de público era importante, requiriendo incluso la asistencia de personal para ordenar el aparcamiento de los vehículos.
Viñedo de Gewurztraminer, en las zonas de menor altitud
de la finca.
(JMBigas, Marzo 2015)

En la bodega, tras identificarnos, nos invitaron a una degustación de sus vinos, acompañados por algunos aperitivos. También tuvimos ocasión de pasar un pedido de vino, por cajas o por botellas, para recoger después de la visita.

Proyectos como el de Río Negro requieren de mucho tiempo hasta convertirse en una realidad. Primero hay que experimentar, antes de tomar la decisión de qué variedades de uva van a ser las más adecuadas a las características de la finca. Luego hay que esperar cuatro o cinco años hasta que las cepas nuevas empiezan a producir uva de calidad. Y luego dejar trabajar al enólogo para que el producto final esté a la altura de lo que se estaba buscando.

Tuvimos la suerte de que nuestro guía fuera el propio José Manuel Fuentes, presidente y fundador de Río Negro. La Jornada de Puertas Abiertas atrajo al alcalde de Cogolludo (Javier de Frías Redondo) y a la viceconsejera de Presidencia y Administraciones Públicas del Gobierno de Castilla-La Mancha, Mar España Martí, que también estuvieron presentes. Las cámaras de una televisión local de Guadalajara inmortalizaron el evento.

La breve visita se inició en los viñedos próximos a la bodega. Allí aprendimos que las cepas de Tempranillo ocupan las partes más altas, mientras que las uvas blancas de Gewurztraminer, las menos elevadas.
Tecnología moderna para conseguir el mejor producto.
(JMBigas, Marzo 2015)

En España, la uva Gewurztraminer está muy poco extendida. Que yo conozca, sólo producen monovarietales algunas bodegas del Somontano, de Navarra y del Bierzo, mientras que en el Penedés se comercializan algunos vinos blancos en cuyo ensamblaje interviene la Gewurztraminer, siendo, posiblemente, el más conocido el Viña Esmeralda de Bodegas Torres. El monovarietal de Gewurztraminer que produce Mas de Sant Iscle, en la D.O. Pla de Bages (Sant Fruitós de Bages) es puramente testimonial.

El señor Fuentes la descubrió en su larga estancia por tierras alemanas y, gustándole los blancos que se obtienen junto al Rhin, pensó en la Gewurztraminer para su primer vino blanco de la Finca Río Negro.

En el recorrido por el interior de la bodega descubrimos algunos de sus secretos. Por ejemplo, esa gran barrica de roble donde está envejeciendo el que podría ser el vino más noble y alto de gama de la bodega, elaborado a partir de la cosecha 2012 (tras descartar la de 2011, por su inferior calidad) y que podría salir al mercado, presuntamente, a finales de 2016. O los experimentos que llevan a cabo con otros tipos de uva, como la Petit Verdot o la blanca Viognier. Ojalá consigan productos tan excelentes como los que pone en el mercado el Marqués de Griñón desde su Dominio de Valdepusa, o ese blanco excelso de Viognier, para algunos el mejor blanco de España, que produce Pago Vallegarcía en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real).
Parque de barricas de roble francés y americano, con
climatización de temperatura y humedad.

Por el momento, los vinos de Finca Río Negro se comercializan con la denominación genérica de Vino de la Tierra de Castilla. Parece que algunos cambios legislativos que anticipan les han desaconsejado lanzarse a conseguir una denominación propia como Vino de Pago, aunque reúnen todas las características para obtenerla. En Castilla-La Mancha hay actualmente hasta ocho vinos de pago reconocidos. Hay que decir que, si bien algunos protegen vinos de calidad singular, otros significan bastante poco. Y todo el concepto parece que se va a revisar, de acuerdo a las últimas normativas comunitarias. Personalmente, creo que el concepto vino de pago se desarrolló mucho más en Castilla-La Mancha que en otras zonas vinícolas españolas, debido a la poca imagen de prestigio de sus denominaciones genéricas (como La Mancha, Valdepeñas y otras).

La Finca Río Negro es ya una maravillosa realidad en el campo enológico español. Su vino blanco, casi una excepción en el mercado, es singular y muy agradable, mientras que los tintos son sedosos de textura, sin aristas de sabor, pero muy característicos del terruño donde se levanta la finca. Sin duda todavía nos dará nuevas satisfacciones en el futuro, si sus nuevos experimentos se ven coronados por el éxito, lo que es mucho más que probable que acabe sucediendo, dado el entusiasmo y la profesionalidad con los que los están abordando.
Plaza Mayor de Cogolludo, presidida por el
Palacio Ducal del siglo XV.
(JMBigas, Marzo 2015)

Tras la visita, tuvimos ocasión de completar la degustación y recoger los pedidos.

Y luego nos dirigimos a la Plaza Mayor de Cogolludo, donde disfrutamos de un reconfortante almuerzo (con una contundente Fabada de Cogolludo para empezar) en uno de los restaurantes de la villa, Hermanos Martínez.

Dado que Cogolludo está solamente a unos 100Km de distancia desde Madrid, regresábamos, tras la comida, a la capital en torno a las seis de la tarde.

Podéis ver una colección más completa de fotografías de la visita pinchando en la siguiente imagen.


JMBA

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