Como ya empieza a ser tradición, coincidiendo con la festividad de San Lorenzo (10 de Agosto; este año, viernes) con unos pocos amigos nos instalamos en la Hospedería del Monasterio de Valvanera, en La Rioja.
Viñedos cerca de Hormilla (Rioja Alta) (JMBigas, Agosto 2012) |
Llegamos allí el jueves por la tarde, casi a la hora estricta en que se sirve la cena en el restaurante. Tuvimos ocasión de enterarnos de las novedades del cenobio (el Padre J. necesita un bastón para andar, a la espera de una ya urgente operación de hernia discal; el Hermano A. ha pedido un año sabático para poder cuidar de su madre enferma, y algunos dudan de que regrese; el Padre C. falleció este año).
Para el viernes por la mañana, había planes variados. Mi amigo F., como todos los años, quería subir al Pico de San Lorenzo y asistir a la misa que allí se celebra a mediodía el día del Santo. Le acompañó mi amigo J., y a las siete de la mañana estaban ya preparados para iniciar la ascensión desde el Monasterio. Mis amigos A. y M. tenían la mañana libre, con el compromiso de recoger a los expedicionarios con su coche en el entorno de Valdezcaray, hacia las dos y media o tres de la tarde. Mi compromiso era reunirme con todos ellos hacia las tres para comer juntos por Ezcaray o alrededores.
Había preparado alguna documentación sobre la Rioja Alavesa (bajada de Internet), y me dispuse a iniciar una excursión express por la zona, una vez dada buena cuenta del escueto y efímero desayuno en la Hospedería. Tenía solamente cinco o seis horas por delante, y no podía perder tiempo.
En lo alto, San Vicente de la Sonsierra. (JMBigas, Agosto 2012) |
¿Por qué me decidí por la Rioja Alavesa?. Pues hay diversas razones. La región vinícola de Rioja es muy extensa y se divide en tres subzonas: la Rioja Baja al Este, la Rioja Alta al Oeste y la Rioja Alavesa al noroeste. En conjunto, incluye áreas de la Comunidad de La Rioja, del País Vasco (provincia de Álava) y también de Navarra. En total, de Oeste a Este abarca una extensión de prácticamente un centenar de kilómetros, por ejemplo entre Haro y Alfaro. Con el tiempo de que disponía, tenía que concentrarme en un área mucho más reducida.
La zona occidental de Rioja tiene un paisaje más ondulado, más ameno, que la Rioja Baja, que es ya zona de influencia de la Ribera del Ebro. Desde Valvanera, la salida natural hacia la zona vinícola de Rioja es por la Rioja Alta (Nájera, en particular), y la Rioja Alavesa está muy próxima.
En la Rioja Alavesa se producen algunos de los caldos más novedosos y modernos dentro de una región de larga tradición enológica.
En la Rioja Alavesa se concentran dos de las grandes realizaciones arquitectónicas de los últimos años en el entorno de la modernización de las bodegas y el enoturismo, como os contaré más adelante.
Bodegas Ostatu, en Samaniego. Bajo el balcón, la entrada a la tienda. (JMBigas, Agosto 2012) |
Y, finalmente, la Rioja Alavesa tiene una web maravillosa para el enoturista, en la que es posible consultar, o descargarse, un completísimo folleto (de 96 páginas) de su Ruta del Vino, que ilustra a la perfección todos los elementos que pueden resultar de interés para el visitante (bodegas acogedoras, enotecas y vinotecas, museos, etc. etc.).
Con todo este bagaje, realicé mi elección de dedicar esa mañana a una breve excursión por la Rioja Alavesa.
Salí de Valvanera en torno a las 9.30 horas de la mañana. Hasta Nájera, hay que descender primero por el valle del río Valvanera, y luego el del río Najerilla, por Anguiano y Baños de Río Tobía. La primera parte es una carretera de muchas curvas, que va siguiendo la cornisa de los valles.
Mi primera escala fue Labastida, que es un pueblo de unos 1.500 habitantes, de apariencia e iconografía típicamente vascas, a pesar de estar muy cerquita del límite con la Comunidad de La Rioja. En el centro del pueblo hay una excelente vinoteca (Vinoteca Landa) donde se pueden comprar vinos de toda la zona. Pero esta vez no la visité, pues quería ir a una bodega relativamente moderna, de la que me habían hablado maravillas.
El centro de Villabuena de Álava. (JMBigas, Agosto 2012) |
Así que seguí camino hacia el pueblo de Samaniego. A la entrada del pueblo están las Bodegas Ostatu. A pesar de que hay constancia de la implicación familiar en la producción de vinos desde el siglo XV, su andadura digamos moderna empezó en el 2000. Desde entonces han sacado al mercado algunos de los vinos más singulares de la zona, como el Laderas del Portillo o el Gloria de Ostatu. Como en todas las bodegas que participan en la Ruta del Vino de la Rioja Alavesa, es posible realizar una visita a sus viñedos e instalaciones, pero solamente con cita previa, cosa que yo no había hecho. Pero sí pude visitar su magnífica y moderna tienda, donde exponen para la venta todos los productos que comercializan, que podéis ver en detalle en su web. Curiosamente, en la actualidad tienen a la venta un Ostatu Rosé (50% tempranillo; 40% garnacha y 10% viura/macabeo) que no forma parte de su oferta habitual, pero que este año han producido a petición de su importador americano.
Una visita a Ostatu que recomiendo sin dudar. El pueblo de Samaniego es pequeñito (poco más de 300 habitantes) aunque dispone de bastantes servicios para el visitante.
Toma casi clandestina del Hotel Marqués de Riscal, en Elciego. (JMBigas, Agosto 2012) |
Seguí camino hacia el pueblo próximo de Villabuena de Álava (pop. 325) que es un pueblo moderno pero de callejas estrechas y muy empinadas, a cuyo centro es mejor no intentar acceder con el coche. Allí hubiera querido visitar las Bodegas Hermanos Frías del Val, pero con los datos de que disponía me resultó imposible localizarlas, y se me echaba el mediodía encima. Su tinto Expresión, 100% tempranillo de cepas viejas y escogidas, 16,3º, es una referencia en el alto de gama de la zona.
Seguí, pues, camino, en dirección a Elciego (pop. 1.045). La bodega más conocida de este pueblo es, probablemente, la de Marqués de Riscal, que pasa por ser la única en España que ha burlado la limitación de no poder distribuir bajo la misma marca vinos de dos Denominaciones de Origen distintas: Marqués de Riscal también produce vinos blancos en la zona de Rueda (Valladolid). Lo singular de estas grandes bodegas en los tiempos modernos es que se han volcado de forma muy decidida hacia el enoturismo internacional. Han construido lo que llaman la Ciudad del Vino, que incluye, entre otras cosas, sus bodegas tradicionales, una tienda/bar muy concurrida y un hotel de lujo construido por el famoso arquitecto Frank O. Gehry, que ya es conocido como el Guggenheim de Rioja, por su parecido externo con el museo del mismo nombre en Bilbao.
La Ermita de Elciego, en la Plaza Mayor. (JMBigas, Agosto 2012) |
Desgraciadamente, no es posible ni siquiera ver diáfano el edificio del hotel si no se aloja uno en él o participa en una de las visitas guiadas. El personal de seguridad te lleva sin remisión a la zona de aparcamiento para visitantes, y de allí se accede a la tienda sí o sí, y esta sólo se puede traspasar formando parte de una de las visitas guiadas que organiza la bodega. Desgraciadamente no disponía de tiempo para apuntarme a una de ellas. Para conseguir una foto (más o menos clandestina) del hotel, seguí las indicaciones de uno de los vigilantes de seguridad y la obtuve desde una carretera lateral, externa al perímetro del complejo.
En el centro del pueblo, en la recoleta Plaza Mayor, está la pequeña Enoteca La Ermita (tienda y bar) muy bien surtida de vinos de la zona. Allí pude comprar una botella del pepino (así lo definió el vendedor) de los Hermanos Frías del Val, y algún otro Crianza y Reserva. No se puede acceder en automóvil a la pequeña Plaza Mayor, pero muy cerca (a poco más de 100 metros) hay un aparcamiento pequeño (para una docena de vehículos), que me resolvió el problema.
De allí me fui hacia Laguardia (pop. 1.546), la cabeza de Cuadrilla o comarca. Laguardia es un pueblo encaramado en lo alto de una colina, muy visible desde los alrededores. Allí hay otra de las maravillas arquitectónicas de los últimos tiempos: las Bodegas Ysios (del Grupo Domecq), un edificio obra del famoso arquitecto español Santiago Calatrava, que remeda una composición de barricas de vino, y se encuadra en el fantástico escenario de la Sierra Cantabria. Absolutamente digno de verse.
Las Bodegas Ysios, obra de Santiago Calatrava, a las afueras de Laguardia, bajo la Sierra Cantabria. (JMBigas, Agosto 2012) |
Desgraciadamente llegué pasadas las dos de la tarde, muy tarde ya para el horario de mañana y prontísimo para el de tarde, por lo que solamente pude tomar algunas fotografías (bajo una solanera inclemente) del exterior de la Bodega, desde la que se divisa la colina con el núcleo urbano de Laguardia.
Desde allí encaré ya hacia Ezcaray, para la cita del almuerzo con el resto del grupo. Acabamos comiendo razonablemente bien en el pasillo verde que dejó el antiguo ferrocarril Haro-Ezcaray, en lo que fue la Estación de Ezcaray.
Me quedé con las ganas de volver por la zona sin apreturas de tiempo, para poderme remansar en algunos de los pintorescos pueblecitos que, esta vez, sólo pude fotografiar desde la lejanía.
Aparte de las fotografías que he escogido para ilustrar este artículo, podéis acceder a una colección más completa de 34 fotografías, pinchando en la foto siguiente.
En resumen, una mañana de enoturismo por la Rioja Alavesa, muy bien aprovechada.
JMBA
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