Este domingo por la noche se celebró, esta vez en el Teatro Real de Madrid, la Gala de entrega de los Premios Goya 2011, que celebraba, además, su 25 aniversario, ya que su primera edición se celebró en 1987.
(Fuente: cachecine) |
Venía rodeada de morbo, porque el (todavía) actual Presidente de la Academia, Álex de la Iglesia, ya había anunciado su dimisión tras la Gala, por serias diferencias con la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, en relación con el tratamiento del tema Internet y el Cine. El morbo quedó servido con la fotografía de ambos, del bracito, en la entrada del Teatro Real.
Como puro espectáculo, la Gala fue digna; Buenafuente estuvo como se esperaba y, como ya viene siendo habitual, duró unos 45 minutos más de lo que estaba previsto, terminando a la una y cuarto de la madrugada.
Desde el punto de vista cinematográfico, la gran triunfadora fue Pa Negre, de Agustí Villaronga, que obtuvo hasta 9 Premios Goya, entre ellos los más importantes de Mejor Película y Mejor Director. Para una película rodada en catalán, y con una difusión comercial, hasta el momento, bastante restringida, no deja de ser una agradable sorpresa.
La Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, del brazo de Álex de la Iglesia (Autor: Juan Medina/REUTERS; Fuente: El País) |
Lejos quedaron También la Lluvia, de Iciar Bollain (tres Goyas) y Buried de Rodrigo Cortés, también con tres Premios Goya. La gran perdedora de la noche fue la película del propio Álex de la Iglesia, Balada Triste de Trompeta, que sólo obtuvo dos Goyas técnicos (maquillaje y efectos especiales). Quizá la Academia castigó a Álex por su espantada (creo que muy digna y motivada).
Aparte de esto, algún premio técnico para Lope y el ya consabido de Mejor Actor para Javier Bardem (por Biutíful, de González Iñarritu).
Si dejamos al margen cortometrajes, documentales y películas de animación, incluso en las nominaciones muy poco más había. Todo un año de cine español con solamente 4-5 películas remarcables. Una pobre cosecha para un año malo (otro más) para el cine español.
También se entregó el Goya de Honor por toda una carrera al director cántabro Mario Camus. Entre sus obras, la recordada Los Pájaros de Baden-Baden (1975), o las inolvidables La Colmena (1982) y Los Santos Inocentes (1984), donde virtió a la pantalla nada menos que a Cela y a Delibes. Y hubo un emotivo recuerdo para Luis García Berlanga, fallecido en el último año.
Para mí, lo más interesante de la Gala fue el (breve) discurso del Presidente de la Academia (podéis verlo entero aquí; os lo recomiendo, vale la pena). En poco más de 6 minutos, dejó clara su posición por la que (implícitamente) va a dimitir de su puesto. Defendió que Internet no es el futuro (como algunos creen), sino que Internet es el Presente. Y que Internet será la salvación del cine español. Sin decirlo con todas sus letras, defendió la necesidad de generar un nuevo modelo de negocio para el sector (como yo mismo postulaba recientemente). No se trata de defender la piratería, pero atacarla no puede significar un ataque indiscriminado contra Internet y los internautas (puesto que es un medio que utilizan cientos de millones de personas). Ni puede convertirse en una defensa a ultranza de las salas de cine como único medio para disfrutar de las películas (como defendió Javier Mariscal en su breve intervención).
Álex de la Iglesia, todavía Presidente de la Academia, durante su breve discurso (Fuente: cerebro-digital) |
Álex de la Iglesia, en poquitos minutos, dijo verdades como puños, que deben hacer reflexionar a la industria (y a la propia Ministra, por supuesto) sobre cuál es su cometido y su misión. Sin público, esto no tiene sentido. Me pareció su discurso un ejercicio de humildad de los que la escena política de este país carece de forma tan dramática. Veremos cómo avanzan las cosas en los próximos tiempos.
La industria del cine español debe salir de ese ensimismamiento en el que lleva postrada demasiado tiempo. No se puede sobrevivir en una espiral constrictiva de proyectos subvencionados que no interesan al público. Está claro que la competencia con la muy poderosa industria cinematográfica estadounidense es dura. Pero no se puede sobrevivir a base de proteccionismos, cuotas de pantalla y pesebrismo del Estado (bueno, del Gobierno). Ganar en esa competencia sólo puede conseguirse a base de proyectos que interesen al público, por el medio que sea. Que lo atraigan a las salas o a las pantallas domésticas. De nuevo, citando a Álex, sin público, esto no tiene sentido.
Belén Rueda, una mujer renacida, todo elegancia y distinción. (Fuente: theposhstyle) |
Y, finalmente, y como ya es habitual, la ceremonia fue un ejercicio perfecto de endogamia de la profesión. A pesar de que hubo voces que hablaron de hasta 30.000 personas que hacemos cine en este país (Álex de la Iglesia), y se refirieron al talento cinematográfico que hay en esta sala, pero hay mucho más fuera. Si la Gala acaba siendo una especie de catarsis para el sector, bienvenida sea.
Sólo me queda por averiguar quién paga la celebración. Sospecho que el que TVE la retransmitiera en exclusiva significa que, al menos una parte, la pagamos entre todos con nuestros impuestos.
JMBA
una parte no...toda se ha pagado con el dinero público de los contribuyentes...
ResponderEliminar...las subvenciones improductivas, que al bolsillo de alguien van, son REGALOS, digo ¿no?. Les regalamos (del dinero público) 90 millones de Euros al año y sólo recaunadan 70. Como supongo que parte de la recaudación (imaginemos que 30) se la repartirán también entre los mismos, al final el REGALO es de 120. Pero ¿no estaban penados los regalantes Y los regalados con dinero público?
ResponderEliminarNo hay que pasarse en las críticas a los costes y a las subvenciones. La Gala del Cine Español es un show como otro cualquiera y tiene un precio en función del "share", que fue bastante bueno por cierto (alrededor de 5.000.000 de tele-espectadores). ¿O es que no se pagan royaties por la retransmisión de la ceremonia de los Oscars?. Seguro que los partidos de fútbol televisados cuestan mucho más y son, a veces, auténticas castañas. Y nadie lo critica.
ResponderEliminarSi fueran las cadenas privadas de TV las que hubieran pagado el show, el dinero saldría de la publicidad, es decir del precio de los productos que consumimos; o sea, el dinero también saldría de nuestros bolsillos.
Si las críticas van por aquello de que las subvenciones al cine español no son del gusto de los que prefieren reducir los impuestos, pues bueno, hay opiniones para todos los gustos. Por ejemplo ¿preferimos pagar royalties a Hollywood y mandar a la calle a nuestros obreros del cine y darles luego limosna en las puertas de los supermercados y de las iglesias o, por el contrario, ayudamos un poco a que sobreviva una industria que emplea a 30.000 personas? Yo, por ejemplo, prefiero que se pagen 20 millones de euros (es una cifra dicha así, a lo tonto) en subvenciones al cine, en lugar der que se los embolsen directamente los ex-directivos de Caja Madrid en concepto de bonus por su desastrosa gestión; o que se los embolsen los directivos de la banca privada, que que bien que se forran el riñon a costa de nuestros dineros. Eso sí, los avispados gestores neo-liberales, a base de reducir impuestos y suprimir subvenciones, han demostrado sobradamente que son capaces de arrasar la economía occidental en menos de lo que dura un avemaría, al tiempo que desvían a sus bolsillos parte de los gigantescos flujos monetarios que suponen los prestamos a los cada vez más empobrecidos demandantes de créditos.
A mi no me duelen ciertas subvenciones, siempre que estén bien concedidas y gastionadas. Amén.
Hasta cierto punto, que haya subvenciones para nuevos creadores y demás, no me parece mal. Hay que ayudarles. Pero no pueden ser ayudas estructurales.
ResponderEliminarMe atengo a lo que decía el propio Álex de la Iglesia: "Sin público, esto no tiene sentido".
El problema principal del cine español es que, salvo muy poquitas excepciones, no conecta con el (gran) público. Que no busquen resolverlo reprimiendo la piratería. Porque, ¿cuántas películas americanas se bajan por el eMule, Ares,... por cada película española?.
Para prosperar, debe desarrollarse la industria cinematográfica de este país. Y para ello sólo vale la demanda genuina, que exista público. Un público que pague más, menos, poquito o nada. Pero un público a quien le interesen las películas.
Porque el otro día en la Gala, mi sensación fue que todos son muy amiguetes, pero no hay una industria real por detrás. Recaudando 70M€, se trata poco más que de una PYME, vamos.
A ver si encuentran el buen camino...
JMBA
Bueno. Pues sigamos con la reflexión. El cine español no conecta con el público, dices. Estoy de acuerdo en la mayoría de los casos. Ejemplo: "Pa negre". Parece ser que es una maravillosa película a juzgar por los premios. Pues yo no tenía ni idea de que existiera, y me parece que no soy el único. Ahora sí sé que existe; ya me ha entrado la curiosidad y tengo programado ir verla el próximo sábado aunque sea en la intimidad de una sala de V.O. Supongo que esto les habrá pasado a muchos. Bueno, y ¿porqué no la conocíamos? me pregunto. Pues no lo sé. Será que no han hecho bastante publicidad... Y es que la venta tiene sus reglas.
ResponderEliminarEn lado opuesto tenemos el ejemplo de otra película que sí conectará con el púiblico ¡seguro que lo hará!. Hablo de "Torrente IV". Todo el mundo sabe que se estrenará próximamente y seguro que batirá records de recaudación (algunos millones de euros ella solita). Desde luego, podemos anticipar que no será una buena película, pero seguro que te partirás el culo, y eso también vale en la industria cinematográfica. Y es que el director de la peli sabe muy bien que, además de hacerla, hay que venderla; por eso desde que anuncia una nueva peli, él mismo se convierte en hombre anuncio, se disfraza con la camiseta de turno y a hacer la turné por los platós, por los escenarios, por los periódicos, etc. Empezando por la propia Gala del Cine Español.
La industria americana sabe bien que no hay éxito sin una buena promoción del producto. Por eso vamos aver lo que vamos a ver.
Internet también cuenta. Seguro. Internet a mí me resolvió el problema para la música con el "Spotify". Es legal y barato, incluso gratuito a cambio soportar un poco de publicidad cada media hora o así. Bueno, me resuelve el problema en parte, ya que no sirve mucho para música del siglo pasado, ni para la clásica, al menos la que me gusta oir; pero para las cosas más actuales, de este siglo, va muy bien.
Ignoro si hay lo mismo para pelis...