En estas pasadas Navidades, he tenido ocasión de estar algunos días por Barcelona, visitando a mi familia y amigos. Un día estaba por la FNAC del Triangle d'Or con mi sobrina, y acabamos en la zona de los libros de Literatura Catalana. Frente a mí tenía un libro que se titulaba Pa Negre, de Emili Teixidor. Indicaba que se trataba del libro que ha inspirado la película. Yo ignoraba por entonces que existía una película llamada Pa Negre también.
Cartel de la película. "Las mentiras de los adultos crían pequeños monstruos" (Fuente: cachecine) |
Tras leer la contraportada, me convenció y lo compré. Lo añadí a la colección de libros que tengo en casa pendientes de leer, y a continuación me olvidé de él.
Con las nominaciones a los premios Goya, Pa Negre se citaba una y otra vez. Y en la Gala, fue la más premiada, hasta nueve Goyas, entre los que están el Goya a la mejor película, al mejor director, al mejor guión adaptado, a la mejor actriz de reparto y a los mejores actor y actriz revelación.
Decidí leerlo. La semana pasada, en tres o cuatro sentadas, me tragué las casi cuatrocientas páginas del libro, y me encantó. Me pareció, francamente, una obra maestra. Sobre todo, por su capacidad de recrear una época y unos personajes ante los que no puedes quedar indiferente. En un tiempo y una tierra oscuros (la posguerra en la Catalunya interior, la Plana de Vic con la sierra de las Guilleries insinuada) unos pocos personajes pasean con su dignidad perdida, intentando ya solamente sobrevivir. Una masía de pagès que me recordaba terriblemente al lugar donde nació mi padre, y que de niño visitamos tantas veces. Los masovers (los inquilinos que cultivan el campo y los animales, para los dueños de la masía y sus tierras), con la abuela, el hereu (heredero, el hijo mayor), el segundón, la nuera, la tía soltera y algo casquivana. Y los niños, casi los auténticos protagonistas. Andreu, el narrador, Nuria (la Ploramiques), el Quirze jove (el hijo del hereu) y una Roviretes compañera en la escuela, que se da importancia contando todas las historias turbias que conoce o ha escuchado. Un maestro desencantado, un convento con enfermos cuyo mal nadie quiere describir. Un alcalde que se alineó con los vencedores de la guerra, y los guardias civiles, omnipresentes en la España de la época.
La novela es dramática, porque los personajes que son adultos arrastran sus vidas sin dignidad, persiguiendo su propia supervivencia como máximo objetivo. Conversaciones a medias (para que los niños no comprendan de golpe todas las iniquidades que les rodean) y muchas mentiras esconden oscuros episodios del pasado, que en la novela nunca se detallan. Y los niños, escuchando aquí y allá y atando cabos, se van haciendo mayores entre tantas mentiras, e intentan hacerse una idea del mundo en el que les ha tocado vivir. Con mucha desesperanza y bastante miseria. La madre de Andreu trabaja en la fábrica, y deja a su niño en la masía, con la abuela, porque no tiene tiempo para ocuparse de él. Su padre está en la cárcel por motivos nunca aclarados, hasta que muere. Los padres de Nuria se dice que huyeron a Francia, pero al lector le queda la inquietud de que quizá esa no sea la verdad.
Andreu descubre los atisbos del sexo por contagio, por su proximidad con Nuria, desde una total ignorancia. La tía Enriqueta se entiende con un guardia civil de Canarias, hasta que acaba huyendo con otro hombre. Todos los personajes buscan algún camino que les lleve a un futuro más habitable.
La novela está fantásticamente contada, con una narración comedida, que refleja esas conversaciones interrumpidas, esas medias verdades, esos grandes secretos.
En el piso superior de la masía está la vajilla buena, la que sólo se utiliza cuando vienen a comer los amos. Y la casa está habitada por fantasmas que se pasean de noche, y que, posiblemente, sean bastante más humanos de lo que piensan los niños y les cuenta la abuela.
Andreu consigue salir de ese mundo opresivo, e irse a estudiar con los escolapios a una ciudad más grande.
Con otro escenario, otro paisaje y otros personajes, Pa negre narra la historia que Miguel Delibes contó en Los Santos Inocentes. Sólo que en Pa negre no hay inocentes.
Marina Comas y Francesc Colomer, en la película (Fuente: peliculasdecine) |
Está disponible la versión original del libro en catalán, así como la versión traducida al castellano.
Con todo ese bagaje recolectado en la novela, el viernes decidí ir a ver la película tan premiada. En los cines Renoir Plaza de España, en versión original catalana (subtitulada).
En este punto hay que decir que, al hilo de los nueve Goyas que ha ganado esta película, la caverna mediática del país se ha movilizado, para decir, como ya viene siendo habitual, grandes tonterías. Por ejemplo, que Pa Negre debía haberse presentado a mejor película europea, ya que, según dicen, la productora y el director son independentistas... Sin comentarios. Y también han criticado que los dos niños se expresen con dificultades en público (en castellano), lo que me parece normal para sus años. Porque también les cuesta hilvanar un discurso en catalán. No es problema de idiomas, sino de sus pocos años y de las muchas emociones que les está tocando vivir.
Y la película de Agustí Villaronga es otra obra de arte, otra obra maestra. Pero, definitivamente, NO es la novela en imágenes. La película se desarrolla en el mismo tiempo y con los mismos escenarios que la novela. La mayoría de personajes son comunes. Pero el drama sordo, oscuro, oculto casi siempre, sugerido, que habita la novela, en la película se transforma en tragedia, mejor en tragedias que se van sucediendo, y que dan una cierta interpretación a los secretos y a las medias verdades de las que la novela está llena.
No es en absoluto una crítica a Agustí, antes al contrario, pero el guión de la película está hecho pensando en que la película debe tener el pulso narrativo que el cine requiere. Inspirada en la novela es un término absolutamente correcto.
La película empieza con un asesinato, cometido por un encapuchado que no es identificable. Luego se irán desentrañando los diversos secretos, medias verdades, medias palabras, que ilustran el hecho de que esos personajes que ya no tienen dignidad, no es exactamente que la hayan perdido, o que se la hayan arrebatado, sino que más probablemente la han vendido para intentar sobrevivir. Víctimas de unos tiempos oscuros y unas terribles desigualdades sociales.
Los actores desempeñan su cometido no sólo con gran profesionalidad, sino que encarnan los personajes de modo que resultan absolutamente creíbles. Nora Navas, como Florència, la madre de Andreu, se desempeña con el desgarro y el sentimiento de una mujer a quien la vida le ha ido arrebatando todo lo que quería, y ya sólo le queda su hijo y su empleo esclavizante en la fábrica textil. Y renunciará a todo, y pasará por todo, para que su hijo pueda atisbar una vida diferente. Laia Marrull es la viuda de un antiguo colega del padre de Andreu (un personaje que no existe explícitamente en la novela), pero borda su papel de mujer atormentada por su viudedad forzada por un asesinato, que le arrebató, además, a su hijo. Eduard Fernández (el maestro) y Sergi López (el alcalde) tienen papeles secundarios, pero muy importantes para la trama, y los encarnan con el sentimiento y el acierto que cabe esperar de estos dos grandes profesionales.
Y los niños (Andreu y Nuria), una auténtica maravilla. Francesc Colomer carga a sus espaldas el desarrollo de la película, sin flaquear un momento. Avanza en su progresivo descubrimiento de lo sórdida que es la realidad que le envuelve, y escoge al final (o le fuerzan a escoger), una vida diferente para preservar su dignidad. Y Marina Comas, directamente, me enamoró. A sus 14 años (cuando se rodó la película tendría uno o dos menos) sabe transmitir de una manera que parece completamente natural el carácter marginal y rompedor de la Nuria de la película, una niña a quien las desgracias de la vida le han enseñado muchas más cosas de las que se supone que debería saber a su edad. En su formato de niña de campo, es ya a menudo una joven mujer capaz de todas las entregas para retener a quien le entiende. Impagable la escena del bosque, cuando encuentran la bicicleta de la tía Enriqueta, que estará posiblemente en un encuentro amoroso con su amante guardia civil. Andreu quisiera ir a su encuentro para saber qué están haciendo. Y Nuria, con su talante de mujer precoz, le espeta "¿I qué vols que facin?. Cardar" (¿Y qué quieres que hagan?. Chingar.). Podéis ver el corte en YouTube. O cuando le cuenta un secreto a Andreu, y luego le dice "Si obres la boca, et tallo els collons, ¿entesos?" (Si abres la boca, te corto los huevos, ¿entendido?). Podéis ver el corte dentro de la presentación del Premi Gaudì a la mejor actriz secundaria (minuto uno y pico del corte de tres), que también ganó Marina.
Nora Navas, como Florència, la madre de Andreu (Fuente: albertodemasiadocine) |
En resumen, tanto la novela como la película son obras maestras, porque están desarrolladas con un mimo exquisito por los personajes y con un gran tino narrativo. Pero son diferentes. La novela es dramática y te puede hacer asomar una lagrimita en algunos pasajes. La película es mucho más trágica, llena de terribles verdades reveladas.
La película está inspirada en la novela, pero no es la novela en imágenes. La mejor recomendación que os puedo hacer es que leáis la novela y luego veáis la película. O al revés. En cualquier caso, serán DOS placeres en lugar de uno.
JMBA
Un éxito en los Goya debido al márketing y al politiqueo, seguida por una masa incondicional de gente que, oh casualidad, en su mayoría son catalanes. Me gustaría volver atrás en el tiempo y que se hubiera rodado en castellano y en Albacete para haber visto su resultado.
ResponderEliminarDejando cuestiones políticas al lado, la película mediocre y, sobre todo, aburrida. Violencia gratuita para llamar la atención del espectador. Historias inconexas. Promete ser una visión de un niño, pero se mezclan tantas visiones, parciales y sin demasiada coherencia, que uno se pierde.
Los escenarios y la ambientación, bonita. Todo lo demás, no cuaja.
Para Anónimo.
ResponderEliminarSi no te gustó la película, creo que ya ha quedado claro. Yo, mi opinión, ya la he publicado en este artículo.
Respecto a rodarla en castellano y en Albacete, creo que no hubiera sido posible hacerlo con ESTA historia, que está muy ligada a una cierta tierra.
Delibes ya escribió una obra similar (llevada al cine por Mario Camus), pero ubicada en Castilla. Maravillosa, pero es OTRA historia.
Siempre agradezco los comentarios, especialmente si están firmados para no tener que responder (eventualmente) a Anónimo, que me suena excesivamente frío.
Un saludo.
José María
No entraré en detalles, es bastante evidente la misiva del Sr. Anonimo.
ResponderEliminarLa película: FASCINANTE
El libro: INIGUALABLE
Saludos
Excelente comentario que se corresponde perfectamente con lo que pienso de la adaptación/inspiración de la novela al cine.
ResponderEliminarAdemás, excelente respuesta a las críticas de siempre, que por repetitivas ya no tienen ni fuerza.
Pan negro es como una pepita de oro entre el barro, una margarita entre los cerdos. Una obra maestra de nuestro cine, que como todo lo que sobresale entre la masa, nunca es profeta en su tierra.
ResponderEliminarUn tema tabú en nuestro cine, el de la Guerra, tratado desde una perspectiva poco habitual, valiente, arriesgada y políticamente incorrecta.
Aún dire más, 9 goyas me parecen pocos, para lo que un Crítico definió como "una película dura y compleja, realista y perturbadora que deja poso"
Agustín Villaronga no debe dejarse cegar por la recaudación que dan facilones éxitos taquilleros y ha de mantener su estilo intransferible, aunque eso suponga volver a la esclavitud de las subvenciones.
Estoy deseando bajármela del emule para poder disfrutarla a menudo.
Me gustó mucho el artículo, se nota la dedicación. A mí la novela me fascinó!!! Quería decir que la película también se basa en otra novela de Teixidor, "Retrat d’un assassí d’ocells", de donde toma gran parte de la historia.
ResponderEliminarUn saludo!!
Muchas gracias, Diana. Tienes razón, el guión de la película Pa Negre está también basado en el otro libro de Emili Teixidor. Como digo en el artículo a mí me fascinaron los dos: el libro y la película.
ResponderEliminarUn saludo.
José María