Ciudades españolas en África

Llevamos todo el verano arrastrando presuntos conflictos en las ciudades españolas en África. Esta vez, especialmente en Melilla.

Melilla. Fuente: elblogdelcrusti

Da la sensación de que el autocrático régimen marroquí necesita generar este tipo de conflictos para su consumo interno. Posiblemente, para identificar ante su población a algún enemigo reconocible, que desvíe la atención de sus propios ciudadanos de otras carencias evidentes del Estado.

Y lo que echo en falta es una reacción desapasionada, pero firme, del Gobierno Español. Parece ser que este jueves Rajoy va a visitar Melilla que, por cierto, celebra mañana el 513 aniversario de soberanía española. La visita de un político (el jefe de la oposición, en este caso) a una ciudad española no debería ni siquiera ser noticia más allá de la anécdota en el noticiero.

Hay un artículo muy interesante sobre Melilla en elblogdelcrusti.

El Gobierno marroquí se ha apresurado a calificar la visita de provocación. Si la visita no es más que una anécdota, desde luego no es en absoluto de la incumbencia de ningún gobierno extranjero. Y el Gobierno español debería dejárselo absolutamente claro (con firmeza, pero sin acritud) a la monarquía alauita. Y, que se sepa, no lo han hecho.

Daría la sensación de que Moratinos y el Gobierno se sienten más bien (casi) avergonzados de ocupar una ciudad marroquí en el Norte de Africa, y como que quisieran quitarle importancia al hecho. Creo que la realidad no es, en absoluto, esa.

Ceuta y Melilla son dos ciudades españolas en el Norte de África. Son ciudades africanas, porque geográficamente pertenecen a ese continente. Pero nunca han sido marroquíes, nunca han pertenecido al Reino de Marruecos, bastante reciente, por otra parte.

Si retrocedemos en la historia, utilizando fraudulentamente la cuarta dimensión, el tiempo, podríamos encontrar soporte para cualquier reivindicación de terceros sobre cualquier parte de cualquier país del mundo. Y Al Qaeda está practicando esta aproximación cuando reivindican Al Andalus para el Islam.  En el pasado (retrocediendo el número adecuado de siglos) podemos encontrar, casi con seguridad, una situación que abone reivindicaciones de todo tipo. Incluso una y su contraria. Pero hacer eso es una falacia.

Uno de los grandes errores cometidos en el Siglo XX utilizando esta técnica falaz fue la creación del Estado de Israel. Si bien es cierto que esa tierra perteneció a los judíos una montoná de siglos atrás, también es cierto que ha sido el hogar de los palestinos durante muchísimo tiempo. Una decisión política no consensuada no puede primar a un tiempo histórico por encima de otro. Porque la Historia no es una fuente única, ya que hay que atender a la cuarta dimensión, el Tiempo.

Ceuta. Fuente: getxogorria

Creo que el intento del Gobierno de España de no enfadar al moro acaba siendo pura y llanamente una muestra de debilidad. Y cuidado con eso, que la Marcha Verde en su momento fue la instrumentalización marroquí de una debilidad extrema del gobierno en España, en esa época.

No hay que sentir ninguna vergüenza. Ceuta y Melilla son dos ciudades españolas en África. Son ciudades africanas, pero nunca han sido marroquíes.

Por otra parte, no creo que ninguna de las dos pueda ofrecer riquezas naturales que despierten la codicia de terceros (petróleo, diamantes,...). Su importancia geoestratégica para los dos países está más bien centrada en su papel comercial que se deriva, precisamente, de ser ciudades españolas rodeadas de territorio marroquí. Creo que a nadie le interesa de verdad que esa situación cambie.

Otra cosa es que al régimen marroquí no le importe jugar con las cosas de comer, y pueda alentar a su población en una dirección que desvíe la atención de otras carencias que sin duda tiene el Estado marroquí.

Es obligación del Gobierno de España dejar esta situación muy clara frente al gobierno marroquí. Las dos ciudades no deben ser, no son, de hecho, fuente de ningún conflicto con nuestro vecino marroquí. El resto son fuegos de artificio, que hay que atajar con firmeza.

Si lo políticamente correcto nos hace más débiles, habrá que descararse.

JMBA