La Nevada del Cucut, de Blanca Busquets

El pasado mes de Febrero leí una crítica muy positiva de esta novela escrita en catalán, en el blog Lectures de l'Espolsada, animado por una librería de Les Franqueses (Barcelona). Como tienen un criterio literario con el que coincido muy habitualmente, me anoté el libro en mi lista de compras pendientes. En mi siguiente visita a Barcelona no lo pude comprar (se había agotado), pero en Abril se publicó la segunda edición, y en mi visita de Junio pude hacerme con él.

Lo he leído, prácticamente de un tirón, y me ha encantado.

La novela plantea las vidas (relativamente) paralelas de dos mujeres de la misma familia, separadas por un siglo: Tònia y Lali. Con un escenario recurrente, que es un pueblo de la Catalunya interior de media montaña, La Carena. Un alter ego de Cantonigròs, que tan bien conoce la autora. Y un hostal, que empezó siendo posada para traginers (porteadores, recaderos), luego remedio para tísicos convalecientes y luego refugio para veraneantes de la ciudad.

Dos mujeres con más sensibilidad que la gente que les rodea, porque saben ver las montañas nevadas o las olas del mar donde los demás sólo ven manchas.

Tònia vivió en un mundo rural, en un entorno pequeño y encerrado en sí mismo, donde las mujeres se casaban (casi se vendían) por intereses de las respectivas familias. Se iban a vivir a la casa de la familia de su marido, donde debían sustituir como mestresses (dueñas de la casa) a su suegra, que se convertía en padrina. Un camino que nunca era fácil, y estaba plagado de obstáculos, de envidias, de zancadillas.

Blanca Busquets
(Barcelona, 1961)

Tònia era una mujer que escribía (por necesidad, para ella misma) cuando las mujeres de su entorno no sabían ni siquiera leer. Que se abrió camino en ese mundo plagado de silencios y medias verdades, en ese mundo en que la disputa sobre las lindes puede llevar al asesinato, donde las enemistades perduran hasta cuando ya se olvidaron las razones. Un mundo donde todo queda eclipsado tras un muro de silencio.

El silencio tiene sus peligros, y uno de ellos es que la impunidad se extiende como una mancha de aceite.

Lali, hoy, también escribe, pero para ganarse la vida, y vive en la ciudad. Sobrevivió a una infancia difícil, porque era tan introvertida que se convirtió en diana de episodios de acoso escolar. Un cambio en su vida la lleva de nuevo al pueblo, donde descubre la memoria de Tònia, una antepasada perdida en el olvido familiar.

La autora recrea con maestría el aislamiento de esas masías (cases de pagès) que vivían, ensimismadas, del campo y del ganado. Donde siempre había una escopeta de caza que algún día se acababa utilizando para otra cosa. Un universo de pobreza general, donde nacen y crecen las peores envidias contra quien se separa del camino marcado por muchas generaciones. Donde la murmuración y las medias palabras son la forma habitual de comunicarse.

Cantonigròs, comarca de Osona
(Fuente: cursacantonigros)

En la vida de las dos mujeres hay un pintor abstracto, cuyos cuadros sólo ellas entienden, y que es el contrapeso ideal entre lo que son sus vidas y lo que les gustaría que fueran. Que les muestran otro camino.

Lali consigue con mucho esfuerzo desentrañar la red de secretos, de misterios, de silencios, de enemistades, que han marcado la vida del pueblo desde que viviera Tònia. Donde los buenos lo son por intuición, y los malos por tradición. Un mundo encerrado en sí mismo, donde lo que nunca se ha dicho marca y define la realidad, y donde los papeles que nunca se han visto, permanecen escondidos en sitios absurdos y olvidados.

Una novela y unos personajes maravillosamente trazados, donde nada es superfluo, lo que provoca que el lector avance como un caballo desbocado hacia el final. El lector sensible notará en algún momento asomar una lágrima, porque hasta una velita cuando la oscuridad es completa aporta tanta esperanza...

Al pie de la montaña, aunque ya sea primavera, todavía puede nevar mientras no se oiga el canto del cuco.

La Nevada del Cucut es una novela de superación humana, donde dos mujeres, separadas por más de cien años de pequeñas historias, y a menudo a tientas, descubren el camino por el que discurrirán sus vidas. Descubren, incluso, que pueden construir sus propias vidas, al margen de lo que la tradición o la costumbre imponen.

Una novela, en fin, absolutamente recomendable, que ha sido Premi Llibreter 2011 (el premio que conceden anualmente los libreros catalanes). Y una portada acertadísima, porque la cara de esa bella mujer que nos mira a los ojos, nos dice que ella ya sabe algo que nosotros, todavía, ignoramos.

Publicado por ROSADeLSVENTS, 2ª edición, Abril 2011.

JMBA


PS. Le remití esta crónica a la autora, y he recibido este agradecimiento, extremadamente amable:

Moltes gràcies, Josep Maria. Estic molt contenta que t'hagi agradat tant el meu llibre! Acabo de penjar el teu comentari al Facebook de La Nevada, aquí:
http://www.facebook.com/pages/La-nevada-del-cucut/170627429646453?ref=hnav

I tant que m'ha agradat!

Una abraçada!
Blanca