Aprobación de los Presupuestos

Según ya se anticipaba, parece ser que Zapatero ha llegado a un acuerdo con el PNV (y con coalición Canaria, que debería cerrar hoy en Moncloa), por el que se garantiza los votos positivos necesarios para que los Presupuestos 2011 puedan ser aprobados en el Congreso de los Diputados.

(Fuente: valenzueladecalatrava)

Como ya he comentado en otras ocasiones, mi posición es que lo mejor que podría hacer Zapatero, dadas las circunstancias, sería convocar Elecciones Anticipadas. Y mucho más con las últimas cifras conocidas de rechazo popular a Zapatero, que está ya por encima del 77% de la población, según las últimas encuestas disponibles.

El problema para Zapatero de una tal convocatoria es doble: en primer lugar, unas Elecciones este último trimestre del año interferirían con las Elecciones en Catalunya, y le sería prácticamente imposible ganarlas, por lo que daría, de facto, paso al PP en el Gobierno de España. Por otra parte, no dispondría de tiempo material para proponer un recambio a Presidente del Gobierno en otra persona del PSOE (¿Blanco? ¿Rubalcaba? ¿Chacón?).

Para evitar la necesidad de esta convocatoria no le ha quedado más remedio que llegar a un acuerdo de apoyo parlamentario con el PNV y con CC. Lógicamente, en estas negociaciones, la posición de Zapatero es extremadamente débil, ya que los necesita. Por lo tanto, no debe constituir sorpresa alguna que el PNV haya puesto encima de la mesa reivindicaciones en el tema de transferencias que nunca habían aparecido hasta ahora.

Convergencia i Unió ya puso de manifiesto, por activa y por pasiva, que su apuesta era por no apoyar los Presupuestos, e intentar forzar unas Elecciones Anticipadas. No lo hicieron antes para evitar coincidencia de las Elecciones Generales con las autonómicas en Catalunya, que podría ganar CiU. Llevando la fecha de decisión a la de Aprobación de los Presupuestos, las Elecciones Generales no podrían celebrarse prácticamente hasta primeros del año próximo.

Sin embargo, CiU era consciente de que Zapatero tenía otra baza negociadora con el PNV, que es la que finalmente ha ejercido.

¿Hasta qué punto es obsceno un pacto con fuerzas nacionalistas para la Aprobación de los Presupuestos del Estado?. Desde mi punto de vista, es sacar partido de una de las disfunciones de la actual Ley Electoral. Es legal que Zapatero llegue a un tal acuerdo, pero me parece muy poco legítimo.

Iñigo Urkullu y Josu Erkoreka
(Fuente: rtve)

Porque, además, dada la existencia del Concierto Económico, el interés o la preocupación del PNV por el contenido de los Presupuestos de la AGE (Administración General del Estado) es prácticamente nulo. Aprobar los Presupuestos no les cuesta prácticamente nada, por lo que todo lo que hayan conseguido en la negociación es ganancia neta. Es más, un voto positivo lo pueden capitalizar con eso de la responsabilidad de Estado, que CiU ha esgrimido tantas veces. Y se ganan el respeto de la opinión pública vasca, con la repercusión electoral que eso pueda tener en los siguientes comicios.

Lo que me resulta ya del todo inaceptable es que, según parece, las negociaciones y el acuerdo con el PNV se hayan desarrollado a espaldas de Patxi López, que es el lehendakari en el poder, y que será, pues, el responsable de administrar y gestionar las nuevas transferencias contenidas en el Acuerdo. Llevar adelante esta negociación transmite el refrendo de Zapatero (y, por tanto, del PSOE) a que el PNV es el detentador natural del poder en el País Vasco. Es un golpe bajo e inaceptable al acuerdo PP-PSE en Euskadi, por el que Patxi López es lehendakari. Es, en la práctica, una bofetada a Patxi en la mejor línea de "niño, deja ya de j..... con la pelota".

Zapatero, con su práctica política diaria, está demostrando que se mete en todos los jardines, y no le importa mancharse las botas de barro. Desde luego, si viera a Zapatero podando los setos de mi vecino, pondría los míos a remojar. Porque, en un descuido, me podaba hasta los rosales.

Y este domingo, en Ponferrada, ante amigos, suelta lo de que "año y medio es mucho tiempo en política", dando a entender que, como las cosas van a mejorar (al menos, él así lo supone), las oportunidades del PSOE de ganar unas elecciones en la primavera de 2012 son mucho más elevadas de lo que serían hoy. Por el bien de todos, ojalá sea verdad. Porque hay que recordar que las cosas nunca están tan mal como para que no puedan empeorar.

En el próximo Congreso del PSOE, seguramente Zapatero anuncie, o ponga a votación, el nombre de su sucesor como candidato a la Presidencia del Gobierno. El elegido (o elegida, ojo) podría tener más o menos un año para ganar relevancia pública, y abordar las Elecciones de 2012 con ciertas esperanzas. Si las cosas se producen así, ese año sería un calvario para Zapatero, pero a aguantar el viento en contra no hay que enseñarle. En ese Congreso, Zapatero puede vender a su partido que él renuncia a presentarse para un tercer mandato, porque asume toda la responsabilidad de la debacle de apoyo popular al PSOE. De nuevo caería de pie y, ojo, el PSOE podría tener opciones de revalidar una mayoría en el 2012.

Porque, no lo olvidemos, el apoyo popular, incluso dentro de sus propias filas, de Mariano Rajoy como líder y candidato son muy escasas. Mi opinión es que el PP haría bien en recambiar a Rajoy por alguien más enérgico, que empiece a construir una alternativa política creíble del PP para las Elecciones del 2012. Sentarse en la puerta, esperando ver pasar al cadáver de tu adversario debe de ser cómodo, pero tiene muy escasos réditos electorales. Rajoy ya ha perdido dos elecciones generales, y quizá sea ya suficiente. Muy probablemente ya está políticamente amortizado.

Si Zapatero se mueve bien, y sigue sin importarle meterse en jardines ajenos, y pisar geranios y callos, puede acabar retirándose de la primera línea política con mucho mejor cartel del que se podría suponer, visto lo visto. Porque hasta los sindicatos son blandurrios con él. Si no os lo creéis, sólo hace falta ver la que le están montando los sindicatos en Francia a Sarkozy, que está en sus horas más bajas.

José Luis Rodríguez Zapatero
(Fuente: infobae)

Si no fuera por la tragedia humana que supone el desmesurado paro que nos atenaza, nos espera un año y medio que puede resultar políticamente apasionante. Para que todos los que quieran dedicarse de algún modo a la política puedan aprender en cabeza de otros los principios a los que deberán renunciar durante su carrera. Si se fijan bien, aprenderán la técnica de la puñalada lateral y del fuego amigo, impasible el ademán. Cómo pisar el callo del compañero sin ni siquiera pestañear. Y también aprenderán que la posición de Jefe de la Oposición contiene, sin duda, una responsabilidad de Gobierno.

Antes que estos acuerdos casi clandestinos con los nacionalistas para conseguir un apoyo parlamentario puntual, que permitan seguir adelante aunque sea a trancas y barrancas, me gustaría ver en marcha negociaciones de Pactos de Estado, que permitan que las grandes cuestiones no estén al albur de las legislaturas parlamentarias y de sus juegos numéricos de mayorías. Pero eso requiere, claro, de una oposición cuya única obsesión no sea la de convertirse en Gobierno.

El alquiler de Moncloa para Zapatero ya nos está costando muy caro.

JMBA