Las Fiestas de Navidad son para cada cual una serie de tics distribuidos en el tiempo durante unas tres semanas. Cada familia o grupo tiene sus momentos más álgidos, que varían algo de unos a otros.
(Fuente: sentimientosdepasion) |
El 22 de Diciembre es la Lotería. El 23 el Día de la Salud. Para el 24 muchos tienen cena de Nochebuena. Otros celebran mejor la comida del día de Navidad. Y en algunas regiones, también la del día siguiente, el 26, día de San Esteban (que este año cayó en domingo).
El 28 es el día de los Santos Inocentes, y los periódicos y las televisiones se empeñan en colarnos alguna inocentada y desvelarnos las que otros han intentado colar. En otros países, esa festividad es el 1º de Abril, fuera, por tanto, del ciclo navideño. Es el April's Fool o el Poisson d'Avril.
El 31 hay que comprar comidas y bebidas para las barbaridades de la noche. Yo, francamente, evito siempre que puedo salir de casa por Nochevieja. No soporto aguantar atascos a la una de la mañana, o a las tres o a las cinco, y me deprime el espectáculo que dan el centro de las ciudades antes de que amanezca, como sembrada de almas perdidas, y muchas incluso yacentes.
Hay que enviar SMS a todos los conocidos (esperando que nos contesten), o incluir felicitaciones en el Facebook o Twitter de turno. No podemos olvidarnos de comprar algún décimo para el Niño, a ver si el nuevo año nos trae la suerte que nos hurtó el que se fue.
Desde el mediodía del 31, la radio y la televisión ya avanza cómo han celebrado la entrada del Año Nuevo los más tempraneros (Nueva Zelanda, Australia, la isla de Navidad,...). Que todos los años es igual, claro.
El Día de Año Nuevo las ciudades parecen desiertos hasta, por lo menos, las dos o las tres de la tarde. Incluso comercios conocidos por lo prolongado de sus horarios, por Año Nuevo no abren hasta mediodía. Y es uno de los únicos días del año en que todas las tiendas de Andorra están cerradas (me pilló una vez el tema hace años).
Si nos despertamos a tiempo, disfrutaremos en la televisión del Concierto de Año Nuevo de Viena, y los saltos de esquí de Garmisch-Partenkirchen.
O si estamos en condiciones y preferimos salir, la mañana de Año Nuevo podemos ensoñarnos pensando que la ciudad es nuestra. Siempre que no necesitemos servicios de otros, la calle es nuestra.
Pasado Año Nuevo ya empiezan a declinar las fiestas. En algunos países, ya empiezan las Rebajas, aunque últimamente parece que estemos permanentemente de Rebajas (será para estimular un consumo cansino y macilento, imbuido de crisis). En España nos queda todavía la festividad de Reyes. En muchas familias (entre ellas la mía) se respeta la tradición de que el intercambio de regalos se produce en Reyes. Pero donde hay niños pequeños, que terminan el colegio antes de Navidad, y no vuelven hasta pasado Reyes, cambiar a los Reyes Magos por Papá Noel tiene algunas ventajas importantes, como puede ser el tenerlos entretenidos con los nuevos juguetes durante las vacaciones.
El Día de Reyes (la Epifanía, en términos litúrgicos) marca el final del ciclo navideño. La víspera, los comercios están abiertos hasta tarde por la noche, para recoger a los tardíos y a los olvidadizos, que precisan comprar algún regalo a última hora. El día 5 por la tarde, se celebran Cabalgatas de Reyes en la mayoría de ciudades y de pueblos. Ayudan a entretener a los niños, mientras alguno de la familia realiza los últimos arreglos.
El día 6 es festivo, y El Corte Inglés (y todas las tiendas en general) aprovechan para preparar los escaparates para las Rebajas que empiezan el día 7. Veremos otra vez en el noticiero a esa señora que siempre es la primera en las Rebajas.
La Puerta del Sol, una Nochevieja (Fuente: tucomoloves) |
Y luego ya nos adentramos en el invierno puro y duro, sin festividad alguna hasta Semana Santa (casi a finales de Abril en 2011). Nos tocará sufrir alguna nevada de esas que lo descangallan todo, especialmente en países poco habituados a ello, como el nuestro. Aunque recientemente hemos visto el caos sembrado por las copiosas nevadas en Inglaterra, Francia o Alemania, y a Nueva York paralizada por más de medio metro de nieve, con sus tres aeropuertos cerrados. Será una nueva oportunidad para quejarnos del Gobierno.
Algún día soleado de Febrero nos atreveremos a salir en manga corta a la terraza, y para finales de Marzo empezará la Primavera. Y regresarán a mí las ganas de viajar.
Este año parece que la mayoría dejaremos atrás a 2.010 con más placer que nostalgia. La macroeconomía ha estado todo el año para los leones, haciendo temblar, incluso, la estabilidad del euro. Y la microeconomía también, sea por obligación o por miedo a lo que pueda venir. Ha habido terremotos en varios lugares, con cientos de miles de muertos, un volcán islandés de nombre impronunciable creó el caos aéreo en toda Europa, y los controladores aéreos le aguaron el Puente de la Inmaculada Constitución a varios cientos de miles de ciudadanos.
A Zapatero habrá que regalarle una camiseta que diga: Yo Sobreviví al 2.010. Y administrar banderillas negras a Rajoy, a ver si espabila. El Govern de Catalunya ha vuelto a sus dueños naturales, tras siete años de usurpación. El Gordo ha estado muy repartido (como todos los años), la Bolsa se ha desplomado en el año, pero ha sido la más rentable en toda la década.
Por cierto que, según algunos estudiosos, mañana iniciamos década nueva. Confiemos, esperemos y trabajemos para que venga llena de salud y prosperidad para todos y en todas partes. Porque así como la razón es lo que mejor repartido está (todo el mundo está convencido de tener una dosis más que generosa de ella), la riqueza es lo que peor distribuido está (todo el mundo cree que la suya es manifiestamente mejorable). Y la salud va por barrios.
En fin, Muy Feliz 2011 a Todos.
JMBA
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