Trinidad y Tomás. Tomás y Trinidad.
(Trinidad Jiménez. Fuente: www.publico.es).
Hoy parece ser que ha vuelto (¿precipitadamente?) de vacaciones la Ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez. Y se ha apresurado a confirmar que, efectivamente, va a competir por la candidatura del PSOE a la Comunidad de Madrid. Disputándole el puesto, en unas elecciones primarias a celebrar a primeros de Octubre, a Tomás Gómez, que fue nombrado secretario general del PSOE en Madrid ahora hace 3 años.
Menos mal que este caluroso (pero no tan soleado, al menos en Madrid) mes de Agosto nos da alguna de estas serpientes de verano a las que hincar el diente.
El aparato del PSOE ha llegado a la conclusión de que con Tomás Gómez no tiene ninguna posibilidad de arrebatarle el gobierno regional a Esperanza Aguirre. Lo cual no es de extrañar, porque Tomás Gómez ni siquiera tiene un escaño en la Asamblea de Madrid, lo que lo convierte en un perfecto desconocido para (casi) todo el mundo en la Comunidad de Madrid. Fuera de Parla, claro, donde fue el alcalde elegido con la mayoría más abultada de toda España.
Un candidato debe ser conocido por la gente. Y apreciado, si ello es posible siendo político. Para el líder de la oposición es básico poder hablar en el Parlamento, en el debate sobre el Estado de la Región ó Nación. No estar en el Parlamento, y no estar en el poder, es una fórmula infalible para mantener hasta al diamante más pulido en estado de clandestinidad.
Pero lo que ahora no debería hacer el aparato del partido es darle la patada a Tomás Gómez. Posiblemente ha hecho una buena labor interna en el PSOE de Madrid (al menos así lo reconoce gente bien cualificada). Y ser un perfecto desconocido, y no tener ninguna opción de desbancar a la increíblemente mediática Esperanza, no es culpa suya (al menos, no por completo).
Me diréis que unas primarias no es darle la patada. Seamos serios, que todo el aparato, empezando por el Presidente del Gobierno, han tomado posiciones a favor de Trinidad Jiménez, y por tanto, en contra de Tomás Gómez.
Entiendo que Tomás Gómez piense que su responsabilidad para con sus seguidores es seguir adelante. Pero, como la Armada Invencible, no vino a luchar contra los elementos. Es inútil seguir adelante con el desgaste que suponen unas primarias (para el que gana y para el que pierde; porque el resultado no es otro).
Creo que lo mejor para él, para Trinidad, para el partido y para toda la sociedad de Madrid sería que dimitiera de modo inmediato de su candidatura a la Comunidad de Madrid. Que se apañen ellos. Y que, desde ya, esté claro quién disputará el cetro a Esperanza Aguirre. Ah, y por cierto, que Trinidad Jiménez dimita de modo inmediato de su cargo de Ministra de Sanidad.
Claro que debe haber suficientes elementos de disciplina, obediencia debida y demás zarandajas de cualquier estructura jerárquica, que probablemente no le permitan a Tomás Gómez hacer eso, y tendrá que aguantar el chaparrón. Ojalá gane las Primarias, y entonces todo este desgaste habrá sido inútil, pura sobrecarga de los apparatchik (liderados por Pepe Blanco, que Leire Pajín es la Voz de su Amo).
Porque ganar, ganar, el PSOE, en Madrid, lo tiene más bien entre regular y fatal. Por el momento.
Y, por cierto, Zapatero nunca debería haberlo recibido en Moncloa, sino en Ferraz. Que el café de Moncloa lo pagamos entre todos.
JMBA
Con este culebrón, desde luego, la imagen, la confianza y la captación de votos se ve muy mermada.
ResponderEliminarLo de Trinidad parece un amorío de Zapatero, que la propuso para el Ayuntamiento de Madrid, siendo también una desconocida. Desde luego, por el bien del partido y de la carrera de Trinidad, no insistiría en su candidatura. Una persona que perdió la alcaldía no la veo de candidata para la Comunidad. Lo mismo aplicaría a Mariano: ha perdido dos veces las elecciones generales, y no se ve bien.