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miércoles, 30 de abril de 2014

París: el Jardín del Luxemburgo

El Jardín del Luxemburgo (Jardin du Luxembourg) es el gran pulmón verde del Barrio Latino (Quartier Latin) de París. El nombre del barrio (a caballo entre los distritos 5º y 6º de la capital) debe su nombre a que siempre ha sido poblado principalmente por estudiantes, ya que en él hay varias Universidades (entre las que destaca la Sorbona), así como algunas Grands Écoles (Grandes Escuelas o Facultades). En la Edad Media, los estudiantes hablaban principalmente el latín, y de ahí el nombre del barrio.
Palacio del Luxemburgo, sede del Senado de Francia.
(JMBigas, Abril 2014)

Tras la importante reforma urbanística del Barón Haussmann (siglo XIX), dos grandes arterias en cruz surcan el barrio: los bulevares de Saint Michel y de Saint Germain. Todo el barrio se encuentra sobre la orilla izquierda (Rive Gauche) del río Sena.

El Jardín del Luxemburgo se encuentra íntegramente en el distrito 6º (6éme arrondissement), justo al oeste del boulevard Saint Michel.

Se trata de un parque privado abierto al público, que cubre un total de unas 23 hectáreas. El Palacio del Luxemburgo (al norte del parque) es la sede del Senado de Francia.

El Jardín debe su origen a la regente María de Médicis, que compró la zona al Duque de Luxemburgo en 1612. Inspirado inicialmente como jardín florentino, ofrece diversas composiciones florales y arbóreas, con hasta 106 esculturas dispersas en su superficie, y un estanque central frente al Palacio. También dispone de algunas zonas dedicadas a diversas prácticas deportivas. Es muy frecuentado por los parisinos, que lo conocen coloquialmente como Luco.
Acceso a la estación Luxembourg del RER, en el boulevard
Saint Michel, junto a la entrada del Jardín.
(JMBigas, Abril 2014)

La mansión original fue construida a mediados del siglo XVI, y pertenecía a François de Piney, duque de Luxemburgo. La regente María de Médicis (madre del rey Luis XIII) encargó la construcción de un nuevo Palacio, donde se instaló con su hijo en 1625. Tras diversos avatares, el Senado francés se instaló en el Palacio del Luxemburgo en 1799. La mansión original, denominada Petit Luxembourg, se convirtió en la residencia oficial del Presidente del Senado en 1825.

Aunque el acceso al Senado se realiza por la rue Vaugirard (al norte del Jardin du Luxembourg), la fachada del palacio frente al parque es monumental, como podréis apreciar con las fotografías que os incluyo.

Tuve ocasión de realizar una breve visita a este Jardín prontito por la mañana del viernes 4 de Abril. En torno a las nueve de la mañana hay pocos visitantes, y el Jardín está, a esa hora, casi solamente frecuentado por deportistas y atletas de todos tipos y prácticas. En sus diversos rincones se pueden ver extraños bailes solitarios, o grupos practicando jogging (corriendo, vamos), o también clases con profesor de alguna de las técnicas orientales a caballo entre la danza y la gimnasia, como el Tai-chi.

En un día gris, pero sin lluvia, la temperatura era muy agradablemente fresquita, ideal para poder pasear sin acalorarse en exceso.

La mejor combinación para acceder al Jardin du Luxembourg es la estación Luxembourg del RER B, que tiene una salida en el boulevard Saint Michel, junto a la entrada del Jardín. El RER (Réseau Express Régional) es una especie de Metro exprés, que cruza París en todas direcciones y que, dentro de la ciudad, está completamente integrado en la red de Metro y Autobuses, por lo que pueden utilizarse en él los mismos billetes. La red se extiende fuera de la ciudad como una red de cercanías, ya con tarificación especial, basada en Zonas, dentro del área metropolitana.
Jardín del Luxemburgo, con la Tour Montparnasse
asomando en el horizonte.
(JMBigas, Abril 2014)

El RER es relativamente poco conocido por los visitantes extranjeros de la ciudad, pero es una solución ideal para acceder a muchos de los lugares frecuentados por los turistas, con rapidez y pocas paradas intermedias. Dos líneas cruzan la ciudad de norte a sur y de este a oeste. El RER B llega hasta el Aeropuerto Charles de Gaulle al norte, y más allá del aeropuerto de Orly al sur (al que se puede acceder mediante un tramo de ferrocarril sin conductor, llamado Orlyval, desde la estación de Antony). Tiene 7 estaciones en el área urbana (zona 1): Gare du Nord, Chatelet-Les Halles, St. Michel-Notre Dame, Luxembourg, Port Royal, Denfert-Rochereau y Cité Universitaire.

En Chatelet-Les Halles coincide con el RER A, que cruza la ciudad de este a oeste, desde Nation y Gare de Lyon al este, hasta Auber (Opéra) y Charles de Gaulle-Étoile al oeste.

El RER C, que tiene parada en St. Michel-Notre Dame, recorre, en su tramo urbano, la orilla izquierda del Sena, y permite el acceso a la Gare d'Austerlitz, al Musée d'Orsay, al Pont d'Alma (uno de los puertos de partida de los barcos turísticos que recorren el río) o a la propia Torre Eiffel.
La parte alta de la Tour Eiffel asoma por el horizonte.
(JMBigas, Abril 2014)

El RER D permite viajar desde la Gare de Lyon a la Gare du Nord, con una sola parada intermedia en Chatelet-Les Halles.

Ese viernes yo compré un billete Mobilis (zonas 1-2) por 6,80€, que permite viajar durante todo el día, de forma ilimitada, por el Metro, autobuses o RER (dentro de la zona urbana y periurbana que cubren esas dos zonas).

Como esta vez tenía mi hotel junto a la Gare de Lyon, en una parada del RER A llegué hasta Chatelet-Les Halles, y ahí hice transbordo (simplemente cambiando de andén) al RER B, con el que llegué a Luxembourg con sólo una parada intermedia.

El Jardín del Luxemburgo está abierto al público desde el amanecer hasta el atardecer, con horarios que varían con las estaciones del año. Es un parque muy agradable y no demasiado extenso, pero que supone un descanso verde en esa zona de la Rive Gauche que está densamente urbanizada.

El Palacio del Luxemburgo, actualmente sede del Senado francés, no es visitable más que con citas concertadas, y suponiendo que el Senado no tenga sesión prevista.

Entre las muchas esculturas que jalonan el parque, destaca la serie de Reinas y Mujeres Ilustres de Francia, y las de tema mitológico. Aparte de algunos memoriales, como el obelisco dedicado a Auguste Scheurer-Kestner, un alsaciano que fue el primer vicepresidente del Senado francés.
Escultura dedicada a María Estuardo, de la serie Reinas
y Mujeres Ilustres.
(JMBigas, Abril 2014)

Desde diversas zonas del Jardín se puede divisar la parte alta de la Tour Eiffel, así como la (fea) silueta de la Tour Montparnasse.

Una visita al Jardín del Luxemburgo debería estar en la agenda de cualquier visitante de París. Primera hora de la mañana es una opción muy conveniente por varias razones. Primero, porque no hay aglomeraciones de visitantes, más allá de los consabidos deportistas del barrio (o de los grupitos de visitantes foráneos a los que apetece correr por el Luco). Además permite visitarlo antes de que abran los Museos, por ejemplo, lo que permite una mejor optimización del tiempo. En mi caso, quería visitar esa mañana el Musée du Quai Branly (que ya os comentaré en otro artículo), que no abre hasta las 11 de la mañana. Otra visita recomendable para esa primera hora de la mañana es el Sacré Coeur de Montmartre.

Aparte de las fotografías que he seleccionado para ilustrar este artículo, podéis acceder a una colección más completa, con 17 fotografías, pinchando en la imagen siguiente:


Y también podéis ver este breve vídeo:


JMBA

viernes, 25 de abril de 2014

Cigales: una pequeña joya poco conocida

Cigales (pop. 5.026) es un pueblo de la provincia de Valladolid, muy cerca de la capital, hacia el noroeste. Su nombre también corresponde a una de las Denominaciones de Origen de vinos de la provincia, que existe desde 1991.
Castillo de Fuensaldaña.
(JMBigas, Agosto 2012)

La D.O. cubre los vinos producidos en una serie de pueblos de la zona, que se distribuyen por el valle, siguiendo la alineación del río Pisuerga y la Autovía de Castilla (Valladolid-Palencia-Burgos). La mayoría están situados sobre la orilla derecha del río (Fuensaldaña, Mucientes, Cigales, Corcos del Valle, Trigueros del Valle, Cubillas de Santa Marta, Quintanilla de Trigueros y Dueñas, ya en la provincia de Palencia) y uno en la orilla izquierda (Valoria la Buena).

La producción tradicional de vino en la zona estaba centrado en el clarete o rosado, a partir de Tinta del País (Tempranillo), garnacha (tinta y gris) y diversas variedades blancas (verdejo, albillo). En la mayoría de pueblos de la comarca se pueden ver las antiguas bodegas, tanto familiares como comunales, excavadas en la arcilla de las colinas. Del monte asoman chimeneas y trampillas, que denotan la presencia de esas bodegas subterráneas. La uva se vertía por esas trampillas, y en su interior se producía el prensado y demás procesos hasta obtener los claretes.

Dentro de la Denominación de Origen existen actualmente tres docenas de bodegas que producen vinos rosados y también tintos, algunos de los cuales son muy remarcables, como comentaré más adelante.
Iglesia de Santiago, Cigales (Valladolid).
(JMBigas, Agosto 2012)

Visitar la zona desde Madrid se puede planificar como una excursión de día entero. Valladolid está a poco más de 200km. de Madrid, unido por una excelente autopista/autovía, parte de la cual, eso sí, es de peaje, incluyendo el Túnel de Guadarrama, que permite evitar el Alto del León. Existe también un muy buen servicio de trenes de Alta Velocidad entre Madrid y Valladolid (algunos con parada en Segovia), que ponen la capital castellana a una hora de Madrid.

Pero si se quiere recorrer un poco los diversos pueblos y bodegas, lo más recomendable es utilizar el coche, que es el medio que permite una mayor capilaridad.

La provincia de Valladolid siempre ha sido un poco la frontera difusa entre los reinos de León y de Castilla, hoy unidas (los leoneses se quejan que por oscuras intrigas a principios de los 80) en una única Comunidad Autónoma llamada Castilla y León. Yo todavía me acuerdo de las lecciones de geografía en el colegio; entonces se hablaba de un León de tres provincias (León, Zamora, Salamanca), y se incluía el estribillo de que algunos le añaden Valladolid y Palencia.
Bodegas subterráneas tradicionales, excavadas en la
arcilla de la colina, en Corcos del Valle.
(JMBigas, Agosto 2012)

De hecho, los pueblos de la zona de Cigales tienen características que los asemejan a los típicos pueblos castellanos, de valle o meseta, mientras que otros trazos te hacen recordar los pueblos del sur de la provincia de León, por Astorga o La Bañeza.

El pueblo más próximo a Valladolid capital es Fuensaldaña (pop. 1.455), a tan sólo 6km. Allí destaca su magnífico Castillo, construido por la familia Vivero (una familia noble de origen gallego) allá en el siglo XV, más como residencia que como fortaleza militar. Es un típico castillo de llanura, con una monumental Torre del Homenaje. Fue completamente restaurado hace pocas décadas, y se utilizó como sede del Parlamento autonómico de Castilla y León hasta que, en 2007, se inauguró su sede definitiva en Valladolid.

Cigales es el pueblo más grande, y allí destaca la Iglesia de Santiago (que se puede ver desde bastante distancia, al estar edificada en el lugar más elevado del pueblo). Se construyó en el siglo XVI, y se completó en el siguiente.
Bodega Cooperativa de Cigales.
(JMBigas, Abril 2014)

Pero, para mí, la joya de la comarca son sus vinos. Por supuesto los rosados (o claretes) que son los más tradicionales y económicos (la mayoría en torno a los 2-4€), al tratarse de vinos frescos sin crianza, para consumo en el año. Algunos son rutinarios, simplemente correctos, pero algunas bodegas se aplican para poner en el mercado vinos rosados que, en repetidas ocasiones han sido calificados como los mejores rosados de España.

Pero para algo tiene que servir la proximidad de la maravillosa zona vinícola de Ribera del Duero. Saliendo de Valladolid hacia el este, por la N-122 hacia Aranda de Duero (Burgos), uno se va tropezando con los grandes nombres de la Denominación. Actualmente, los tintos de crianza de Ribera del Duero tienen precios a partir, prácticamente, de los 15€, y muy habitualmente por encima de los 20€ para los más prestigiosos y conocidos.

Cigales comparte muchas de las características de suelo y clima con la Ribera de Duero. Y ello permite que algunas de las bodegas más imaginativas estén poniendo en el mercado unos maravillosos tintos de Crianza y Reserva, a unos precios muy atractivos. Y no cesan de ganar premios.
Bodega Hiriart, Cigales (Valladolid).
(Fuente: turismocigales)

Una de las explicaciones para conseguir este resultado es que existen bastantes plantaciones de viñas viejas (60-70 años) de Tinta del País (tempranillo), en vaso. Un ingrediente maravilloso para conseguir excelentes tintos de guarda.

Posiblemente una de las bodegas más conocidas de la Denominación sea la Finca Museum, que pertenece al grupo Barón de Ley. Está situada junto a la carretera VA-901, que une Cigales con Corcos del Valle. Desde la carretera se pueden ver las extensiones de viñedos que rodean la casa principal. Creo que es posible concertar cita para visitar la Finca, pero siempre que he pasado por delante he visto la verja cerrada, y eso resulta muy poco acogedor para un viajero como yo, más bien reacio a grandes planificaciones previas. Aparte de su Museum Reserva, comercializan bajo la marca Vinea un rosado correcto y un maravilloso Crianza de Tempranillo, que se puede comprar por menos de 7€. Con una calidad absolutamente equiparable con los mejores crianzas de Ribera del Duero, de 15 ó 20€.
Chimeneas de las bodegas subterráneas, en Fuensaldaña.
(JMBigas, Abril 2014)

En el pueblo de Cigales está la Bodega Cooperativa, que agrupa a muchos viticultores de la comarca. Su rosado Torondos es correcto, pero bastante rutinario (una maldición de la que las Bodegas Cooperativas tienen cierta dificultad para librarse), aunque se puede comprar por debajo de los 3€. También envasan en el formato BiB (Bag in a Box), de 5 ó 15 litros, un clarete (rosado) sin D.O. (se comercializa como Vino de Mesa) muy digno y que seguramente tiene la mejor relación calidad-precio. El BiB de 5 litros (que se puede acomodar en un frigorífico doméstico convencional) se puede conseguir por 7€ (a 1,40€ el litro, un precio prácticamente imbatible). La Bodega Cooperativa tiene una pequeña tienda abierta al público (en los horarios comerciales habituales), donde venden sus productos.

Pero, para mí, una de las joyas de la Denominación de Origen Cigales es la Bodega Hiriart. Se trata de una pequeña bodega familiar (producción anual en el entorno de las 150.000 botellas), ubicada en Cigales, aunque el acceso no es nada evidente, pues hay que internarse unos cientos de metros por un camino sin asfaltar. Su verja siempre la he visto abierta, para recibir al viajero y/o amante del vino ocasional. La bodega en sí es una construcción de arquitectura contemporánea, sobre una antigua bodega subterránea del siglo XVIII, de unos 400 metros cuadrados.
Zona de Bodegas-Restaurante, en Fuensaldaña.
(JMBigas, Abril 2014)

Lo que a mí me acercó a esta bodega fue un grafismo diferente y muy atractivo (en sus etiquetas y embalajes), obra de algunos artistas próximos a la familia que, según me reconocieron, se cobran sus creaciones en vino. Lo que me hizo cliente fiel fue la calidad de sus vinos, y el cariño con que los producen y con el que reciben al visitante.

Tienen tres tipos de rosados. El básico (Rosado de Lágrima) ya es excelente, por solamente 3€. A partir del jugo obtenido sin presión, por el simple peso de la propia uva. Su estrella es el Rosado Élite (por 5€), que ha obtenido numerosos premios nacionales e internacionales, en sus diversas añadas. Y también producen, al mismo precio, un Rosado sobre lías, con más profundidad de cuerpo.

A partir, principalmente, de cepas del clon moderno de Tempranillo, en espaldera, producen un Tinto Roble correcto. Y a partir, mayormente, de las viñas viejas de Tinta del País, producen un Tinto Crianza (por 7€) excelente, que nada tiene que envidiar a, por ejemplo, un Protos Crianza (por citar uno de los grandes nombres de Ribera del Duero) de 20€ o más. Vale la pena aprovechar este diferencial, mientras se pueda mantener.
Bodega "La Nieta", donde almorcé ese martes.
(JMBigas, Abril 2014)

El martes 22 de Abril me embarqué en una excursión a Cigales. Un día a caballo del Lunes de Pascua y el Día de San Jorge (23 de Abril, fiesta autonómica en Castilla y León, donde destacan las celebraciones en la campa de Villalar de los Comuneros).

A media mañana visité la Bodega Cooperativa y, a continuación, aparqué el coche en el pequeño patio interior de la Bodega Hiriart. Compré un par de cajas de sus rosados, y me interesé por los tintos, de los que hasta ese momento sólo tenía referencias indirectas. Quien me estaba atendiendo se empeñó en que probara su Tinto Crianza 2010, que ha ganado recientemente un Bacchus de Oro 2014. Me acompañó hasta el pequeño comedor anejo a la sala de recepción de visitantes. Allí estaba parte de la familia desayunando unos huevos fritos de excelente apariencia, con pan y chorizo, a lo que me invitaron. Como ya había parado hacía poco en Casa Lola de Rueda, donde me había apretado un apetitosísimo bocadillo de jamón ibérico, sólo cedí a un par de lonchas del choricito picante que tenían en la mesa. Me abrieron una botella del Tinto Crianza 2010, que me pareció soberbio. Especialmente por su magnífica relación calidad/precio.

Tuvimos un rato de conversación sobre vinos, lo que es un ejercicio muy placentero y difícilmente equiparable cuando se está degustando un buen tinto. Compré algunas botellas, que pienso proponer como cata ciega en la próxima recena que organice en mi casa. Algunos se van a sorprender.
Interior de la Bodega La Nieta, de Fuensaldaña. Se conserva
parte de la antigua maquinaria de prensado.
(JMBigas, Abril 2014)

Me regalaron al final una botella de su rosado básico Barguillas, obtenido por presión, con Denominación de Origen Cigales, y que se vende por 1,50€.

Tras completar la ruta por los pueblos de la Denominación, me dirigí hacia Fuensaldaña, para el almuerzo. Por toda la comarca (por ejemplo, en Corcos del Valle) se pueden ver las típicas bodegas subterráneas, excavadas en la arcilla de las colinas. Pero en Fuensaldaña, algunas de las antiguas bodegas comunales se han reconvertido en restaurantes de acceso público con las típicas especialidades contundentes de la zona. Destacan el lechazo (cordero lechal asado por cuartos) y las carnes de vacuno en sus diversos formatos (chuletón, solomillo,...). En esa zona de las afueras del pueblo hay media docena de Bodegas, de las que, en día laborable, alguna estaba cerrada, y vi otra que estaba en venta. Había por lo menos tres abiertas, y yo escogí La Nieta.

La disposición interior es parecida en todas. Junto a la entrada hay una zona de bar con su mostrador. Y luego uno desciende y se introduce bajo la colina hacia las profundidades de la bodega original. En La Nieta han conservado algunas de las maquinarias rudimentarias utilizadas en la época para la producción del vino local. La disposición interior permite tener varios comedores de tamaño medio (ocho o diez mesas), lo que limita el ruido ambiente.
Uno de los comedores en la Bodega La Nieta, de
Fuensaldaña (Valladolid).
(JMBigas, Abril 2014)

Llegué relativamente pronto (para lo que se practica habitualmente en España), hacia las dos menos cuarto. Y fui su primer cliente de ese día. Más tarde (dos y media, tres, e incluso más) acudieron más clientes. Su cercanía con Valldolid capital atrae clientes tanto particulares como de negocios. Con la impagable ventaja de que en el interior de la bodega no hay cobertura de móvil.

Como no soy muy de cordero (además el cuarto de lechazo es comida para dos, por lo menos), escogí un solomillo a la plancha, que resultó muy jugoso y de tamaño más que generoso. De entrada me ofrecieron unos boquerones fritos que resultaron deliciosos, de tamaño pequeño, pero no mucho, y que se podían comer enteritos (patito - patito), sin preocuparse de la espinita central.

En La Nieta ofrecen vino de la casa en jarra (tanto tinto como clarete) muy baratito. Pero ya que estaba de excursión vinícola, escogí una botella de Vinea Tempranillo Crianza 2010 (de la Finca Museum) por 13€, que resultó delicioso. El tercio de botella, o algo más, que quedó al terminar de comer se lo ofrecí, para su gran regocijo, a la familia que se había sentado en la mesa al lado de la mía.

Con un heladito de postre y café de puchero, la cuenta no resultó barata (48€), pero sí adecuada a la calidad de lo consumido y a la singularidad del entorno.
Parte del objetivo de una excursión vinícola, en el
maletero de mi coche.
(JMBigas, Abril 2014)

Tras un paseíto por la zona (para bajar la comida... y el vino) fumando el cigarrito imprescindible para después del almuerzo, inicié el camino de vuelta hacia Madrid.

Por supuesto, paré de nuevo en Rueda. Entre las salidas Rueda Sur y Rueda Norte de la autovía A-6, la antigua carretera cruza el pueblo, que está plagado de bares y restaurantes con tienda para la venta de vinos y otros productos deliciosos de la región. Esta vez visité por primera vez Maxi (el primer lugar a la derecha que se encuentra desde el acceso Rueda Norte) que se presenta como Vinoteca Productos Gourmet, y que había visto de paso en otras ocasiones. Allí compré unas botellas de un blanco verdejo fresco Verdeal, que me recomendaron y me dieron a probar.

Y luego paré en Casa Lola, en el otro extremo del pueblo, el primer lugar al que se llega desde el acceso Rueda Sur, que tienen una excelente vinoteca (y también otros productos gourmet). Allí compré algunas botellas, entre las que no me resistí a incluir una como la que bebí en el almuerzo en Fuensaldaña.

Y es que Valladolid, aparte de muchas otras maravillas, es tierra de excelentes vinos de todos los colores.

Desde Rueda seguí camino hacia Madrid (algo más de hora y media). Acabé llegando a mi casa pasadas las siete de la tarde, con tiempo más que suficiente para poder ver en la tele la semifinal de la Champions League, entre el Atlético de Madrid y el Chelsea, que acabó en empate a cero, dejando abierta la eliminatoria al partido de vuelta la próxima semana, en Stamford Bridge.

Aparte de las fotografías que he incluido para ilustrar este artículo, también podéis ver este breve vídeo de la Zona de Bodegas de Fuensaldaña (Valladolid).



JMBA


martes, 8 de abril de 2014

Chelsea Harbour, Londres

De mis anteriores visitas a Londres tenía una asignatura pendiente: visitar la zona muy exclusiva de Chelsea Harbour, en la orilla izquierda del Támesis, hacia el Oeste de la ciudad. En mi reciente estancia (del 1º al 3 de Abril), pude por fin quitarme de encima esa espinita.


Chelsea Harbour está a caballo de dos distritos: el extremo oriental del London Borough of Hammersmith & Fulham, y el extremo suroccidental del Royal Borough of Kensington & Chelsea. Está a unos cientos de metros de la arteria principal de Chelsea (King's Road) y a un kilómetro del estadio de fútbol del Chelsea F.C., Stamford Bridge y del enorme Brompton Cemetery, uno de los siete grandes cementerios de la ciudad de Londres.

El primer desafío es llegar hasta allí, pues no hay estaciones de Metro (Tube, Underground) por la zona. Sí existe Imperial Wharf, una estación del llamado London Overground. Este es un proyecto muy ambicioso de Transport for London, la organización que gestiona el transporte público en la ciudad de Londres. A base de reacondicionar tendidos ferroviarios existentes, y desarrollar algunos nuevos, han conseguido construir una red urbana de ferrocarril de superficie, que recorre la órbita exterior de la ciudad: desde Stratford (la sede olímpica de Londres 2012) al noreste, Highbury&Islington al norte, Willesden Junction al oeste, Clapham Junction al suroeste o West Croydon al sur.

Estación Imperial Wharf, del London Overground.
(JMBigas, Abril 2014)
La red del London Overground está integrada en la estructura tarifaria de metro y autobuses, aunque la mayoría de sus estaciones están fuera de la Zona 1 (la almendra central de la ciudad).

En concreto, Imperial Wharf está en la zona 2. Con las tarifas vigentes en Abril 2014, por 9GBP (Great Britain Pound, las conocidas libras esterlinas) se puede comprar una Day Travelcard anytime para las Zonas 1 y 2, que permite la libre circulación por cualquier medio público (Tube o Underground, autobuses, Overground y National Rail) durante todo un día. Si se compra después de las 9.30 horas de la mañana (lo que se considera período off-peak, hora valle), es posible comprar una Day Travelcard que cubre todas las Zonas desde la 1 hasta la 6, por 8.90GBP.
Pequeño puerto deportivo en Chelsea Harbour.
(JMBigas, Abril 2014)

Aparte de alguna línea de autobuses que recorren Harbour Avenue (y que llegan, habitualmente, hasta Earl's Court), el London Overground es el medio más interesante para llegar.

Toda la zona es un desarrollo urbanístico de muy alto standing, en torno a un pequeño puerto deportivo, la Chelsea Harbour Marina. Se respira tranquilidad, ya que apenas hay tráfico rodado, y todo el entorno del puerto es completamente peatonal. Por todas partes se ven accesos a aparcamientos subterráneos de los diversos edificios, que mantienen la superficie muy despejada.

Desde la estación de Imperial Wharf, mi recomendación es girar hacia la izquierda por Harbour Avenue. Unos doscientos metros más allá se puede acceder a uno de los edificios singulares de la zona: el Design Centre Chelsea Harbour. Se trata de un complejo del lujo, con una característica cúpula de cristal, que, en varias plantas de altura, tiene múltiples tiendas y showrooms de los principales diseñadores de interior del mundo.
Uno de los edificios residenciales de lujo en
Chelsea Harbour.
(JMBigas, Abril 2014)

Cruzando el edificio, se accede al llamado Harbour Yard. Cruzando otro edificio (que ofrece diversos servicios, pero que parece que no son para el visitante, que inevitablemente se siente un poco outsider en un entorno de la máxima discreción y refinamiento, al menos aparente) se accede al borde de la Marina. Se trata de un pequeño puerto deportivo, con una esclusa para el acceso al río Támesis. Los barcos que se pueden ver allí no son terriblemente impresionantes, pero es que los grandes yates con seguridad no pueden acceder a ese recoleto puerto.

Algunos edificios residenciales de mucho lujo y reciente construcción rodean la Marina. Pero este, definitivamente, no es lugar para las clases populares. Un piso allí puede costar a partir de los 20.000 Euros por metro cuadrado. A título de ejemplo, valga la publicidad de un piso en venta en el edificio Belvedere: unos 200 metros cuadrados, ocupando por completo la planta 15 del edificio. Con un salón comedor de 60 metros cuadrados, que incluye una gran balconada orientada hacia el sureste. Cocina de unos 20 metros cuadrados. Dos dormitorios dobles (de más de 20 metros cuadrados cada uno, con su propio cuarto de baño completo), con acceso a una segunda balconada orientada hacia el noroeste. Con un vestidor de 20 metros cuadrados. Más un aseo para invitados y dos plazas subterráneas de aparcamiento. Todo ello se vende por la friolera de 4.300.000 libras esterlinas (unos 5,2M€). Y los gastos "de comunidad" son de 20.000GBP anuales (casi 25.000€).
Bonito edificio georgiano de la St. Mary's Church,
en la orilla derecha del Támesis, frente a Chelsea Harbour.
(JMBigas, Abril 2014)

Bordeando la esclusa se llega al Thames Path, un paseo peatonal que recorre la orilla del río.

Visité Chelsea Harbour a media mañana (hacia las once y media). Y, francamente, no me pareció que mucha gente viva por allí de forma estable. Me da la sensación de que Chelsea Harbour forma parte de la muy fuerte burbuja inmobiliaria que está viviendo Londres (ojo, no el resto del país). Y es que, parece, todos los millonarios del mundo quieren tener casa en Londres. Pude leer en la prensa local que, en 2013, los precios de la vivienda en Londres han subido, de media, un monstruoso 18%.

Pero si un día me trasladara a vivir a Londres y me lo pudiera permitir, mi primera opción sería un piso alto alrededor de Chelsea Harbour.

Podéis ver este breve vídeo, con imágenes de la zona.


Aparte de las fotografías que he incluido aquí para ilustrar este artículo, podéis acceder a una colección más completa, de 17 imágenes, pinchando en la siguiente fotografía.


JMBA