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martes, 30 de noviembre de 2010

Una Manita en la cara de Mourinho

No soy especialmente forofo del F.C. Barcelona, pero sí partidario. Cuando vivía en Barcelona no le prestaba al tema la menor atención, pero desde que vivo en Madrid, ser partidario del Barça garantiza que siempre haya alguien de buen humor por ahí.
(Fuente: Sport)

Y me gustan los buenos partidos de fútbol, que son raros de ver, más allá del aliciente por el resultado (favorable o no) a nuestros colores. Pero en estos tiempos de Guardiola, el Barça no deja de darnos satisfacciones, espero que a todos los aficionados al buen fútbol.

El repaso de este lunes 29 de Noviembre (por cierto, día de mi cumpleaños, y jornada de nieves en Madrid) que le dió el Barça al Real Madrid, pasará a la Historia.

El Barça jugó como acostumbra últimamente, sólo que a su máximo nivel. Parecían Ángeles que se deslizaban por el campo, y se filtraban por entre las defensas madridistas, muy bien dispuestas, para sembrar el peligro, y el gol. Hasta cinco acabaron cayendo en el Nou Camp. La famosa Manita.

Estoy de acuerdo con Mourinho en que la derrota de ayer del Madrid se puede digerir con facilidad, porque no hubo ninguna posibilidad de victoria. No es un partido del que se salga quejándose de las oportunidades perdidas, o de la poca efectividad, o de las intervenciones del árbitro, o de los despistes de la defensa. La única posibilidad es reconocer la superioridad manifiesta que el Barça desplegó en el campo.

El Madrid se hartó (y se desesperó) de perseguir sombras que eran dueñas del balón en casi todo momento, y que inventaban el peligro a cada instante. Cualquier aficionado al buen fútbol tuvo que disfrutar con el partido de ayer. Los del Real Madrid, por supuesto, con la amargura de descubrir que solamente son segundos en esta Liga de dos. Pero es de justicia reconocer que el Real Madrid no perdió el partido. Fue el Barça el que lo ganó desde el primero al último minuto.

Y conviene olvidar pronto algunas salidas de tono, fruto de la desesperación, como el empujón de Cristiano a Guardiola, o la tangana de Sergio Ramos en las postrimerías del encuentro.

Para el día después queda la satisfacción de haber podido ver un partido muy difícilmente repetible, que quedará inscrito con letras de oro en los Anales de la Excelencia.

¡¡¡Visca el Barça!!!

JMBA

lunes, 29 de noviembre de 2010

Elecciones en Catalunya (y 5): El Día Después

Aunque en realidad las Elecciones en Catalunya no habrán concluido hasta que termine esta noche (en torno a las once) el gran clásico Barça-Real Madrid, ya se puede hacer una lectura de los resultados políticos del evento.
Artur Mas, en el balcón del Hotel Majestic
(Fuente: El País)

Hoy todos los mentideros, tertulias, articulistas y demás están interpretando los resultados. Personalmente, creo que hay una serie de hechos que son puramente objetivos, y el resto es especulación.

Hagamos un repaso a los hechos objetivos principales, que creo que son poco objetables.

- Parece que el electorado entendió un cierto aire de emergencia en el aire, y se movilizó más de lo previsto. La participación llegó al 59,96%, casi cuatro puntos por encima de la convocatoria de 2006. Afortunadamente no tuvieron razón los sondeos que preveían una abstención muy cercana al 50%.
Montilla, apoyado por sus próximos, reconociendo
la derrota
(Fuente: El Periódico)

- El electorado catalán ha castigado al tripartito. Sus tres fuerzas han salido escayoladas de la convocatoria. El PSC sufre el peor resultado de su historia, con solamente 28 diputados, frente a los 37 que tenía. ERC sufre un descalabro, perdiendo once de los 21 diputados que tenía, y queda relegada a quinta fuerza en el Parlament. Solamente le quedan 10. E Iniciativa per Catalunya - Els Verds aguanta algo mejor, pero pierde dos de los 12 diputados que tenía, y se queda sin representación en Lleida. Aunque pasa a ser la cuarta fuerza por número de diputados y de votos, por delante de Esquerra Republicana de Catalunya.

- El panorama político catalán ha virado a la derecha, con la victoria indiscutible de CiU (Artur Mas será el próximo President de la Generalitat, sin ninguna duda) con 62 diputados (a solamente 6 de la mayoría absoluta) y la notable progresión del Partido Popular, que pasa de 14 a 18 diputados, consiguiendo sus mejores resultados absolutos en Catalunya. El PP pasa a ser la tercera fuerza en el Parlament de Catalunya. Y Artur Mas ve recompensada su perseverancia, al haber sido Jefe de la Oposición los últimos siete años, a pesar de que CiU fue la fuerza más votada (también) en las dos convocatorias anteriores.
Alicia Sánchez-Camacho, eufórica
(Fuente: El Periódico)

- Ciutadans se mantiene con sus tres diputados, pero no consigue tener Grupo Parlamentario propio (le harían falta dos escaños más). 

- Laporta y su Solidaritat Catalana per l'Independència entran en el Parlamento, con cuatro diputados. Sin duda, han pescado en el descalabro de Esquerra. Pasa a ser la sexta fuerza en el Parlament, por delante de Ciutadans en número de escaños, aunque han obtenido más de tres mil votos menos (la ley d'Hondt tiene estas cosas). Para evaluar bien las cosas, la SI de Laporta obtuvo 102.197 votos en toda Catalunya.

- La Plataforma per Catalunya del neonazi y xenófobo Josep Anglada se queda fuera del Parlament. Pero en las fases iniciales del escrutinio se le llegaron a dar hasta tres diputados. Y conviene anotar que obtuvieron en toda Catalunya un total de 75.321 votos (ojo, aviso para navegantes).

- El CORI (que presentaba a Carmen de Mairena como segunda por Barcelona) ha obtenido menos de siete mil votos.

- La lista menos votada ha sido Democraticaweb, que solamente se presentaba por Tarragona, y obtuvo 44 votos.

Hasta aquí los hechos objetivos principales. Lo que sigue ya son especulaciones y opiniones (discutibles como siempre, por supuesto).
Joan Herrera, consolando al tercero
de su lista por Barcelona
(Fuente: El Periódico)

El PP en Catalunya (a pesar de su avance) sigue siendo un partido minoritario, ya que solamente obtuvo el 12,7% de los votos válidos a candidaturas (excluyendo nulos y en blanco). Ello creo que se debe a varias razones. Por una parte, la mayoría de su espectro social lo ocupa, en Catalunya, Convergència i Unió. Al fin y al cabo, CiU es un partido de derechas, propio de la oligarquía regional, con directrices neoliberales, y el toque católico que le da Unió Democràtica de Catalunya (el partido de Duran i Lleida). Sólo que CiU es un partido catalanista, mientras que el PP se ha esforzado en ser un partido anticatalanista, muchas veces abiertamente anticatalán. Al menos eso es lo que la opinión pública catalana ha percibido.

Por si fuera poco, el PP en Catalunya hizo campaña de partido minoritario, y nadie tuvo que hacer nunca ningún esfuerzo para imaginarse a Alicia Sánchez-Camacho como Presidenta de la Generalitat. Dentro del giro a la derecha del electorado, han cosechado su (pequeña) parte.

El PSC se enfrenta a una crisis interna muy grave. Montilla está amortizado, y ya anunció que no será candidato a Secretario General de su partido, en el próximo congreso. Está pagando la creatividad de Zapatero y Maragall, que imaginaron el tripartito, uniéndose con dos partidos minoritarios. Y Montilla les siguió la estela, claro. Es muy peligroso integrar a partidos minoritarios en el Gobierno. Es positivo conseguir su apoyo, pero el que formen parte activa del Gobierno (del Govern, en este caso) encierra diversas amenazas. Un partido testimonial como ERC, cuando toca poder, ha demostrado que asume por completo los peores vicios de los nuevos ricos, y se vuelve loco. Caen en gastos risibles (si no fueran muy cercanos a la corrupción), como sería, por ejemplo, poner un tigre disecado en el salón, o el famoso reposapies de caoba para el coche oficial de Benach. O sacan adelante iniciativas que nunca se pensaron para ejercerse desde el Gobierno, como la Ley del Cine Catalán, que resulta estrambótica y que tiene a toda la industria en contra.

Tener a un partido asambleario de la izquierda progresista y ecologista en el Gobierno (como ICV-EUiA), garantiza que se verán iniciativas puestas en práctica que sólo se pensaron como consignas de manifestación, o como propuestas alternativas. La limitación de velocidad a 80 km/h en todo el cinturón de Barcelona, o la escasa energía empleada en la represión de los violentos antisistema en Barcelona son sólo algunos ejemplos de ello.
Puigcercós, reconociendo el descalabro electoral
(Fuente: Avui)

Creo que no hacía falta tener que sufrir el tripartito durante siete años para darse cuenta de estos graves inconvenientes, que deberían ser bien sabidos por cualquiera avezado en la lucha política.

El descalabro de las fuerzas del tripartito y el consiguiente giro a la derecha ha dado cabida en el Parlament a una fuerza estrambótica y estrafalaria como la SI de Laporta, cuyo único objetivo conocido en su programa es proclamar la independencia de Catalunya en esta próxima legislatura. No parecen tener otro objetivo, y como ese es inviable, serán un lastre en el Grupo Mixto, que tendrán que compartir (saltarán chispas) con Ciutadans.

Los importantes resultados de otras fuerzas antisistema (como la xenófoba de Anglada) son la ilustración de que a río revuelto, ganancia de pescadores. Y de que el populismo y la demagogia tienen terreno abonado en las grandes crisis.

De los votos emitidos (más de 3,1 millones) hubo 21.727 votos nulos (algunos, seguro, con una loncha de chorizo en lugar de papeleta) y 92.331 votos en blanco (la abstención activa). Además, el total de votos que no se tradujeron en ningún escaño fueron 253.004, lo que ilustra el grado de atomización de las candidaturas (de media, casi 30 en cada circunscripción, de las que solamente 4-7 obtuvieron algún escaño).
Laporta y su equipo, pletóricos
(Fuente: El Periódico)

Por otra parte, un elemento importante a tener en cuenta es la gran desproporción de territorios. Mientras el censo en la provincia de Barcelona es de 3,9 millones de votantes potenciales (para 85 escaños), la de Girona aporta 486.675 votantes potenciales para 17 escaños, Lleida 301.189 para 15 escaños, y Tarragona 540.840 para 18 escaños. Es decir, el 74,6% del censo es Barcelona (para el 62,9% de los escaños), el 9,3% es Girona (para el 12,6% de los escaños), el 5,8% es Lleida (para el 11,1% de los escaños) y el 10,3% es Tarragona (para el 13,3% de los escaños).

Con estos datos, el coste medio en número de votos de un escaño ha sido de 23.228 (si consideramos la totalidad de los votantes, incluidos los votos nulos, en blanco, y los votos que no consiguieron ningún escaño). Sin embargo, el coste medio para CiU fue de 19.323 (por su mayor penetración en áreas menos densamente pobladas), mientras que al PSC le costó cada escaño 20.370 votos, al PP 21.334, a ICV 22.999, a ERC 21.805, a la SI de Laporta 25.549 y a Ciutadans la friolera de 35.276. Con extremos (por abajo) como los 9.081 que le costó al PSC cada uno de sus tres diputados por Lleida.

A ese efecto contribuye también, por supuesto, la aplicación de la ley d'Hondt, que siempre perjudica a los minoritarios, como es, por otra parte, su propia intención. Quedan los flecos de votos sin asignar escaño, que encarecen su coste medio, claro.

Algunos tertulianos y articulistas han estado especulando sobre si el voto nacionalista o netamente independentista ha subido o ha bajado, y hay interpretaciones para todos los gustos. Por una parte, estaría un descenso de su presencia, desde los 21 escaños de ERC a los 14 en la nueva configuración (10 de ERC y los 4 de Laporta). Claro que la interpretación de los votos a CiU generan diferencias, porque algunos los consideran como muy nacionalistas o incluso independentistas (si atendemos a lo que Artur Mas ha confesado más de una vez: que la única razón para no convocar un referéndum por la independencia es que no podría ganarlo).

Desde mi punto de vista, el PP le ha hecho un flaco favor a la situación política y social en Catalunya. Su virulento nacionalismo españolista, su anticatalanismo militante, y su perfil percibido de anticatalán, ha provocado una reacción simétrica, reforzando el nacionalismo y catalanismo de los tibios. Quien siembra vientos, recoge tempestades. Y por eso el PP en Catalunya sigue siendo un partido minoritario. Y a ello, lógicamente, han contribuido las fuerzas anexas al PP, como Intereconomía, sin ir más lejos, que me obligó a recomendar Invertir en Convivencia hace unas semanas.

Albert Rivera, de Ciutadans
(Fuente: El Periódico)

En Catalunya, la mayoría de los votantes se siente catalán (lo cual me parece razonable), y asimismo la mayoría se visualizan y se piensan como españoles. Esa coexistencia no siempre es fácil, pero ante ataques percibidos (como los del PP o Intereconomía) contra lo catalán, extreman las posiciones y tensan la cuerda.

Creo que los catalanes han votado principalmente para tener los mejores mimbres para intentar salir de la crisis, sin crear demasiados problemas nuevos y presuntamente inexistentes.

Y a los agoreros que intentan hoy extrapolar el vuelco catalán con el descalabro de Zapatero, sólo recomendarles paciencia. Si bien hace unos meses yo mismo era partidario de convocar Elecciones Anticipadas, llegados hasta aquí me parece que la mejor opción es ya que el Gobierno de España aguante hasta la primavera de 2012, que aplique las medidas necesarias con el apoyo (tácito o explícito) de las demás fuerzas políticas, y el PP mejor haría en arrimar el ascua a la sardina del Estado y de los ciudadanos, y no actuar de pirómanos.

Que esas actitudes provocadoras el electorado no las olvida con facilidad.

JMBA

viernes, 26 de noviembre de 2010

Elecciones en Catalunya (4) - La Predicción de la Víspera

Ya hace algunos días que, según la Ley Electoral, no se pueden publicar sondeos de las Elecciones Catalanas en España. Menos mal que El Periódico nos dirige a su publicación hermana El Periòdic d'Andorra, donde podemos ver las últimas tendencias en los sondeos.
Artur Mas, en un mitín de campaña
(Fuente: flickr)

Da la sensación de que las posiciones (en los sondeos) están bastante estabilizadas. CiU podría quedarse a 3 ó 4 diputados de la mayoría absoluta (se le sitúa en la horquilla 64-65 diputados, frente a los 48 que tiene hoy), mientras que el PSC sufriría un castigo importante, quedándose en tan sólo 29-31 diputados, de los 37 que tiene hoy en el Parlament de Catalunya. No es descartable que, a día de hoy, exista todavía bastante voto oculto, de gente que piensa votar finalmente al PSC, pero no lo reconoce en las encuestas (porque, en estos tiempos, votar a Zapatero no está bien visto). Pudiera ser que el descalabro no sea tanto al final.

El PP parece rocosamente encajado en sus 14 escaños, sin variaciones significativas. Con el contexto social y político de Catalunya, no da la sensación de que pueda haber flujo de votos hacia o desde el PP. Básicamente repetirá posición, sin más sorpresas.

Parece que Iniciativa per Catalunya els Verds (Joan Herrera) está mejorando su posición, pasando incluso por delante de los resultados esperados para ERC. Herrera podría repetir su posición actual, y no verse perjudicado por su participación en el tripartito. Hoy tiene 12 escaños, y el último sondeo le asigna una horquilla 11-12. Por el contrario, la posición de Esquerra sigue deteriorándose, y la última horquilla apunta a 10-12 escaños, frente a los 21 que tiene ahora. 
José Montilla, frente al cartel electoral
(Fuente: socialistes.cat)

Quiero pensar que el (relativo) descalabro de ERC tiene que ver, por una parte, con su presencia en el tripartito, y el haber sido los principales impulsores de algunas medidas de esas que los ciudadanos nunca entienden como urgentes o prioritarias (con la que está cayendo, además). La Ley del Cine Catalán, por ejemplo, forzando al doblaje en catalán de las películas, lo que para la mayoría (incluso en Catalunya; no digamos ya en el resto de España) es una perfecta salida de pata de banco, gastar dinero en eso en lugar de intentar hacer algo para salir de la crisis. Por otro lado, algunas de las astracanadas de campaña no ayudan a retener el voto sensato. Incluso los más independentistas, creo, entienden que los portazos no conducen a ninguna parte (ese Madrid es una fiesta fiscal, y en Andalucía no paga ni Dios, que lanzó Puigcercós en uno de los primeros mítines de la campaña) y que el día después de una hipotética independencia habría que seguir intentando vender sus productos prioritariamente en el mercado más natural, que es el resto de España.

Por lo que parece, buena parte del voto de Esquerra podría migrar hacia CiU, y esto no deja de ser paradójico. Por lo menos téoricamente, Esquerra es un partido de la izquierda de progreso, mientras que CiU es un partido de la derecha burguesa, con principios neoliberales. Políticamente no tienen nada que ver, pero se parecen en su nacionalismo extremo, y eso parece ser suficiente para muchos votantes.

El votante de izquierda (más puro, digamos) podría migrar hacia ICV y el candidato Joan Herrera, con esa pose de niño bueno. Pero creo que conviene no olvidar que algunas de las iniciativas más polémicas del gobierno tripartito vinieron de ICV. Por otra parte, muchos achacan al hecho de que Joan Saura ocupe la Conselleria de Interior la proliferación, prácticamente impune, de okupas y antisistema violentos por las calles de Barcelona, principalmente.
Alicia Sánchez-Camacho, junto a Mariano Rajoy
(Fuente: PP Catalunya)

Ciutadans podría consolidar su posición y obtener 4-5 diputados, frente a los tres que tiene actualmente. En la legislatura que ahora termina, ya tuvieron trifulcas internas importantes, con Antonio Robles huyendo hacia la UPyD de Rosa Díez, formación, por cierto, de la que nadie habla en los sondeos.

De todas formas, en la más pura lógica política, nadie acaba de entender por qué Ciutadans no se junta con el PP. Sus bases sociales, políticas y electorales son coincidentes, así como la mayoría de sus inciativas y propuestas. Sólo que Ciutadans parece querer recoger el voto de castigo a los partidos convencionales (y de obediencia estatal, por cierto). De hecho, su lema electoral es Rebélate, lo que ilustra esa tendencia.

Quienes parecen desaparecidos en combate son el resto de formaciones, muy particularmente las de Laporta (que hasta hace unos días todavía se le asignaba una horquilla de 0-2 diputados) y del ex-ERC Carretero. A estas alturas de la campaña ya ni citemos al resto de frikies y formaciones testimoniales, que jugarán su papel habitual de comparsas y/o bufones.

En vísperas de la jornada de reflexión (que todo el mundo se pregunta si sirve de alguna cosa) y a menos de 48 horas del inicio de las votaciones, el único fuego real que vale, a fin de cuentas, la situación parece clarificarse un poco. Está más clara, pero no es más limpia.

En los últimos mítines, los dos grandes partidos se están empeñando en conseguir movilizar al electorado, y aumentar la participación. Con cierta prudencia, no fuera caso que estuvieran alimentando al adversario. Por cierto, los sondeos vaticinan una participación algo menos que en la convocatoria de 2006, pero sin descalabro (en una horquilla del 52-54%), es decir, de dos a cuatro puntos por debajo. Ese sería el coste adicional de la desafección con los políticos que han generado algunas iniciativas del tripartito, nada comprendidas por los ciudadanos.
Joan Herrera, en un mitín en Mataró
(Fuente: flickr)

Si tomamos un poco de perspectiva, parece bastante absurdo que estén primando, por ejemplo, posiciones como la demanda del concierto económico (CiU y ERC), cuando las voces internacionales van mucho más en la línea de reclamar un único Ministerio de Economía y Hacienda a nivel de la Unión Europea, con capacidad de definir las políticas monetarias, fiscales y presupuestarias de todos los países. Cuando vemos que la soberanía (al menos en esos temas) está fluyendo desde los países hacia Bruselas, plantearse un nuevo concierto económico parece anacrónico y contrario a la evolución de estos tiempos. Es ir contracorriente.

Pero, para cierto electorado, este tema es un cebo atractivo. Que luego sea imposible ponerlo en práctica formará parte del balance de cumplimiento (o no) de las promesas electorales.

Lo cierto es que va a haber un vuelco hacia la derecha (CiU), lo que parece lógico tras bastantes años de gobierno de izquierdas con el tripartito. Por otra parte, las consignas internacionales para hacer frente a la crisis van en línea con los principios neoliberales de reducción del gasto público (y la correspondiente erosión del Estado del Bienestar), que en estos momentos parece imposible de sostener y financiar. Y, lógicamente, implementarán estas consignas con menos asco los partidos neoliberales que los de izquierda. Y si no me creéis, sólo hace falta mirar la carita de pena que se le queda a Zapatero cada vez que tiene que anunciar nuevos recortes sociales.

El escenario político catalán seguirá fragmentado, seguramente con las mismas seis fuerzas hoy presentes en el Parlament. Aunque no se puede descartar del todo, lo más probable es que CiU no consiga mayoría absoluta, por lo que tendrá que buscar algunos apoyos, sean estos puntuales o de legislatura. Si se confirmara una cifra de 64-65 diputados (a sólo 3 ó 4 de la mayoría absoluta, CiU no estaría obligada a buscar un pacto de legislatura, sino que podría intentar gobernar en minoría con apoyos puntuales. Cualquier acuerdo con el PP está mal visto, en general, por el electorado catalán (menos, evidentemente, por los que votan al PP). Pero el PP, en Catalunya, es una opción muy aislada.
Gente Valiente, el lema electoral de ERC
(Fuente: gentvalenta)

De las seis fuerzas presentes en el Parlament, hay tres de filiación en la izquierda (los miembros del tripartito) y otras tres típicamente de derechas. Si bastaran los escaños de Ciutadans para alcanzar la mayoría absoluta, ¿podríamos ver a Mas negociando con Albert Rivera?. Curiosamente, CiU y Ciutadans difieren en lo fundamental, pero prácticamente coinciden en todo lo demás. No creo que se busque un acuerdo, básicamente por vergüenza torera de Mas.

Descartado también el PP, Mas ha lanzado varios anzuelos al PSC, para verificar la aceptación que podría tener un cierto Pacto de Estado para los grandes temas entre los dos grandes partidos, para que los partidos minoritarios no sean clave en la gobernabilidad de Catalunya. Montilla ya le dijo en el debate a seis que no podemos apoyarle con su programa electoral. Francamente, un pacto de algún tipo entre los dos grandes partidos sería lo más deseable, para evitar nuevas derivas excéntricas, pero es un escenario que no veo nada probable, en este caso debido a la vergüenza torera de Montilla.

Por lo tanto, si no se produce mayoría absoluta, veremos a Mas siendo investido President de la Generalitat con la abstención de los otros dos partidos de la derecha, y el voto en contra de los tres partidos de la izquierda. Deberá gobernar en minoría, mediante acuerdos puntuales con unos u otros, para conseguir la gobernabilidad de Catalunya. Francamente, me encantaría que se alcanzara algún pacto de legislatura, pero no lo veo. Un pacto así le permitiría al nuevo Govern olvidarse de caralladas, y concentrarse en trabajar en los temas que son la preocupación fundamental de los ciudadanos.

Visto lo visto, quizá lo más positivo sería que en la recta final de la campaña Mas consiga remontar un poco su resultado, alcanzando una mayoría suficiente como para gobernar en solitario. Y sólo faltaría que, parafraseando a Pujol, dijera en algún momento que lo del concierto económico no toca ahora.
Albert Rivera, en un mitín en Sant Boi
(Fuente: flickr)

Para mí, lo más importante ahora es que el nuevo Parlament refleje de la mejor manera posible a la sociedad catalana. Y como el Partido de la Desafección Política ni existe ni es viable, el éxito de esta convocatoria sería que el electorado se movilizara un poco más y la participación alcanzara, por lo menos, superar la barrera del 60%. Los nuevos electores votarían muy probablemente, a uno de los dos grandes partidos de forma mayoritaria. De esta manera se contribuiría a aclarar un poco más el escenario, dejando definitivamente fuera del juego a ciertos experimentos extraparlamentarios (al aumentar el coste medio en votos de cada escaño), y consolidaría la posición de CiU y PSC.

En fin, la situación es delicada, pero espero que se acabe imponiendo el sentido común. Pasar de las votaciones no va a ayudar en nada a la resolución de los grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad en estos tiempos revueltos.

Una fuerte abstención sería solamente una pataleta infantil, sin ninguna trascendencia más allá del día siguiente a las elecciones.

JMBA

jueves, 25 de noviembre de 2010

Pequeñas cosas que no molan nada (2)

Heredé de mi madre la costumbre de utilizar detergente en polvo para la lavadora. Habitualmente de la marca COLON. Con el paso de los años, he mantenido esta costumbre. A pesar de haber tanteado en alguna ocasión otras opciones low cost, siempre he vuelto a las raíces.
Tambores de detergente. Estos son para
casitas de muñecas
(Fuente: rosacm)

Creo que no tengo criterio para decidir cambiar este hábito. Sé que ahora hay detergentes líquidos y en gel, y miles de otras combinaciones que la publicidad se encarga de comunicarnos. Pero nunca he identificado ningún motivo de peso para alterar los modos heredados.

Hace años, el detergente en polvo se distribuía en lo que se llamaba tambores, porque tenían efectivamente esa forma. Se trataba de recipientes cilíndricos, que semejaban a un timbal, tambor o bongo. Con la sofisticación de los tiempos, la forma cilíndrica ha demostrado que no es ideal para el almacenaje ni para el transporte, y los tambores de detergente se han sustituido por lo que supongo habría que llamar cajas de detergente, aunque este término carece por completo de glamour.

Pero existe un problema común, independiente del tipo de envase utilizado en la distribución. Estoy hablando de la dosificación. Nunca se sabe cuál es la dosis correcta de detergente a poner en el cajón correspondiente de la lavadora. Parece claro que si se pone demasiado poco, la ropa no saldrá bien limpia. Pero si se pone demasiado, en algunos casos se puede producir un exceso de espuma que el proceso de aclarado sea incapaz de hacer desaparecer.
Caja de Detergente en polvo
(Fuente: solostocks)

Para facilitar esta labor, en los tambores o cajas acostumbraba a venir un cacito de plástico, de diversas formas, que suponía la dosis para una carga completa de la lavadora. En muchos casos incluso el cacito incorporaba algunas medidas intermedias, y en las instrucciones de uso se indicaba que 3/4 de cacito era suficiente para una carga tal, y medio cacito valía para una colada ligera.

Misteriosamente, sin avisos ni alharacas, estos cacitos desaparecieron de los envases de detergente. Supongo que serían víctimas de alguna campaña de reducción de costes de los fabricantes. Aunque siempre he sospechado que el fabricante piensa que el usuario, desorientado, tenderá a poner en cada colada una cantidad de detergente mayor de la necesaria, por lo que la reposición del tambor o caja se producirá antes, aumentando así sus ingresos.

Yo sigo utilizando en la actualidad el último de Filipinas, quiero decir, el último cacito que encontré en el interior de un tambor o caja de detergente en polvo. Se ha convertido en una de las piezas más preciosas que atesoro en mi casa, porque su reposición parece imposible. Y va pasando de una caja de detergente a la siguiente, cada vez que se termina una.
Este es MI cacito, con sus marcas de medida
(JMBigas, Noviembre 2010)

El caso es que, para ilustrar los diferentes tamaños de envases de detergente, se sigue hablando a menudo, en el exterior de las cajas, de 30 cacitos, ó 48 cacitos, pero NO hay cacito alguno en el interior.

El que conservo es de plástico transparente coloreado, con algunas indicaciones intermedias. Ignoro por completo si su tamaño es el adecuado para los detergentes que se pueden adquirir hoy en día. Pero, falto de referencias de ningún tipo, sigo utilizando el cacito raso para una carga completa de la lavadora.

Con el tiempo, de tanto sumergirse en el mar de detergente para coger su dosis, el plástico se ha ido arrugando, y su estado actual dista de ser el ideal. Pero no puedo tirarlo, porque nada encuentro para poderlo sustituir con ciertas garantías.
Interior de MI cacito, con sus marcas de medida
(a 1/4, 1/2, 3/4 y 1) y su pico para el escanciado cómodo
(JMBigas, Noviembre 2010)

¿Qué estará utilizando quien no haya tenido la precaución de no tirar el último cacito? ¿Un vaso, quizá? Y, por prueba y error habrá llegado a la conclusión de que medio vaso es correcto para una carga completa, y un tercio para una carga ligera. Pero, ¿vasos de 250ml? ¿o más bien vasos de a pinta? ¿o los vasitos pequeños (o grandes) típicos de sidrería?. Y si son de una cristalería buena, ¿mejora el lavado de la ropa?.

¿O es que habrá otras marcas u otros envases que SI llevan cacito incorporado?

Cualquier noticia sobre el cacito desaparecido será bienvenida.

JMBA

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El Ataque de los Mercados

Estamos viviendo unos días muy movidos en los mercados, las Bolsas, y así. Las dudas sobre Irlanda, y la confirmación de que necesita una inyección de liquidez para rescatarla (al no poder ya devaluar la Libra Irlandesa, que dejó de existir en beneficio del Euro), han provocado diversas convulsiones.
Análisis técnico del índice EUROSTOXX50
(Fuente: labolsaporantonomasia)

Los políticos, para justificar estas alteraciones brutales de las cotizaciones (el IBEX35 perdió más del 5% de su valor en solamente dos días) hablan siempre de que estamos sufriendo el ataque de los mercados. Grecia ya tuvo que ser rescatada, y ahora Irlanda. Portugal y también España están bajo sospecha. Y Alemania se encarga de ir amenazando con que la propia supervivencia del Euro está en entredicho. Si pudiésemos esperar algún éxito con la petición, levantaríamos la mano para que paren la noria, que queremos apearnos. Pero esto no funciona así.

Pero, ¿qué es lo que hay detrás de los ataques de los mercados?. Voy a intentar dar algunas pinceladas para que, quien no se dedica a las finanzas, pueda entender algo.

Hace años, leímos en la Prensa que el mercado estaba atacando con firmeza contra la Libra Esterlina. Luego supimos que el líder de ese ataque era George Soros, y el tema consistía básicamente en la venta masiva de Libras para comprar dólares, por ejemplo. Y eso fuerza necesariamente la cotización a la baja. Si vendes mil libras, nada sucede. Pero si vendes varios miles de millones de libras, eso actúa sobre el mercado, rebajando la cotización.

El único principio inmanente es que el dinero, el capital, persigue el máximo beneficio. Y con la globalización, no importa en qué parte del mundo se puede encontrar ese beneficio máximo, ya que el capital es el único bien que está efectivamente globalizado, y se mueve sin demasiadas trabas de un lugar a otro, buscando los puntos adicionales de rendimiento, o lo que sea.

Tradicionalmente, cualquiera que juega en los mercados apuesta a comprar barato y poder vender más caro. Con las acciones convencionales, este es el procedimiento. Hay que desembolsar la totalidad del precio de lo que se compra, y luego se tienen esas acciones en depósito en alguna entidad o broker. Si la empresa da beneficios y distribuye dividendos, se pone la mano y se pilla un rendimiento explícito de esos bienes. Si sube la cotización, y estimamos que el beneficio es suficiente, hacemos caja, vendemos y realizamos el beneficio. En el fondo, sencillo como el mecanismo del botijo. Sólo que, en la actualidad, que el precio suba o baje cada vez tiene menos que ver con el valor real de ese bien, y más con las especulaciones que implementan los diversos actores del mercado.

Desde los años 90 del siglo pasado, aparecieron otras opciones de inversión, progresivamente más sofisticadas, y menos al alcance de cualquier inversor privado. Se trata de las llamadas posiciones cortas, es decir, apuestas a la baja. Se trata en general de productos apalancados (leveraged), es decir, que solamente se desembolsa una parte de la apuesta, por lo que, mientras se mantiene la posición, puede haber intereses por el capital prestado por otros para esa apuesta. Al cerrar la posición, se regularizan los ingresos y gastos, y, en su caso, se percibe el beneficio obtenido. Al tratarse de apuestas a la baja, el inversor consigue beneficios si la cotización del valor (índice, divisa, materia prima, o lo que sea) efectivamente ha descendido. Lo que, para cualquiera no drogado con los mercados, es un contradiós.

Con el tiempo, han aparecido instrumentos financieros más accesibles para el pequeño inversor para realizar este tipo de operaciones. Un buen ejemplo son los llamados CFD (ó Contratos por Diferencia), con los que se pueden tomar posiciones largas (apuesta al alza) o cortas (apuesta a la baja). Podéis ver un ejemplo de cómo funciona esto en IG Markets. La gracia de estos instrumentos es que son apalancados, es decir, que sólo se desembolsa efectivamente una parte de la apuesta. Si tomamos un valor del IBEX35, por ejemplo, el Banco de Santander, un inversor puede tomar, mediante un CFD, una posición (larga o corta) sobre ese valor por importe de 100.000 Euros, pero desembolsando solamente un cinco o un diez por ciento de ese valor. Pero, cuidado, hay que tener en cuenta que, al deshacer la posición, los beneficios (o pérdidas) corresponderán a los 100.000 euros apostados (pero no desembolsados). Podemos, pues, multiplicar las ganancias (o las pérdidas). A que suena arriesgado, ¿que no?.

Con todo este tipo de instrumentos, y, lógicamente, los que tienen a su disposición los grandes capitales internacionales y los grandes fondos de inversión o de pensiones, es posible construir lo que habitualmente se conoce como un ataque de los mercados contra un valor, índice, o lo que sea.

En una situación más convencional de los mercados, la confianza o desconfianza en un valor se caracterizaban por la compra o la venta de acciones (para reinvertir, en su caso, el dinero obtenido en otros valores más fiables, según el criterio del inversor). Con todos los sofisticados instrumentos financieros de este Mercado-Casino que se ha ido construyendo a partir del triunfo del capitalismo salvaje en USA y Reino Unido (Reagan y Thatcher como grandes sacerdotes), los ataques se sustancian en forma de toma de posiciones cortas. Con el apalancamiento, este efecto se multiplica, y se acaban produciendo las caídas a plomo de aquellos valores sometidos a ataque global. 
El famoso Bin Laden (codiciado y en paradero desconocido)
(Fuente: jlavado)

En el mercado, si tomas posiciones cortas por mil Euros contra un valor, sacarás beneficio si el valor efectivamente sufre una bajada en su cotización. Si tomas posiciones cortas por diez mil millones de euros (desembolsando, a lo mejor, sólo el 10% de esa cantidad), estás forzando la cotización del valor a la baja.

Siempre hay que tener claro si tú eres de los que crea olas en el mercado, o de los que sólo surfea en las olas que otros han creado.

Además, todas esas posiciones acostumbran a tener umbrales (de subida o de bajada) en que las posiciones se deshacen automáticamente. Por ejemplo, tomas posición corta en un valor a 10 Euros de cotización, y creas un automatismo para deshacer la posición (es decir, hacer caja) cuando su valor llegue a 9 Euros, por ejemplo. Por eso se acaban creando oleadas y picos y valles, y el profano nunca consigue ver una tendencia general clara, lo que queda para los analistas técnicos de valores.

Como esos automatismos también se emplean en las posiciones largas (apuestas al alza), es muy raro ver un valor cuya cotización crezca persistentemente día a día durante un período largo. Si se ha apostado unos miles de millones de euros en una posición larga para el valor X, con cotización 10 euros, con el automatismo de deshacer la posición (repito, hacer caja) cuando llegue a 11 Euros, la alegría de verlo subir se convertirá en pena porque, al llegar a los 11 Euros se desencadenan ventas masivas del valor, que hacen descender de nuevo su cotización. Esta es parte de la explicación de los clásicos dientes de sierra que siempre muestran los gráficos de la Bolsa.

Este es el mecanismo básico que está detrás de los ataques del mercado contra el IBEX35, o contra la Deuda Soberana de España, o contra el valor que sea. Por eso en los mercados suceden cosas que nadie puede entender, sin ser conscientes de estos movimientos, instrumentos y mecanismos sofisticados que actúan  por debajo. Alemania, especialmente, se queja mucho de los PIGS en la Unión Europea. Pero habría que conocer el volumen de posiciones cortas que los grandes Bancos alemanes, o sus fondos de inversión o de pensiones, tienen contra, por ejemplo, la Deuda Soberana de España.

Este último año hemos asistido, por lo menos, a dos episodios singulares en que estos mecanismos se han descontrolado por diversas razones. Una de ellas fue la estafa que cometió Jérôme Kerviel contra Societé Generale, donde trabajaba. Parece que sin demasiados controles, tomó posiciones muy arriesgadas por hasta 50.000 millones de euros. Una vez deshechas todas las posiciones, quedaron pérdidas por unos 5.000 millones de euros. Una tarde, en Wall Street, se vivió una situación de pánico electrónico, los movimientos del mercado alcanzaron algunos umbrales en los que se desencadenaron cientos de miles de intentos de deshacer posiciones, lo que llevó a un descalabro de los índices. Se produjo una auténtica reacción en cadena, ya que al bajar las cotizaciones, se iban alcanzando los umbrales definidos para más posiciones, que se sumaban inmediatamente a la algarabía vendedora. Al no haber liquidez (demanda), las cotizaciones cayeron a plomo. Y todo ello sin intervención humana, sólo porque los ordenadores tenían colocados semáforos en determinados niveles de precio, y, al alcanzarse, se pusieron todos verdes de golpe. De hecho, la Autoridad de Wall Street tuvo que cancelar, al día siguiente, todos los movimientos realizados a partir de esa situación de descontrol. Y revisar, de paso, los algoritmos utilizados en los ordenadores.

No lo olvidemos, es genuino que el capital y el dinero persigan los máximos beneficios. Pero es perverso que sea posible ganar dinero apostando, también, a la baja, y encima desembolsando solamente una parte de la apuesta.

En fin, si no quieres correr el riesgo de que esos engranajes te machaquen las manos, mantén tus dedos lejos de ellos.

JMBA

martes, 23 de noviembre de 2010

Elecciones en Catalunya (3) - El Debate a Seis

El pasado domingo por la noche, en TV3 se celebró un debate electoral en el que participaron los líderes de las seis candidaturas que tienen actualmente representación en el Parlament de Catalunya. Es decir, Artur Mas por CiU, José Montilla por el PSC, Joan Puigcercós por ERC, Alicia Sánchez-Camacho por el PPC, Joan Herrera por ICV y Albert Rivera por Ciutadans.
Los seis candidatos del debate del domingo
(Fuente: TV3)

Las elecciones en Catalunya se celebran en cuatro circunscripciones (una por Provincia), y en total hay proclamadas 39 candidaturas. Podéis ver todas las candidaturas en la web de las Elecciones 2010. Se presentan 29 candidaturas por Barcelona, 30 por Tarragona, 26 por Girona y 29 por Lleida. Esto significa que hay algunas candidaturas que solamente se presentan en alguna de las circunscripciones, y que muchas no conseguirán con sus escasos votos ni un solo escaño.

Parece claro que las seis fuerzas hoy representadas en el Parlament de Catalunya, seguirán así tras las elecciones. La duda es si habrá algún escaño, además, de alguna otra fuerza, hoy extraparlamentaria. Se habla de la Solidaritat de Laporta, por ejemplo, que ha contratado a la actriz porno María Lapiedra para realizar un video electoral, en línea con los contenidos sexuales o parasexuales que parecen primar en esta campaña.

El debate a seis en TV3 duró dos horas y veinte minutos, y se pactaron previamente los seis grandes bloques del debate, así como los procesos de intervención y réplica. El moderador fue Josep Cuní, ya veterano en estas lides. De acuerdo a las cifras facilitadas por TV3, la audiencia media fue de 612.000 espectadores (21,5% de cuota o share) con un máximo de 768.000 espectadores (23,2% de cuota). Y afirman que la audiencia acumulada fue de 1.496.000 espectadores, un 21,5% de la población de Catalunya.
Artur Mas, de CiU
(Fuente: TV3)

El debate se pudo seguir también por la web de TV3, donde está disponible para su visualización la versión íntegra del video del debate. Según señala TV3, la propia noche del debate hubo hasta 53.000 visualizaciones desde la web, sirviendo hasta 17.000 horas de video en solamente tres horas (entre las diez de la noche del domingo y la una de la mañana del lunes).

Yo no pude ver el debate en directo (de hecho, a esa hora estaba volando de Barcelona a Madrid), pero lo visualicé por completo ayer lunes, por lo que no estoy en las estadísticas que publica TV3.

Entre los bloques negociados había varios de interés general (el Estado del Bienestar, propuestas para salir de la crisis, Política de Alianzas,...) mientras que había algunos otros mucho más específicos de la situación política y social concreta en Catalunya (la lengua, las relaciones entre Catalunya y España,...).
José Montilla, del PSC
(Fuente: TV3)

De los seis candidatos, todo el mundo parece estar de acuerdo en que solamente dos de ellos (Artur Mas y José Montilla) tienen alguna posibilidad de ser el nuevo Presidente de la Generalitat. Empecemos, pues, por ellos.

Artur Mas estuvo impecable en la forma. Se le veía tranquilo, con las lecciones bien aprendidas, seguro de sí mismo, relativamente confiado en que será el vencedor. No interrumpió a los demás, respetando los turnos de palabra escrupulosamente, incluso demorando las respuestas a interpelaciones directas para su siguiente turno de palabra. Mas sabe transmitir muy bien esa sensación de saber a dónde va, que es típica de los pater familias. Está claro que uno de los temas clave es que parece muy improbable que CiU pueda obtener mayoría absoluta, y en este caso todos los demás intentaron forzarle a decir con quién iba a pactar, si le resulta al final necesario para su investidura. Se salió bien de estos acosos, aunque estuvo muy sutil y sibilino, no diciendo nada que no quisiera decir, o que pudiera interpretarse de forma no conveniente para su candidatura. Los sondeos indican que probablemente le falten cinco o más diputados para conseguir la mayoría absoluta. Montilla manifestó su temor de que Mas acabe pactando con el PP, a lo que Mas le replicó que está en su mano que no tenga que hacerlo, si el PSC acepta apoyarle. A lo que Montilla le replicó que de ninguna forma puede apoyarlo con el programa electoral que presenta CiU.

Puigcercós le propuso a Mas apoyarle para plantear el debate en Madrid para conseguir el concierto económico (al estilo del País Vasco o Navarra). Pero que si no se podía sacar adelante, le pedía a Mas que se comprometiera a convocar a continuación un referéndum sobre la independencia. Mas no aceptó el envite, y le replicó que un tal referéndum no haría más que fragmentar a Catalunya. Le dijo, además, si estaría dispuesto Puigcercós a convocar un referéndum para perderlo. La réplica de ERC vino por la comparación con Québec, que ha convocado (y perdido) dos referéndums por la independiencia del resto de Canadá. Pero que el último lo perdió por un margen muy escaso, y que desde entonces mejoraron muchísimo las relaciones de Québec con el resto del país (Puigcercós dixit).
Joan Puigcercós, de ERC
(Fuente: TV3)

El tema del concierto económico parece ser la clave para Mas. Para quien no esté familiarizado con esta figura, lo voy a explicar un poco. En el estado autonómico que es España, la forma habitual de proceder es que es el Estado quien recauda los impuestos, y luego asigna partidas presupuestarias a la financiación de los gobiernos autonómicos (sé que estoy erosionando algunos matices, por mor de la claridad y concreción). Por el contrario, con el concierto económico es la autonomía la responsable de recaudar los impuestos. Y luego, siguiendo los acuerdos establecidos, transfiere al Estado unas cantidades definidas, para financiar los servicios comunes que presta el Estado.

Puigcercós, cuya obsesión parece ser el balance fiscal, no paraba de soltar aquello de que el dinero que se recauda aquí se va a Madrid, y ya no vuelve. Y, lógicamente, le entusiasma la propuesta de perseguir el concierto económico.

Montilla estuvo pacato, tímido, inseguro. Vamos, como es él habitualmente, inexpresivo, pero hiriente en algunas réplicas. Reafirmó que esta es la última vez que se presenta como candidato, y dió la sensación de estar bastante seguro de que esta vez será Mas el President. El PSC, en esta última fase de campaña, está insistiendo en conseguir movilizar votos, reducir la abstención, porque cree que esto le beneficiaría. Defendió todo lo que pudo las realizaciones del Tripartit, pero se alejó en muchos temas de la opinión de ERC y de ICV, sus socios de gobierno hasta ahora, como para reafirmar que no se va a reeditar el tripartito.
Joan Herrera, de ICV/EUIA
(Fuente: TV3)

Herrera estuvo, en general, correcto. Con ese discurso habitual entre el sermón del cura de parroquia y la lección del profesor de instituto, transmitió a la audiencia las grandes líneas de lo que denominan como izquierda ecologista.

Alicia Sánchez-Camacho (PPC) y Albert Rivera (Ciutadans) fueron los únicos que realizaron alguna intervención en castellano, ya que todo el debate se desarrolló en catalán. Rivera hizo una propuesta de pacto anticomisiones y anticorrupción, a lo que Mas replicó airado que las acusaciones, con pruebas.

Uno de los temas más vivos en la discusión fue el de la lengua. PPC y Ciutadans propusieron un modelo educativo trilingüe (se llegó a hablar de 40% castellano, 40% catalán, 20% inglés), como el elegido por los señores Mas y Montilla para sus hijos, aunque en su caso por la privada. La réplica más airada vino de ERC y de ICV, en la línea de que la inmersión lingüistica es la única solución para evitar la segregación, adonde irremisiblemente conduciría esa propuesta de educación trilingüe, según ellos.
Alicia Sánchez-Camacho Pérez,
del Partido Popular de Catalunya
(Fuente: TV3)

Otra aportación, que me pareció sensata, de Albert Rivera fue en la línea de que en lugar de perseguir un mayor autogobierno, habría que gestionar y administrar mejor el que ya se tiene. Este tema animó el debate de la eficacia y de la eficiencia de la Administración catalana, permitiendo a Mas insistir en la necesidad de reducir el número de Consellerias y de organismos públicos, y al reconocimiento de que por supuesto que el tripartito ha hecho cosas, porque bonito estaría que una organización con 220.000 empleados no hiciera nada.

Se planteó también el tema de la inmigración y los inmigrantes, que suscitó algunas polémicas. Lógicamente, Alicia Sánchez-Camacho (que dijo ser hija de extremeño y andaluza - o viceversa) defendió la inmigración legal, con papeles, etc. La réplica de la izquierda (ERC e ICV, especialmente) fue en la línea de que los inmigrantes son personas y no se pueden usar y devolver luego. Albert Rivera insistió en que sus padres se movieron a Catalunya desde otras regiones del Estado, que él es catalán porque nació en Catalunya, pero que sus padres no fueron inmigrantes, pues eran ciudadanos españoles. A su vez recriminó a Puigcercós su salida de tono en el inicio de campaña, (el famoso Madrid es una fiesta fiscal y en Andalucía no paga ni Dios) porque con ello también me insulta a mi, porque tengo familia próxima en Andalucía.

En resumen, el debate contribuyó a que todos se pudieran explayar, que pudieran poner encima de la mesa algunos temas que les separan (incluso abismalmente), y conseguir sus pequeños momentos de gloria. Pero no tengo nada claro si puede haber contribuido de algún modo a disminuir la desafección de los ciudadanos por la política y los políticos en general. Y, por tanto, a disminuir la abstención que se prevé muy elevada.
Albert Rivera, de Ciutadans
(Fuente: TV3)

El moderador consiguió su objetivo, haciendo respetar los tiempos pactados y, según afirmó al final, todos habían dispuesto exactamente del mismo tiempo en total para defender sus posiciones.

El censo electoral (provisional) para estas elecciones 2010 al Parlament de Catalunya es de 5.229.651 ciudadanos, 17.865 más que en las últimas elecciones del 2006. Si se confirmara una abstención próxima al 50%, esto significaría que sólo votarían unos 2,6 millones de ciudadanos, lo que podría poner el precio medio del escaño por debajo de los 20.000 votos. Y esa podría ser la puerta por la que se colaran en el Parlamento alguna de esas fuerzas hoy extraparlamentarias, incluso las más provocativas y abiertamente frikis. La mejor noticia para todos sería que la participación alcanzara el 60-65% (por lo menos), lo que indicaría una disminución de la desafección, y una recuperación del ciudadano medio para la causa de la política. Y, seguramente, consolidaría la posición de los dos partidos mayoritarios.

Para hoy, martes, está previsto un debate a dos (solamente Mas y Montilla), también en TV3, y pendiente de la aprobación de la Junta Electoral Central, que le ha pasado la patata caliente a la de Barcelona. Veremos si se puede celebrar al final y aporta alguna nueva luz a esa confrontación. Al final del debate del domingo, Mas incluso le propuso a Montilla quedarse ellos dos frente a las cámaras para realizar a continuación el debate a dos. Los candidatos de las otras cuatro formaciones se han manifestado inequívocamente contrarios a la celebración del cara a cara.

En resumen, mi conclusión es que Artur Mas ya ha adoptado la pose de President de la Generalitat in pectore, y la gran duda que resta es qué y con quién tendrá que pactar, dependiendo de los resultados electorales finales. PPC y Ciutadans progresarán ligeramente, ICV se mantendrá (parece que tienen una buena masa de voto cautivo), mientras que PSC y, especialmente, ERC pueden sufrir un fuerte descalabro electoral, es decir, la retirada de muchos votos prestados en la anterior convocatoria.

Veremos cómo se desarrolla la campaña en los próximos días, a ver si finalmente hay debate este martes, y para el viernes os daré mi diagnóstico final, justo antes de la jornada de reflexión del sábado y de la jornada electoral del domingo.

JMBA