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martes, 31 de enero de 2012

Escapada a Marsella

Marsella es una de esas grandes ciudades por cuyas cercanías pasamos con cierta frecuencia (viajando hacia la Costa Azul o Italia), pero es, en general, bastante desconocida.
Vallon des Auffes, junto a la Corniche.
(JMBigas, Mayo 2007)

Yo habré pasado no menos de una docena de veces por esa ruta, y a menudo me he detenido, por ejemplo, en Aix-en-Provence, una pequeña ciudad provenzal muy agradable, pero solo una vez me había desviado del camino para conocer el Puerto Viejo de Marsella.

Tenía ganas de pasar, al menos, un par de días ahí, y también de viajar en el TGV desde París a Marsella (en poco más de tres horas; una gozada).

En 2007, conseguí liberar unos pocos días del Puente de San Isidro (del 12 al 15 de Mayo; de sábado a martes), y preparé una escapada a Marsella. En avión a París el sábado (con tiempo para comprar algunos libros en Gibert Jeune), y TGV el domingo de buena mañana, llegando a Marsella antes del mediodía. Y de vuelta el martes (TGV matinal y avión de vuelta a Madrid desde Orly).

Con algunas semanas de antelación conseguí unos billetes de avión y del TGV en primera clase a un precio muy atractivo. Y allá que me fui.
Marsella y la estación St Charles, desde el hotel
Mercure Marseille Centre.
(JMBigas, Mayo 2007) 

Llegué a Marsella el domingo a media mañana. Tras visitar el hotel que había reservado (el Mercure Marseille Centre, en una zona muy tranquila cercana al Vieux Port, junto a la rue Colbert), bajé hasta el puerto, y allí tomé el autobús 60 para subir hasta la basílica de Notre Dame de la Garde, una atalaya natural del Puerto y de la ciudad. Ya os he contado esa visita.

De vuelta al Vieux Port, tomé esta vez el autobús 83 (que sale desde el Fort St. Jean, en el extremo norte del puerto), para seguir la llamada Corniche, es decir, el camino costero que va siguiendo la línea del mar al sur del Puerto Viejo. Técnicamente, en casi todo su recorrido se llama Corniche Président John F. Kennedy. Me apeé del autobús en la parada de Catalans, junto a la Plage des Catalans. Por esa zona, entre la Corniche y el mar abundan los restaurantes marineros y las casitas con sus terrazas y solariums. Seguí a pie hasta el Vallon des Auffes (equivalente a un par de paradas del autobús), parando en el monumento frente al mar, dedicado a los caídos de todas las confesiones, en los ejércitos de Oriente y de tierras lejanas. El Vallon des Auffes es un paisaje curioso, pues se trata de un pequeño puertecito interior natural, al que las barcas acceden por debajo de la Corniche. Una zona donde reina (como es casi habitual por toda la ciudad) el caos y el desorden, con coches aparcados en las posiciones más inverosímiles, casitas bajas y varios restaurantes, bares y pizzerías. Y barquitas por todas partes.
Carrusel en plena Canebière, Marsella.
(JMBigas, Mayo 2007)

Seguí luego la Corniche con el 83, alejándonos del mar por la Avenue du Prado, hasta el Rond Point du Prado, muy próximo al Stade Vélodrome, el estadio sede del Olympique de Marseille (el omnipresente OM). La Avenue du Prado es totalmente rectilínea, y plagada de mansiones, embajadas y demás. Es de las zonas más nobles y reconocidas del centro de Marsella.

Aparte de los autobuses, Marsella dispone de un par de líneas de Metro, que permite moverse con comodidad por buena parte del centro (incluyendo una parada en el propio Vieux Port). Cuando estuve en 2007, varias avenidas del centro (incluyendo un trozo de la propia Canebière), estaban en obras avanzadas para la reimplantación del tranvía en la ciudad. Actualmente, ya se dispone de dos líneas de tranvía que permiten moverse de forma más atractiva por algunas zonas del centro, hasta, por ejemplo, la zona portuaria de La Joliette (base para los ferries y cruceros) y más allá, en la zona de desarrollo del proyecto Euromediterranée.
Mercadillo de pescado, en el Vieux Port de Marsella.
(JMBigas, Mayo 2007)

En el Metro volví a la zona del Puerto, y cené en algún restaurante de la zona, por la Place aux Huiles.

El lunes por la mañana quería visitar la Estación ferroviaria de St Charles, por la que ya había pasado (con el equipaje) a mi llegada a Marsella. Fui a pie desde el hotel, cruzando unos barrios donde yo era el único europeo a la vista. Aunque la distancia no era muy grande, decidí que, al día siguiente, realizaría el trayecto en el Metro, como a la llegada.

La estación estaba cerrada por una amenaza de bomba, por lo que sólo pude compartir un rato con una aglomeración de gente, en el exterior, que había sido desalojada de la estación.

Desde allí seguí a pie hacia la Canebière. Esta es la avenida más conocida y animada del centro de Marsella, que acaba justo en el Vieux Port. Estaba casi toda en obras (algunas para el tranvía, y otras para propósitos desconocidos para mí). En el Puerto Viejo había visto la oferta de una breve excursión marítima por el puerto y la bahía, hasta las próximas Îles du Frioul. El trayecto tenía el atractivo de pasar cerca de la isla de If, donde está el Château d'If, la prisión donde consumió tantos años Edmundo Dantés, el Conde de Montecristo.
Palais du Pharo, Vieux Port, Marseille.
(JMBigas, Mayo 2007)

Por la mañana de ese lunes, por los muelles del Puerto Viejo había un nutrido mercado de pescado, con pulpos vivos en barreños de agua y grandes piezas que los expertos cortaban a gusto del cliente.

El trayecto marítimo (de ida y vuelta, con parada en las Frioul) resultó muy entretenido, y ofrece unas vistas espectaculares sobre toda la fachada marítima de Marsella, en particular hacia el Puerto Viejo. Pude conseguir algunas buenas fotografías tanto de la basílica de ND de la Garde (elevada unos 150 metros sobre el nivel del Puerto), como sobre la Cathédrale La Major (técnicamente, Sainte-Marie-Majeure). Las Îles du Frioul son un importante recurso recreativo, con instalaciones de puerto deportivo, segundas residencias y demás.

Sin embargo, el tiempo meteorológico estaba algo movido, con mucho viento,  bastante fresco, y la estancia en la cubierta superior del barco resultaba algo incómoda. Entre el movimiento del barco y el viento, un breve vídeo que grabé durante la travesía resulta inutilizable en la práctica.
La pequeña isla de If, con su castillo-prisión.
(JMBigas, Mayo 2007)

Por la zona del Vieux Port (no en los meses de pleno invierno), circula un trenecito turístico que tiene dos rutas. La primera sube hasta la basílica (pero yo ya había estado allí con el autobús 60) y la otra recorre el barrio de Panier, también conocido como la Vieja Marsella, y que fue el primer enclavamiento de los marineros griegos de Focea que fundaron la ciudad en el 600 A.C. Es el primer arrondissement de la ciudad, y un barrio intrincado de pequeñas callejuelas y cul-de-sac, con fama de haber alojado a buena parte de los hampones de la ciudad.

De hecho, durante la ocupación alemana de Marsella durante la Segunda Guerra Mundial, parte del barrio fue directamente dinamitado, porque los alemanes estimaban que era el refugio de los resistentes y terroristas que les inquietaban.
Embarcadero en las Frioul.
(JMBigas, Mayo 2007)

De modo que me subí en el trenecito, que siguió por el quai du Port, para remontar las callejas del Panier. Me apeé en las cercanías de la Catedral La Major y la Vieille Charité. Por allí paseé un poco, deleitándome en alguna de las plazoletas recoletas de que dispone el barrio. Pero también es cierto que hay muchas callejuelas atestadas de vehículos estacionados hasta encima de las farolas (un decir). Muchas de ellas tienen tramos en escalera, lo que las hace inaccesibles al tráfico rodado. Claro que en Marsella (y en eso se parece a Nápoles) si no hay un muro se puede pasar, aunque quizá esté prohibido.

Las calles del Panier tienen  mucho pequeño comercio de artesanías diversas y de productos provenzales en general, como jabones, perfumes, colonias, así como souvenirs de diverso calado. La Catedral estaba en obras (una de las maldiciones clásicas del turista). Hacia el final del puerto está el Fort Saint Jean que, junto al Fort Saint-Nicolas (en el lado sur del Puerto), vigilaban su entrada. Por la zona está la Iglesia de Saint Laurent (del siglo XII), así como el Clocher des Accouls (del siglo XIII).
Una de las plazas recoletas en Le Panier.
(JMBigas, Mayo 2007)

Tras deambular un rato por las calles del Panier, monté de nuevo en el trenecito, que me devolvió al Vieux Port, sano y salvo y nada cansado (que el viaje en el trenecito te evita algunos repechos de los que van minando al visitante).

Comí algo por la zona del Puerto, y tomé el Metro hacia la Place de la Joliette (que está al norte del Panier). Esta zona es bastante más moderna, y allí está la terminal para los ferries (especialmente hacia Córcega) y los barcos de crucero que recalan en Marsella. La rue République (una de las arterias comerciales más importantes de Marsella) une el Vieux Port y la Joliette. En la actualidad, buena parte de esa avenida está recorrida por el tranvía, que no cruza el Vieux Port, sino que se desvía unas calles más arriba, por la rue Colbert. Hoy el tranvía (línea T2) cruza la Place de la Joliette y sigue un poco más, hacia las nuevas zonas en desarrollo, bajo el marco del proyecto Euromediterranée.
Place de la Joliette.
(JMBigas, Mayo 2007)

Desde la Joliette tomé de nuevo el Metro, para visitar el Palais de Longchamp. Este monumento fue inicialmente concebido para la celebración de la llegada a Marsella del agua del río Durance en 1838, tras una terrible sequía seguida de lluvias torrenciales, inundaciones y brotes de cólera que provocaron más de tres mil muertes. Se pretendía construir un Château d'Eau (con fuentes y cascadas bien visibles desde el bulevar Longchamp), que pudiera albergar los Museos de Bellas Artes y de Historia Natural. Hubo varios proyectos fallidos (incluso con pleitos planteados por algunos arquitectos consultados), pero el monumento fue finalmente inaugurado en su formato actual en 1869. Es una construcción muy agradable de ver, con una columnata semicircular que une los cuerpos de los dos Museos. También existe en la zona un Jardín Botánico y el Jardín Zoológico.

Desgraciadamente, era ya demasiado tarde para visitarlo, y sólo pude conseguir algunas bonitas fotografías de la zona frontal, con sus juegos de agua. Actualmente, la línea T2 del tranvía discurre por buena parte del boulevard Longchamp, y pasa frente al propio Palais. Yo bajé por ese bulevar  (de estilo haussmaniano) a pie, hasta la zona de Reformés y la Canebière, donde está la iglesia de Saint-Vincent-de-Paul, fácilmente reconocible por sus dos altas torres.
Palais de Longchamp, Marsella.
(JMBigas, Mayo 2007)

La mañana del martes tuve que madrugar, ya que mi TGV para volver a París salía de Marsella St Charles pasadas las siete y media de la mañana. En el camino realicé algunas breves grabaciones en vídeo, que os ofrezco aquí. Llegué a Paris Gare de Lyon antes de las once de la mañana. De allí, con el RER y el Orlyval, fui hasta el aeropuerto de Orly, con tiempo sobrado para abordar mi vuelo de vuelta a Madrid.

En resumen, Marsella es una ciudad muy extensa, pero sus principales atractivos turísticos se desarrollan en el entorno del Vieux Port. Según se publica en la prensa, tiene algunos barrios periféricos que son bastante conflictivos, pero por allí nunca se perderán los pasos del visitante ocasional. Por todo el centro, lo más negativo que podéis vivir son algunas zonas algo sucias, y una sensación general de caos y desorden, que hacen de Marsella una capital latina y mediterránea de manual. Además, la mayoría de inmigrantes en Marsella, muy numerosos, proceden también de la ribera (sur) del Mediterráneo, especialmente de Argelia, como el propio Zinedine Zidane.


Aparte del adelanto de fotografías que os incluyo aquí, podéis ver una colección mucho más completa, en tres álbumes:



Marsella: Vieux Port e Islas Frioul




Marsella: Corniche, Prado, Longchamp




Marsella: St Charles, Canebière, Panier, Joliette





Asimismo, os incluyo un par de vídeos breves, que ilustran todavía mejor la escapada.







Fin de la escapada.

JMBA

lunes, 30 de enero de 2012

Las Pesadas Alas de los Aviones

El pasado viernes nos hemos cenado con la noticia de que la compañía Spanair ha cancelado todas sus operaciones, y está instruyendo un procedimiento de concurso de acreedores. Todo indica que la compañía va a desaparecer, todos sus empleados acabarán en el paro y no veremos volar más a los aviones de Spanair, al menos bajo esta marca.
(Fuente: elmarginado)

En los últimos años, hemos visto quebrar en España a varias compañías aéreas (Air Madrid, Air Comet,...). Pero esta de Spanair nos toca más de cerca a todos los que volamos con alguna frecuencia. En efecto, se trataba de una compañía de vuelos regulares, con un buen catálogo de vuelos nacionales (peninsulares e insulares), así como algunas rutas internacionales.

Aunque ya era más o menos conocido, esta circunstancia ha puesto de manifiesto el apoyo (político y económico) que le ha brindado a esta aerolínea, los últimos años, la Generalitat de Catalunya. El objetivo último habría tenido que ver con la voluntad de que el aeropuerto de El Prat en Barcelona fuera un hub de primer nivel europeo, así como el de disponer (casi) de una aerolínea de bandera (catalana). Las ayudas públicas parece que podrían haber sido de hasta 150 millones de Euros.

La Generalitat de Catalunya, que está pasando por muy serios problemas de liquidez (lo que les ha obligado a algunos recortes mediáticos en la Sanidad, por ejemplo) no podía seguir sosteniendo artificialmente a esta compañía. Otras posibilidades de acuerdos con terceros (como Qatar Airways - QA) también han fracasado. Cada cual busca lo que necesita, y puede ofrecer aquello de lo que dispone. QA podría estar buscando acuerdos con aerolíneas que alimenten de pasajeros europeos a su hub de Qatar, para así llenar sus vuelos especialmente al Sudeste Asiático y a Extremo Oriente. Spanair no tenía esa vocación.
Air Comet cesó operaciones en 2009.
(Fuente: elblogdelvuelo)

Si algún sector ha contribuido de forma determinante al gran desarrollo económico europeo tras la Segunda Guerra Mundial, el transporte aéreo está en primera línea. No sólo ha facilitado los intercambios comerciales a nivel global, sino que ha permitido desarrollar una industria turística que, en España, es hoy la primera industria nacional y responsable de más del 10% del PIB total.

Al principio de su desarrollo, la gran mayoría de compañías aéreas eran de bandera (cada país tenía la suya). En los 80, Estados Unidos vivió la gran revolución de la liberalización del sector, que se llevó por delante algunos tótems como la PanAm o la TWA, así como multitud de pequeñas compañías nacidas bajo las alas de la esperanza en la liberalización.

Recuerdo a mediados de los 80 haber realizado un vuelo de ida y vuelta desde NYC a Buffalo (para visitar las Cataratas del Niágara). A la ida volamos con People Express (desaparecida, por supuesto), que cobraba el pasaje ya en vuelo, pasando el carrito con la bacaladera. A la vuelta lo hicimos con Piedmont (también absorbida).

Las últimas décadas han marcado la liberalización del transporte aéreo en Europa. Uno de los primeros efectos fue que las compañías nacionales de bandera tuvieron que evolucionar muy rápidamente hacia un mercado competitivo abierto. No está tan lejano el día en que cualquier empresa no tenía más remedio que pagar el equivalente a 700-1000 euros por un vuelo de ida y vuelta entre Madrid y París. Se podía escoger entre Iberia y Air France, pero la tarifa era prácticamente la misma.

Y hasta bastante recientemente, un vuelo nacional entre Madrid y Granada, por ejemplo, no tenía más opción que Iberia con una tarifa superior a los 300 Euros.
Air Madrid tuvo que cerrar en 2006.
(Fuente: vuelosfera)

En general, las compañías tradicionales de bandera arrastraban unos pesados lastres, en forma de privilegios casi de casta, al abrigo de unas tarifas exageradamente elevadas. Todas han pasado situaciones complicadas, que han abocado a acuerdos, uniones, absorciones, fusiones y demás. Algunas han conseguido sobrevivir en mejor forma que otras. Iberia no lo ha hecho mal, y sus acuerdos con British Airways parece que le permiten competir en bastante buenas condiciones.

Otro de los pesados lastres era la necesidad (por mor del servicio público) de mantener operativas rutas claramente deficitarias. Pero ese tipo de restricciones se han ido evaporando. En España prácticamente sólo quedan las ligadas a la insularidad de ciertos territorios. Pero como, y no por casualidad, tanto las Baleares como las Canarias son auténticos emporios del turismo, no hay ningún problema en que variadas aerolíneas se disputen ese jugoso pastel (entre ellas estaba Spanair de modo muy destacado).

El fenómeno de las llamadas compañías de bajo coste (low cost) ha marcado el muy importante desarrollo de los viajes de más corta duración, de las llamadas escapadas. Se trata de compañías de nuevo cuño, nacidas con vocación de poder operar con los mínimos costes. Y muchas, además, aprovechan las subvenciones públicas, siempre interesadas en facilitar el acceso de turistas a sus territorios. Es famoso el caso de Ryanair, que ha llevado un inesperado florecimiento a muchos aeropuertos de segundo y tercer nivel, en la búsqueda insaciable de tasas de operación menores y de subvenciones de las autoridades regionales o locales.
People Express tuvo un éxito considerable, pero
solamente operó entre 1981 y 1987.
(Fuente: viewlinerltd)

En la última década, además, hemos asistido a un fenómeno todavía más extremo. Muchas administraciones regionales han promocionado la construcción y desarrollo de nuevos aeropuertos. Algunos, como el de Ciudad Real, al hilo de un delirante (y fallido) proyecto de construir Las Vegas de La Mancha. Otros, como el de Castellón (para personas, no para aviones) por el ego superdesarrollado de algunos caciques locales, como el sempiterno Carlos Fabra.

A pesar de todos los equilibrios que queramos aceptar, sólo hay dos clases de negocios: los rentables y los que no lo son. Y el modelo de negocio de una compañía aérea es muy delicado, ya que venden un producto extremadamente perecedero, para el que no existen ni almacenes ni cámaras frigoríficas donde conservar los productos no vendidos. Un asiento vacío en un avión en vuelo ya jamás podrá venderse, es merma pura.

Por otra parte, el modelo aeroportuario en España sigue siendo público y centralizado, a través de AENA. Caso prácticamente único en toda la Unión Europea, lo que provoca que las tasas aeroportuarias en España siempre se encuentren en la franja más elevada.

Diversas desgracias e infortunios han perseguido a Spanair en su andadura. Desde luego no fue la menor el accidente de Barajas de Agosto de 2008 (153 fallecidos). Y tampoco era nimia la fama entre los viajeros habituales de que publicitaban más vuelos de los que pensaban operar, en las rutas más activas. Volar de Madrid a Barcelona, por ejemplo, con Spanair, acostumbraba ser un calvario de retrasos y de fusiones sobre la marcha de distintos vuelos, dependiendo de su ocupación. Detalles de los que el viajero habitual huye como de escaldarse.

Por otra parte, los delirios localistas que tienen algún sentido, son satisfechos por los operadores habituales en condiciones de rentabilidad y de búsqueda del mejor servicio. Un par de días después de Reyes, viajé de Barcelona a Madrid en un gran Airbus 340 de Iberia, que provenía de Miami. Si el volumen de viajeros lo justifica, cualquier aerolínea está dispuesta a ese tipo de arreglos. Y conviene descartar las ensoñaciones nacionalistas que ven complots y conspiraciones en todas partes. Pero parece claro que un país como España sólo puede tener un aeropuerto que sea un gran hub internacional. Por motivos de rentabilidad y de comodidad de los pasajeros, si no queremos evocar otros.
Spantax fue otra compañía aérea española, también con
base en Palma de Mallorca, que operó entre 1959 y 1988.
(Fuente: elendil)

La Generalitat de Catalunya puede favorecer que existan vuelos directos desde Barcelona a algunos destinos internacionales, cuya demanda lo justifique. Pero no se puede andar continuamente en la dirección contraria a la rentabilidad, porque eso te acaba pasando factura. Y ya veremos cómo terminan los contenciosos con los aeropuertos de Girona y de Reus, por los que Ryanair está consiguiendo subvenciones de monto importante, y ya ha amenazado repetidas ocasiones con cancelar muchas operaciones si no se cede a su chantaje en forma de subvenciones crecientes.

Lo que es una pena grande es que, una vez más, el cierre de Spanair se haya producido con nocturnidad y alevosía, cuando quedó claro que no había ningún otro remedio. La compañía acabó vendiendo billetes para vuelos que ya no pensaba operar, y miles de viajeros se han visto abandonados poco menos que a su suerte. Antes de ser terminal, cualquier situación ha sido solamente dramática, y antes simplemente mala. Me gustaría haber podido asistir a un cierre ordenado de las operaciones de Spanair. Quizá hasta se podrían haber subastado, a buen precio, algunas plazas del último vuelo de Spanair entre Las Palmas y Barcelona (un decir), que hay gente pa tó.

Pero no ha sido así, y otra vez hemos tenido que asistir a las imágenes turbadoras de viajeros abandonados en los aeropuertos, teniéndose que buscar la vida por sus propios medios, ante la ruptura de contrato, sin preaviso, de su proveedor.

El Ministerio de Fomento ya ha advertido de que habrá sanciones (y tiene que haberlas) a la compañía por este comportamiento.

Lo que está por ver es si quedará alguien para pagarlas.

JMBA

jueves, 26 de enero de 2012

Camps y Mourinho, unidos por un Match Point.

El genial Woody Allen demostraba (en Match Point - 2005) que cosas muy trascendentes (la libertad vs. la acusación de asesinato) podían tener un final diferente según la bola (o un anillo)  acabara cayendo a uno u otro lado de la red.
Más vale tener suerte que talento. Así empieza la
película Match Point (2005) de Woody Allen.
(Fuente: axelgb)

Hoy, el antiguo Presidente de la Generalitat Valenciana y el actual entrenador del Real Madrid están unidos por esta realidad.

Un jurado popular decidió declarar no culpable (por cinco votos a favor y cuatro en contra) a Francisco Camps y Ricardo Costa del delito de cohecho impropio en el caso conocido como de los trajes. El veredicto certifica que el jurado no encontró suficientes motivos y/o pruebas como para considerar a los acusados culpables de ese delito.

En este caso, la bola cayó del otro lado de la red, y el punto fue válido. Algunos critican el veredicto, en base a la posibilidad (presunta) de manipulación del jurado. Es conocido que la institución del jurado es básicamente garantista, y se ha repetido muchas veces la frase de que si yo hubiera cometido un delito, preferiría que me juzgara un jurado popular. En cualquier caso, es la aplicación del principio in dubbio, pro reo. Los dos acusados han quedado exculpados de todos los cargos.

Otra cosa es su reputación política de honradez y limpieza, que sigue en entredicho. Hemos visto y oído demasiadas cosas como para pensar que son angelitos.
Francisco Camps saluda a sus partidarios, tras conocer
el veredicto.
(EFE; Fuente: cadenaser)

Este miércoles, en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, el Fútbol Club Barcelona consiguió finalmente pasar a semifinales, al empatar a dos goles, haciendo valer el 1-2 del partido de ida en el Bernabeu. Algunos discuten el resultado, alegando que el arbitraje fue favorable al FCB. Personalmente, creo que el arbitraje fue malo. Teixeira se tragó varios penalties (en las dos porterías; algunos incluso hablan de 2+3), y estuvo laxo en la aplicación de la disciplina deportiva. Lass debería haber sido expulsado por doble amarilla. Posiblemente, Alves también. Y Sergio Ramos debería haber abandonado el campo mucho antes. Pepe le hizo penalty a Alexis, y Busquets y Abidal, en dos ocasiones, pudieron incurrir en mano dentro del área (interpretable, en cualquier caso; incluso después de verlo muchas veces a cámara super lenta). Y quizá debió añadir un minuto más al tiempo de descuento, por algunas incidencias que paralizaron el juego.
Mourinho, en la rueda de prensa en el Camp Nou,
tras el partido de este miércoles.
(Fuente: orange)

Pero todo eso es especulación. Vimos un partido fabuloso entre los que, sin duda alguna, son los dos mejores equipos del mundo. El Madrid se deshizo de su corsé (¿las consignas de Mourinho?¿el miedo escénico?) y jugó de poder a poder. El Camp Nou y todos los culés (incluidos los jugadores y el propio Guardiola) sintieron miedo, y eso es lo que hace grande a este deporte. La única realidad histórica es que el FCB ha pasado a cuartos de final por un cómputo global de 4-3. Lo que no impide considerar que las cosas podrían haber sido muy diferentes si el Madrid hubiera jugado en el Bernabeu como jugó ayer. Y me parecen fuera de lugar, y un episodio más de los lloros a los que tan habituados nos tiene ya este autista portugués de Mourinho, los comentarios de Casillas al árbitro (ahora ya te puedes ir de fiesta con los del Barça), o lo que Mourinho, muy sutilmente, dijo haber oído en el vestuario (aquí es imposible ganar). Por cierto, en la rueda de prensa el portugués prefirió ser dueño de sus silencios que esclavo de sus palabras. Aunque hay silencios atronadores.

Pero, curiosamente, Camps y Mourinho estuvieron ayer hermanados por un Match Point. Ni Camps es inocente (sólo fue declarado no culpable), ni el Real Madrid es peor equipo que el FCB. Sólo que Camps quedó exculpado y el FCB ha pasado a semifinales.

La bola chocó con la red en los dos casos, pero cayó a lados distintos.

JMBA

lunes, 23 de enero de 2012

Marsella. Basílica ND de la Garde

Marsella (pop. 850.602) es la segunda ciudad más poblada de Francia, y la tercera área metropolitana (con 1.715.096 habitantes), después de París y Lyon. Parece que la ciudad fue fundada por marineros griegos de Focea (en la península de Anatolia) en torno al 600 a.C.

La Basílica de Nd de la Garde, desde la entrada al
Vieux Port de Marsella.
(JMBigas, Mayo 2007)


Su área metropolitana incluye municipios próximos, como Aix-en-Provence o Martigues.

La ciudad es muy extensa (240 kilómetros cuadrados), pero casi el 40% de su extensión es terreno natural protegido donde no se puede construir. Ocupa un anfiteatro rodeado por montañas: el Macizo de Calanques al Sur, l'Estaque (inmortalizado por el pintor Paul Cézanne) al norte y las cadenas montañosas de l'Étoile y Garlaban al noreste. Al sur de la ciudad se extiende una sucesión de pequeñas calas (calanques), algunas de las cuales son prácticamente sólo accesibles por mar.

El centro de la ciudad es el Vieux Port (Puerto Viejo). Tiene forma de U, y su entrada está orientada al Oeste. Perpendicular al Vieux Port, desemboca la avenida más famosa de Marsella: la Canebière. Cerca del Vieux Port, en la bahía de Marsella, está el pequeño archipiélago de las Islas Frioul, una de las cuales es la de If, donde estaba la prisión (Château d'If) en que cumplió condena Edmundo Dantés, más conocido como el Conde de Montecristo en la obra de Alejandro Dumas.
Basílica de ND de la Garde (1864) en estilo
románico-bizantino.
(JMBigas, Mayo 2007)

Los diferentes quais (muelles) que rodean al Vieux Port albergan muchos restaurantes de especialidades marineras, entre las que destaca la famosa Bouillabaisse.

Existe una atalaya natural sobre el Puerto Viejo y buena parte de la ciudad. Se trata de una colina calcárea, de unos 150 metros de altitud, situada al sur del Vieux Port. En lo alto de esta colina existía ya una ermita, edificada en el año 1214 y reconstruida en el siglo XV. En 1536, el rey Francisco I de Francia ordenó construir allí una fortaleza para defender Marsella de los ataques de la armada de Carlos V. Sobre la base de esa fortaleza, a mediados del siglo XIX se inició la construcción de una basílica menor, dedicada a Notre Dame de la Garde, que fue consagrada en 1864.

La construcción es de estilo románico-bizantino, obra del arquitecto Henri-Jacques Espérandieu (1829-1874). Consta de una cripta excavada en la roca (de estilo románico), y una iglesia superior, decorada con mosaicos de claro estilo oriental. Sobre un campanario cuadrado de 41 metros de altitud, se levanta una especie de torre de 12,5 metros, que actúa de pedestal de una gran estatua de la Virgen y el Niño, contruida en cobre y recubierta de pan de oro. Su figura dorada es uno de los emblemas más característicos de la ciudad de Marsella.
Imagen de la Virgen y el Niño, rodeada de cientos de
lápidas o placas de recuerdo o agradecimiento.
(JMBigas, Mayo 2007)

En 1892 se inauguró un funicular (que era popularmente conocido como el ascensor) que permitía subir desde el puerto (exactamente desde la rue Dragon), hasta el nivel de la basílica. Por falta de rentabilidad dejó de funcionar en 1967, y fue posteriormente destruido, tras haber transportado a más de 20 millones de viajeros en 75 años de actividad.

El estilo arquitectónico de esta basílica es idéntico al utilizado para la construcción de la Catedral de Marsella (por la misma época), conocida popularmente como La Major, aunque su nombre completo es Cathédrale Sainte-Marie-Majeure.

Actualmente, para subir desde el Vieux Port hasta la Basílica de ND de la Garde, se puede hacer en coche (el aparcamiento arriba es bastante limitado) o, mejor, mediante el autobús número 60, que es el medio que yo utilicé a mediados de Mayo de 2007 (durante una estancia de varios días en la ciudad) para realizar el trayecto.

Las vistas en todas direcciones desde las diversas plataformas de la basílica son impresionantes, tanto sobre la propia ciudad y el Puerto Viejo (así como el más moderno de la Joliette, terminal de ferries y cruceros), como sobre el circo montañoso que rodea a Marsella, y sobre el mar. Desde ella se distingue con claridad la isla de If y el resto de islas del archipiélago Frioul, si el día está más o menos despejado.
Abajo, el Vieux Port; al fondo, la Joliette;
en medio la Cathédrale La Major.
(JMBigas, Mayo 2007)

Cualquier visitante de Marsella debería dedicar, sin falta, 3-4 horas a la visita de la basílica, conocida en la ciudad como la Bonne Mère (la Buena Madre). Tanto por la propia basílica (muy singular en el exterior y el interior), como por las excelentes vistas de todos los alrededores. El autobús 60 se toma en el Vieux Port, y sube hasta la propia explanada frente a la basílica.

Una de los detalles que más me sorprendió de la basílica (aparte del estilo arquitectónico y decorativo ciertamente inhabitual por estas latitudes) es que, tanto en el exterior como en el interior, hay infinidad de pequeñas lápidas o placas, financiadas por particulares, como recuerdo a la Virgen o en agradecimiento por favores recibidos de ella.

Aparte de las fotografías que os avanzo aquí, podéis acceder a una colección más completa pinchando en la foto de la Basílica.

Marseille ND Garde


Os incluyo también un breve vídeo, con algunas fotografías de la basílica, panorámica de las vistas sobre la zona portuaria e imágenes del interior, con cantos litúrgicos. Incluye un fragmento de la famosa canción Le Plus Beau Tango du Monde, interpretada por Alibert y Gaby Sims, que formaba parte de una de las típicas operetas marsellesas (Un de la Canebière, 1934).



JMBA  

viernes, 20 de enero de 2012

El Conocimiento es un Recurso Ilimitado

Este jueves ha sido noticia una operación a escala planetaria, que ha concluido con el cierre de la conocida plataforma MegaUpload y la detención de alguno de sus responsables, acusados de piratería contra los derechos de propiedad intelectual.
(Fuente: madridya)

Vaya por delante mi absoluto respeto por el derecho de los creadores a ser remunerados por sus creaciones. En qué cuantía y de qué forma ya es otra conversación.

Operaciones como esta son muy mediáticas y pretenden, sin duda, ser ejemplarizantes. Pero no pasan de ser otro intento de ponerle puertas al campo. Por mucho que se ofusquen aquellos a quienes les gustaría, al más puro estilo Fraga, el campo es mío, las vacas en el prado siempre encontrarán otro camino para llegar al pasto.

No recuerdo haber utilizado nunca MegaUpload, pero sí utilizo habitualmente otras plataformas de compartición e intercambio de archivos. Tengo, por ejemplo, fotos de viajes realizadas por mí, que están en plataformas como Picasa o Flickr, bajo licencia Creative Commons (reutilizable por cualquiera que le interese, citando la fuente). También tengo algunos vídeos (de viajes o de celebraciones diversas) en YouTube, y utilizo DropBox para compartir los originales fotográficos de una celebración campestre con los que asistieron a ella.

Me refiero con esto a que en el mundo de la Red en el siglo XXI, las plataformas para la compartición e intercambio de archivos son ya una necesidad, y forman parte del paisaje habitual. Si en el próximo futuro resulta imprescindible pagar algo para utilizar estas plataformas para compartir contenidos propios, porque no dispongan de otras fuentes de financiación (publicidad,...), me tocará escoger, pero de alguna tendré que hacerme socio.

De hecho, recientemente he realizado una (pequeña) donación a Wikipedia, porque entiendo que realizan una labor absolutamente encomiable en la democratización del conocimiento, a la que es de justicia que contribuyamos todos los que nos aprovechamos de ello y lo utilizamos. Creo que en la última campaña de donaciones han recaudado hasta 50 millones de dólares.

Me parece que la sobrereacción del statu quo contra MegaUpload se parece a la destrucción bíblica de Sodoma, sólo que al revés. En Sodoma, el Señor estaba dispuesto a salvar la ciudad sólo con que se encontrara a un hombre (o mujer) just@ en ella. Ahora parece que se puede destruir una plataforma sólo con que haya un pirata en ella. Matar moscas a cañonazos.

El problema de fondo es que existe una muy poderosa industria de distribución de contenidos, que parece incapaz de adaptarse a unos tiempos nuevos, en que deben competir con nuevas formas, nuevas maneras y nuevos hábitos.

En Estados Unidos existe una práctica que resulta ciertamente enojosa para los que no vivimos allí y no estamos habituados a ella, pero que creo aporta un beneficio a los clientes en forma de mejor calidad del servicio. Me refiero al tema de las propinas (gratuities, tips, service charge o como las queramos llamar). Para los que no vivimos allí de forma habitual, siempre es una sorpresa que el precio de una cerveza o de una cena no sea solamente la suma de lo que vale cada cosa en la lista de precios del local, sino que haya que añadir una cierta cantidad para remunerar el servicio. Con la mentalidad europea, la propina es un ingreso adicional en negro del servidor (camarero, mesero,...). Pero en Estados Unidos parece que Hacienda estima como ingresos del servidor de turno un cierto porcentaje de lo que haya facturado (hace unos años, una camarera colombiana del aeropuerto de Newark nos comentó que un 10%; no sé si eso habrá variado).
Un CD es un recurso limitado. Su contenido, no.
(Fuente: audiofilosmexicanos)

Esto significa que el pago adicional por el servicio (hasta un cierto nivel, que se estima como el más o menos normal) es un ingreso por el que se pagan impuestos. Y también significa que el servidor se está ganando su remuneración durante la prestación del servicio, y que el cliente es el juez sobre la calidad del servicio que se le ha prestado. En la ecuación también hay que tener en cuenta que mientras el camarero nos atiende a nosotros no puede atender a nadie más, que el servicio que nos presta a nosotros, lo crea para nosotros. Por ello, hay una cierta cantidad que se considera conveniente como remuneración por esa dedicación. A partir de ahí, la propina depende sólo de la satisfacción con que hayamos percibido el servicio.

La industria de distribución de contenidos, por el contrario, está habituada a que se le remunere por completo antes de la prestación del servicio. Se paga en la sala de cine a la entrada, se paga por un libro antes de leerlo, o por un CD antes de escucharlo. En mi vieja cartilla militar decía: Valor: se le supone. Lo mismo nos pide la industria de distribución de contenidos, acompañándolo de una poderosa maquinaria de promoción, publicidad y marketing.

Pagamos antes de disfrutarlos por las cosas y objetos que compramos, porque si son mías ya no pueden ser de nadie más. Y si es una prenda de ropa, nos dejan que nos la probemos antes, incluso se prestan a adecuarla a nuestra particular morfología. Si compramos un cuaderno, por ejemplo, lo pagamos antes de escribir en él por supuesto, pero no antes de haberlo manoseado, analizado la calidad del papel, la vistosidad de la portada, lo práctico que sea su formato, etc. etc. Una vez lo hemos pagado, ese cuaderno ya no puede ser de nadie más.

Por eso me da la sensación de que la industria de distribución de contenidos intenta enrocarse en su posición actual de distribuidora de continentes, de objetos, de cosas, que contienen la creación en su interior. Venden CD,s o DVD,s (no música o películas). Como ese cuaderno, podemos manosear el CD o el DVD, ver la portada y la contraportada, pero, si lo queremos, tenemos que pagarlo antes de haberlo escuchado o de haberla visto. Porque se trata de recursos limitados, y si ese CD es mío, ya no puede ser de nadie más.

Su temor cerval, y eso es lo que provoca lobbies poderosísimos que fuerzan a los poderes públicos a lanzar acciones ridículas, es el de convertirse en intermediarios prescindibles en la distribución, de verdad, de contenidos. Hoy cualquier creador puede hacer llegar su creación hasta sus clientes potenciales por muchos medios que, en general, no suponen ningún pago por adelantado (porque tampoco suponen ningún gasto por adelantado). Así, hay grupos de música o escritores (absolutamente ignorados por la industria, dicho sea de paso) que tienen la posibilidad de que su creación sea conocida. Que al público le guste o no, y que el creador sea o no remunerado a posteriori (en función de la satisfacción del cliente) es ya otra conversación.

En otras palabras, las creaciones artísticas de todo tipo tienden a desustancializarse, a dejar de ser objetos que contienen la creación, para pasar a ser puros contenidos que no requieren de ninguna industria para llegar hasta sus clientes o usuarios.

Todavía tenemos que madurar mucho como sociedad y como civilización. Pagamos por anticipado cualquier objeto, porque su ocurrencia es limitada, es decir, si lo tengo yo ya no puede tener ese objeto específico nadie más. Pero una industria de verdad de contenidos, se basa en que siempre están disponibles para cualquier número de clientes que aparezca, sean dos o dos mil millones (salvando las limitaciones de ancho de banda, por el que ya pagamos con el ADSL). Que uno escuche una canción no impide que cualquier otra persona en el mundo también la pueda escuchar. No es un objeto, sino una creación, un servicio que presta un creador y que debería ser remunerado en función de la satisfacción obtenida por el cliente.

Siempre tendremos que pagar algo por ocupar un asiento en una sala de cine durante la proyección de una película. Porque es un recurso limitado a la capacidad de la sala. Pero a lo mejor llega un día en que la remuneración al creador de esa película se realice a posteriori, en función de lo que esa película le haya gustado (o no) a cada espectador. Como la propina en los bares y restaurantes de Estados Unidos.

Porque hay que entender con claridad que la Red ha conseguido que la cultura, el conocimiento, ya no sean recursos finitos, sino ilimitados, a disposición de cualquiera que pueda estar interesado en ellos desde cualquier lugar del mundo, y no sólo de aquellos que tengan cerca una sala de cine en que proyecten esa película, o una tienda de discos en que tengan precisamente ese que le interesa.

Y cualquiera que disfrute con una creación (sea del tipo que sea), no creo que tenga inconveniente en remunerar al creador para que pueda seguir creando eso que tanto le gusta. La solución para que pueda hacerlo como le parezca más adecuado y en la cuantía que tenga por oportuna, es el tipo de respuestas que hay que buscar.

Conviene no olvidar que cuando pagamos 15€ por un CD, al creador no le llega más del 5-10% de ese importe. Y el lobby lo que está defendiendo con uñas y dientes es el resto.

JMBA

jueves, 19 de enero de 2012

La Fatiga de los Clásicos

La Prensa (tanto la generalista como la estrictamente deportiva) ha generalizado esta denominación de Clásicos para los partidos de fútbol entre el Real Madrid y el FC Barcelona.
Puyol celebra el primer gol, de cabeza a la salida de un
córner lanzado por Xavi
(Miguel Ruiz/FCB; Fuente: FCBarcelona)

En estos últimos doce meses hemos asistido ya a muchos de ellos: los normales de la Liga (dos por temporada), la final de la Copa del Rey 2011, las semifinales de la Champions (dos partidos), y ahora los cuartos de final de la Copa del Rey 2012. Apasionante, si no acabara resultando cansino y fatigoso.

Un partido que se plantea entre los que probablemente sean en la actualidad los dos mejores equipos del mundo siempre resulta atractivo. Pero una y otra vez, son encuentros que decepcionan, especialmente porque el Real Madrid acostumbra a estar muy por debajo de su rendimiento y brillantez habituales.

En esta época, los encuentros, además, tienen el aliciente añadido de que se enfrentan los que son probablemente los dos mejores entrenadores del mundo en la actualidad (José Mourinho por el Real Madrid; Pep Guardiola por el FC Barcelona).

El FC Barcelona acostumbra a ser fiel a su estilo (posesión del balón, creación de juego en el centro del campo, búsqueda incansable de líneas de pase que generen oportunidades de gol). Por el contrario, da la sensación de que el Real Madrid se apoca, se empequeñece, y juega (incluso en su propio campo), con una estrategia ultradefensiva, intentando más destruir el juego del contrario que construir el suyo propio. Cayendo, además, con bastante frecuencia, en un juego brusco e incluso violento, que puede ser castigado con tarjetas y expulsiones, dependiendo de la condescendencia arbitral.

Este miércoles asistimos a la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. En el Bernabeu, de nuevo ganó el FC Barcelona por 1-2. Se adelantó el Real Madrid en un contraataque fulgurante de Cristiano Ronaldo, que dejó sentado a Pinto con el balón en el fondo de la red. Parecía que tenían el partido encaminado, pero el Barça se mantuvo fiel a su estilo de creación de juego y posesión del balón.

El empate provino de un córner lanzado por Xavi hacia la cabeza de Puyol, que se incorporaba desde una línea más atrasada. Impecable el gol, ante un Pepe puro espectador de la jugada.

El Real Madrid sucumbió a los nervios (con su calidad, no consigo entender cómo el Barça le tiene tan comida la moral), empezaron las brusquedades (pisotón incluido de Pepe a la mano de un Messi caído por tierra; impresentable, digno de expulsión) y el Barça consiguió un segundo gol en un pase de Messi al hueco, donde apareció Abidal, que sentenció.

La etapa de Mourinho en el Real Madrid se caracteriza por un victimismo que no consigo entender. Los más fanáticos del equipo no paran de lanzar diatribas contra los arbitrajes (que, con sus aciertos y errores, apenas influyen en el resultado final), de difundir oscuras conspiraciones de los organismos internacionales (y del llamado Villarato), que, dicen, estarían interesados en esta época en que gane el Barcelona y no el Real Madrid.

Todo ello no es más que marear la perdiz. La realidad es que el Real Madrid se apoca ante el Barcelona, se hace pequeño, se olvida de todas sus virtudes, le entran las prisas, necesita destruir el juego (y también los jugadores, de paso)  que crea el Barça, y una y otra vez acaban perdiendo partidos que parecían tenerlos bastante encarrilados.
Abidal, otro teórico defensa, celebra el segundo gol,
a pase preciso de un Messi todavía no en plena forma.
(Miguel Ruiz/FCB; fuente: FCBarcelona)

Por todo ello, y mientras no cambien las circunstancias, los Clásicos carecen de atractivo puramente futbolístico (aparte del morbo). Y el culpable me parece que es Mourinho, que se deja dominar por su particular rivalidad con Pep Guardiola, y se muestra incapaz de plantear los partidos con el Barça de frente, de poder a poder, que podrían, sin ninguna duda.

El próximo miércoles asistiremos a otro episodio de lo mismo (si el cielo no lo remedia). El Barça ganará en su campo por 1-0 (o cualquier otro resultado) y el Madrid quedará eliminado de la Copa del Rey. El Barça tendrá muy buenas posibilidades de llegar a la final y ganarla.

Hoy el Real Madrid lidera la Liga a cinco puntos del Barça. Cinco puntos que son, en la práctica, dos, ya que queda por disputar el encuentro con el Barça de la segunda ronda, en el Camp Nou. Los dos grandes equipos quieren ganar la Liga. Este año, para el Real Madrid será un fracaso si no lo consiguen, porque sólo dependen de su propio rendimiento para alcanzar la meta.

Los fanáticos del Real Madrid deberían empezar a reflexionar si les interesa seguirle el juego a Mourinho, o si su club puede alcanzar metas más altas con planteamientos menos rácanos y conspiracionistas, a los que tan aficionado es el portugués.

Una pena para los aficionados no poder ver encuentros entre estos dos grandes equipos,  jugados de poder a poder.

JMBA

miércoles, 18 de enero de 2012

Garzón, Ese Juez

Baltasar Garzón, juez que fue de la Audiencia Nacional, tiene la especial habilidad de no resultar indiferente a absolutamente nadie. Claro que eso parece obligar a todo el mundo a estar de su lado y apoyarle, o a ser su enemigo y contribuir a su linchamiento.
Baltasar Garzón, durante el juicio que se le está siguiendo
en el Tribunal Supremo por las escuchas del caso Gürtel
(Fuente: que-es)

Garzón viene a demostrar el carácter profundamente maniqueo de este país. O conmigo o contra mí, sin más matices.

Estos días se está celebrando en el Tribunal Supremo uno de los juicios que tiene pendientes, en particular el que se refiere a las escuchas presuntamente ilegales ordenadas por Garzón a los imputados de la trama Gürtel y a sus abogados defensores. La línea de la defensa va por el camino de indicar que los abogados defensores de los capos de la trama eran parte muy integrante de la trama corrupta, y peones de los movimientos ilegales de capitales, y demás. 

Personalmente, esta pretensión me parece más que plausible, conociendo un poco el percal y la catadura de los Correas, Bigotes y asociados, y sus relaciones con los amiguetes políticos (Camps, Costa y compañía). Sin embargo, la Justicia nunca puede estar por encima de la Ley. Sin estar imputados, las conversaciones entre los acusados y sus abogados defensores están protegidas por la Ley (salvo en los casos de terrorismo, creo). Por lo tanto, la iniciativa de Garzón, incluso suponiéndole la mejor de las intenciones justicieras, era y es ilegal. Por pura coherencia, un juez nunca debe realizar acciones ilegales, y deberá ser castigado si quiebra ese principio que le obliga, si cabe, todavía más que a un ciudadano corriente.

Un Estado de Derecho no debe nunca aceptar que el Fin justifica los Medios. Sólo veo una excepción, que ya he defendido en otras ocasiones, cuando se habla de las alcantarillas del Estado. Por donde se mueven las ratas, es inútil intentar mantener las manos limpias todo el tiempo.

Pero la Justicia es una de las actividades que debe preservar la máxima transparencia y un total respeto de la Ley.

Garzón es conocido por sus instrucciones a menudo descuidadas, que han acabado provocando resoluciones denegatorias en otras instancias. Da la sensación de que se arroga una posición personal que le situaría por encima de la Ley. Y eso, simplemente, no es posible ni aceptable. A veces me recuerda a uno de los viejos del lugar en una multinacional para la que trabajé muchos años, que siempre me decía, ¿pero tú has visto alguna vez echar para atrás algún contrato, aunque llegue manchado de vino, si llega firmado por el cliente?.  

En la Justicia, por el contrario, no puede haber dudas, y todos los procedimientos deben realizarse  por completo con luz y taquígrafos. Es el último eslabón del Estado de Derecho y, sin vacilaciones, debe aceptar todos los condicionantes que, con seguridad, acabarán provocando que algún culpable no pueda ser castigado, a cambio de que nunca jamás un inocente pueda ser condenado.

Garzón, desde hace muchos años, ha tenido una vertiente pública y mediática que creo que le ha perjudicado mucho, y le ha ganado rivales o enemigos muy poderosos. Su aceptación a participar en las listas al Congreso por el Partido Socialista, a invitación de Felipe González, le convirtió en enemigo político de las otras formaciones, muy singularmente del PP y su séquito.
Gaspar Llamazares, de IU, ha tildado el
juicio de linchamiento político y
corporativo
.
(Fuente: laregion)

Es bueno, y muy higiénico, además, que de un juez sólo se conozcan sus actuaciones judiciales, sus instrucciones y sus sentencias. No es bueno que se convierta en una figura mediática, cuyas actuaciones en otros ámbitos muy alejados de la Justicia sean noticia.

Se dice que los banqueros son personajes vestidos con un traje gris y una corbata azul (bueno, Botín lleva corbatas rojo corporativo), de los que no se conocen otras intimidades. Cuando Mario Conde rompió esa norma jamás escrita, el statu quo le centrifugó: ese advenedizo no es de los nuestros. Algo parecido le está pasando a Garzón, que tiene muchos enemigos en su propia casa, muchos jueces que preferirían que Garzón no existiera. O, por lo menos, que no fuera juez.

Visto así, lo más saludable hubiera sido que el tema Garzón fuera tratado por Asuntos Internos. Pero como eso no existe, sus enemigos se han visto obligados a instruir juicios que, a fin de cuentas, tienen demasiados elementos torticeros y tomados por los pelos como para que la opinión pública pueda verlos como meros actos judiciales, y muchos hablen puramente de linchamiento moral, personal y profesional. Por eso se producen las movilizaciones de, especialmente, partidarios, que pueblan los alrededores o invaden la propia sala del juicio.

Desde luego, Garzón no es inocente. Como mínimo, es culpable de perseguir una relevancia o notoriedad personal a través de su actividad como juez. Pero romper una norma no escrita no le puede llevar ante los tribunales, y es por eso que los juicios que le están montando en su contra suenan a forzados y casi a venganza política o gremial.

Su intento de investigación de los crímenes del franquismo es, sin duda, un proyecto loable, pues se trata de una asignatura pendiente de la historia reciente de España, que en algún momento habrá que esclarecer. Pero no puede llevarlo adelante a pesar de demasiadas cosas en contra de que sea él o su juzgado quien lo haga. Un Estado de Derecho debe caracterizarse por el Imperio de la Ley. Y eso Garzón se lo ha pasado por el forro demasiadas veces, con fines seguro que muy loables, pero quebrando la forma y el procedimiento. Si aceptáramos que alguien (un juez, además) quebrara la ley persiguiendo objetivos que nos resultan muy queridos, estaríamos condenados a aceptar también que otros lo hicieran persiguiendo objetivos que nos resultan odiosos.

Mejor cortar de raíz ese círculo vicioso.

JMBA