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miércoles, 27 de febrero de 2013

Viaje a la Galicia Interior (y 5): La Mariña Lucense

El domingo 19 de Agosto llegué por la tarde a Viveiro, en la costa cantábrica de la provincia de Lugo. Había salido por la mañana de Orense y, tras una parada para navegar por el Cañón del Sil desde el embarcadero de Santo Estevo, hice una visita al centro histórico de la ciudad de Lugo, y luego seguí camino hacia la costa, visitando el Faro de Estaca de Bares, antes de llegar finalmente a Viveiro.
Atardecer en la ría de Viveiro, desde el balconcito de la
habitación del Hotel Orfeo.
(JMBigas, Agosto 2012)

Como este capítulo está dedicado a la costa cantábrica de la provincia de Lugo (la que se conoce como Mariña Lucense), convendrá que dé alguna explicación adicional por mi empeño en hablar de la Galicia Interior. Galicia es una tierra celta y, como tal, llena de misterios. Hay zonas de Galicia que son bien conocidas por los visitantes tanto nacionales como extranjeros. Por supuesto, Santiago de Compostela está a la cabeza (en la vertiente atlántica, pero no al lado del mar). Santiago es el destino y punto final de los muchos Caminos de Santiago por el que los peregrinos pueden cruzar media Europa hasta llegar a este lugar sagrado.

La Costa Atlántica en general, desde La Coruña y Ferrol al norte hasta Vigo y la frontera portuguesa al sur, es zona frecuentada por los visitantes. Las llamadas Rías Bajas, al sur de la costa, tienen lugares de playa muy turísticos, como Sanxenxo y sus alrededores. Allí tanto los propios gallegos como muchos visitantes de otras partes de España o del extranjero, acuden, especialmente en verano, buscando el mar, la playa y unas temperaturas que suelen ser más benignas que en la costa mediterránea en general.

Pero fuera de esa franja costera atlántica, Galicia es (casi) solamente una tierra de paso, con una densidad mucho más baja de visitantes y, por lo tanto, de infraestructuras turísticas masivas. La Carretera Nacional Madrid-La Coruña pasa por Lugo (pero lo deja atrás), mientras que la Madrid-Vigo pasa por Ourense, pero también de largo. Las provincias de Orense (puramente de interior) y Lugo (con su costa cantábrica) son tierras mucho más desconocidas, incluso por los propios españoles. Es por ello que utilizo genéricamente la acepción de Galicia Interior para referirme a ellas.
Playa de Esteiro, concello de Xove.
(JMBigas, Agosto 2012)

En Viveiro había reservado una habitación en el Hotel Orfeo. Se trata de un hotelito de tres estrellas algo vetusto y ciertamente obsoleto en algunas cosas, pero que está fantásticamente situado, frente a la ría de Viveiro, y a poco más de cien metros de distancia del casco viejo del pueblo, donde abundan comercios, bares y excelentes restaurantes. La mayoría de sus habitaciones (como la que me dieron, por ejemplo) tienen balconcitos desde los que se domina la ría, con sus conocidos efectos de mareas altas y baja, que para alguien mediterráneo como yo, siempre tienen un atractivo especial. Mi habitación era enorme, y tenía un balcón estrecho con vistas maravillosas. El baño resultó bastante añejo, pero cumplió suficientemente con su objetivo. Para los que viajan en coche, el hotel dispone de unas cuantas plazas frente al mismo, digamos que marcadas sobre la propia acera, que resultan bastante convenientes. Claro que, a ciertas horas, cualquiera puede aparcar ahí, y es frecuente que resulte imposible sacar el coche, por atasco monumental de otros vehículos aparcados o simplemente parados ahí. La gran ventaja es que a cincuenta metros hay un aparcamiento público subterráneo, que puede actuar de recurso si las plazas de la acera están complicadas.

Pregunté al chico de la recepción del hotel, que resultó ser vecino de Foz, de la que luego hablaré, por un restaurante recomendable para cenar buenos pescados de la zona. Sin dudarlo, su opción fue O'Asador, en una de las calles del próximo casco viejo.

Tras dar un paseo por las (animadísimas) cuatro calles que constituyen el centro neurálgico de Viveiro, me dirigí al restaurante. Hay que subir a un primer piso, pero el restaurante está decorado de forma muy agradable, y es frecuente que te reciba el propio dueño. Lo cierto es que ese domingo por la noche no había mucha parroquia, y me dieron inmediatamente una mesa excelente. El restaurante no es barato, pero su relación entre lo que te dan y lo que te cuesta es muy buena. Si uno puede permitirse una buena cena, sentado en un comedor agradable, sin duda O'Asador es una elección acertada. Tomé algunas de sus especialidades en pescado (incluso alguna cosa de cocina creativa) y, junto a algunos aperitivos servidos de oficio y un correcto vino blanco gallego, conformaron una cena de lo más agradable. Dicho sea de paso, en la calle lloviznaba un poco, por lo que el comedor en el primer piso resultó un refugio muy confortable.
Faro de Punta Atalaia (San Cibrao).
(JMBigas, Agosto 2012)

La carta de vinos me reservaba una sorpresa (que ya he comentado), pues el excelente tinto Cepas Viejas (uva Mencía) de la bodega Dominio de Tares del Bierzo (técnicamente provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León; por lo tanto, procedente de fuera de Galicia) estaba incluido, con algunos otros, en la categoría de vinos tintos gallegos. Una pareja sentada en la mesa al lado de la mía se interesó por ese vino (excelente se mire como se mire) y eso dio ocasión al dueño para comentar que para él, que no es especialmente nacionalista, según expresó, el Bierzo es casi como una quinta provincia gallega.

Después de haber pasado un calor abrasador en Lugo al mediodía, la noche en Viveiro estaba fresquita (algo por debajo de los veinte grados, con un leve orvallo - esa lluvia ligera que casi parece una niebla meona -).

A la mañana siguiente desayuné en la cafetería del hotel. Quería dedicar el día (antes de volver hacia la meseta y, finalmente, a Madrid) a recorrer la zona de la llamada Mariña Lucense, la franja costera cantábrica de la provincia de Lugo, que se extiende desde un poquito más al oeste de Viveiro, donde empieza la provincia de La Coruña (la Estaca de Bares, muy próxima a Viveiro, ya pertenece administrativamente a La Coruña) hasta Ribadeo al este, en el límite con el Principado de Asturias.

Le pregunté de nuevo al chico de la recepción por una recomendación para comer al mediodía en algún lugar aconsejable para los pescados frescos del Cantábrico. Tras alguna duda me indicó como mejor opción Foz, una población hacia el este de la franja, relativamente próxima ya a Ribadeo. A mitad de camino está Burela, una población más grande, que es realmente el gran puerto pesquero de la zona. Tuve ocasión de ver durante el día las importantes instalaciones de que dispone la industria pesquera en el puerto de Burela. Pero Burela está relativamente poco desarrollada para el turismo, y la recomendación que recibí (que resultó acertada) fue escoger alguno de la media docena de restaurantes en la zona del paseo marítimo de Foz (que, técnicamente, se llama Paseo Colón).
Fábrica de cerámica Sargadelos.
(JMBigas, Agosto 2012)

La mañana amaneció fresquita y, a primera hora, con niebla pegada a la ría y a las colinas que la rodean. Me recordó a Castroforte del Baralla, un pueblo inventado por el gran escritor gallego Gonzalo Torrente Ballester, al que cubría la niebla todas las noches, y todos creían que el pueblo entero levitaba del paisaje circundante.

Yo estaba encantado con la temperatura (por debajo de los veinte grados, muy adecuada para el plan que tenía para ese día). Sin embargo, me llevé la sorpresa de escuchar a una de las chicas de la gasolinera donde paré a repostar, a las afueras de Viveiro, que comentaba con alguien que había oído que se levantaría el Sol y que acabaría haciendo un calor de esos que ella odiaba. Afortunadamente se equivocó, y todo el día se mantuvo agradable, con algún ratito de orvallo, pero también con momentos soleados, que nunca llevaron la temperatura mucho más arriba de los veinte grados.

Ya en el coche, fui siguiendo más o menos la costa hacia el este. Paré un momento en la (desierta) Playa de Esteiro (en el concello de Xove), a donde llegó un colegio de niños de 4-5 años, con la idea de dedicar el día allí a actividades playeras diversas, bajo el estricto control de sus profesoras.

En San Cibrao (San Ciprián), concello de Cervo, paré en el Faro de Punta Atalaia, uno de los nueve faros significativos de la costa cantábrica de Galicia (provincias de La Coruña y Lugo), que dependen administrativamente del Puerto de Ferrol.
Los dos pequeños objetos que compré en Sargadelos.
(JMBigas, Febrero 2013)

En el mismo concello de Cervo, hacia el interior, está la pequeña parroquia de Sargadelos, cuyo principal atractivo es la fábrica de cerámica del mismo nombre. Tras algunas fusiones y absorciones en las últimas décadas, desarrollan varios estilos decorativos, siendo el más conocido (y reconocido)  el que juega con los blancos y azules como colores base. La fábrica está muy preparada para las visitas, pues dispone de un amplio aparcamiento para los coches, y una extensa sala de exposición y venta. Allí es posible comprar vajillas completas, utensilios para la cocina y el hogar y también objetos de decoración en cerámica. No pude resistir la tentación y compré un par de objetos característicos: una pequeña Torre de Hércules (monumento muy conocido de la ciudad de La Coruña) pero desestructurada, y un cenicero redondo, ambos en los característicos tonos blanco y azul.

Desde allí seguí camino hacia el concello de Burela. Hice una breve parada en la Playa de Ril (también desierta) y recorrí, casi sin bajar del coche, la población y el puerto de Burela, donde confirmé el comentario del chico de la recepción del hotel de Viveiro. El puerto pesquero está muy preparado para barcos grandes, con instalaciones frigoríficas y toda clase de servicios para ese sector.

Ya pasado el mediodía, llegué a Foz, donde tenía previsto dedicar un tiempo a comer alguno de los buenos productos del mar. La ría de Foz, considerada como la más pequeña de las 17 rías gallegas, es la segunda más oriental. Unos kilómetros al este está la ría de Ribadeo, que marca ya el límite con Asturias. La desembocadura de la ría de Foz forma un importante estuario, que genera algunas interesantes playas urbanas, como la de A Rapadoira. Al oeste de la ría está la población de Foz, mientras que al este está la de Barreiros. La zona, por su especial configuración y amplios arenales en marea baja, es una zona de especial protección para las aves acuáticas. Hace algunos siglos, Foz fue un importante puerto ballenero.
Instalaciones del puerto pesquero de Burela.
(JMBigas, Agosto 2012)

Sobre el paseo marítimo de Foz hay bastantes edificaciones de pisos y apartamentos, algunas de ellas muy recientes, que constituyen una infraestructura turística de cierto calado. Una plaza frente al mar (formada por el Paseo Colón, la calle Rego de Foz y alguna otra) es el centro de ocio y restauración de la población, tal y como me habían indicado por la mañana en Viveiro. Alrededor de la plaza hay cuatro o cinco restaurantes que, según parece, son todos bastante recomendables. Yo acabé escogiendo el San Martiño, en una de las esquinas interiores, y resultó una elección acertada. Tanto para un almuerzo sentado en mesa, como hice yo, como para una comida más informal a base de raciones o tapas y copitas de vino blanco.

Tomé alguna de sus especialidades de pescado y marisco (gambas a la plancha, rape,...), regadas con un vino blanco de Ribeiro. La anécdota con el vino fue que se me ocurrió pedir un vino blanco elaborado con uva Treixadura, una de las más propias de Galicia, junto con la Albariño. Vi moverse varios camareros, incluso hacia los otros restaurantes, alguno con botellas de vino en la mano, escrutando las etiquetas, hasta que finalmente me trajeron una a la mesa, forzándome a leer en la etiqueta que el vino, efectivamente, estaba elaborado a partir de ese tipo de uva.
Paseo Marítimo de Foz (Lugo)
(JMBigas, Agosto 2012)

La comida resultó muy agradable. De nuevo nada barata (unos 50€, pero incluyó una cervecita de aperitivo, postre, café y un chupito de aguardiente de hierbas)  pero con una muy correcta relación calidad-precio.

Tras un paseo por la playa de Foz, para disipar los vapores de la Treixadura, me dirigí a la que estimaba sería mi última etapa del día, antes de volver a Viveiro: la Playa de las Catedrales en el concello de Ribadeo. En esa zona de costa escarpada y rocosa, la erosión de muchos siglos ha dado origen a las llamadas Catedrales (Catredais en gallego), que son peñascos aislados, separados de tierra firme por pequeños estrechos de unos pocos metros de anchura, donde ruge el agua y salta la espuma. Esta Playa fue declarada Monumento Natural en 2005, y tiene bastantes instalaciones para acoger a numerosos visitantes (un amplio aparcamiento, bar y restaurante, servicios públicos, etc. etc.). Durante mi visita, lo cierto es que había bastante gente paseando por el camino alto que va bordeando la línea de la costa. Una visita imprescindible en esa zona de la costa.
Playa de las Catedrales (Ribadeo, Lugo).
(JMBigas, Agosto 2012)

Desde allí tomé ya la carretera Nacional, más rápida que las rutitas costeras que había utilizado ese día hasta entonces y volví hacia Viveiro, a unos 60 kilómetros de distancia.

Tras la comida pantagruélica en Foz, no tenía hambre para cenar, con lo que me acosté prontito y el martes, de buena mañana, desayuné más fuerte en la cafetería del hotel y emprendí el camino de vuelta hacia Madrid. Recorrí la cornisa cantábrica hasta Oviedo (donde hice una breve parada para comer al mediodía), y luego bajé hacia la meseta, cruzando el Puerto de Pajares que, en verano, es una experiencia estimulante, aparte de evitarse la autopista de peaje. Hice noche en León, donde compartí una sesión de raciones y tapas por el Barrio Húmedo con un buen amigo de allí, y el miércoles, tras comer en el pueblo de su mujer, cerquita de Boñar, emprendí el camino de regreso hacia Madrid.

Fin del viaje.

Aparte de las fotografías que he escogido para ilustrar este capítulo, podéis acceder a una colección más completa de hasta 46 tomas de toda la ruta, pinchando en la imagen de la ría de Viveiro.


JMBA

jueves, 21 de febrero de 2013

Mariano en el País de las Maravillas

Ayer, miércoles, tras escuchar el discurso inicial de Mariano Rajoy en el Debate sobre el Estado de la Nación, lo califiqué con un Notable, y hoy me ratifico en ello.
Mariano Rajoy, durante el Debate sobre el
Estado de la Nación.
(Fuente: que)

El Presidente y/o sus asesores, escogieron un hilo conductor para su discurso que no tenía pérdida. Empezaba por hablar él mismo del mayor drama nacional (los 6 millones de parados; así evitaba que otros se lo echaran en cara). Y continuaba negando que hubiera brotes verdes, pero adelantando algunos signos positivos de la economía (básicamente, la balanza comercial), que indicarían que los muchos sacrificios del 2012 podrían empezar a tener frutos jugosos en 2013 y siguientes.

Insistió en que había cumplido su deber, pero que eso le había impedido (de momento) cumplir sus promesas electorales, pero que a la Legislatura le quedan todavía tres años (un guiño a los que pidieron su dimisión), y tiempo habrá. Tal y como lo planteaba, se podía pensar que la agonía de 2012 no ha sido sino un paso atrás para tomar carrerilla con la que saltar el precipicio.

Adelantó nuevos paquetes de medidas, ya más dedicadas al fomento de la economía, a su crecimiento. Y se puso el primero para la lucha contra la corrupción, abriendo la mano a la colaboración con las demás fuerzas políticas.

En resumen, un discurso para el disfrute gozoso de su propio Grupo Parlamentario, con mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, que le aplaudió a rabiar y con el que ha intercambiado toda clase de zalamerías en la sesión matinal de este jueves.

Todo sería perfecto si ese discurso fuera únicamente para el consumo de sus propios partidarios, simpatizantes y votantes. Consiguió transmitir una sensación de fortaleza y decisión, que sin duda habrá reafirmado la sensación, en aquellos que le votaron, de que acertaron plenamente.

Lo que ocurre es que el Debate sobre el Estado de la Nación es una sesión de día y medio para todo el Congreso de los Diputados y, en general, para todos los ciudadanos. La cadena informativa 24 Horas de TVE, que retransmitió íntegramente el debate, consiguió récords de audiencia, y es que ya se sabe que el consumo de televisión de los parados es elevado.

Como le recordaron los portavoces de casi todos los demás grupos parlamentarios, dio la sensación de que Mariano Rajoy estaba describiendo otro país, y no esta España doliente, parada, deshauciada y falta de ilusiones y esperanza en la que vivimos todos los demás. Como una Alicia rediviva, dedicó hora y media a describirnos el País de las Maravillas.

Las intervenciones del resto de grupos intentaron bajarle de su levitación y que volviera a pisar esta tierra sangrante, pero con éxito desigual.

Rubalcaba, por su parte, y contra lo que en él acostumbra a ser habitual, tuvo un discurso desordenado y deslabazado, donde daba la sensación de que quería decir demasiadas cosas para el tiempo que tenía. Además, Rubalcaba es el Secretario General (muy discutido internamente) de un partido que está intentando cruzar el desierto pero que, de momento, sólo está masticando arena. Su fuerte implicación en los gobiernos de Zapatero, y su larga trayectoria en el Partido Socialista le pasaron factura. Rajoy y/o sus asesores, estuvieron hábiles, y le regañaron por no haber hecho cuando estuvo (recientemente) en el poder todo lo que ahora propone. Además, aunque la historia ya sea antigua, el PSOE sí fue condenado en firme por temas de corrupción, mientras que el PP, incluso apestando como apesta a BárcenasGate o, en su época, a Naseiro & Co. nunca ha sido condenado en firme (por lo menos hasta ahora).

Rubalcaba quedó prácticamente desarmado para ejercer de oposición. Además, el mismo día, al secretario general del PSC, Pere Navarro se le ocurrió (¿a propósito, coincidiendo con el Debate?) pedir, en un acto público, la abdicación del Rey.

Y poco importa lo que dijeron los demás portavoces, todos ellos muy alejados de cualquier posibilidad de tocar poder a nivel estatal en un próximo futuro. Desde luego, a Rajoy no le importa nada y siempre reacciona como transmitiendo el mensaje de "no dirían eso si pesara sobre sus hombros la responsabilidad que pesa en los míos".

Los nacionalistas catalanes y vascos sí son otra historia, porque ocupan los respectivos gobiernos en sus Comunidades Autónomas. Pero eso también les hace débiles, pues no pueden rebotarse contra muchas de las medidas crueles tomadas por Rajoy, porque ellos hacen lo mismo a nivel regional (el caso de Duran i Lleida fue así de claro). Lógicamente plantearon las cuestiones territoriales, pero Rajoy (y/o sus asesores) ya se había encargado de dejar el tema prácticamente zanjado en su discurso inicial. Aparte de tenerse que tragar otra regañina porque "alguien que entra en mi despacho y me dice: Esto es lo que hay, ¿lo tomas o lo dejas? Usted comprenderá que..." y ya se pasó a una discusión estéril sobre las diversas versiones de esa reunión de Artur Mas con Rajoy en La Moncloa.

En resumen, el Debate sobre el Estado de la Nación no ha aportado casi nada a los ciudadanos de este país, ya que ha sido básicamente un ejercicio de autocomplacencia (inteligentemente planteado, eso sí) de Mariano Rajoy y el Grupo Popular. Rajoy quiso reinventarse y creo que lo consiguió. El Debate le ha dado alas a Rajoy para seguir en la Presidencia del Gobierno los próximos (casi) tres años con total legitimidad y ha acabado de hundir al principal partido de la oposición, que debería tomar medidas muy rápidamente para intentar recuperar el crédito que alguna vez tuvo entre una buena parte de los españoles.

Rajoy 2 - Oposición 1. Un gol que, a pesar de todo, tiene su mérito pues se marcó en campo contrario. Sólo la Izquierda de Cayo Lara y la UPyD de Rosa Díez parecen estar recaudando algunos de los votos desencantados del Partido Popular. Bueno, y en Catalunya Ciutadans (por su aparente sensatez) y Esquerra Republicana que, pronto, casi monopolizará el voto independentista. 

Mañana es viernes de nuevo, Viernes de Dolores, y asistiremos a una nueva Rueda de Prensa de la vicepresidenta (encantada y feliz durante toda la sesión del Debate) para informar sobre la nueva batería de medidas que toque esta vez.

Rajoy ya se ha convertido en el sastre de todos los españoles: Cada vez que toma medidas nos estruja lo que no suena a todos los ciudadanos. Pero los partidarios del PP y de Rajoy quedaron anestesiados con el Debate sobre el Estado de la Nación, y a ellos les dolerá menos.

JMBA

miércoles, 20 de febrero de 2013

Rajoy y el Estado de la Nación

Debo empezar diciendo que ni Rajoy ni el Partido Popular son santos de mi devoción. Mi sensibilidad está un poco más a la izquierda que el centro y muchos de los automatismos y los tics de la derecha que representa el PP chirrían en mi interior.
Mariano Rajoy, este mediodía, durante su Discurso
sobre el Estado de la Nación.
(Fuente: elpais)
Dicho esto, tras dedicarle un buen rato a escuchar con atención el discurso de Mariano Rajoy que ha inaugurado el debate sobre el Estado de la Nación, me parece que, en general, lo que ha dicho está bien, incluso muy bien en algunos capítulos. Otro tema sería considerar todo aquello de lo que no ha hablado.

Ha dedicado mucho tiempo al repaso del tema económico, a mucha distancia el que más preocupa a los ciudadanos de este país: paro, recesión, impuestos, etc. etc. Rajoy se ha aferrado al único indicador que resulta positivo en los últimos tiempos, que es la mejora significativa de la balanza comercial. No ha intentado pintar las cosas de color de rosa, y ha reconocido abiertamente los muchos desafíos y sufrimientos que todavía nos quedan por dejar atrás. Inevitablemente, ha recurrido a la herencia recibida para que, hasta ahora, haya tenido que cumplir su deber y no sus promesas. La cifra del déficit de 2011, que subió tres puntos en el último momento, se lo deja en patena de plata para hacerlo así.

Ha anunciado muchas más medidas que vendrán en las próximas semanas y meses. La mayoría muy razonables, y algunas incluso largamente esperadas, como la de no tener que ingresar el IVA por facturas que no se hayan cobrado, medida que se pondría en marcha a primeros de 2014.

En fin, todos sabemos cómo está la economía de España, con sus grandes desequilibrios y las cifras monstruosas de desempleo, que afectan muy especialmente a los jóvenes, que son el futuro, y a los mayores de 45 años, que son la experiencia que se está desperdiciando. No hay muchas razones para el optimismo, pero Rajoy ha estado bien equilibrado, lejos de triunfalismos.

Rajoy incluso ha intentado un poco de pedagogía, cuando ha planteado el tema de que, en otras circunstancias, la respuesta de un gobierno habría sido la devaluación, que nos habría hecho más pobres a todos. Pero que, siendo imposible la devaluación, los medios para conseguir igual resultado han cambiado.

Sí ha sucumbido un poco a la autocomplacencia al juzgar el papel de España en la Unión Europea en este último año, donde ha destacado ampliamente los (escasos) logros obtenidos. Se ha arrogado una buena parte del protagonismo en haber conseguido que una UE obsesionada por la contención del déficit y la austeridad, se haya acabado inclinando hacia una posición más proclive a plantear el crecimiento desde la austeridad y el equilibrio de las cuentas públicas.

Ha hablado del tema de la corrupción, del modo general en que debería hacerlo cualquier estadista, hablando del ambiente irrespirable que genera y de que su combate debe ser sin cuartel. Abriendo las iniciativas que haya que ir tomando para vencerla definitivamente, a todos los demás grupos del Parlamento, en varias ocasiones. Bien, si no fuera que su propio partido y él mismo están actualmente sumergidos en un miasma corrupto del que se empeña en no hablar ni intentar clarificar (supongo que consciente de que no podría hacerlo en ningún caso). Ha prometido sanciones (incluso penales) más duras para los delitos de corrupción, así como un alargamiento del período de prescripción, para intentar poner coto a la impunidad. Insisto, bien y correcto, si no fuera que persiste en ni citar a Bárcenas y su (presunta) trama corrupta.

Ha insistido en fomentar la transparencia en todas las instituciones, incluyendo de forma explícita a los partidos políticos, y a las organizaciones empresariales y sindicales (lo que ha despertado aplausos entusiastas de su grupo parlamentario, entiendo que por haber citado a los sindicatos). Explícitamente ha citado a las Fundaciones próximas a los diversos partidos políticos y a cualquier institución que se financie con fondos públicos.

La corrupción es un tema muy serio, que provoca una desafección, que podría llegar a ser irreversible, de los ciudadanos hacia sus representantes políticos. Hay que ponerle coto a los corruptos, evitar en lo posible la posibilidad de la corrupción, y castigar a los corruptos. Yo insistiría en que particularmente censurables son las maquinarias corruptas que salen a la luz en el entorno de algunos partidos políticos y centros de poder (no sólo, pero especialmente, del PP y de CiU, su quasi-socio parlamentario).

Veremos cómo intenta ponérsele coto en los próximos tiempos, y espero que este tema de vital importancia para la higiene política y democrática de España no quede arrumbado y escondido bajo la alfombra.

Finalmente ha hecho una referencia, creo que muy pertinente e inteligentemente planteada, a los problemas conocidos de cohesión y organización territorial de España. Ha dejado claro que el Gobierno no va a permitir nada que vaya contra la ley, que nuestra ley máxima es la Constitución y hay que respetarla. Pero también ha dejado el camino abierto para que, dentro de la ley, se pudiere abordar en su momento alguna reforma de la Constitución, siempre que se contara con las mayorías necesarias y los consensos deseables. Me parece una llamada sensata a la responsabilidad para aquellos que parecen pensar que todo se puede hacer y de cualquier modo. Es cierto que todo se puede hacer (e incluso Rajoy ha repetido varias veces que todas las posturas son respetables) pero es imposible hacerlas al margen de la ley. Explícitamente, ha reiterado que la convocatoria de cualquier referéndum es responsabilidad exclusiva del Gobierno del Estado.

Aunque ya he escrito sobre el tema en varias ocasiones, voy a insistir aquí en lo que me parecería razonable sobre el tema territorial, en particular con Catalunya que, hoy por hoy, es el único territorio donde hay fuerzas políticas ampliamente representativas que parecen estar por la labor de cambiar las reglas de la convivencia. Creo que lo primero que habría que hacer es un referéndum, acordado y consensuado entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat de Catalunya. Su resultado, fuera en uno o en otro sentido, permitiría clarificar la situación. Si el resultado fuera favorable a continuar formando parte de España, desactivaría las tensiones, y permitiría centrarse en los problemas acuciantes de la sociedad en su conjunto. Y si el resultado fuera favorable a una separación, permitiría disponer de un argumento objetivo para iniciar las negociaciones y la búsqueda de los consensos necesarios para las modificaciones legales que fueren necesarias. Estoy convencido de que, si no se hicieran trampas en la formulación de las preguntas ni en la interpretación de las respuestas, los ciudadanos de Catalunya se manifestarían mayoritariamente favorables a seguir formando parte de España, aunque siguieran siendo necesarias algunas modificaciones competenciales o de financiación.

En resumen, creo que Rajoy ha conseguido un Notable en este discurso sobre el Estado de la Nación. Creo que ha hablado con la suficiente claridad de la mayoría de temas que preocupan prioritariamente a los ciudadanos españoles. No ha intentado sobrevender los resultados de las medidas ya adoptadas, y ha prometido más medidas con el crecimiento de la economía y la creación de empleo como objetivo último. Ha ganado tiempo.

Otra cosa sería valorar todo aquello de lo que no ha hablado, pero habrá que esperar al desarrollo del debate completo, para valorar la capacidad de los diferentes partidos de la oposición para forzar a Rajoy a retratarse en todo aquello de lo que, voluntariamente, esta mañana de miércoles, ha preferido no hablar.

Le favorece a Rajoy, por supuesto, que el principal partido de la oposición, el PSOE, esté en estado de shock, con necesidad imperiosa de una cierta refundación en torno a mensajes nuevos, y apestando a putrefacción. Costará tiempo, y un inevitable cambio de caras, que los ciudadanos olviden que Zapatero y su equipo, junto a algunas cosas buenas (especialmente en el campo de los derechos sociales y ciudadanos) cometió algunos errores que son de los peores que se recuerdan en toda la etapa democrática de este país.

JMBA

martes, 19 de febrero de 2013

IBERIA en su Laberinto

Estamos asistiendo estos días a la mayor huelga nunca conocida en la compañía IBERIA. Esta vez son todos sus empleados (pilotos, personal de cabina, mecánicos, personal de tierra, etc.) los que han declarado una huelga de muchos días de duración (para empezar, toda esta semana del 18 de Febrero).
La T4 de Barajas, invadida por el personal de Iberia en
huelga, este lunes.
(Fuente: rtve)










A pesar de los intentos de sentarse para llegar a un acuerdo, no parece que esta posibilidad esté ni siquiera cercana. Y es que las posiciones de las dos partes están terriblemente alejadas entre sí. Y la sorpresa para el ciudadano que no es un experto en estos temas, es que las versiones de la situación que cuentan los directivos de IBERIA y su personal no tienen nada que ver, parece como si se refirieran a dos compañías diferentes.

La dirección mantiene un discurso de rentabilidad y de competitividad. Parecería que sólo con un empeoramiento de las condiciones laborales de sus empleados, la compañía podría recuperar un grado de competitividad suficiente como para garantizar su continuidad y no desaparición. Se habla de prejubilaciones, despidos y reducciones salariales acompañadas de ampliaciones de jornada, etc. En resumen, casi nada que no haya pasado en los últimos tiempos a formar parte de cualquier conflicto laboral.

Por el contrario, la posición de los empleados intenta reflejar el hecho de que IBERIA habría sido vampirizada por British Airways, en el marco de su alianza en IAG. BA se habría cogido para sí las rutas más rentables, obligando a IBERIA a dejar de volar a destinos en los que era líder, como algunos de Latinoamérica, Atenas y otros. Los empleados acusan a la actual dirección de IBERIA de haber entregado la compañía en bandeja a los británicos, y de ello se deduciría que la (presunta) fusión con BA habría sido el peor (y quizá el último) negocio de IBERIA. Por otra parte, afirman que los sueldos en BA para puestos equivalentes son más elevados que los actuales de IBERIA, no digamos los que la dirección intenta imponer.

En fin, estamos acostumbrados a que, ante cualquier conflicto, la versión de las partes sea muy diferente, porque los mismos hechos vistos desde diferentes puntos de vista pueden generar realidades aparentemente contradictorias. Pero siempre se atisba un tufillo a que la diferencia es (solamente) de punto de vista. Y este no es, para nada, el caso en el actual conflicto de IBERIA, donde da la sensación de que las partes describen realidades diferentes.

Las (mal) llamadas compañías de bandera hace tiempo que han dejado de tener ningún sentido. Cuando el transporte aéreo era una actividad heroica y para unos pocos, ese tipo de compañías eran el blasón nacional para participar en una actividad de vanguardia. Pero desde hace ya alguna década, el transporte aéreo ha inundado el mainstream de la sociedad, y se ha convertido en un servicio básico para buena parte de los ciudadanos. Se ha masificado su utilización y ya resulta complicado encontrar ciudadanos urbanos que nunca hayan montado en un avión.

Masificación equivale a competencia, una competencia que es feroz, ya que las compañías aéreas (como las de ferrocarriles, o los hoteles) venden un producto extremadamente perecedero. Una plaza que vuela sin pasajero es un melón que se pudrió por completo, y que ya es imposible de vender (incluso como abono o para hacer zumo de segunda categoría).

Si retrocedemos, por ejemplo, a la década de los ochenta, la situación de este mercado no tenía nada que ver con la actual. Cuando había que realizar un viaje de trabajo, en la empresa, por ejemplo desde Madrid a París, estaba asumido por todo el mundo que el coste de un billete de ida y vuelta en clase Turista iba a costar más de 100.000 pesetas, incluso 150.000 pesetas. Lo que sería el equivalente actual a una horquilla entre 600 y 900 Euros. Actualmente (tres décadas de inflación más tarde), cuando hay que pagar más de 100-150 Euros por un billete en esta ruta, queda la sensación de haber sido timado, o de haber escogido unas fechas de fuerte demanda (puentes, períodos vacacionales, etc.). Algo muy sustancial ha cambiado.
En la calle Caminito, Barrio Boca, Buenos Aires.
(JMBigas, Abril 1985)

En Abril de 1985, tuve ocasión de visitar Brasil y Buenos aires, en compañía de mi padre, en un viaje organizado en grupo (en total, como docena y media de españoles por el mundo). En el grupo había dos hermanas que, debido a un incidente familiar grave, tuvieron que regresar a Madrid unos cuantos días antes de lo que estaba previsto. Hace casi treinta años de ello, y sin embargo tuvieron que pagar del orden de las 400.000 pesetas (cada una; el equivalente a 2.400 euros) para conseguir un billete Buenos Aires-Madrid que les permitiera asistir al funeral por su madre. Actualmente, casi treinta años después, parece caro pagar más de 700-800 Euros por un billete de ida y vuelta a Buenos Aires.

Con ello quiero decir que las condiciones de ese mercado han cambiado de forma dramática. Ha influido decisivamente en ese hecho la aparición de las (mal) llamadas compañías low cost. A fin de cuentas, una compañía low cost se creó desde la nada para atender un mercado cuyas condiciones de competitividad ya eran muchísimo más duras de las que existían cuando se crearon las llamadas compañías de bandera. Se creó para un tiempo nuevo, y no heredó ni vicios ni privilegios.

Ello ha obligado a infinitas reconversiones de las compañías tradicionales, para intentar mejorar su capacidad de supervivencia en ese entorno tan competitivo. Muchas acabaron desapareciendo, fusionándose con otras, siendo absorbidas, disolviéndose en alianzas de todas clases.

IBERIA se ha mantenido durante muchos años entre las poquitas compañías llamadas de bandera que han podido sobrevivir y adaptarse a la feroz competencia. Pero ahora, casi de repente, da la sensación de que lo que eran sus activos se han esfumado, que su capacidad de competir se ha deteriorado al límite de la desaparición, que sólo una cirugía muy dolorosa puede hacer algo para evitar su muerte. La constatación de esos hechos me hace pensar que la versión de los empleados respecto al saqueo de la compañía por parte de su propia dirección, por parte de British Airways y del consorcio IAG, pudiera tener mucho más de cierta que lo que los gestores están dispuestos a aceptar.

Me temo que muchos estamos convencidos de que el papel que jugaría esa nueva IBERIA (si se aceptaran todos los planteamientos de la dirección) en el mercado aéreo europeo sería mucho más secundario de lo que nunca fue hasta ahora. Y que el siguiente paso podría ser su pura desaparición, o la deglución de lo que quedara por parte de BA y/o IAG.

Todas las cosas en este mundo tienen su ciclo de vida, pero no veo ningún argumento serio para justificar que el final de IBERIA sea un hecho inevitable ahora. Tendría que refundarse, reconstruirse en base a las condiciones económicas y de competencia actuales, habría que revisar o eliminar algunos privilegios de otra época que todavía quedan en la compañía, pero teniendo siempre claro que el objetivo final es una IBERIA más fuerte que antes, y mejor equipada para competir con ventaja en un mercado donde la cuchillada es el pan nuestro de cada día.

En fin, el conflicto está servido y me temo que será muy duro esta vez. Ya se vieron ayer escenas a las que nunca deberíamos tener que asistir, pero que se pueden entender (no justificar) porque, esta vez, las diferencias no son de matiz o detalle (que si un 2 ó un 4 por ciento de subida,...) sino entre la vida y la muerte de la compañía. Una negociación fáustica para la que las partes no creo que estén preparadas, y el Ministerio de Fomento deberá jugar un papel importante.

Con sus más y sus menos, a mí siempre me ha gustado volar con IBERIA. Me sentiría muy desamparado si al final desapareciera.
Un tren, en las cercanías de Quilmes, Buenos Aires.
(JMBigas, Abril 1985)

Al hilo de este conflicto, me viene a la memoria el recuerdo de una anécdota que viví en un avión de IBERIA volviendo de Buenos Aires a Madrid, en Julio de 1.999 (recuerdo con precisión la fecha porque, a la llegada, me mudé casi directamente a la que hoy es mi casa). Había tenido que visitar Argentina por motivos de trabajo, a petición de nuestros colegas de allá. Mi jefe entonces les obligó a garantizarme un pasaje en Business, a cambio de la asistencia que solicitaron. En el asiento de al lado del mío, venía Karlos Argiñano (con algunas personas de su equipo; creo que tenía en Argentina un programa gastronómico en la radio o la televisión). Apenas levantado el vuelo, nos sirvieron una espléndida cena. Todavía se utilizaban en los aviones cubiertos metálicos y vasos de cristal. La cena incluía un suculento solomillo, acompañado de un buen vino tinto de Rioja, que servían a discreción. Yo siempre he sido lento comiendo y, además, no estaba muy habituado a estos lujos en los aviones, por lo que me remansé en la suerte. Cuando las azafatas (más bien aeromozas, porque en esos vuelos de IBERIA el personal de cabina siempre tiene espolones, no sólo por su mayor experiencia, sino también por su superior capacidad de negociación para hacerse con las rutas más rentables) habían ya recogido todas las bandejas, yo seguía comiendo con tranquilidad, pidiendo más pan y más vino. Hasta que una de ellas se plantó en jarras enfrente de mí y me espetó: "¡Es usted muy lento comiendo!", a lo que no se me ocurrió otra respuesta que "Qué prisa tengo, si me quedan más de diez horas de vuelo...". Argiñano terció "Déjalo, mujer, al menos que alguien disfrute...".

Podría también recordar ese cigarrito que se podía fumar en la parte de atrás del avión, tras la comida o cena caliente que servían en los vuelos a París.

Me temo que, más pronto que tarde, esos recuerdos serán lo único que quede de una época superada.

JMBA

martes, 12 de febrero de 2013

Ha Dimitido el Papa

Bueno, creo que no le llaman así, porque una dimisión es un concepto excesivamente profano para la siempre barroca retórica vaticana. En cualquier caso, el Papa actual, Benedicto XVI, Joseph Ratzinger para el siglo, ha decidido que ya no está en condiciones de seguir ostentando tan alto ministerio, y ha anunciado que dejará el Vaticano en situación de Sede Vacante el próximo 28 de Febrero a las 20 horas.
Joseph Ratzinger, Benedicto XVI.
(Fuente: tiempo)

Me parece que esta es una decisión que le honra. El ciclo vital de las personas no es estable con el paso del tiempo. Desde los veinte años se nos empiezan a morir algunas neuronas, y progresivamente van menguando nuestras capacidades de todo tipo. Se asume socialmente que a los 65 años el común de los mortales ya no está para seguir trabajando, aunque hay algunas actividades, donde prime la experiencia y la sabiduría sobre las capacidades físicas, en que esa edad de retiro se puede desplazar una o dos décadas.

Por todo ello, que un hombre como Joseph Ratzinger, que cumplirá 86 años el próximo 16 de Abril, ya no se encuentre en condiciones de seguir dirigiendo con autoridad y en sus plenas facultades la Iglesia Católica, parece razonable. Y, muy probablemente, sus capacidades actuales seguirán menguando en los próximos tiempos, porque es ley de vida.

Lo que me resulta realmente sorprendente es que tengamos que retroceder varios siglos para encontrar un precedente para este tipo de renuncias. La única explicación entendible que le encuentro a este fenómeno, y no es nada honorable, es que la curia vaticana (la Corte de la Iglesia Católica) no le hace ascos, más bien al contrario, a que en la silla de Pedro se siente un anciano con sus facultades muy mermadas. Fácilmente se puede acabar convirtiendo en una marioneta en manos de los habilísimos miembros de esa tribu selecta, que pueden así gobernar a sus anchas, sin que nadie les haya elegido.

Creo que es muy saludable (e higiénico) que cuando el Papa en ejercicio se da cuenta de que sus facultades ya no le permiten desempeñar su labor con todas las garantías, decida renunciar y dar paso a un Cónclave que elija a su sucesor.

En la mayoría de monarquías del mundo se tiene cierto hábito en la coexistencia de un monarca en ejercicio, y su predecesor/a viviendo tranquilamente los últimos años de su vida en la quietud del retiro. Pero esa será una novedad absoluta en el Vaticano. Que coexistan un Papa y un ex-Papa será algo nuevo por completo.

Lo más probable es que Joseph Ratzinger, tras hacerse efectiva su renuncia a finales de este mes, se refugie en una vida monacal de retiro y oración, y desaparezca por completo de la vida pública. Otra cosa sería enojosa y difícil de digerir en la sociedad vaticana y en la Iglesia en general.

Veremos si el Cónclave esta vez aporta una decisión de mayor recorrido, en forma de un nuevo Papa que esté en los sesenta y pico años de edad, y para el que se pueda estimar un papado de, al menos, una quincena de años, en buenas condiciones.
Angelo Scola, actual arzobispo
de Milán.
(Fuente: wikipedia)

La decisión estará en manos de los 118 cardenales menores de 80 años, que se encerrarán en la Capilla Sixtina desde primeros de Marzo, hasta que consigan tomar una decisión con la mayoría necesaria y aparezca la famosa fumata bianca por la chimenea. Se habla de que podría haber novedades contundentes, en forma de un nuevo Papa americano (quizá de Estados Unidos, quizá de Brasil) o incluso un Papa africano. Mi opinión, sin embargo es que, muy probablemente, el nuevo Papa será italiano. Y parece que todos los números los tiene el arzobispo de Milán, Angelo Scola, nacido en noviembre de 1941 y que cuenta actualmente, pues, con 71 años de edad.

De todas formas, el desafío real para el Vaticano y la Iglesia Católica en general, es poder desarrollar una labor de (re)inserción y de acompañamiento de la sociedad occidental del siglo XXI. En las últimas décadas, por el contrario, hemos visto más bien un alejamiento de esta labor, un reiterado intento (vano) de modificar la sociedad para adecuarla a los patrones del dogma católico. Esta táctica está abocada al fracaso.

En un matrimonio convencional (de un hombre y una mujer), cuando se produce una situación de adulterio que se mantenga en ese entorno convencional (el hombre se enamora de otra mujer; la mujer se enamora de otro hombre), el cónyuge engañado puede intentar pelear con las mismas armas para intentar recuperar su posición perdida. Pero si el adulterio, o el deseo de separación o divorcio, tiene otro origen no convencional (una repentina vocación de castidad o un amor homosexual), el cónyuge se encuentra indefenso, porque el campo de la batalla no está perfilado de ninguna forma.

De igual modo, la Iglesia Católica se maneja con más soltura en lugares como Estados Unidos o la mayoría de países latinoamericanos que en la vieja Europa. En América conviven cientos de religiones (y sectas de todos tipos), lo que significa que la mayoría de la población alberga un sentimiento religioso, que la Iglesia Católica tiene que intentar orientar hacia sus propios dogmas y principios. Sin embargo, en la vieja Europa da la sensación de que el tema se plantea de un modo diferente, y lo que tiende a predominar cada vez en capas más amplias de la población, es el desvanecimiento de ese sentimiento religioso y la progresiva laicización de la sociedad.

En los últimos años se ha visto con mucha claridad que el Vaticano tiene perfectamente identificado cuál es su enemigo más difícil de batir: una sociedad laica, donde una buena parte de la población tiene un sentimiento cierto de descreimiento religioso, si no directamente de ateísmo, y es muy refractaria a que la Iglesia recupere una posición de privilegio, como ha ostentado durante muchos siglos en el seno de la sociedad occidental, principalmente europea. Los intentos nada velados de los últimos dos Papas, muy singularmente, para conseguir que la sociedad sea (vuelva a ser) de inspiración católica, ha provocado más de una fractura social, donde partidarios y detractores acaban en lucha franca, incluso en las calles. 

Quizá por eso no sería una mala idea que hubiera llegado ya la hora de un nuevo Papa americano.

JMBA

viernes, 1 de febrero de 2013

El Cuadernito Gris

Este jueves ha publicado finalmente el periódico El País un extracto de los papeles de Bárcenas, es decir, unos retales de lo que sería su cuadernito gris, el cuaderno manuscrito del que anticipaba su existencia yo mismo hace unos días. Todo ello, por supuesto, presuntamente.
Dolores de Cospedal creo que, strictu sensu, no mintió
en la rueda de prensa de este jueves. Pero, desde luego,
no contó toda la verdad.
(Fuente: tele5)

Según cuentan periodistas próximos al dossier, El País disponía de esta información desde hace unos cuantos días, y se ha preocupado de intentar hablar con los presuntos afectados, para darles la oportunidad de que también se publicaran las declaraciones o precisiones que tuvieran a bien hacer.

Tras muchas deliberaciones en el seno del Partido Popular, hoy mismo, cerca de la una y media de la tarde (casi una hora más tarde de la que se había convocado inicialmente), compareció la Secretaria General del Partido Popular en rueda de prensa con preguntas (salvo para El País), en la sede de Génova.

La posición de Cospedal va en la línea de que no reconocen para nada que esos papeles que se han publicado tengan nada que ver con la contabilidad del PP, que no se sienten afectados por ellos, que tomarán medidas legales (todavía en manos de su departamento jurídico) contra los medios que los han publicado (sin más precisiones por el momento). Y que esas presuntas demandas o querellas se presentarán tanto por el PP como institución, como a título personal (se supone que por parte de los directivos -o ex-directivos- del partido que se citan explícitamente en estas informaciones).

Cuando uno ve por segunda vez una película de suspense (es decir, cuando ya se conoce la identidad del asesino, del traidor o del topo), todas las apariciones del o de los culpables las analizamos a la vista de las informaciones que ya conocemos y que se supone que no deberíamos saber (todavía). Podemos así apreciar sutilezas, posibles agujeros en la textualidad del diálogo, comportamientos sospechosos, dobles sentidos, etc. etc.

Pues bien, sugiero que veáis dos veces más esta rueda de prensa de Dolores de Cospedal. En la primera, asumid que todo lo que se ha publicado es real, que el tesorero Bárcenas era el administrador de una Caja B, que se alimentaba de donaciones de diversas empresas (constructoras y otras) y que ese dinero se destinaba a pagar algunos sobresueldos y algunos gastos corrientes (pero no justificables en la contabilidad oficial del partido). Y que, muy probablemente, de ese dinero (que nunca fue del PP, sino de la Maquinaria Trincona Barcenasa), una parte la derivó el propio administrador a alguna cuenta propia en Suiza (como un abyecto Fondo de Pensiones personal, para asegurarse una vejez confortable, aunque sus antiguos amigos le puedan dejar con el culito al aire).

En la segunda repetición, asumid que todo es falso. Que esos papeles que se han publicado son una falsedad total, que han sido preparados y elaborados por el propio periódico que los ha publicado, o por terceros influidos o pilotados por otras fuerzas políticas que quieren perjudicar y desprestigiar al PP, y desviarle de su máximo objetivo que no es otro que sacar a España de la crisis (sic).

Tras esas dos repeticiones, seguro que habréis obtenido algunas conclusiones bastante claras. Habréis detectado que la forma de contar algunas cosas podría encajar bastante bien en una de las hipótesis, y chirriar como un error en el guión, cuando asumimos la hipótesis contraria.

Estoy convencido de que Dolores de Cospedal, en sentido puro, no ha mentido. Aunque muy probablemente no ha contado toda la verdad. Igual que seguramente tampoco lo han hecho el resto de directivos en sus respectivas declaraciones. Pero, el problema, el chirrido, es que todas ellas pueden encajar bastante bien en la hipótesis de que todo sea real.

Supongamos que la existencia y funcionamiento de esta Maquinaria Trincona Barcenasa sea real. Está claro que, para nada, ese cuadernito gris que parece haberse filtrado es, de ninguna forma, la contabilidad del PP. Realmente, serían las cuentas básicas (de sumas y restas) de esa máquina corrupta desarrollada en los aledaños del partido, en las cloacas del PP. Si (y digo si) hubo sobres con dinero en efectivo que el administrador de ese fondo de reptiles entregó a Aznar, a Rajoy, a Mayor Oreja o a quien fuera, es evidente que ese dinero, en ningún caso fue un sobresueldo del Partido Popular, ni de su Grupo Parlamentario, sino un pago en señal de agradecimiento por parte de Maquinaria Trincona Barcenasa que, por supuesto, no dispone de NIF.

Toda maquinaria corrupta, por su propia definición y diseño, está a salvo de cualquier tipo de auditoría. Ni existe un NIF del pagador, ni recibos ni facturas ni documentos de ningún tipo, más allá del cuadernito gris de marras. Un cuadernito que el administrador nunca perdería de vista y del que sólo daría cuenta, en su caso, en un vis a vis con el responsable de la organización corrupta, fuera quien fuera.

Se van, pues, como humo de pajas, todas las manifestaciones de los responsables del partido hablando de las auditorías internas y externas que han encargado urgentemente a la actual tesorera del partido. Ese, desde luego, no es el problema, y ya podemos adelantar las conclusiones de esas auditorías: Todo limpio como una patena.

Cualquier Maquinaria Trincona se diseña y construye para que resulte totalmente opaca. Claro que, como todo fondo de reptiles que discurre por las cloacas del sistema, corre el riesgo de un segundo nivel de corrupción por parte del propio administrador. Nadie puede demostrar (ni tampoco su contrario) que ese sobre manila (con dinero en efectivo en su interior) entregado por una mano anónima en la oscuridad de un garage (un decir) contuviera exactamente la cantidad que acabó reflejada en el cuadernito gris. Y que, en su caso, a la salida del garage el administrador tenía un sobre manila con la mitad de la pasta en el bolsillo de los sobres, y otro con la otra mitad de la pasta en el bolsillo trasero del pantalón, que podría acabar en una cuenta suiza personal. La lealtad del administrador hacia el responsable se le supone, pero (también) es imposible de demostrar (o descartar).

El problema real para la democracia cuando hay sospecha de estas (presuntas) prácticas corruptas, es que ni se puede demostrar que sean reales, ni tampoco se puede demostrar que son inventadas. Al no existir documentos que reflejen las transacciones, ni una contabilidad que soporte el más mínimo escrutinio (más allá de ese cuadernito gris y manuscrito), todo intento de demostración acaba en un su palabra contra la mía.

Todo ello salvo, claro está, que haya testigos de algunas de esas transacciones. O que haya arrepentidos, posiblemente alguien que sólo vio circular esos sobres, pero que siempre comprobó que acababan en bolsillos ajenos.

La verdad es que me cuesta muchísimo creer que todo este entramado sea una total invención, que sea una creación de terceros con la única intención de perjudicar al PP. Y, me temo, lo mismo les sucede a los dirigentes del PP que han hablado. Tanto aquellos a quienes les conste la existencia de esas maniobras en las cloacas (suponiendo que los haya, claro), como aquellos a los que no les conste.

La democracia española, que todavía arrastra muchos pecados de juventud, tiene una asignatura absolutamente pendiente con el tema de la financiación de los partidos políticos, y con la existencia (oficial y a la vista) de lobbies o grupos de presión que ejercen fuerte influencia sobre quienes detentan el poder, para favorecer sus propios intereses. Ya es hora de que se avance en esta dirección. Lo mismo que en el tema de las donaciones particulares para el sostenimiento de una determinada actividad política. Luz y taquígrafos es la única receta posible.

Y, lógicamente, veremos cierta tibieza en la posición del resto de partidos políticos. Porque, casi con total seguridad, por las cloacas se mueven otros cuadernitos (verdes, azules, rojos), en los aledaños de todos los partidos políticos que han detentado algún poder ejecutivo, o que son candidatos a detentarlo en alguna de las administraciones públicas del país.

Veremos cómo se lidia con el problema por todas las partes. Pero parece evidente que, por ejemplo, Mayor Oreja no miente cuando dice que todas las retribuciones que recibió del Partido o de su Grupo Parlamentario venían por transferencia bancaria con las correspondientes retenciones y contribuciones a la Seguridad Social. Sólo que si existieron sobres con efectivo (y repito si), es evidente que esas cantidades en ningún caso fueron retribuciones o sobresueldos, sino liberalidades de la Maquinaria Trincona Barcenesa, una organización (mafiosa) sin existencia legal ni oficial, sin NIF y sin ningún tipo de contabilidad oficial o formal. Y, por cierto, sin ninguna vinculación documental con el Partido Popular.

Que no mientan explícitamente no impide que todo ello apeste a dinero negro, a pagos de terceros a cambio de favores (en perjuicio - presunto - de todos los ciudadanos), a gratificaciones entregadas en efectivo dentro de sobres manila, o a que las corbatas de Rajoy se pagaran de esa (presunta) caja B, para no tener que dar enojosas explicaciones, si se reflejaba ese gasto en la contabilidad oficial del partido. Todo el tema huele absolutamente a corrupción y trinque.

De verdad, cualquier película de suspense se ve de otra manera totalmente distinta cuando ya se conoce la identidad del asesino, del traidor o del topo.

Los perjudicados, todos los ciudadanos del país y la propia imagen de España.

JMBA