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lunes, 23 de marzo de 2015

Elecciones en Andalucía

Hace unas semanas publiqué un artículo con mis impresiones y opiniones sobre la compleja situación política y electoral en España para este año 2015. Prometía actualizarlo al hilo de los resultados de las diversas citas electorales.
Susana Díaz (PSOE) ha sido, sin duda, la gran ganadora
en las elecciones andaluzas.
(Fuente: elpais)

El día después de las elecciones (anticipadas) en Andalucía, es momento de honrar esa promesa.

Un titular: Susana Díaz consigue un éxito importante, al repetir resultado, pese a la fuerte irrupción de dos nuevas fuerzas en el Parlamento de Andalucía (Ciudadanos y Podemos). El PSOE pasa a ser la fuerza más votada, a 14 diputados de distancia de la segunda (PP). Desplome del Partido Popular y reducción de Izquierda Unida a fuerza residual. Éxito sin paliativos para Ciudadanos y éxito relativo para Podemos, que no consigue los resultados que podían anticiparse.

Ahora vayamos al detalle. Todos los datos que cito son los disponibles en la web de la Junta de Andalucía, que corresponden al 99,95% de los votos escrutados. Los definitivos podrían tener alguna ligera variación.

Empecemos por la participación. Se ha alcanzado el 63,94% de participación, unos tres puntos por encima de las elecciones de 2012 (60,78%). Esto significa que se han emitido, en total, 4.017.912 votos en las urnas.
Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), cuya imagen ha crecido
durante la campaña, ha pagado el desgaste nacional.
(Fuente: lavanguardia)

Ha habido un ligero repunte de los votos nulos (40.939, 1.02%, frente al 0,58% en 2012) y en blanco (54.807, 1,38%, frente al 0,91% en 2012). Unas cifras, en cualquier caso, residuales y poco significativas.

En total ha habido 216.030 votos a formaciones que, finalmente, no han conseguido ninguna representación en el Parlamento. Entre estas fuerzas destacan UPyD (76.653 votos), Partido Andalucista (60.707 votos) o Vox (18.017 votos). Como es habitual últimamente, el PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal) ha obtenido 37.735 votos que para nada han servido.

Hasta 9 formaciones políticas han conseguido menos de 500 votos en toda Andalucía.

Lo más significativo es que UPyD ha quedado fuera del Parlamento de Andalucía. Ya anticipaba en mi anterior artículo que la confusión programática y el caudillismo de este partido le iba a pasar factura.

Ahora pasemos a analizar los resultados obtenidos por las fuerzas que sí han conseguido representación parlamentaria.

Al PSOE (Susana Díaz) le han votado 1.409.042 andaluces (35,43%), que le otorgan 47 diputados (los mismos que tenía hasta ahora). Ha perdido algo más de 100.000 votos (frente a los 1.527.923 votos de 2012, 39.56%), pero ha mantenido su presencia parlamentaria. Con diferencia, ha pasado a ser la fuerza más votada, a 13 puntos de distancia de la siguiente, que ha sido el Partido Popular.
Teresa Rodríguez (Podemos) ha alcanzado un
éxito relativo.
(Fuente: elmundo)

El PP ha conseguido el apoyo de 1.064.168 andaluces (26.76%), que le reportan 33 diputados. Frente a los comicios de 2012 ha perdido la impresionante cifra de medio millón de votos (frente a los 1.570.833 - 40.67% -) y 17 diputados. Esto supone un desplome monumental. Sin duda, el PP ha pagado el desgaste del Gobierno de Mariano Rajoy (subidas de impuestos, recortes en sanidad, educación y prestaciones sociales, aumento de la pobreza y la precariedad). Su candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, empezó la carrera siendo (casi) un perfecto desconocido para los ciudadanos andaluces. Personalmente, creo que ha desarrollado una buena campaña y su imagen pública ha mejorado considerablemente. Pero la debacle estaba servida y no hubo manera de revertirla.

Izquierda Unida, sumida a nivel nacional en una crisis grave de identidad y supervivencia, ha pagado en Andalucía, además, los errores del gobierno de coalición con el PSOE en el que participó. De los 12 diputados que tenía (438.372 votos, 11.35%), su presencia se ha visto reducida a 5 diputados (273.927 votos, 6.89%). Unos ciento sesenta y cinco mil votos han huido hacia otras formaciones, y han provocado que IU pasara de tercera fuerza a quinta y prácticamente residual.

Dos formaciones que no tenían presencia en el Parlamento de Andalucía han irrumpido en él, y con mucha fuerza.

Ciudadanos ha conseguido 9 diputados (368.988 votos, 9.28%), iniciando la que auguro que va a ser una impresionante carrera ascendente hacia las Generales de fin de año. Podría llegar a ser una tercera fuerza decisiva en la gobernabilidad a nivel nacional. Su talante moderado, pero enérgico en lo que se refiere a regeneración democrática, le acredita para esta posición. Es la opción evidente para los ciudadanos indignados pero que, a pesar de todo, son conscientes de que tienen muchas cosas que podrían perder. Veremos si el fuelle electoral y político les da para un crecimiento tan rápido.
Juan Marín (Ciudadanos), junto a su líder nacional,
Albert Rivera.
(Fuente: elmundo)

Pese a su impresionante resultado, el éxito de Podemos ha sido relativo. Como ya es habitual, su objetivo era ganar las elecciones y, evidentemente, no lo han conseguido. Y sus expectativas estaban por encima de los 20 diputados, y finalmente han obtenido 15 (590.011 votos, 14.84%). En próximas convocatorias podría arañar algún punto adicional (básicamente, fagocitando a Izquierda Unida). Pero creo que su techo electoral está claramente por debajo del 20% de los votos. Podemos parece la opción por defecto para aquellos ciudadanos que están convencidos de que no tienen nada que perder. Y este colectivo podría disminuir algo si la macroeconomía sigue mejorando como se prevé, y empieza a alcanzar el bolsillo de las familias y el empleo.

Mi impresión es que Podemos pasará a ocupar la posición dominante a la izquierda del PSOE, fundiéndose o reemplazando a Izquierda Unida. Con un techo electoral que estará más próximo del 15% que ha obtenido en Andalucía que del 20% que se podría llegar a suponer a partir de algunas encuestas.


Y ahora las lecturas más políticas y especulativas. El PP se ha desplomado en Andalucía, lo que anticipa las que, sin duda, serán las tendencias dominantes en las municipales y autonómicas y más tarde en las Generales. Su resultado es una censura explícita a Mariano Rajoy y a su Gobierno. Más de treinta años en la oposición en Andalucía, sin haber alcanzado nunca posiciones de gobierno es, ya, para hacérselo mirar.
Antonio Maíllo (IU), junto a su líder nacional, Alberto Garzón .
Caras serias en la noche electoral.
(Fuente: cuatro)

Rajoy todavía podría modificar el rumbo para moderar la debacle. Pero la falta de autocrítica que se observa en el PP y la tradicional abulia y laissez-faire del Presidente no auguran nada bueno para su formación. Es más que probable que Rajoy sea el primer Presidente de la democracia que no consiga revalidar su posición para una segunda legislatura.

A pesar de la ligera erosión de votos, Susana Díaz se refuerza como la figura de mayor poder e influencia en el seno del PSOE. Será, sin duda, Presidenta de Andalucía, y esta vez ratificada por las urnas. Pedro Sánchez tendrá que tener muy en cuenta sus opiniones, ya que no tiene margen para forzar una ruptura que podría acabar con su propia carrera política., apenas iniciada. Mantener sus 47 diputados supone que, a pesar de la erosión por la izquierda que ha sufrido con el ascenso de Podemos, el PSOE ha recuperado bastantes votos de los desengañados del PP. Los votos que entran por los que salen.

Izquierda Unida está pagando la pobre imagen que transmite a la ciudadanía. Su presencia, con varias consejerías, en el Gobierno de la Junta de Andalucía, le ha sumado, en la imaginería popular, a la llamada casta política. Sillones frente a programa es un arreglo por el que siempre se acaba pagando. Veremos si Alberto Garzón consigue enderezar el rumbo y capitalizar los nuevos votos de la izquierda que, por defecto, irán más bien al entorno de Podemos.

Ciudadanos, y su líder, Albert Rivera, han conseguido un importante triunfo. Los intentos del PP de desacreditarlo en base a su origen en Catalunya, donde, por cierto, viene desarrollando un nítido papel contra el secesionismo y en favor de la regeneración, fueron una torpeza política que le ha pasado una pesada factura al Partido Popular. La ciudadanía los percibe como una fuerza nueva en el ámbito del centro algo a la derecha, y su base social está en parte del electorado del PP, y también entre los más centristas de los votantes del PSOE. Su papel a nivel nacional será, sin ninguna duda, de gran relevancia en los próximos tiempos. En Andalucía va a tener una oportunidad que espero no desperdicie, de demostrar lo mucho que puede aportar a la escena política nacional.
Rosa Díez (UPyD), la gran perdedora en las elecciones
de Andalucía. Se queda fuera del Parlamento.
(Fuente: laredaccion)

Globalmente, es falaz, si no directamente falso, afirmar que ha muerto el bipartidismo. Un 62.19% de los andaluces han votado a uno de los dos grandes partidos nacionales. Esta posición creo que se va a deteriorar algo durante este año, y en las Generales podríamos ver un porcentaje varios puntos por debajo de este. Pero el nivel del 50% para la suma de votos de los dos grandes partidos es más que seguro para las próximas confrontaciones. En las Elecciones Generales, me atrevo a anticipar que esa suma estará ampliamente por encima del 55%. Sólo que habrá dos fuerzas con presencia importante (Ciudadanos y Podemos, cada una en el entorno del 15-20% de los votos) que marcarán el rumbo de las posibles alianzas y pactos.

Sospecho que este nuevo escenario podrá influir muy seriamente en un deterioro de la presencia de los partidos directamente nacionalistas (CiU, ERC, PNV,...) en el Congreso de los Diputados. Para el parlamento nacional, los ciudadanos van a preferir alinearse con cierta claridad en el eje tradicional derecha-centro-izquierda , más que reforzar los aspectos más específicos de los nacionalismos. Estos seguirán siendo muy importantes, sin embargo, en las elecciones autonómicas.

La radiografía del Congreso de los Diputados tras las próximas Generales podría ofrecer una presencia importante de cuatro fuerzas (con soportes populares en la línea 30-25-20-20), dejando un espacio inferior al 10% para otras fuerzas, incluyendo las nacionalistas.

En dos meses nos vamos a enfrentar a las elecciones municipales y autonómicas. Me parece que van a desaparecer la mayor parte de las situaciones de mayoría absoluta, y los pactos y alianzas serán las palabras del día después. En esa refriega, es más que probable que el PP pierda muchos de sus feudos actuales, erosionando su capilaridad de cara a las Elecciones Generales de fin de año.


Nos queda todavía mucho año electoral por delante. Pero, sin ninguna duda, el escenario político global ha cambiado de una forma muy importante que, además, no será reversible. Ya no es tiempo de mayorías absolutas, y sí de consensos y acuerdos.

Más análisis tras las elecciones de Mayo.

JMBA

lunes, 16 de marzo de 2015

Finca Río Negro

Con motivo de la II Cumbre Internacional del Vino de Castilla-La Mancha, el pasado sábado tuve la ocasión de participar, con algunos amigos y muchas más personas, en una visita a esta novedosa bodega, en el marco de la Jornada de Puertas Abiertas de muchas bodegas de la región.
Acceso a la bodega de la Finca Río Negro, en
Cogolludo (Guadalajara).
(JMBigas, Marzo 2015)

La Finca Río Negro, como explotación vinícola, se creó en 1999, sobre la finca familiar de 600 hectáreas de la familia Fuentes. Se encuentra en el término municipal de Cogolludo (pop. 648), en la provincia de Guadalajara, en las estribaciones de la Sierra de Ayllón, cercana al Parque Natural de la Sierra Norte, y próxima a los límites de las provincias de Segovia y Soria.

La Plaza Mayor de Cogolludo está presidida por el Palacio de los Duques de Medinaceli, de estilo renacentista, construido a finales del siglo XV. En esa época, el vino de Cogolludo tenía cierto renombre en la Corte. Pero en los tiempos modernos no había ninguna bodega comercial, más allá de algunos majuelos de viña para el autoconsumo, hasta la constitución de la Finca Río Negro.

Tras diversas experiencias, durante diez años, sus primeros vinos salieron al mercado en 2009. Por cierto, ya situados en la franja media alta del mercado, gracias a diversos premios nacionales e internacionales.

Una de las singularidades de la finca es su altitud, próxima a los 1000 metros, que marca, de alguna forma, un cierto límite para el cultivo de la viña.
Nuestro guía fue el propio José Manuel Fuentes, presidente
y fundador de Río Negro.
(JMBigas, Marzo 2015)

Actualmente producen solamente tres tipos de vino. De una parte, un muy singular blanco monovarietal de Gewurztraminer. En tintos, el propio de la finca es un ensamblaje de cuatro variedades: Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot, con 12 meses en barrica de roble. Recientemente han sacado al mercado un segundo tinto, el 992, más joven y adaptado para el poteo y consumo por copas, fácil de beber.

Se pueden ver los numerosos premios obtenidos en su propia web.

El acceso a la finca se encuentra en el km 37,400 (N 40.965504º  O 3.073199º) de la carretera CM-1001, a poca distancia del núcleo urbano de Cogolludo. Pasada la verja, una vía asfaltada conduce hasta la propia bodega, a algo menos de 2Km de distancia.

Tras algunos intercambios previos de correos electrónicos, nos habían asignado la visita para las doce del mediodía. Llegamos a la Finca unos minutos antes y, para mi sorpresa, la afluencia de público era importante, requiriendo incluso la asistencia de personal para ordenar el aparcamiento de los vehículos.
Viñedo de Gewurztraminer, en las zonas de menor altitud
de la finca.
(JMBigas, Marzo 2015)

En la bodega, tras identificarnos, nos invitaron a una degustación de sus vinos, acompañados por algunos aperitivos. También tuvimos ocasión de pasar un pedido de vino, por cajas o por botellas, para recoger después de la visita.

Proyectos como el de Río Negro requieren de mucho tiempo hasta convertirse en una realidad. Primero hay que experimentar, antes de tomar la decisión de qué variedades de uva van a ser las más adecuadas a las características de la finca. Luego hay que esperar cuatro o cinco años hasta que las cepas nuevas empiezan a producir uva de calidad. Y luego dejar trabajar al enólogo para que el producto final esté a la altura de lo que se estaba buscando.

Tuvimos la suerte de que nuestro guía fuera el propio José Manuel Fuentes, presidente y fundador de Río Negro. La Jornada de Puertas Abiertas atrajo al alcalde de Cogolludo (Javier de Frías Redondo) y a la viceconsejera de Presidencia y Administraciones Públicas del Gobierno de Castilla-La Mancha, Mar España Martí, que también estuvieron presentes. Las cámaras de una televisión local de Guadalajara inmortalizaron el evento.

La breve visita se inició en los viñedos próximos a la bodega. Allí aprendimos que las cepas de Tempranillo ocupan las partes más altas, mientras que las uvas blancas de Gewurztraminer, las menos elevadas.
Tecnología moderna para conseguir el mejor producto.
(JMBigas, Marzo 2015)

En España, la uva Gewurztraminer está muy poco extendida. Que yo conozca, sólo producen monovarietales algunas bodegas del Somontano, de Navarra y del Bierzo, mientras que en el Penedés se comercializan algunos vinos blancos en cuyo ensamblaje interviene la Gewurztraminer, siendo, posiblemente, el más conocido el Viña Esmeralda de Bodegas Torres. El monovarietal de Gewurztraminer que produce Mas de Sant Iscle, en la D.O. Pla de Bages (Sant Fruitós de Bages) es puramente testimonial.

El señor Fuentes la descubrió en su larga estancia por tierras alemanas y, gustándole los blancos que se obtienen junto al Rhin, pensó en la Gewurztraminer para su primer vino blanco de la Finca Río Negro.

En el recorrido por el interior de la bodega descubrimos algunos de sus secretos. Por ejemplo, esa gran barrica de roble donde está envejeciendo el que podría ser el vino más noble y alto de gama de la bodega, elaborado a partir de la cosecha 2012 (tras descartar la de 2011, por su inferior calidad) y que podría salir al mercado, presuntamente, a finales de 2016. O los experimentos que llevan a cabo con otros tipos de uva, como la Petit Verdot o la blanca Viognier. Ojalá consigan productos tan excelentes como los que pone en el mercado el Marqués de Griñón desde su Dominio de Valdepusa, o ese blanco excelso de Viognier, para algunos el mejor blanco de España, que produce Pago Vallegarcía en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real).
Parque de barricas de roble francés y americano, con
climatización de temperatura y humedad.

Por el momento, los vinos de Finca Río Negro se comercializan con la denominación genérica de Vino de la Tierra de Castilla. Parece que algunos cambios legislativos que anticipan les han desaconsejado lanzarse a conseguir una denominación propia como Vino de Pago, aunque reúnen todas las características para obtenerla. En Castilla-La Mancha hay actualmente hasta ocho vinos de pago reconocidos. Hay que decir que, si bien algunos protegen vinos de calidad singular, otros significan bastante poco. Y todo el concepto parece que se va a revisar, de acuerdo a las últimas normativas comunitarias. Personalmente, creo que el concepto vino de pago se desarrolló mucho más en Castilla-La Mancha que en otras zonas vinícolas españolas, debido a la poca imagen de prestigio de sus denominaciones genéricas (como La Mancha, Valdepeñas y otras).

La Finca Río Negro es ya una maravillosa realidad en el campo enológico español. Su vino blanco, casi una excepción en el mercado, es singular y muy agradable, mientras que los tintos son sedosos de textura, sin aristas de sabor, pero muy característicos del terruño donde se levanta la finca. Sin duda todavía nos dará nuevas satisfacciones en el futuro, si sus nuevos experimentos se ven coronados por el éxito, lo que es mucho más que probable que acabe sucediendo, dado el entusiasmo y la profesionalidad con los que los están abordando.
Plaza Mayor de Cogolludo, presidida por el
Palacio Ducal del siglo XV.
(JMBigas, Marzo 2015)

Tras la visita, tuvimos ocasión de completar la degustación y recoger los pedidos.

Y luego nos dirigimos a la Plaza Mayor de Cogolludo, donde disfrutamos de un reconfortante almuerzo (con una contundente Fabada de Cogolludo para empezar) en uno de los restaurantes de la villa, Hermanos Martínez.

Dado que Cogolludo está solamente a unos 100Km de distancia desde Madrid, regresábamos, tras la comida, a la capital en torno a las seis de la tarde.

Podéis ver una colección más completa de fotografías de la visita pinchando en la siguiente imagen.


JMBA

viernes, 6 de marzo de 2015

ExAO (5): Vinos de Extremadura

Ya os conté hace algunos meses las primeras etapas de mi viaje en coche, Junio de 2014, por tierras de Extremadura y Andalucía Occidental. Desde la descripción general del viaje, hasta los paseos por Las Hurdes, la ciudad de Plasencia, las comarcas de La Vera y el Valle del Jerte y el Parque Nacional de Monfragüe.
Bodegas Habla, junto a Trujillo (Cáceres).
(JMBigas, Junio 2014)

Durante todo el recorrido por Extremadura (una parte todavía me queda por contar), tuve ocasión de visitar algunas de las bodegas que jalonan ese territorio. Hoy dedicaré este artículo a los vinos de Extremadura, con especial referencia a las visitas que pude realizar.

Extremadura es una tierra de acendrada tradición vitícola. Sin embargo, su vino más popular, el llamado Pitarra, me parece nefasto, excepto, quizá, para quien le recuerde sabores o aromas de la infancia. En los tiempos modernos (1.999) se ha establecido una única Denominación de Origen en la región, Ribera del Guadiana. Desde mi punto de vista, y con su configuración actual, esta denominación de origen contribuye muy poco a la apreciación de los vinos producidos en Extremadura. El motivo principal es que abarca hasta seis subzonas diferentes, con características climáticas y de suelo muy diversas, que no configuran un criterio de calidad uniforme para los vinos con esta denominación. Las subzonas son cuatro en la provincia de Badajoz (Tierra de Barros, Matanegra, Ribera Alta y Ribera Baja) y dos en la de Cáceres (Cañamero y Montánchez).
Viñedos junto a las Bodegas Habla (Trujillo).
(JMBigas, Junio 2014)

Las restricciones impuestas por cualquier denominación de origen (rendimientos máximos, tipos de cepas admitidas, composiciones, etc.) junto con una muy escasa aportación a la apreciación del producto, provoca que la mayor parte de las bodegas innovadoras de la región (que las hay y bastantes) prefieran la libertad de la denominación genérica Vino de la Tierra de Extremadura. Una situación que, probablemente, se acabe resolviendo en el futuro convirtiendo alguna de las subzonas en denominación de origen de pleno derecho, con sus propias características diferenciales.

En mi periplo por esa tierra, básicamente de norte a sur, empecé por visitar una de las nuevas bodegas con más reconocimiento en el mercado en estos últimos años: Bodegas Habla. Se encuentran muy cerca de Trujillo (Cáceres), dentro de la subzona Montánchez. Llegar a la bodega no es nada fácil, pues hay que pasar bajo la autovía A5 y seguir luego un camino de tierra. Para quien le pueda servir, sus coordenadas son N 39.402172º O 5.869200º. Casi enfrente está la finca La Torrecilla, de la misma propiedad, que no es de acceso público.
Puerta de entrada a las Bodegas Habla.
(JMBigas, Junio 2014)

Su vino más extendido y conocido es el Habla del Silencio, un nombre curioso que cualquiera retiene si lo ha visto alguna vez. Es, efectivamente, un tinto fino con crianza, muy agradable de beber, de 14,5º, elaborado a partir de Syrah, Cabernet Sauvignon y Tempranillo. También producen un tinto joven, ideal para el poteo o degustación por copas, al que llaman Habla de la Tierra. Pero sus joyas son los tintos Habla numerados. Cada año sacan al mercado dos de estos. Uno de ellos acostumbra a ser un monovarietal de Syrah (con número par), mientras que el otro es un cuvée de Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Petit Verdot (con número impar). Los últimos presentes en el mercado son el Habla Nº 11 y Nº 12, aunque, con algo de suerte, todavía se puede comprar alguno de los anteriores.

La bodega es un edificio moderno (construido no hace más de diez o quince años). Si no se tiene cita previa, en la verja hay un timbre que permite, a horas convenientes, tener acceso al interior y poder comprar alguno de sus caldos, a la vez que recibir algunas explicaciones sobre su historia y actualidad.

Todos los vinos de las Bodegas Habla se comercializan como Vino de la Tierra de Extremadura.



Quería visitar Guadalupe y, de camino, al borde de la carretera EX-116, en el término municipal de Cañamero, visité las Bodegas Ruiz Torres (N 39.362001º O 5.335748º). El acceso es fácil desde la carretera, y hay una gran explanada para aparcar frente al edificio principal de la bodega. A pesar de que ya eran más de las dos de la tarde, todavía me atendieron en la tienda que tienen para los visitantes. Producen una gran variedad de vinos (tinto, rosado, blanco) bajo las marcas genéricas Attelea, Trampal y Antero. Pero sus mejores vinos los producen bajo el nombre de Ruiz Torres, como dos remarcables monovarietales de Syrah o de Cabernet Sauvignon.
Bodegas Ruiz Torres en Cañamero (Cáceres).
(JMBigas, Junio 2014)

Aunque algunos de los vinos están acogidos a la D.O. Ribera del Guadiana, la mayoría utilizan el genérico Vino de la Tierra de Extremadura. Me confirmaron los responsables que ello es debido, como ya he comentado, a las restricciones que impone la D.O., poco adecuadas, según ellos, a las características climáticas de la subzona Cañamero.

En esa misma subzona hay otra gran bodega, Bodegas Carabal, situada en Alía, junto a la carretera Alía-Castilblanco (N 39.369017º O 5.161679º). Tras la breve visita a Guadalupe (que ya os contaré en otra ocasión), estuve a sus puertas. Pero eran las cinco de una tarde muy calurosa y la verja estaba cerrada y no pude visitarla. Producen tres tipos de tinto bajo la D.O. Ribera del Guadiana. Un Tinto Roble (Carabal Rasgo); un Tinto Crianza (Carabal Cávea) que ha ganado bastantes premios a partir de un ensamblaje de Syrah, Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Graciano; y el goloso Carabal Gulae, otro Tinto Crianza, elaborado con cariño a partir de sus mejores cepas.

Ese miércoles 4 de Junio recalé en Cáceres capital, donde cené y dormí (ya os contaré los detalles en otro momento).


El jueves 5 tomé rumbo al sur (final de etapa en Zafra, provincia de Badajoz), con idea de realizar una visita a Mérida, especialmente a su zona arqueológica romana. Tras un pequeño desvío hasta Montánchez, para comprar un poco del maravilloso jamón ibérico que allí producen, llegué a las inmediaciones de Mérida pasadas las once de la mañana, por la A-66, llamada Autovía de la Plata. Esta carretera, que vertebra todo el oeste de la península, de norte a sur, permite viajar desde Gijón en Asturias hasta Sevilla. Queda todavía algún tramo en que la carretera es de calzada única, pero casi toda la ruta es una autovía de doble calzada.
Viña Santa Marina, junto a Mérida (Badajoz).
(JMBigas, Junio 2014)

Para aprovechar las horas comerciales útiles (para la visita a Mérida daba igual un poco más pronto o un poco más tarde), seguí unos kilómetros hacia el sur, para visitar las bodegas Viña Santa Marina (en la subzona Ribera Alta), que están ubicadas junto a la propia A-66, aunque el acceso es ligeramente truculento, a pesar de estar señalizado. Por si acaso, sus coordenadas son: N 38.829072º O 6.371912º.

El edificio de la bodega, al más puro estilo de cortijo del sur, está rodeado de una extensión de viñedos, hasta las 61 hectáreas que constituyen el mejor activo de la bodega. Situada a los pies de la Sierra de Lamoneda, se trata de un proyecto de Álvaro de Alvear, perteneciente a una familia de larguísima tradición vitivinícola.

Una de las peculiaridades de Viña Santa Marina es que disponen de algunas variedades de uva muy poco extendidas en España, como la blanca Viognier y algunas cepas autóctonas. Yo sólo conozco que utilice la Viognier el Pago Vallegarcía, en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real), de la que obtienen el que, para mi gusto, es uno de los mejores blancos de España.
Viñedos junto a Viña Santa Marina, en Mérida.

En Mérida, Viña Santa Marina propone, aparte de un blanco seco monovarietal de Viognier, también un Viognier dulce de vendimia tardía, muy singular.

Su tinto más popular y extendido es, probablemente, el Equus (un cuvée de Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah). Pero también tienen un par de variedades de gama alta, con reconocimiento de más de 90 puntos Parker. Por ejemplo el Gladiator (Syrah, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot) o el Miraculus (Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah, Cabernet Franc).

En la franja alta también se sitúan los dos monovarietales de Tempranillo, los Torremayor (crianza y reserva).

Utilizando varietales autóctonos, proponen dos vinos blancos interesantes: el Altara (Montúa, Cayetana Blanca, Pardina) y el Altara Aurum (un ensamblaje de Montúa y Viognier).

Utilizando solamente Merlot, proponen el carnoso rosado Viña Santa Marina.
Toneles de reclamo frente a Viña Santa Marina en Mérida.
(JMBigas, Junio 2014)

A pesar de que están afiliados a la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, la mayoría de sus variedades se comercializa como Vino de la Tierra de Extremadura.

Llegué a la bodega en torno a las once y media de la mañana. Junto al edificio principal hay una gran explanada de tierra para poder aparcar, y acercarse andando a la entrada a la bodega. En la propia planta baja tienen una sala grande preparada para degustaciones, junto a una tienda muy bien dispuesta donde se pueden adquirir todas las variedades que producen.

Pensaba llevarme una muestra de seis botellas, pero la abundante variedad y excelencia de lo que producen me aconsejaron ir más bien a la docena, para no olvidarme de nada significativo.

Pasado el mediodía llegué a Mérida (ya os contaré la visita en otra ocasión).

Hubiera querido visitar también otra bodega singular en las inmediaciones de Mérida, Marqués de Valdueza. Pero la finca Perales de Valdueza, donde producen varios vinos tintos, incluyendo un Gran Vino de Guarda, así como aceite de oliva virgen, está situada junto a la A-5, en el Km 360 (N 38.859747º  O 6.544626º), ya camino de Badajoz, y me suponía un desvío que no me pude permitir.

Por la tarde seguí camino hacia el sur, con primera parada en Almendralejo, capital de la subzona Tierra de Barros, dentro de la D.O. Ribera del Guadiana. Esta zona es de las más reconocidas en el entorno vinícola de Extremadura. Aparte de algunos buenos vinos, varios productores también proponen una cierta variedad de cavas (algunos de ellos con Denominación de Origen Cava, que es la única D. O. que no es geográfica). En general, los Brut o Brut Nature tienen una buena calidad, y un excepcional ratio precio-calidad. Se pueden conseguir Brut Natures mucho más que correctos por menos de 5€.

Quizá el más conocido sea el Vía de la Plata, que tiene la bodega en el centro de la población, y sólo producen algunas variedades de cava (no vinos tranquilos). Tuve ocasión de probar su excelente Brut Nature esa misma noche en el Parador de Zafra. Pero para la visita yo había escogido la Bodega Romale, que está ubicada en un Polígono Industrial al norte de la población (N 38.696851º  O 6.412989º). Llegué allí en torno a las cuatro y media de la tarde, pero la tienda-oficina estaba cerrada hasta las cinco. Tuve que hacer tiempo dando una vuelta por Almendralejo, y volví pasadas las cinco.

Romale se suministra de diversos viticultores de Tierra de Barros, pero sus técnicos controlan directamente hasta 300 hectáreas de viñedos.

Bajo la D. O. Ribera del Guadiana comercializan dos familias de vinos. La marca básica (Viña Romale) integra un blanco de Macabeo, un rosado de Tempranillo, un tinto joven 100% Tempranillo y otro de Tempranillo con 10% de Garnacha. La marca premium (Privilegio de Romale) incluye un Tinto Roble Coupage (Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah), un Tinto Crianza y otro Reserva 100% Tempranillo.

También comercializan algunos vinos más sencillos (como Vino de la Tierra de Extremadura) en los tres colores y habitualmente en el formato BiB (Bag in Box).

Los cavas blancos, bajo Denominación de Origen Cava y marca Privilegio de Romale, utilizan Macabeo y Parellada (Semiseco, Brut Nature y Brut Nature Reserva). El Brut Nature Rosado lo elaboran a partir de 100% Garnacha.

Junto a la oficina, en la entrada principal del edificio, tienen una pequeña tienda con exposición de todos sus productos, atendida por el propio personal de la oficina.

He probado el Brut Nature Reserva (que compré a un precio en el entorno de los 5€), y es mucho más que correcto y muy agradable al paso de boca.

Desde Almendralejo seguí camino al sur, para la última parada del día, en Villafranca de los Barros. Allí quería visitar la bodega Pago de las Encomiendas, que elaboran algunos productos bastante singulares.
Pago de las Encomiendas, en Villafranca de los Barros
(Badajoz).
(JMBigas, Junio 2014)

La bodega se encuentra a las afueras del pueblo, al suroeste de la localidad (N 38.554560º  O 6.344963º). Tras cruzar la verja (que yo encontré abierta, pasadas las cinco y media de la tarde), hay una explanada para poder aparcar el coche. Tras llamar al timbre, me atendió el propio responsable de la bodega.

Pago de las Encomiendas es un sabio ensamblaje de tradición, modernidad y esfuerzo por la calidad. Un exquisito cuidado de la uva en el campo, incluyendo a menudo vendimias nocturnas, y en la propia bodega, donde toda la conducción es por gravedad, tratando de evitar incidentes no deseados, determina la obtención de vinos singulares y muy reconocibles.

Para todos los vinos que producen utilizan la denominación genérica Vino de la Tierra de Extremadura, a pesar de encontrarse en el corazón de la subzona Tierra de Barros de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana. Bajo la marca Nadir comercializan los tres colores: un tinto con crianza (Tempranillo y Syrah), un potente rosado (Tempranillo y Petit Verdot), cuyos 14,5º embotellan en un envase singular, y un Blanco (monovarietal de Cayetana Blanca).

En el alto de gama proponen el Xentia de Juan Carrillo, un tinto con crianza de 14,9º, elaborado a partir de Tempranillo, Petit Verdot, Syrah y Graciano.

Sin duda una bodega a tener en cuenta para completar el panorama de la modernidad en el vino extremeño.

Desde allí seguí camino al sur, hasta Zafra, donde había reservado alojamiento en el Parador.

Pero esa ya será otra historia.

Aparte de las fotografías que he seleccionado para ilustrar este artículo, podéis acceder a una colección más amplia pinchando en la siguiente imagen.


JMBA


Nota aclaratoria: Procuro proporcionar las coordenadas precisas de las respectivas bodegas, ya que raramente disponen de direcciones postales reconocibles por las herramientas cartográficas o dispositivos de navegación. La mayoría de GPS permiten la introducción de un destino mediante sus coordenadas. Y en Google Earth, por ejemplo, se pueden introducir directamente las coordenadas (eso sí, identificando la orientación Oeste como W  - de West - y no como O, y utilizando el punto decimal y no la coma) y te lleva de la mano a la puerta de la correspondiente bodega. 

jueves, 5 de marzo de 2015

Bionda

Oí esta mañana en la radio La Hora de los Fósforos, en el programa de Carlos Herrera en Onda Cero.
Algunos de los incunables del mueble bar de mi casa.
(JMBigas, Marzo 2015)

De lunes a jueves, de 10 a 11 de la mañana, Herrera propone un tema (que puede ser de actualidad, picante, nostálgico o incluso escatológico) y los oyentes llaman para aportar sus experiencias propias en el tema propuesto.

El tema de hoy era el de los mueble bar en las casas, y esas botellas incunables que a menudo se encuentran en él.

Es cierto que en el mueble bar de cualquier casa, o lo que sea que actúe como depósito de bebidas alcohólicas, si las hay, en cualquier hogar, acaban anidando algunas botellas de origen a menudo incierto, que nadie consume, y que están abocadas a acabar algún día en el desagüe.

En mi casa tengo algunas de ellas. Hoy hice inventario, al hilo del programa, y localicé no menos de cuatro de ellas. Hay una botella de cerámica blanca (la publicidad habla de white stone - piedra blanca -) de una especie de licor de hierbas holandés, llamado Beerenburgf. La leyenda reza: "Boomsma (creo que es el nombre del elaborador) Oud Friesche Beerenburgf". Mi escaso conocimiento de lenguas germánicas me indica que se refiere a algo que es viejo y fresco, como si eso se pudiera conciliar. Recuerdo que fue un obsequio de unos visistantes holandeses, que vinieron con unos clientes a conocer las que por entonces eran nuestras oficinas en Madrid. La abrí una vez y probé un poco. Pero no me transmitió nada reconocible ni me gustó, y la botella sigue ahí, con su contenido, esperando que el tiempo le quite hierro a simplemente verter el contenido en el fregadero, y reciclar la botella en el contenedor que toque (no sé la piedra blanca dónde debería ir).

Tengo también una botella de pequeño tamaño de Crema de Alba, que creo que llegó como obsequio promocional con la compra de una botella de brandy. Nunca me he atrevido ni siquiera a abrirla.

Y también he localizado una botella de Melody, un (presunto) licor de crema catalana, cuyo origen se me ha perdido en la noche de los tiempos.

Y en un rincón profundo del frigorífico, donde no interfiere con nada más, anida una botella de Licor de Manzana Verde. Creo que lo compré hace bastantes años para alguien que iba a visitarme y que le gustaba eso. Pero la visita no repitió (espero que no fuera culpa del licor), y la botella quedó casi entera ocupando unos centímetros cuadrados de uno de los estantes del frigorífico. Ahí seguirá hasta que ese espacio se convierta en necesario para otra cosa de mayor utilidad.

Pero hoy quería hablar de una botella de licor absolutamente legendaria en los anales familiares. De un viaje de negocios a Milán, mi padre se trajo una botella de algo que posiblemente fuera algún tipo de licor de hierbas, llamado Bionda (rubia, en italiano). Aparentemente, sería un producto originario de alguna zona próxima a los Alpes.

Recuerdo que la abrimos y la probamos varios miembros de la familia. Todos llegamos a la conclusión de que aquello era incomestible, que no resultaba en absoluto goloso y que su sabor no transmitía nada bueno. Mi padre se esforzó en insistir que mezclado con un café con leche muy caliente (no sé si disuelto o por separado), era un remedio ideal para cualquier resfriado. Nunca nos atrevimos a verificarlo.

Un amigo de la familia, modosito y algo apocado, que nos visitaba con frecuencia, fue la víctima propiciatoria. Un día mi padre le ofreció una copita de Bionda (previa amplia publicidad de su origen remoto y selecto), y el hombre, en sus incontenibles ganas de no disgustar, aceptó al parecer encantado. Hasta ahí, nada más que una prueba de cortesía.

Pero cometió un error irreparable al elogiar el licor, e indicar que le encantaba. Con lo que consiguió que el Bionda estuviera siempre en la mesa cada vez que nos visitaba. Nunca se atrevió a rechazarlo, aunque sí insistía en unas dosis cada vez más microscópicas.

El hombre, desgraciadamente, falleció relativamente joven (espero que no tuviera ninguna influencia el Bionda en tan luctuoso suceso). Su muerte nos dejó con la botella de Bionda todavía a un tercio de su contenido.

Pasaron muchos años sin que se tocara nunca más el Bionda. Lógicamente, por pura presión de las novedades, la botella ocupaba cada vez una posición más profunda y esquinada en el armarito que hacía de mueble bar.

Décadas después murió mi padre a edad bastante avanzada. Haciendo limpieza de su vivienda nos volvimos a enfrentar a los restos del Bionda. Liberados ya de cualquier vínculo emocional, nos atrevimos a disponer adecuadamente de ese líquido al que el tiempo le había dado un color tornasolado y una textura algo gomosa. La botella supongo que acabaría en el contenedor para el reciclaje de vidrio.

He sido incapaz de localizar en Internet nada que haga referencia a ese licor italiano. Como Bionda significa rubia, prácticamente todas las referencias encontradas son de cervezas rubias de todos los orígenes. Pero si alguien, en alguna parte de los Alpes, sigue elaborando el licor Bionda, es anónimo y aparentemente desconocido para la red de redes.

Quizá acabamos siendo excesivamente sentimentales con las cosas que nos rodean y que no nos sirven para nada concreto. Siempre tendemos a pensar que vete a saber si un día, y nos resistimos a tirarlas.

En fin, valga este escrito como un pequeño homenaje a los incunables de mueble bar doméstico.

JMBA