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viernes, 28 de octubre de 2016

El Desenlace

Llevamos ya casi un año completo sin Gobierno. Lo que nos ha dado, por cierto, la tranquilidad de evitarnos los disgustos habituales de cada viernes, al conocer las decisiones del Consejo de Ministros.
Imagen de un Pleno en el Congreso de los Diputados.
(EFE; Fuente: diariodenavarra)

Pero este período de felicidad está llegando a su fin. Si no hay sorpresas de última hora, mañana sábado se va a confirmar la investidura de Mariano Rajoy, de nuevo, como Presidente del Gobierno. Esto será posible gracias a la abstención, parece que sin condiciones pero no sabemos bien con qué convicción, de los diputados del PSOE en la segunda votación.

Esto va a ser posible gracias a una serie de desafortunados, desde mi punto de vista, acontecimientos. El PSOE de Pedro Sánchez, instalado en el No es No (por mandato del Comité Federal, conviene recordarlo), ha dado paso, tras un golpe palaciego en el aparato del partido, a una gestora que se ha ocupado en conseguir que venciera la opción de la abstención, en el Comité Federal del pasado domingo. Algunas informaciones parecen indicar que Pedro Sánchez podría, en su momento, haber iniciado negociaciones para conseguir una mayoría de cambio que le garantizara su propia investidura. Y esto incomodó sobremanera a algunas vacas sagradas del partido.

Por la aritmética parlamentaria actual, esto, necesariamente, debería contar con la aquiescencia, o al menos la abstención en algunos casos, de los partidos independentistas catalanes. Me parece bastante evidente que tanto ERC como el ahora llamado Partido Demócrata Europeo Catalán (la antigua Convergencia) no tienen ninguna simpatía ni por el PP ni por el PSOE, ambos partidos constitucionalistas, celosos de la Unidad de España. Pero ambos podrían considerar a un presidente socialista como un mal menor respecto a Rajoy.

Lo que me parece más turbio de todo este embrollo es que los ganadores de ese golpe en Ferraz han sido los convencidos de que les va a ser posible recuperar en no mucho tiempo una situación confortable de bipartidismo, como la que vivíamos en España hasta hace, sólo, dos o tres años. Les convendría recordar que la Historia, siempre, sólo sabe moverse hacia adelante.

La realidad política del país ha cambiado de forma sustancial, especialmente con la aparición de dos nuevas fuerzas políticas con presencia significativa en el Congreso de los Diputados: Unidos Podemos y Ciudadanos. No creo de ninguna forma que, por lo menos durante la próxima década, PP y PSOE recuperen un bipartidismo suficiente como para que les permita el turnismo clásico.

Aparte de que, después de desgañitarse con el No es No, y qué parte del No no ha entendido, durante muchos meses, de repente han dado un giro violento de 180º, y practicarán una abstención, de todo el Grupo, además, poniendo en bandeja a Rajoy la Presidencia del Gobierno en esta legislatura. Si fuera un tren, habría descarrilado; si fuera un avión, se habría agrietado el fuselaje (Borrell dixit).

De todas formas, algunos diputados del Grupo Socialista han anunciado que votarán, en conciencia, NO también esta vez, en contra del mandato imperativo emanado del Comité Federal y vehiculado por la Comisión Gestora y el propio responsable y portavoz del Grupo, Antonio Hernando.

Por cierto, muy triste papel el de Antonio Hernando en el pleno de este miércoles. Parecía razonable que cambiara el portavoz del Grupo, para poder transmitir con mayor convicción el cambio de postura. Hernando, siempre de la mano de Pedro Sánchez, se ha desgañitado hasta la saciedad en el No es No, desde las elecciones del 20D. No sé por qué motivo aceptó mantenerse en esa posición, ya que le ha creado una situación muy desairada.

Su discurso, que fue formalmente correcto, desde mi punto de vista, estaba dirigido principalmente a sus militantes y votantes, más que a Rajoy o a la propia Cámara. Sonó a muy paternal (sé que no lo entendéis, pero hacedme caso, yo sí sé lo que os conviene), o casi como de maestro de escuela (sé que ahora no lo entendéis, pero hacedme caso, la raíz cuadrada de 64 es 8).

El efecto colateral de este discurso es que el PSOE, dentro de la cámara, ha quedado sumido en una cierta invisibilidad, aprovechada salvajemente por Pablo Iglesias, que se erigió en líder único de la oposición.

Personalmente, entiendo la preocupación por el bloqueo institucional, y la nefasta posibilidad de unas terceras elecciones. Pero hubiera sido infinitamente menos dañina para el PSOE la decisión de una abstención técnica, donde sólo se abstuvieran once diputados socialistas (voluntarios, o elegidos por sorteo), mientras que el grueso del Grupo siguiera votando NO.

Por su parte, creo que Ciudadanos salió reforzado del pleno. Aunque le esperan tiempos agitados, en que deberá demostrar a los ciudadanos que saben estar a la altura de ese papel de riendas del PP que se han autoasignado. Si consiguen, de verdad, llevar adelante todas las medidas que han acordado con el PP y, en particular, lanzar una Comisión de Investigación efectiva sobre la financiación ilegal (o irregular) del Partido Popular, demostrarán a los votantes que su papel puede ser importante, y podrían mejorar su representación en una futura cita electoral. Pero si fracasan en ese empeño, podrían estar condenados a la marginalidad o a la simple desaparición.

Por el contrario, me da la sensación de que Unidos Podemos se encuentra en una difícil situación, incluso ante un naufragio anunciado. Personalmente, creo que Pablo Iglesias es un lastre para un Podemos en las instituciones. Iglesias es muy bueno dando mítines, cuando tras cada frase lapidaria debe callar para dar paso a los vítores de sus entregados y fieles adeptos. Su estilo, y lo que es peor, el contenido de sus discursos, puede ser válido para una asamblea de estudiantes, o un círculo de militantes, porque sabe cómo enardecer a los fieles.

Pero el Parlamento es otra cosa. Allí se habla para todos los ciudadanos, los que te han votado y los que no. Es correcto intentar enfervorecer a tus fieles, pero también debes confirmar en su decisión a los que te han prestado su voto, e intentar convencer a los que han votado otras opciones de que puedes ser una alternativa mejor.

El discurso de Pablo Iglesias en el pleno de este miércoles, faltón como siempre, estuvo absolutamente vacío de propuestas concretas que quiera intentar llevar adelante con la fuerza de los escaños de que dispone. Se hartó, eso sí, de lanzar diatribas en contra de los otros tres partidos principales del Congreso. La conclusión de un ciudadano neutral no puede ser otra que a Pablo Iglesias le molesta que haya otros partidos diferentes del suyo en el Congreso de los Diputados.

Desgraciadamente, esto tiene un sentido muy claro. Pablo Iglesias, y Podemos mientras no enderece su rumbo, sólo se siente cómodo en un régimen totalitario en que el suyo es el único partido en el poder, y todo lo demás es una oposición enfermiza, corrupta y equivocada. Se empeña en erigirse como adalid de la gente. Pero la gente de la que habla no somos todos los ciudadanos normales (que nunca hemos dirigido un Banco o una multinacional, que nunca hemos tenido la llave de la caja, que nunca hemos llevado adelante prácticas corruptas - también por falta de oportunidad - y que nunca hemos manejado tarjetas black). Para Iglesias, la gente de la que habla, cuando lo hace en el Parlamento, son, estrictamente, los que le han votado.

Otra cosa es la calle, donde a menudo sólo se trata de gritar más que otros para asumir un rol de protagonismo. Pero en un estado democrático de derecho, parlamentario, en el Congreso de los Diputados se reúnen los representantes de todos los ciudadanos. Y nadie puede pretender que los votantes de otras fuerzas diferentes de la suya sean ciudadanos de segunda, equivocados o engañados. En algún momento, a algunos líderes de Podemos les ha faltado el cantito de una moneda para exigir la eutanasia de esos viejitos que sólo confían en el PP, o la castración química de esos nostálgicos de la izquierda que siguen votando al PSOE.

Creo, que por su propio bien y para poder sobrevivir como un partido parlamentario, que cumpla su función institucional, Unidos Podemos debería renovar su liderazgo, para adecuarlo a las nuevas circunstancias y a las nuevas necesidades. Pablo Iglesias ha cubierto el ciclo de crear un partido político desde la nada, aglutinando iniciativas callejeras y asamblearias, y llevarlo en muy poco tiempo hasta el Congreso de los Diputados con una representación significativa. Pero ahora el partido necesita un liderazgo diferente. Posiblemente Íñigo Errejón esté mucho mejor amueblado mental y anímicamente para hacer frente con éxito a la ardua labor que tienen por delante.

De la capacidad que tenga Unidos Podemos de adaptarse a su nueva condición de fuerza parlamentaria, va a depender el tiempo que le pueda costar al PSOE rehacerse del descalabro provocado por este mandato imperativo de abstenerse. Si Unidos Podemos, con Pablo Iglesias al frente, mantiene el tono y el contenido mostrado este miércoles en el pleno de investidura, la sangría de votos desde Unidos Podemos hacia el PSOE será creciente, y más bien pronto que tarde, irrefrenable. Si no cambian, me temo que estarán condenados a la marginalidad tradicional de, por ejemplo, Izquierda Unida, con su docenita de diputados (en el mejor de los casos). Una formación con esa (escasa) fuerza, puede permitirse algunas salidas de tono porque no tienen ninguna trascendencia.

Curiosamente, también se puso de manifiesto que Pablo Iglesias, azote de oligarcas y, en general, de todos los que no voten a Unidos Podemos, tiene la piel muy fina y encaja muy mal las críticas. Ante la salida de tono de Rafael Hernando, acusándole de usar el nombre de España para venderse a dictadores, sintió herido su honor, después de haber llamado presuntos delincuentes a todos los diputados de las demás formaciones. Dicho sea de paso, el PP debería buscarse, para esta legislatura de diálogo, un portavoz menos buscabregas. Y la Presidenta del Congreso desperdició la ocasión de que lo que ha corrido por todos los platós de televisión, se contara en sede parlamentaria y constara en el Diario de Sesiones, al negarle un turno corto de palabra a Pablo Iglesias.

Resumiendo, Don Tancredo Rajoy, sin mover un músculo de la cara, impasible el ademán, será investido este sábado, alrededor de las ocho de la tarde, como Presidente del Gobierno con plenitud de funciones.

Vaya regalito de Halloween que nos dará el Congreso a todos los ciudadanos.

Y como se acerca el día de difuntos, me permitiré parafrasear a Hemingway y al poeta John Donne: Nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.

JMBA

viernes, 30 de septiembre de 2016

Plataforma Panorámica de Vértigo

Hacia finales de Agosto, ya había prácticamente dado por finalizada la temporada viajera de primavera-verano, cuando un buen amigo insistió en que fuera a pasar un par de días en la playa, por la costa de Tarragona.
Imagen de la plataforma y las impresionantes vistas.
(JMBigas, Agosto 2016)

Para darle contenido a ese viaje, revisé la agenda de temas pendientes por el área de Catalunya, y localicé un par de visitas que quería realizar en algún momento. Hoy os contaré la primera de ellas.

El pasado mes de Julio, el Comú de Canillo (Andorra), una de las siete parroquias en que está organizado el Principado, inauguró en el llamado Mirador de Roc del Quer, a casi dos mil metros de altura, una plataforma panorámica, con un voladizo de 12 metros sobre el vacío del valle.

Tuve noticia de ella a través de mi hermana y mi sobrino, que la visitaron en el curso de una breve escapada a Andorra. Encontré alguna información adicional en la Red, y creí localizarla en Google Earth. Introduje sus coordenadas en mi navegador GPS (un Garmin Nüvi 66, al que llamo coloquialmente La Niña, por la dulce voz femenina que da las instrucciones).

El viaje, pues, lo articulé a partir del lunes 29 de Agosto. Fui directamente desde Madrid a Calafell en unas seis horas (incluyendo las necesarias paradas). Dicho sea de paso, allí coincidí con los dos únicos días de todo el verano en que NO se vio el Sol.

El miércoles 31 por la mañana puse la proa hacia los Pirineos. Llegué a la carretera que une la Seu d'Urgell (Lleida) con Puigcerdá (Girona), a través de Manresa, Berga y el Túnel del Cadí (de peaje, por supuesto).

En La Seu, a donde llegué pasada la una de la tarde, fui al centro y conseguí aparcar en el Paseo (Passeig de Joan Brudieu). En un barecito me tomé un tentempié en forma de bocadillo de lomo con queso, con un refresco.

Seguí camino hacia Andorra, con la intención de ir directamente al Mirador de Roc del Quer. Hacía muchos años, quizá más de diez, que no visitaba el Principado, y lo encontré cambiadísimo. Han realizado importantes inversiones en infraestructuras, para conseguir que los automóviles puedan moverse sin necesidad de cruzar el centro de los diversos pueblos, a velocidad de tortuga. Han abierto también varios túneles, que facilitan la movilidad.
Pensador Mirando al Valle, una escultura en el extremo
de la plataforma, obra del argentino Miguel Ángel González.
(JMBigas, Agosto 2016)

La Niña me llevó directamente hasta La Masana, para mi sorpresa. Yo creía que el camino más corto sería a través del núcleo urbano de Canillo, y luego la carretera del Coll d'Ordino. Pero La Niña me hizo tomar esta carretera desde La Masana, su otro extremo. Seguí sus instrucciones, hasta que llegué al que yo creía que era el Mirador. Aparqué en una de la docena de plazas habilitadas al efecto en esa zona, pero no había ni rastro de indicaciones sobre la plataforma panorámica. Tras algunas indagaciones, llegué a la conclusión de que esa explanada correspondía a la cima del puerto, y las vistas eran básicamente de las montañas que marcan la frontera con Francia.

Decidí seguir camino hacia Canillo, con la esperanza de poder identificar correctamente al Mirador. Unos kilómetros más adelante, efectivamente, llegué al pequeño apartadero con media docena de plazas para aparcar, y con claras indicaciones de que se trataba del Mirador de Roc del Quer.

Pero, hasta aquí, no había visto una sola indicación en la carretera sobre la Plataforma Panorámica. Tras esperar unos minutos conseguí aparcar en una de esas escasas plazas. Al bajar del coche, ya pude consultar un panel que daba las indicaciones necesarias para llegar a la plataforma.

La zona es fácilmente identificable gracias a tres grandes tótems de madera tropical de bolondo, que constituyen un grupo escultórico del franco-mexicano Jorge Dubon (1938-2004), que se instaló allí en 1991. Al grupo se le conoce como Estructuras Autogeneradoras, aunque otras fuentes la denominan también Ouverture de l'Europe.

En el panel se indicaba que, desde el aparcamiento, había que recorrer a pie un camino de unos 400 metros de longitud, y unos setenta metros de desnivel, bajando hasta el mirador propiamente dicho y la plataforma.

De acuerdo a los datos de mis dispositivos GPS, las coordenadas concretas del aparcamiento de vehículos son N 42,569079º  E 1,587624º, y su altitud es de 1.997 metros. En el extremo de la plataforma, los datos GPS que me aportó la cámara fotográfica indican una altitud de 1922 metros. Eso implica un desnivel real de unos 75 metros.

Recorrí, bajo un Sol justiciero de finales de Agosto, pasadas las tres de la tarde, el camino hasta la plataforma. Debo decir que sudé la gota gorda. Porque el camino no es accesible. Hay zonas de fuerte desnivel, incluso con algunos escalones improvisados en la roca. Puede resultar extremadamente difícil para personas con movilidad reducida, e imposible con silla de ruedas. Vi algunas parejas con cochecito de bebé, pero en algunos puntos debieron llevarlo en volandas.
La plataforma, desde la carretera de Canillo al
Coll d'Ordino.
(JMBigas, Agosto 2016).

Afortunadamente, hay instalados algunos bancos con vistas panorámicas laterales, que permiten un pequeño descanso.

Finalmente, llegué a la pequeña construcción del Mirador propiamente dicho y a la plataforma panorámica. Esta tiene una longitud total de 20 metros, de los que doce son en voladizo. En el suelo hay varios paneles de cristal presuntamente transparente, que permiten ver tanto la estructura de sustentación de la propia plataforma como también el vacío de la montaña que aquí se despeña casi en vertical.

En el extremo de la plataforma hay instalada una gran escultura de un Pensador Mirando al Valle, obra de Miguel Ángel González, un argentino afincado en Lleida. Más tarde, ya camino de Canillo, tuve ocasión de parar en un apartadero de la carretera (a 1805 metros de altitud, N 42,571779º  E 1,596370º), desde la que pude contemplar, desde abajo, la impactante imagen de la plataforma con esa imagen de una persona asomándose al vacío.

Estuve por la zona del Mirador un total de unos 50 minutos, y me crucé, quizá, con unas 40 personas. He visto algunas manifestaciones de representantes municipales de Canillo, que confían en que la nueva Plataforma sea un atractivo para muchos visitantes. Para que eso sea algún día así, deberían todavía realizar alguna inversión adicional. Habría que disponer de más plazas de aparcamiento, aunque hay una señal indicando aparcamiento adicional a 175m. de distancia. Las grandes pendientes de la carretera en esa zona auguran que ya se esté echando el bofe al llegar a la explanada de los tótems.
El pequeño aparcamiento, con los tótems identificativos,
en la explanada superior.
(JMBigas, Agosto 2016).

Y, desde luego, deberían hacer mucho más accesible el camino de acceso. En el límite, se podría instalar un ascensor por el interior de la montaña para salvar el desnivel, que permitiera luego acercarse a la plataforma por un camino llano y estable. O, quizás incluso, un mini funicular que dejara a los visitantes junto a la plataforma.

Actualmente, el acceso hasta la plataforma es totalmente libre, y no percibí que hubiera ningún tipo de vigilancia especial. En caso de convertirlo en una atracción realmente accesible, parece lógico pensar que se cobrara una cierta cantidad (por ejemplo 5-8€, que no creo que ningún visitante rehusara pagar) y debería tener un horario definido de acceso, con personal, vigilancia, etc. En esas condiciones, parece razonable pensar que se pudiera llegar a cifras en el entorno de los mil visitantes por día (excluyendo, seguramente, los meses más duros del invierno), lo que podría aportar una recaudación anual en el rango de 1-2 millones de euros.

Dicho esto, la plataforma en sí es una maravilla. Las vistas hacia el valle de Canillo y Encamp, que discurre unos 500 metros por debajo, son sobrecogedoras e impresionantes. Así como el panorama de las montañas que lo rodean. Una atracción imprescindible para cualquiera que visite Andorra, que merece incluso algún desvío para quienes estén en algún punto de los Pirineos catalanes, a ambos lados de la frontera franco-española. Lógicamente, no es apta para personas con vértigo. Pero, en condiciones normales, no sentí ningún tipo de temor por el vacío que se extiende por debajo.

De todas formas, en época invernal y a esa altitud, me temo que la nieve puede impedir el acceso al Mirador. Incluso puede que la carretera del Coll de Ordino esté cerrada al tráfico durante alguna temporada.

Aparte de las fotografías que he utilizado para ilustrar este artículo, podéis acceder a una colección más completa, de 16 imágenes, que está en Google+.

También podéis ver este vídeo ilustrativo.


JMBA

martes, 23 de agosto de 2016

La Difícil Encrucijada del Señor Sánchez

Estamos asistiendo, una vez más como en los últimos meses, a un cúmulo de sinsentidos que nos está llevando a acercarnos ya a un año con un Gobierno en funciones.
Pedro Sánchez, el líder actual del PSOE.
(Fuente: divinity)

PP y PSOE están instalados en el bipartidismo más rancio. Los dos se consideran la alternativa de su adversario tradicional, y no parece que ninguno esté en disposición de llegar a acuerdo alguno con el otro. Eso sí, mientras Sánchez está instalado en el No es No, y no vamos a apoyar ni permitir el gobierno de Rajoy, que representa la desigualdad, la corrupción, etc., Rajoy actúa más a la gallega y asegura en público que va a llamar a Sánchez la próxima semana.

Ciudadanos, con sus exiguas fuerzas de sólo 32 diputados, está haciendo lo que puede para garantizarse un hueco en el espacio político español, que se vería muy seriamente amenazado, según parece, si fuéramos a unas terceras elecciones. Creo que la prensa y la opinión pública no están siendo justos con ellos. Hacen lo que pueden, intentan negociar poniendo encima de la mesa sus grandes promesas electorales, pero llegar a acuerdos supone que todas las partes deben renunciar a algunas de sus aspiraciones, y no se les puede recriminar por ello.

Suponiendo que el acuerdo PP-C,s llegue a buen puerto, eso supondrá un total de 169 diputados a favor de Rajoy, posiblemente 170 con el Sí, interesado, por supuesto, de Coalición Canaria. Esta cifra no garantiza la investidura, y desde todos los frentes se está haciendo presión sobre el PSOE para que asegure el número necesario de abstenciones que pueda desbloquear la situación, y hacer a Rajoy, nuevamente, Presidente del Gobierno.

Yo comprendo que el PSOE, de ninguna forma, puede hacer eso. Se consideran a sí mismos la alternativa al PP, y no ven necesidad alguna de intentar acercarse a su gran enemigo de la penúltima legislatura, y responsable último de todas las desgracias sociales, según la visión de los socialistas, que estamos viviendo en forma de desigualdad, especialmente.

Lo que ocurre es que si Rajoy se presenta con 170 votos a favor, es muy complicado para el PSOE justificar el bloqueo que podría llevarnos a unas terceras elecciones el día de Navidad. Como alguno ya ha dicho en voz alta, en esas condiciones quizá fuera necesario que, aun tapándose la nariz, acabaran facilitando o permitiendo que Rajoy siga de Presidente del Gobierno.

Desde el punto de vista de la ética política, un No socialista a un Rajoy con 170 apoyos sólo podría tener dos posibles justificaciones que no generaran una crítica generalizada a Pedro Sánchez.

De una parte, podría suceder que el PSOE y Pedro Sánchez tuvieran la voluntad firme y la esperanza razonable de poder proponer, primero al Rey y luego al Congreso de los Diputados en una nueva sesión de investidura, un Gobierno alternativo al de Rajoy. Muy complicado, pero posible si se contara con las abstenciones de alguna de las fuerzas nacionalistas e independentistas. Lo que sería posible, ya que para el PNV, el PDC o ERC, el PSOE es un mal menor respecto al PP. Nunca los apoyarían, pero una abstención sería posible. El problema más grave sería compatibilizar, de alguna forma, a Unidos Podemos y Ciudadanos.

Si este fuera el caso, no estaría de más que hubiera señales de ello. Porque si la investidura de Rajoy que empezará el 30 de Agosto, termina en negativo en las dos rondas, el plazo de dos meses hasta la convocatoria de nuevas elecciones empezará a contar. Y no hay señal alguna de movimientos alternativos: en Unidos Podemos todavía se están lamiendo las heridas de su retroceso electoral del 26J, y Sánchez se ha encargado de mostrar que este verano está de vacaciones.

La otra alternativa sería que el PSOE pudiera valorar la abstención a un candidato del PP diferente de Rajoy, que no estuviera manchado por la sombra de la corrupción y que no fuera la imagen visible de todo lo que hizo el gobierno del PP en la penúltima legislatura, abusando de su rodillo parlamentario.

Entiendo que, en esta complicada encrucijada política que está, prácticamente, siendo televisada en directo, es difícil asumir una imagen y una comunicación públicas que resulten convincentes, sin dar más datos de los que se quieren, o pueden, dar en cada momento. Para evitar tentaciones y tropiezos, Sánchez ha escogido quitarse de enmedio y dejar que la comunicación en estos tiempos la lleven los segundos espadas de su partido.

Visto lo que unos y otros han dejado traslucir hasta hoy mismo, mi opinión de lo que va a suceder antes del próximo 1 de Noviembre, en que deberían convocarse nuevas elecciones, si no ha habido antes ninguna investidura positiva, es la siguiente:

1) Investidura fallida de Rajoy, en las dos rondas que empezarán el próximo 30 de Agosto.

2) Intento de investidura de Pedro Sánchez, con el apoyo de Unidos Podemos, con 156 votos positivos. La única posibilidad es que negociara la abstención de Ciudadanos, a cambio del compromiso en las medidas regeneradoras en las que están empeñados. Y posiblemente todavía haría falta la abstención de alguna de las fuerzas nacionalistas.

3) Si fallara la investidura de Sánchez, quedaría el último recurso que, personalmente, creo que debería haber sido la primera, pero los tiempos mandan. Un candidato del PP diferente de Rajoy y alejado de la primera línea del gobierno central y de Génova podría intentar la investidura, ahora sí con la abstención del PSOE. Si la aritmética del Parlamento gallego que salga de las elecciones del 25 de Septiembre no le permite a Núñez Feijoo revalidar su Presidencia, podría ser un candidato conveniente para una investidura en Octubre.

Sólo si acabaran fallando las opciones 2 y 3 resultarían inevitables unas nuevas elecciones. Espero que la sensatez de unos y otros nos ahorre a los ciudadanos el castigo, que sería ya casi tortura, de unas nuevas elecciones el día de Navidad.

En cualquier caso, el Gobierno que acabe saliendo de cualquiera de estas opciones será bastante débil, y es más que probable que esta legislatura no dure mucho más allá de los 2 ó 3 años máximo.

Me preocupa no ver a estas alturas señal alguna de que esas dos posibilidades adicionales estén en la cocina, o al menos en el frigorífico.

JMBA

viernes, 5 de agosto de 2016

La Cité du Vin - Burdeos

El proyecto de La Ciudad del Vino nació en 2009, en que Alain Juppé (alcalde de Burdeos) y el Ayuntamiento en pleno decidieron lanzar la iniciativa de que la ciudad de Burdeos pudiera contar en unos años con una instalación singular, dedicada al mundo y a las culturas en torno al vino, alma económica de la ciudad y su región.
La Cité du Vin, en el quai de Bacalan, Burdeos.
(JMBigas, Julio 2016)

La Cité du Vin, que así se bautizó el proyecto desde un principio, siguió sus pasos burocráticos tradicionales, incluyendo un concurso internacional de ideas. Podéis ver detalles interesantes en la Wikipedia.

Se escogió un solar de propiedad municipal junto al río Garona, en el quai de Bacalan. La zona es el barrio de los Bassins à Flot, donde se ubicaban las antiguas instalaciones industriales de los astilleros fluviales y actividades relacionadas. Degradado por el progresivo abandono de esas actividades, lleva unos años regenerándose con nuevas construcciones (vivienda y oficinas). La población de la ciudad de Burdeos ha crecido en los últimos años, y la oferta adicional de vivienda es necesaria.

La financiación del proyecto es mixta, aunque prioritariamente pública. Muchos de los grandes nombres de la viticultura bordelesa han hecho aportaciones como patrocinadores o mecenas de La Cité du Vin.

El resultado, abierto al público el pasado 1º de Junio de 2016, es un edificio muy singular junto al río. De formas curvas, evoca los propios meandros del Garona, así como las cepas que crecen hacia el cielo, o la copa de vino agitada para liberar los aromas, que genera como un halo curvo. La imaginación es libre.
El cuerpo principal está recubierto de láminas de cristal
serigrafiado en tres colores.
(JMBigas, Julio 2016)

El coste total de la construcción ha sido de algo más de 80 millones de Euros, y se calcula que el presupuesto anual para su funcionamiento será de unos 12M€. Si bien el edificio es propiedad del Ayuntamiento de Burdeos, toda su gestión y explotación está en manos de una Fundación privada, declarada de interés público. Se prevé que su funcionamiento no requiera de dinero público, y se pueda financiar a partir de la venta de entradas (se esperan unos 450.000 visitantes anuales) y de las diversas actividades comerciales que se desarrollan en La Cité du Vin.

El edificio se sostiene sobre 300 pilotes de hormigón que han tenido que ir hasta 30 metros de profundidad para apoyarse en roca firme. El cuerpo principal está recubierto de paneles de cristal serigrafiado en tres colores, mientras que la segunda planta (el halo) está constituido por grandes arcos internos de madera de roble y recubrimiento exterior de paneles de aluminio.

Una triquiñuela arquitectural (dos grandes rampas exteriores, que convierten, a efectos de emergencias, la segunda planta en el nivel del suelo) ha permitido esquivar la muy estricta normativa para los edificios de gran altura, a pesar de que el Belvedere, en la octava planta, se encuentra unos 35 metros por encima del nivel del suelo. En el río se ha construido un embarcadero que permite que el Batcub (un barco que forma parte del transporte público de la ciudad, junto con las diversas líneas de tranvía y autobuses), tenga una parada en La Cité du Vin, o puedan recalar directamente allí los barcos que recorren el río en circuitos o cruceros enológicos.
El "Halo" está formado internamente por grandes arcos de
madera de roble, y recubierto exteriormente por
paneles de aluminio.
(JMBigas, Julio 2016)

La planta baja es de acceso libre (salvo un mínimo control de seguridad, que revisa bolsas y mochilas). Allí se encuentra la Boutique (donde comprar recuerdos y artículos relacionados con el mundo del vino), un Bar à Vins (el Latitude 20, donde comer pequeños platos, acompañados de copas de vino de una amplia selección) y la gran cava-biblioteca, para exposición y venta de Vinos del Mundo, con más de 9.000 referencias de hasta 88 países. También hay un mostrador que gestiona las actividades enoturísticas por la región (rutas del vino, visitas a bodegas, etc.).

La primera planta tiene varios espacios para usos diversos, algunos de los cuales se pueden alquilar para eventos de empresa y similares. Hay un Salón de Lectura, con un amplio abanico de literatura relacionada con el mundo del vino, el Auditorio Thomas Jefferson con 250 plazas sentadas, y diversas salas para cata y degustación. Hay también un gran espacio dedicado a las exposiciones temporales.
El Belvedere, en la 8ª planta, donde se ofrece la
degustación de una copa de vino.
(JMBigas, Julio 2016)

La segunda planta (la más extensa, pues incluye el gran halo) contiene el llamado Recorrido Permanente (podéis ver el detalle en su propia web, disponible en francés e inglés, aunque el castellano es el tercer idioma oficial, y toda la señalización interior está también en castellano). El Recorrido Permanente es lo más parecido a un Museo que contiene La Cité du Vin.

Las plantas de la tercera a la sexta no están abiertas al público, y albergan oficinas y locales técnicos.

En la 7ª planta hay un restaurante panorámico (Le 7), mientras que en la 8ª está el Belvedere, con una terraza semiexterior, desde la que se tienen grandes vistas de la ciudad, el río y el muy próximo puente levadizo Chaban-Delmas, inaugurado hace un par de años, cuya plataforma central puede elevarse por los cuatro pilares, para dejar paso a grandes barcos de crucero, por ejemplo.


* * *


El pasado mes de Abril visité Burdeos, con ocasión de las Jornadas de Puertas Abiertas en el Médoc, pero La Cité du Vin no estaba todavía abierta al público. A finales de Julio he aprovechado un viaje de Barcelona a Madrid para realizar un pequeño desvío por el Sur de Francia, y el jueves 28 pude, por fin, visitar, La Cité du Vin.
Maqueta de La Cité du Vin de Burdeos.
(JMBigas, Julio 2016)

La entrada básica (20€) incluye el acceso al Recorrido Permanente (incluyendo un dispositivo electrónico de guía y ayuda en 8 idiomas), a la exposición temporal actual (una exhibición fotográfica de Isabelle Rozenbaum, sobre las diversas fases y detalles de la construcción del edificio), así como al Belvedere de la 8ª planta, con derecho a la degustación de una copa de vino, a elegir entre la veintena de caldos de todo el mundo que constituyan la selección del día.

Hay otras actividades (de pago). Yo fui, la verdad, demasiado ambicioso, y finalmente no pude realizar el Recorrido Permanente (me ha quedado para una futura ocasión).

Compré las entradas con antelación por Internet, aprovechando algunas ofertas y promociones de precios ventajosos para actividades conjuntas. Así, contraté (por 6€) una visita guiada del edificio (zoom archi), de una hora de duración, con especial énfasis en los aspectos arquitecturales del mismo. Y también la participación en un taller multisensorial Tomar una copa en los mercados del mundo, de una hora y media de duración. Este taller cuesta 35€, pero se puede comprar conjuntamente con el Recorrido Permanente por un total de 48€. En total, pues, contribuí con 54€ al presupuesto anual 2016 de La Cité du Vin.

Por la mañana tenía que realizar algunas gestiones en la zona de Blaye, en la orilla opuesta del Garona. Las terminé a mediodía y, con el coche en el aparcamiento del hotel, tomé el tranvía para dirigirme a La Cité du Vin, que tiene parada con su nombre en la Línea B, a unos 100 metros de la entrada. Unas cuantas copas de vino en pocas horas aconsejan utilizar el transporte público. Además, La Cité du Vin no dispone de aparcamiento público, aunque sí hay algunos en las proximidades. Pero el consejo es dejar el coche y utilizar el tranvía, que vino y volante no se llevan nada bien. El billete sencillo cuesta 1,50€, e incluye enlaces durante 1 hora, pero hay una amplia oferta de billetes para viajar todo un día, sólo por la tarde/noche (a partir de las 19h), etc., que podéis ver en detalle en la web de la empresa municipal de transportes.
La Cave, con miles de vinos de todo el mundo.
(JMBigas, Julio 2016)

Acabé llegando pasada la una de la tarde, y con hambre. Por ello me dirigí lo primero al Bar à Vins Latitude 20. Este tiene dos secciones. En la primera se pueden comprar algunos bocadillos o aperitivos, mientras que en la segunda te atienden en mesas altas o bajas, o incluso en la terraza exterior. Me dieron una cartita minúscula, que no me convenció. Entre otras cosas, para degustar un tinto por copas, solamente ofrecía un Crozes-Hermitage, de la zona del Ródano, en el otro extremo de Francia.

Entré a dialogar con el camarero. Se nota que todavía son bastante novatos y que a la marcha en general del local le falta algo de rodaje. En el panel del fondo del local tienen una veintena de botellas de vino abiertas, preparadas (y tarifadas) para servirlo por copas, en las mejores condiciones. Tras echarle un vistazo, me enamoré de un Pessac-Léognan (del sur de Burdeos), el Château La Louvière 2009, obra de uno de los popes de la región, André Lurton. Le pedí una copa de ese vino, pero el camarero me dijo que no, que los vinos eran para la tarde. Le convencí de que la una y media ya es la tarde y, tras evacuar consultas, me sirvió una copa generosa (por 9€, eso sí). Para acompañar le pedí un platito pequeño de algo, y él ahí sí aportó una buena solución, un pequeño surtido de quesos.

El día había amanecido algo lluvioso, y de vez en cuando caían algunas gotas, por lo que descarté la terraza, y me aposenté en una mesa alta, sentado en un taburete, donde me di el pequeño festín, que me acabó costando 15,50€.

Lo de sacar previamente las entradas por Internet no fue una mala idea, pues todo el tiempo había colas frente al mostrador de compra de entradas. Ese proceso no parece tampoco que esté ya funcionando a velocidad de crucero. Me dirigí al mostrador de información con mis entradas, y me enteré de los detalles. Allí me di cuenta de que había sido demasiado ambicioso. El Recorrido Permanente hay que realizarlo del tirón, y toma unas dos horas. Algo más o algo menos dependiendo del interés y el nivel de detalle al que se quiera llegar.
Auditorio Thomas Jefferson.
(JMBigas, Julio 2016)

Pero tenía reservada la visita guiada (zoom archi) para las tres de la tarde, y dura como una hora. Y para las cinco de la tarde había reservado el taller de los Mercados del Mundo, que ocupa una hora y media. Y, en verano, La Cité du Vin cierra sus puertas a las 19.30 horas. En resumen, no me quedaba una franja continua de un par de horas, y tuve que renunciar al Recorrido Permanente (espero hacerlo en el futuro, en alguna próxima visita).

Ya eran las dos y media, y, para hacer tiempo, hice una breve visita a La Cave, subtitulada bodega-biblioteca. Es un espacio circular, donde están expuestos, también para su venta, más de 9.000 vinos de hasta 88 países de todo el mundo. Como curiosidad, valga decir que, a pesar de considerarme bastante entendido en el mundo del vino, sólo reconocí una media docena de los más de treinta vinos españoles expuestos.

Comprar vino en La Cave no me parece muy buena idea, más allá de un recuerdo de 1, 2 o máximo tres botellas. Tienes que acarrear lo que compres, y, si has seguido mi consejo, has venido en el tranvía. No sé si ofrecen, pero deberían hacerlo por el bien del negocio, el servicio de hacerte llegar lo que compres a tu hotel ese mismo día, donde se supone que tienes el coche, y eso ya sería otra cosa.

Minutos antes de las tres me acerqué al punto de cita que me habían indicado, junto a la gran escalera circular, para la visita guiada. Allí se identificó la mediadora (esta es la terminología muy francesa utilizada en La Cité du Vin) que sería nuestra guía, Émilie. Los asistentes sólo éramos cuatro: una pareja ya mayor de Toulouse, un oriental que no hablaba una palabra de francés (por el momento, la visita sólo se ofrece en francés), aunque decía llevar 30 años viviendo en Barcelona, y yo. Del oriental no pude ni verificar su control del castellano (o del catalán, para el caso), porque le perdimos en el primer recodo, haciendo fotos como un loco.
Fotografía de Isabelle Rozenbaum, que ilustra la
construcción del "Halo", con los grandes arcos de
madera de roble.

Émilie nos llevó a la zona exterior, y allí nos contó la génesis e historia del proyecto, así como los principios y soluciones arquitecturales aplicados en La Cité du Vin. Muy interesante (si se tiene un buen dominio del francés, por supuesto). Nos explicó todos los diferentes espacios, nos mostró el Auditorio Thomas Jefferson, que tiene, según parece, una excelente sonoridad gracias a unos cilindros de cartón que cuelgan a cientos del techo. También nos acompañó al Belvedere, en la 8ª planta.

La visita terminó pasadas las cuatro de la tarde, en la exposición fotográfica de Isabelle Rozenbaum, la exposición temporal actual, que ya había visto por encima en el tiempo libre antes de la visita guiada. Aparte de una maqueta del edificio, se recoge allí una curiosa selección de fotografías, centradas en las diversas fases de construcción del edificio, con énfasis en detalles poco habituales. Allí nos dejó Émilie. Aproveché para realizar una visita más detallada de la exposición, haciendo tiempo para el taller de las cinco.

Como tenía todavía una media hora de tiempo libre, aproveché para subir de nuevo al Belvedere, hacer algunas fotos con más tranquilidad, y escoger la copa de vino incluida en la entrada básica. En el mostrador principal estaban expuestos los más de veinte vinos que constituían la selección del día, cualquiera de los cuales podía escoger para una degustación gratuita (bueno, incluida en la entrada básica). Supongo que esa selección la deben ir renovando un poquito cada día. Cada vino estaba identificado con la bandera del país de origen, y alguna explicación sobre el mismo.

En el mostrador, donde se acumulaba bastante gente, me acabó atendiendo Lolita, una española de origen murciano. Al pedirle un vino blanco, me habló de los diversos incluidos en la selección. Me acabé inclinando por un blanco seco Sylvaner de Alsacia.
Detalle de la selección de vinos para degustar
en el Belvedere.
(JMBigas, Julio 2016)

Faltaban pocos minutos para las cinco, y bajé a la primera planta, para atender al taller multisensorial que había contratado. Al comprar las entradas para Prende un verre aux marchés du monde, vi que se ofrecen tres sesiones diarias (a las 11 de la mañana, a las dos de la tarde, y a las cinco, que era la mía). En cada una, también sólo disponible en francés, se ofrecen hasta 48 plazas. A las cinco en punto, la que sería nuestra nueva mediadora, Gaëlle (de nombre bretón, aunque ella dijo ser bordelesa), nos introdujo al Espacio Polisensorial a los cinco participantes que habíamos pagado nuestra inscripción.

El Espacio Polisensorial es circular, con asientos a lo largo de todo el perímetro, y mesitas bajas. En el centro hay un mostrador o pupitre, donde se sirven los diferentes vinos y desde donde Gaëlle iba controlando la evolución de la sesión.

Al inicio de la sesión nos presentamos someramente los asistentes. Había una pareja de mediana edad, en que el hombre pertenecía a ese selecto grupo de los presuntos enterados que descubren en su copa los aromas que nadie más notó. La segunda pareja era una madre de unos setenta años, que hablaba un francés algo atormentado, parecía de origen alemán o así, y un hijo trentón o algo más, extremadamente reservado. Yo me presenté como español y residente en Madrid, amante del mundo del vino. El comentario fue el buen francés que hablaba (quizá no debería haber escrito esto, que suena a demasiado soberbio).

Gaëlle nos preguntó si ya habíamos asistido a alguna sesión de cata o degustación (al final, de lo que se trata en el taller multisensorial), y todos dijimos tener ya algo de experiencia. La verdad, no sé muy bien cómo podría desarrollarse una sesión así con 48 asistentes. Me parece que la docena es prácticamente el límite razonable.
Detalle del Pont Chaban-Delmas, desde el Belvedere.
(JMBigas, Julio 2016)

En una copa negra nos entregó el primer vino. Por el aroma, bastante agresivo, con trazas hasta de resina, parecía blanco. Al probarlo, además era espumoso, o al menos, con cierta aguja. Todos aventuramos algo sobre el origen del vino, y concluimos que era mediterráneo, de Italia o de Grecia. Gaëlle proyectó imágenes a 360º, en todo el perímetro, primero genéricas, que luego se fueron concretando en mercados típicamente italianos. Pensamos si sería vino de alguna de las islas (Cerdeña o Sicilia). Por uno de los cuatro agujeros del mostrador central también se emitió algún aroma asociado al vino y al escenario, pero había que acercarse para notarlo con cierta nitidez.

El vino resultó ser un Prosecco del Friuli, la región del noreste de Italia, limítrofe con Austria y Eslovenia, con capital en Trieste. Aunque también se produce Prosecco en ciertas áreas del Veneto.

El segundo vino de la sesión no tenía sorpresa, ya que Gaëlle lo sirvió en copas blancas desde una botella visible. Se trataba de un típico rosado de la Provenza, de color pétalo de rosa. La sorpresa fue que las proyecciones nos llevaban a los mercados flotantes de Thailandia y a un entorno claro de Extremo Oriente. El aroma a especias completaba el cuadro. Según nos contó, este tipo de rosado es ideal para maridar con las comidas orientales muy especiadas, ya que prevalece a los sabores y aromas agresivos de estas.

Como sólo éramos cinco asistentes, la mayor parte del tiempo estábamos de pie y deambulando por la sala, mirando las proyecciones desde todos los ángulos, y acercándonos al mostrador para oler los aromas difundidos.
Espacio polisensorial, antes de empezar el taller.
(JMBigas, Julio 2016)

El tercer vino era un tinto. Las imágenes nos llevaban a la América Latina, con escenas del Machu Pichu, del desierto de sal de Bolivia, o de grandes rebaños de ganado bovino, que sugeriría la Pampa. Los mercados que se presentaban eran los típicos mayas o incas, de vivos coloridos. Tanto el aroma como el sabor me evocaban muy directamente a un Malbec argentino, como uno de los que habíamos degustado sólo unas semanas antes, en una sesión entre amigos. Lo repetí en voz alta, y le fastidié a Gaëlle la sorpresa, porque yo tenía razón. Dejamos un resto en la copa, para otra comprobación. Tras diez o quince minutos, el aroma había evolucionado muy claramente a la ciruela, que al principio sólo estaba sugerida.

Para el cuarto y último vino, otro tinto, las imágenes sugerían mercados africanos, especialmente del Magreb. Resultó tratarse de un Pinotage sudafricano.

Y así nos entretuvimos durante hora y media. El taller multisensorial resultó finalmente ser, básicamente, una sesión de cata y degustación de cuatro vinos, con cierta guarnición multimedia, de imágenes, luces y aromas.

No sé con qué frecuencia cambian la selección de vinos degustados. Es posible que lo que os he contado acabe siendo un spoiler, o quizá os he dado munición para que os marquéis un farol de entendidos.

Salimos de allí pasadas las seis y media. Al poco la megafonía empezó a avisar de que La Cité du Vin cerraría sus puertas a las 19.30 horas. Aproveché para realizar una visita a La Boutique, llena de artículos relacionados con el mundo del vino, y de souvenirs , algunos, por cierto, bastante originales. Compré alguna cosita, que me entregaron en una bolsa negra de papel, sin inscripciones ni marcas exteriores, como las habituales en un sex shop. Para evitar que nadie pensara que llevaba alguna muñeca hinchable o así en la bolsa, le pedí a la chica de caja que me pusiera una etiqueta de La Cité du Vin en la bolsa.

Y hacia las siete y cuarto de la tarde terminó mi primera visita a La Cité du Vin de Burdeos. En el tranvía me fui hasta Gambetta. Cené por allí y me fui al hotel prontito, que al día siguiente tocaba el viaje completo hasta Madrid, con el agravante de que era viernes 29 de Julio, declarado rojo para el tráfico en Francia, por la coincidencia de los que terminaban vacaciones en Julio y los que las empezaban en Agosto. Lo cierto es que pillé muchos atascos entre Burdeos y San Sebastián, que me provocaron hora y media de retardo. Entre San Sebastián y Burgos, circulación muy densa, con algún parón en el peaje de Armiñón, para tomar la AP-1. De Burgos a Madrid, circulación muy fluida y bastante escasa. Misterios del tráfico. En total, 688Kms.

Espero que os haya gustado esta visita virtual a La Cité du Vin de Burdeos y que os resulte de utilidad si planificáis una visita a la misma.

Aparte de las imágenes que he seleccionado para ilustrar esta crónica, podéis acceder a una colección completa de 43 fotografías de La Cité du Vin, almacenada en Google+. Cada fotografía tiene un comentario explicativo, que podéis activar mediante el icono de Información.

También podéis ver este vídeo de 4', que he editado para ilustrar mi visita a La Cité du Vin.



JMBA

miércoles, 6 de julio de 2016

Transferencia de Votos

El resultado de las elecciones del 26J fue una sorpresa mayúscula para prácticamente todos los líderes de los diversos partidos políticos y para la gran mayoría de analistas, demoscópicos, politólogos, tertulianos, periodistas y público en general.
El balcón de Génova la noche electoral del 26J, movido
por el viento, la alegría y el estupor.
(Fuente: lainformacion)

El resumen es simple, aunque su explicación no lo es para nada. Ha aumentado la abstención y el número de votos válidos (el total de votantes, menos los votos nulos) ha pasado de algo más de 25,1 a algo más de 23,9 millones (-1,2M). De entre las grandes, la única formación que ha mejorado su resultado es el PP, que ha ganado casi 700.000 votos respecto a los resultados del 20D, y 14 escaños (de 123 a 137), Conjugada con la mayor abstención, esta progresión le ha supuesto una mejora de 4,31 puntos porcentuales. El 26J, prácticamente uno de cada tres votantes escogió al PP. El PSOE ha perdido 120.000 votos y 5 diputados (de 90 a 85). Ciudadanos (C,s) ha erosionado su resultado en casi 400.000 votos. Como se encuentra en ese umbral de castigo de la ley d'Hondt (13-14% de votos), una pérdida en votos de 0,9 puntos (un 6,45%), le ha supuesto una erosión del 20% en el número de diputados (de 40 a 32).

El PNV ha perdido una pequeña cantidad de votos (16.000, un 5,3% de los que confiaron en ellos el 20D), que les ha supuesto la pérdida de un diputado (de 6 a 5). A pesar de eso, la aritmética parlamentaria les convierte en novias codiciadas para el PP.

El resto de formaciones nacionalistas han conseguido porcentajes parecidos de votos que los del 20D, y han mantenido el mismo número de escaños.

Con diferencia, el descalabro cuantitativo mayor se ha producido en Unidos Podemos, especialmente respecto a las expectativas extremadamente optimistas que hacíamos todos (dirigentes, analistas, encuestas, rivales,...). De un resultado de 6,1 millones de votos el 20D (la suma de votos de Podemos y todas sus confluencias y mareas, más Izquierda Unida), ha pasado a muy poco más de 5 millones el 26J. En solamente seis meses se les han evaporado 1,1 millones de votos. En porcentaje sobre voto válido, han pasado del 24,44% al 21,1%.

Este evidente descalabro ha sumido en el estupor más profundo a todos los dirigentes de la formación. Sus primeras manifestaciones públicas (habitualmente muy abundantes en todos los medios) han escaseado durante la pasada semana. Han lanzado procesos internos para intentar encontrar una explicación razonable para esta fuerte erosión. Su experta demoscópica, Carolina Bescansa, repetía como un mantra que su primera explicación era que ese millón y pico de votantes se habrían ido a la abstención el 26J. Francamente, no es en absoluto creíble que 1,1 millones (de los 1,2M de nuevos abstencionistas) procedan de votantes de Podemos el 20D.

Incluso estos días, por la Red, abundan las especulaciones sobre un presunto pucherazo informático de los resultados, tomando como base una mínima discrepancia en el acta de un pequeño pueblo asturiano. La recuperación del contrato para el escrutinio por parte de INDRA, por un importe muy a la baja y claramente por debajo de coste, ha sembrado muchas dudas, y algunos incluso hablan del ordenador mentiroso de INDRA, que estaría programado para derivar votos de Unidos Podemos a otras formaciones irrelevantes, sin alterar los datos globales de participación y demás. Francamente, ni me lo creo ni me lo quiero creer. Un pequeño error siempre es posible, pero un pucherazo son palabras muy mayores. En honor a Unidos Podemos, ninguno de sus dirigentes ha dado credibilidad alguna a estos rumores.

Actualmente, la web pública que ofrece los resultados de las elecciones, llega al nivel de detalle del municipio, y en las grandes capitales, del distrito. Por mor de la máxima transparencia, no estaría de más que se ofrecieran resultados hasta el nivel de mesa, y que las actas digitalizadas fueran también accesibles. Aunque no fuera en la misma noche electoral, sino unos días después. De esta forma, cualquiera podría verificar la absoluta corrección del escrutinio.


Entre los resultados del 20D y los del 26J se ha producido un cierto número de fenómenos (casi telúricos) de transferencia de votos entre candidaturas (incluyendo la abstención). Los únicos datos incontestables y fidedignos de los que disponemos son los resultados efectivos del 26J, después de aplicar el efecto de todos estos fenómenos. Pero evaluar el impacto individual de cada uno de ellos no permite más que estimaciones, bienintencionadas o interesadas, dudosamente rigurosas.

A continuación voy a dar mi interpretación sobre el alcance de cada uno de estos fenómenos.

La erosión de votos de C,s creo que tiene dos orígenes principales. De una parte, el llamado voto útil del centro derecha, que el PP se ha encargado de airear ampliamente durante la campaña. En resumen, el voto al PP tiene un mejor rendimiento en número de escaños que el voto a C,s. De otra parte, algunos votantes de C,s el 20D, en su mayoría procedentes del espacio sociológico y político que comparten con el PP, se vieron decepcionados por su acuerdo con el PSOE. Han reflexionado que, incluso tapándose la nariz por el entorno masivo de corrupción que rodea al PP, era más razonable votar al titular, el PP, que al clon, C,s, cuya estrategia de alianzas podría resultar imprevisible. Sin duda, el número de nuevos votantes de C,s creo que habrá sido bastante significativo. Muchos votantes habrán sabido valorar la imagen de estadista de Albert Rivera, que fue el único que de verdad puso todos sus esfuerzos para sentar a las diversas fuerzas en torno a una mesa y negociar para llegar a acuerdos, intentando evitar así la convocatoria de nuevas elecciones. El balance de todos esos movimientos, más los inevitables fatigados  (léase hartos) que decidieron abstenerse, ha dado esa pérdida neta de 400.000 votos.

Parece que la fusión fría de Izquierda Unida con Podemos no ha tenido el éxito esperado. Algunos expertos apuntan a que se podría haber producido, por este hecho, una erosión del orden de los 400.000 votantes. En otras palabras, del orden de 400.000 ciudadanos que votaron a Izquierda Unida el 20D, decidieron NO votar a Unidos Podemos el 26J. Creo que la mayoría habrán pasado a la abstención, aunque no es descartable que algunos puedan haber virado hacia el PSOE, como fuerza alternativa de la izquierda, y más previsible.
Pablo Iglesias, en los cursos de verano de El Escorial.
(Fuente: lavozlibre)

Creo que los dirigentes de Unidos Podemos han cometido un error garrafal al pensar que el número de votantes (conjunto) del 20D era su suelo electoral. La realidad sugiere que es más que probable que ese sea su techo electoral. Me da la sensación de que los 5M de votantes (el entorno del 20% del total) sea su fondo electoral de votos fieles y leales, mientras que el resto serían más bien votos prestados, que van y vienen, según las circunstancias. Aceptando la erosión de IU, ¿de dónde habrían provenido los 700.000 votos adicionales que recaudaron el 20D?. Mi interpretación es que se trataba de votantes de izquierda, más o menos habituales del PSOE o de la abstención, que se ilusionaron con la nueva política, y optaron por una formación más radical que los socialistas, sobre los que planea también, desgraciadamente, la sombra de la corrupción. Debo decir que yo mismo me encuentro en ese colectivo.

Para estos votantes, Podemos cometió el error táctico de no facilitar de una u otra forma, que el PSOE, en ese caso conjuntamente con Ciudadanos, pudiera llevar adelante su Gobierno, ganando la segunda votación de la investidura de Pedro Sánchez. A efectos prácticos, Podemos permitió que Rajoy siguiera ocupando La Moncloa, y bloqueó la posibilidad de un gobierno más orientado a la izquierda, que implementara un programa de regeneración democrática, imprescindible para contribuir a la salida del marasmo político, laboral, educativo y social en el que llevamos sumergidos ya demasiado tiempo.

A este colectivo, el 26J le pudo el vértigo de que pudiera efectivamente producirse el sorpasso, pronosticado por la mayoría de sondeos. Ese era un escenario que no les resultaba nada satisfactorio, especialmente tras la experiencia de las sesiones de investidura fallidas de principios de Marzo y el tono bronco y casi tabernario utilizado por algunos de los líderes de Podemos. Además, les resultó especialmente desagradable el lamentable espectáculo de un Pablo Iglesias rodeado de sus pretorianos, autoproclamándose vicepresidente de un gobierno imaginario, que sólo existía en su propia ensoñación, y reclamando para Podemos competencias ministeriales que nada tenían que ver con los aspectos más sociales y sí con la okupación efectiva del poder. Y se sintieron definitivamente aterrados ante un Pablo Iglesias poco menos que autoproclamándose presidente del gobierno que creía que iba a surgir del resultado del 26J, durante la reciente campaña.

De otra parte, la experiencia de los llamados ayuntamientos del cambio, donde Podemos juega un papel preponderante, completó un cuadro negativo en el ánimo de estos votantes. Evaluaron la gestión en estos ayuntamientos como excesivamente ideologizada, rozando en lo sectario. Una gestión que está contribuyendo más bien poquito a resolver los problemas sociales más graves, los que les llevaron al poder, y que parece, por el contrario, fascinada por hechos puramente simbólicos, que poco aportan a reducir el sufrimiento de buena parte de la población. Además, parecen tratar con desinterés, si no con franco desdén, los grandes proyectos de futuro de las diversas ciudades, tratando con desgana, si no con franca inquina, a los inversores potenciales. Les pueden sus tics anticapitalistas, que buena parte de la población ni comparte ni entiende.

Ante todos estos hechos, este colectivo decidió no votar a Unidos Podemos. Algunos, sin duda, orientaron su voto hacia el PSOE (mi caso, por ejemplo), contribuyendo a evitar la debacle anticipada y el temido sorpasso. Otros, probablemente, decidieron abstenerse, a la espera de tiempos mejores.

Tengo la sensación de que la insufrible soberbia de Pablo Iglesias les ha pasado una dura factura a Unidos Podemos.

Sumando todos estos factores, al final hasta 1,1 millones de votantes de Podemos el 20D, decidieron no votar a Unidos Podemos el 26J.

Los dirigentes de Unidos Podemos, bien formados y que no tienen un pelo de tonto, creo que han entendido el mensaje, si nos atenemos a sus manifestaciones en esta segunda semana tras el 26J. Pablo Iglesias, implícitamente, reconoce que el resultado del 26J es su techo electoral, al menos mientras sigan siendo una formación radical y revolucionaria que persigue el asalto a los cielos. Íñigo Errejón describe al Unidos Podemos que puede ganar las elecciones, en el futuro, como una formación más previsible y menos sexy. Se preparan para utilizar la experiencia parlamentaria, dentro del sistema, que les espera en la oposición de estos próximos años, para sufrir una mutación que les convierta en una formación con un apoyo popular mucho más amplio que el del 26J. Pablo Iglesias reconoce lo arriesgado del intento, y pronostica que podrían ganar las próximas elecciones o darse una hostia de proporciones bíblicas.


Respecto al PSOE, el resultado tiene luces y sombras. A pesar de haber perdido 120.000 votos, han mejorado ligeramente su porcentaje (del 22,00% al 22,66%), por el efecto de la mayor abstención. El castigo ha sido importante, hundiendo al partido un poco más que lo catastrófico que ya resultó el 20D para ellos. Un grupo parlamentario de 85 diputados les condena a la oposición, y me temo que sella definitivamente el liderazgo de Pedro Sánchez, que será sustituido sin duda en los próximos meses. Les espera la travesía del desierto, de la que espero salgan fortalecidos de nuevo, dentro de unos cuantos años.

Pedro Sánchez basó el mensaje principal de su campaña para el 26J en evitar el sorpasso de Unidos Podemos. Repitió hasta la saciedad que el rival era Pablo Iglesias. Iglesias, por su parte, no se cansó de musitar todo el tiempo que se equivocaba, que el rival de verdad era Rajoy y el PP.

Desde este punto de vista, Pedro Sánchez obtuvo el éxito, pues consiguió efectivamente evitar el sorpasso. Consiguió mantener al PSOE como segunda fuerza parlamentaria, y primera dentro del arco de la izquierda, pero a costa de quedarse más de 50 diputados por debajo del PP y convertirse en una formación irrelevante, sin prácticamente posibilidad alguna de aspirar a una investidura para la Presidencia de un Gobierno que ya nadie ve como posible. Personalmente, creo que si finalmente el partido decide mantener la confianza en Pedro Sánchez, podrían conseguir que la travesía del desierto que les espera quizá fuera algo más corta y sin duda más llevadera.


Algunos se preguntan cómo es posible que un partido como el PP, perseguido día a día por escándalos ligados a la corrupción y al abuso de los recursos del poder, pueda haber mejorado su posición de forma tan importante. La explicación creo que es bastante sencilla. El PP ya sufrió un castigo enorme por todos estos factores el 20D, en que perdió a uno de cada tres votantes del 2011. El 20D se vio reducido a lo que muy probablemente es su suelo electoral de votantes fieles y leales. Mantiene algunas fortalezas prácticamente inexpugnables, especialmente en el entorno de las ciudades más pequeñas y el mundo rural. Muchos ciudadanos están convencidos de que un Gobierno o es del PP o es más bien un desgobierno, y esa percepción no es nada fácil de cambiar.

Sin haber hecho casi nada y con una campaña de perfil más bien bajo, se han aprovechado de algunos de esos fenómenos telúricos de transferencia de votos, a los que han alentado con la llamada al voto útil y sembrando el miedo a que Unidos Podemos asumiera una posición más relevante y pudiera sembrar el caos en el país. Rajoy ha estado prácticamente sesteando desde el 20D, e incluso declinó la oferta del Rey para pelearse por conseguir la investidura. En estas condiciones, no resulta sorprendente que la imagen en el balcón de Génova la noche electoral mostrara a unos líderes indudablemente alegres, por supuesto, pero profundamente desconcertados por unos resultados que no podían imaginarse ni siquiera en su fantasía más delirante.

Con sus reiterados mensajes de llamada a la seriedad y a la experiencia, y a la huida de extremismos populistas, consiguieron despertar a muchos votantes durmientes, abstencionistas el 20D, que, incluso tapándose la nariz, acabaron pensando que estos, por lo menos, parecen los menos nocivos.

Si aceptamos que los 400.000 votos perdidos por C,s habrían vuelto al redil, ¿de dónde habrían salido los otros 300.000 ganados por el PP?. Yo creo que básicamente de la abstención del 20D, aunque no descarto pequeños movimientos de votantes de Podemos o del PSOE que se hayan pasado al PP, como único garante aparente de un cierto orden, y como única fuerza con capacidades ciertas para formar un nuevo Gobierno.

Pero como los 1,2M de nuevos abstencionistas prácticamente coinciden con el total de votos perdidos por Unidos Podemos y por el PSOE, esos 300.000 abstencionistas del 20D seguramente se han visto compensados por una cantidad similar de nuevos abstencionistas no necesariamente convencidos, sino más bien ocasionales o circunstanciales. El fin de semana del 26J fue enteramente veraniego y, además, el viernes 24 (San Juan) fue festivo en algunas comunidades. Si a eso le añadimos la pesadilla del voto rogado para los residentes en el extranjero, y el descontrol que ha supuesto (en Correos, pero no sólo ahí) un aumento muy considerable de las peticiones de voto por correo, tendríamos ya un panorama bastante completo de los diversos fenómenos de transferencia de votos que se han producido el 26J.



En resumen, el bipartidismo clásico está herido, pero no de muerte. El PP ha recuperado posiciones y posiblemente consiga liderar un Gobierno en minoría. Veremos cómo se mueven en esas circunstancias, porque en la anterior legislatura sólo pudimos conocer la arbitrariedad del rodillo parlamentario de la mayoría absoluta. El PSOE ha sido condenado a la oposición parlamentaria, y allí deberá realizar su propia travesía del desierto y su regeneración, para poder renacer de sus cenizas dentro de un tiempo. La nueva política ya no es nueva, sino que ya forma parte y está integrada en el statu quo. Y el votante ha recuperado un cierto sosiego, al poderse mover de nuevo en el eje más conocido de derecha-izquierda, en el que siente un mayor confort.

Quien tiene frente a sí una supervivencia más complicada es Unidos Podemos. La amalgama de formaciones que lo componen se mueven con cierto orden y unidad cuando se tiene identificado a un enemigo común, pero las divergencias saltan a la superficie cuando empieza a tratarse de cómo construir una nueva realidad. No dudo de que en los diversos colectivos sociales, antisistema, anticapitalistas y okupas, integrados en Unidos Podemos, hay muchos ciudadanos consecuentes y sensatos, que persiguen con nobleza un mundo mejor para todos. Pero me temo que resulta inevitable que alguno de esos colectivos acabe siendo refugio de desnortados sin oficio ni beneficio, en busca de una oportunidad que jamás podrían conseguir por sí mismos.

Veremos cómo evolucionan en las aguas parlamentarias de la oposición. Una oposición de izquierdas que, me temo, deberán compartir con el PSOE. No creo que el PSOE se preste a apoyar a Rajoy, más allá de alguna abstención táctica que permita su investidura. Creo que Podemos perdió una ocasión de oro para ser la única oposición de izquierda en el Congreso, al no permitir de alguna forma la investidura de Pedro Sánchez en Marzo. Eso les ha pasado factura y se la seguirá pasando.

Parece que Rajoy ha salido ya de su letargo, y está empezando a entrevistarse con los líderes de las demás formaciones, buscando los apoyos que necesita para formar un Gobierno razonablemente estable. Parece que ya tiene claro que los apoyos, o incluso las abstenciones, no son gratuitas, y que hay que dar algo a cambio. Se habla ya de paquetes de negociación, así como de la agenda canaria o de la agenda vasca, por poner sólo un ejemplo. Cuando hablen con C,s se hablará también de la agenda de la regeneración política. Veremos si llega a existir alguna negociación con el PSOE, aunque sea para sólo conseguir alguna abstención táctica.

La complejidad del escenario parece augurar que el país volverá de las vacaciones en Septiembre, todavía sin un Gobierno formado.

Tiempos apasionantes tenemos por delante.

JMBA