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jueves, 25 de noviembre de 2010

Pequeñas cosas que no molan nada (2)

Heredé de mi madre la costumbre de utilizar detergente en polvo para la lavadora. Habitualmente de la marca COLON. Con el paso de los años, he mantenido esta costumbre. A pesar de haber tanteado en alguna ocasión otras opciones low cost, siempre he vuelto a las raíces.
Tambores de detergente. Estos son para
casitas de muñecas
(Fuente: rosacm)

Creo que no tengo criterio para decidir cambiar este hábito. Sé que ahora hay detergentes líquidos y en gel, y miles de otras combinaciones que la publicidad se encarga de comunicarnos. Pero nunca he identificado ningún motivo de peso para alterar los modos heredados.

Hace años, el detergente en polvo se distribuía en lo que se llamaba tambores, porque tenían efectivamente esa forma. Se trataba de recipientes cilíndricos, que semejaban a un timbal, tambor o bongo. Con la sofisticación de los tiempos, la forma cilíndrica ha demostrado que no es ideal para el almacenaje ni para el transporte, y los tambores de detergente se han sustituido por lo que supongo habría que llamar cajas de detergente, aunque este término carece por completo de glamour.

Pero existe un problema común, independiente del tipo de envase utilizado en la distribución. Estoy hablando de la dosificación. Nunca se sabe cuál es la dosis correcta de detergente a poner en el cajón correspondiente de la lavadora. Parece claro que si se pone demasiado poco, la ropa no saldrá bien limpia. Pero si se pone demasiado, en algunos casos se puede producir un exceso de espuma que el proceso de aclarado sea incapaz de hacer desaparecer.
Caja de Detergente en polvo
(Fuente: solostocks)

Para facilitar esta labor, en los tambores o cajas acostumbraba a venir un cacito de plástico, de diversas formas, que suponía la dosis para una carga completa de la lavadora. En muchos casos incluso el cacito incorporaba algunas medidas intermedias, y en las instrucciones de uso se indicaba que 3/4 de cacito era suficiente para una carga tal, y medio cacito valía para una colada ligera.

Misteriosamente, sin avisos ni alharacas, estos cacitos desaparecieron de los envases de detergente. Supongo que serían víctimas de alguna campaña de reducción de costes de los fabricantes. Aunque siempre he sospechado que el fabricante piensa que el usuario, desorientado, tenderá a poner en cada colada una cantidad de detergente mayor de la necesaria, por lo que la reposición del tambor o caja se producirá antes, aumentando así sus ingresos.

Yo sigo utilizando en la actualidad el último de Filipinas, quiero decir, el último cacito que encontré en el interior de un tambor o caja de detergente en polvo. Se ha convertido en una de las piezas más preciosas que atesoro en mi casa, porque su reposición parece imposible. Y va pasando de una caja de detergente a la siguiente, cada vez que se termina una.
Este es MI cacito, con sus marcas de medida
(JMBigas, Noviembre 2010)

El caso es que, para ilustrar los diferentes tamaños de envases de detergente, se sigue hablando a menudo, en el exterior de las cajas, de 30 cacitos, ó 48 cacitos, pero NO hay cacito alguno en el interior.

El que conservo es de plástico transparente coloreado, con algunas indicaciones intermedias. Ignoro por completo si su tamaño es el adecuado para los detergentes que se pueden adquirir hoy en día. Pero, falto de referencias de ningún tipo, sigo utilizando el cacito raso para una carga completa de la lavadora.

Con el tiempo, de tanto sumergirse en el mar de detergente para coger su dosis, el plástico se ha ido arrugando, y su estado actual dista de ser el ideal. Pero no puedo tirarlo, porque nada encuentro para poderlo sustituir con ciertas garantías.
Interior de MI cacito, con sus marcas de medida
(a 1/4, 1/2, 3/4 y 1) y su pico para el escanciado cómodo
(JMBigas, Noviembre 2010)

¿Qué estará utilizando quien no haya tenido la precaución de no tirar el último cacito? ¿Un vaso, quizá? Y, por prueba y error habrá llegado a la conclusión de que medio vaso es correcto para una carga completa, y un tercio para una carga ligera. Pero, ¿vasos de 250ml? ¿o más bien vasos de a pinta? ¿o los vasitos pequeños (o grandes) típicos de sidrería?. Y si son de una cristalería buena, ¿mejora el lavado de la ropa?.

¿O es que habrá otras marcas u otros envases que SI llevan cacito incorporado?

Cualquier noticia sobre el cacito desaparecido será bienvenida.

JMBA

8 comentarios:

  1. Hola Hermano Bigas, he echado un vistazo a algunas páginas del tu block, así en diagonal como leía Menéndez Pelayo, y he visto que viajas un montón, aparte de ese gran país que visitamos juntos Peralejos de las Truchas, unos de los sitios más espectaculares del planeta.

    He visto que has estado en Swansea (se escribe así?), lo que trae el recurdo del poeta Dylan Thomas que creo nació allí, lugar al que dedicó su "under the milk wood", bajo el bósque lácteo, se hizo una buena película con le Isabel Taylor y y su marido actor ... vaya no me acuerdo del nombre.

    Dylan Thomas, bebedor compulsivo como buen poeta de raza, de los de antes, moriría hacia 1950 en Nueva York, en un pub. Dicen que se apostó con otro a ver quien bebía más whiskies, cuando el otro se retiró después de tropecientos Thomas dijo "he ganado" y cayó muerto. Algo así dicen que pasó.

    See you, un abrazo / Javier de Seijas

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  2. Querido hermano, vives en la prehistoria, actualmente poca gente se debe preocupar ya de los "cacitos" ya que el detergente en polvo ha dejado paso a los detergentes líquidos o en gel que si llevan dosificador y que son muy prácticos ya que con una cantidad muy pequeña obtienes el mismo resultado que con un cacito, o sea, si metes un mantel con manchas lo sacas con las mismas manchas, ya que los milagros solo ocurren en la "tele" y dicen que en Lourdes. Por mi experiencia y después de probar casi todo lo minimamente fiable que hay en el mercado te recomiendo ARIEL gel, lleva un tapón como media bola, lo llenas de gel y lo metes directamente encima de la ropa (tapón y todo) con lo cual no pringas el cajoncito, el volumen de almacenaje es mucho mas pequeño, dura un montón i el resultado es bastante bueno.
    Un saludo

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  3. Mi querido Bigas, si quieres "cacito" seguro que lo encuentras en los chinos de diferentes formas, tamaños y colores. Ahora bien, antes has de conocer el volumen más o menos equivalente de tu valiosos "cacito". Para ello primero has de comprar una probeta, como las que usábamos en laboratorio de química ¿recuerdas?, eso no creo que lo encuentres en los chinos sino en alguna tienda de productos químicos especializada, en Madrid no conozco, conozco una en Zaragoza muy buena al lado de lo que era la casa de mis padres, pero me temo que esto nos pilla un poco lejos...; asumamos que tienes la probeta, con ella mides el volumen de tu "cacito" al que previamente lo has llenado de agua que viertes en la probeta, en ella observas el volumen y solucionado, a continuación vas al chino a comprar el cacito, pero claro para ver qué cacito comprar has de llevar tu probeta con agua y verterla en varios cacitos para ver más o menos cuál tiene el volumen apropiado y comprarlo, eso si el chino te deja hacer esta manipulación que a veces se mosquean mucho. Bueno, no se para que te cuento este rollo, pues seguro que esto ya lo conoces, pero bueno se me ha ocurrido sobre la marcha y seguro que te lo pasas de p.m. en el chino llenando cacitos con tu probeta llena de agua, solo de imaginarlo me parto.
    Ale, haz lo que te de la gana, y si no como dice tu hermana, que es lo que yo hago, compras lo que venden ahora que son unas cajitas muy pequeñas que llevan como 40-50 "pastillitas" o más, las pones en la lavadora según te indique el "prospcto" del paquete y a correr.

    un abrazo,

    Jesús Yagüe

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  4. Bueno, muchas gracias por los comentarios. Ya veo que tendré que revisar ciertas nostalgias, y renovar alguno de mis hábitos.

    Lo de la probeta me parece, quizá, demasiado sofisticado y poco preciso. Lo del detergente en gel es un tema a profundizar.

    Gracias de nuevo.
    José María

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  5. Si quieres ser pragmático, te recomiendo las pastillas dobles: Algún tecnólogo ya ha realizado previamente el trabajo de determinar la dosificación óptima. Normalmente se ponen ambas pero si consideras que tu ropita no está tan sucia como de costumbre y quieres ser hiperecologista pues pones 1 y a correr! Además, el envase es super compacto. Se puede guardar en cualquier sitio.
    Suerte con tu próxima colada!
    Pilar

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  6. Debo comunicar a esta amable audiencia que tantos consejos me dio, que llevo ya unas semanas utilizando detergente en Gel (marca ARIEL, hasta ahora) como recomendaba mi hermana.

    Y, por el momento, a plena satisfacción.

    Por ahora no he tirado todavía mi cacito para detergente en polvo, a ver si los nuevos hábitos se consolidan correctamente.

    Creo que he dado un paso hacia adelante, introduciéndome en el siglo XXI en lo que al lavado doméstico de ropa se refiere. Muy buen consejo, Montse, gracias.

    Saludos a todos.
    JMBA

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  7. QUIESIERA SABER MAS DE LA MARCA COLON. ESTOY HACIENDO UN ESTUDIO DE MERCADOTECNIA DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES DE VENEZUELA. Quisiera saber cuando nacio esa marca quien la creo y de dond es su origen. demas detalles con respectos a sus productos me ayudarian. sin mas a que hacer referencia un joven estudiante interesado en el mercado global y pidienod de su ayuda y conocimiento. Gracias

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    1. Querido estudiante venezolano: La marca Colón formó parte de mi infancia y mi edad adulta, pero no soy, ni mucho menos, un experto en el tema, en cuanto a marca y demás. Lo creó una empresa familiar llamada Jabones Camp (propiedad de la familia Camp), con fábrica en Granollers (provincia de Barcelona), fundada por los años 1930.

      En 1989 la empresa se vendió a la multinacional británica Reckitt Benckiser, por un importe publicado de 30.000 millones de pesetas (unos 180 millones de Euros), que la sigue comercializando hoy en día, al menos en España.

      En los años 80 se hizo famoso su principal ejecutivo, Manuel Luque, que protagonizó una campaña de publicidad en televisión, que remataba con un "Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo".

      Con todos estos nombres, seguro que en Google puedes rastrear los detalles de su historia.

      Espero que estas informaciones te resulten de utilidad.

      Un saludo desde Madrid (España).
      José María

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