Al norte del Estadio Vicente Calderón, entre los Puentes de Toledo y de Segovia, se desarrolla una zona tranquila del río Manzanares, con el Paseo de la Virgen del Puerto corriendo paralelo al río, por su ribera izquierda. Por la ribera derecha discurre la Avenida del Manzanares.
Pequeño salto de agua, junto a la esclusa de Virgen del Puerto. (JMBigas, Julio 2011) |
A mitad de camino está el puente oblicuo que cruza el río. Es la herencia del antiguo trazado en superficie de la M-30 (o Calle 30, como insiste en llamarla el ayuntamiento). En ese punto, la M-30 cruzaba desde la orilla izquierda del río a su orilla derecha, para bordear la Casa de Campo y, más adelante, abrazar (limitar o incluso atenazar) al barrio de la Colonia del Manzanares, en su camino hacia el Puente de los Franceses, y la salida oeste de la ciudad.
En la zona de Virgen del Puerto, en ambas riberas, el proyecto Madrid Río ha regenerado mucho la zona. Han aparecido nuevos jardines y el llamado Salón de Pinos. Una amplia pista ciclista lo recorre por ambas orillas. Por cierto, de acuerdo a las normativas municipales, la velocidad máxima para los ciclistas en estas pistas junto al río es de 6 km/h. Espero que se cumpla, para evitar enojosos incidentes o atropellos de los que tengamos que arrepentirnos.
Sobre la orilla izquierda, en Virgen del Puerto, ha aparecido recientemente un nuevo hotel grande, el NH Ribera del Manzanares, que contribuirá, sin duda, a animar un poco esta tranquila zona.
Al norte del Puente de San Isidro (que une el Paseo de Pontones con el Paseo de la Ermita del Santo - en la ribera derecha -) está una de las esclusas del Manzanares, que forman parte de su sistema de regulación de caudal. Hay ahí un pequeño salto de agua (¿de un metro de altura?), que anima con su gorjeo el silencio ambiente (por esta zona, la M-30 ya circula soterrada). La esclusa incluye una casita (donde estarán las instalaciones técnicas) y una pasarela peatonal que permite cruzar el río. Desde ella, sobre la ribera izquierda, destaca la cúpula de la basílica de San Francisco el Grande.
Sobre la caseta de la esclusa, al fondo se perfila la cúpula de San Francisco el Grande. (JMBigas, Julio 2011) |
En lontananza, hacia el norte, se distingue el puente oblicuo, hoy reconvertido en pasarela peatonal y ciclista para cruzar el río en diagonal. Más allá, aunque no puede verse desde aquí, está el Puente de Segovia.
En la zona de Príncipe Pío y el Puente del Rey, el río vira hacia el noroeste, y sigue su camino hacia el Puente de los Franceses, por el distrito de Moncloa-Aravaca (barrio Casa de Campo). Frente a las ermitas gemelas de San Antonio de la Florida, el Puente de la Reina Victoria cruza el Manzanares, hacia la calle de San Pol de Mar. Un poco más adelante está la Colonia del Manzanares, construida en 1928 y llamada inicialmente Colonia de los Infantes, pues estaba originalmente destinada a los funcionarios del Palacio Real.
Toda esta zona es una lengua de tierra, tradicionalmente limitada por el río y por la Casa de Campo. Pero, además, la M-30 fue (y sigue siendo) una herida abierta que la abraza y atenaza. La autovía discurre pegada a las fachadas de las casas del barrio. A pesar de sufrir todos los inconvenientes y servidumbres de este hecho, el acceso a la M-30 desde estos barrios se realiza muy penosamente a través de las calles San Pol de Mar y Santa Fe, únicamente en sentido norte, y mediante desvíos absolutamente atormentados, sin ni siquiera una insinuación de carriles de aceleración o desaceleración. Mucha precaución si circuláis por esta zona, pues los vehículos que quieran acceder al barrio deben frenar casi absolutamente, para un giro brusco de 90º. Y lo mismo para los que quieren incorporarse a la autovía de circunvalación.
Balconcitos de madera sobre el río, en la zona de la Colonia del Manzanares. (JMBigas, Julio 2011) |
Por la ribera izquierda discurre la calle Aniceto Marinas que, en muchos tramos, más parece la trasera de la avenida de Valladolid que una fachada fluvial. Por la ribera derecha, junto al río, la calle Ribera del Manzanares actúa de eje distribuidor a toda la zona (con los autobuses 41 - de Atocha - y 75 - de Callao - como protagonistas del transporte público).
Frente a la calle Felipe Moratilla hay una pasarela peatonal que permite cruzar el río. En esta zona, abundan los patos en el Manzanares, con su casita bien visible hacia el sureste. Estuve por allí un caluroso mediodía de Julio, y los patos buscaban la sombra de la pasarela para sobrellevar la canícula. En esa dirección se distingue con claridad el Puente de la Reina Victoria, el recorrido aéreo del teleférico de la Casa de Campo y, al fondo, la Catedral de la Almudena. En las orillas del río destacan unos balconcitos de madera, quiero pensar que destinados a dar de comer a los patos.
Hacia el noroeste, el río se pierde hacia el Puente de los Franceses y el extrarradio. En esta zona, el Proyecto Madrid Río ha introducido, hasta ahora, muy poquitas modificaciones a su aspecto anterior. Uno de los motivos es que el proyecto original incluía la construcción de un nuevo puente para el tráfico rodado, que hubiera permitido la circulación desde la zona de la Avenida de Valladolid hacia la Casa de Campo, y que hubiera cruzado esta lengua de tierra, creando una nueva herida irreparable. Afortunadamente, esta intención fue frenada por la presión vecinal, y se paralizó el proyecto.
Tenéis acceso a una galería de 25 fotografías de estas zonas de la ribera del Manzanares, pinchando en la foto de la caseta de la esclusa.
El río Manzanares por Virgen del Puerto y por la Colonia del Manzanares |
Con la explicación acerca de estas zonas doy por finalizada la serie de artículos dedicados al proyecto Madrid Río, y al nuevo aspecto que han ido adoptando las orillas del río Manzanares a su paso por el municipio de Madrid.
Siguiendo el Manzanares aguas arriba, he escrito sobre el Parque del Manzanares, sobre la zona del Matadero y el Palacio de Cristal, el parque y playa de Arganzuela (con su característico puente tirabuzón), el puente de Toledo y la Glorieta de Pirámides, Virgen del Puerto, Príncipe Pío y la Colonia del Manzanares. Además de la introducción general al proyecto Madrid Río.
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La regeneración y desarrollo de las zonas inmediatas a la ribera del Manzanares, en todo el municipio de Madrid, ha puesto de manifiesto que la fachada que la ciudad presenta al río está lejos de ser lo que a todos nos gustaría. Es por ello que el Ayuntamiento encargó y aprobó (en Enero de 2010) el llamado PReM (Plan de Renovación Urbana del entorno del río Manzanares). Este plan (cuya documentación completa se puede encontrar en la web del Ayuntamiento de Madrid), realiza un análisis exhaustivo de las fincas y edificios (algunos públicos, muchos privados) que se encuentran en este entorno, y realiza propuestas para la renovación, rehabilitación y puesta en valor de la fachada fluvial de Madrid.
Confío en que todas estas intenciones se vayan llevando a la práctica. Si es así, en unos cuantos años podremos disfrutar en Madrid del río que la cruza y de su entorno urbano. Por el momento, ya podemos disfrutar de las orillas del Manzanares, de los nuevos parques y jardines, de las zonas deportivas, de las pistas ciclistas. Pero en muchos lugares nos agrede todavía la degradación de alguna de las zonas; porque Madrid Río ha puesto en evidencia las muchas heridas que toda ciudad acaba acumulando con el paso del tiempo. Y el desarrollo de las riberas obliga ahora a muchos edificios a actuar de fachada fluvial, lo que nunca estuvo en el ánimo de los proyectos para su construcción. En algunos casos, hace muchas décadas ya.
Disfrutemos, pues, de lo que ya existe; sin dejar de trabajar por lo que todavía queda por hacer.
JMBA
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