Cuando toca una visita al supermercado o al hipermercado, nos espera un período de grandes decisiones.
Así, NUNCA. Antes muertos que sencillos (Fuente: Lo que España compra) |
La primera es si hacemos o no una lista de la compra. Parece recomendable hacerla, para no olvidarse lo fundamental, aun sabiendo que al carro caerán algunas cosas más, con seguridad.
La elaboración de la lista de la compra siempre se ha considerado un arte menor, al que no se le dedica ningún cuidado. Pero ese es un error, que conduce habitualmente a la melancolía, si no a la depresión. En el blog Lo que España compra podéis ver muchas listas de la compra recuperadas, que ilustran muy claramente la zafiedad que impera en esta disciplina.
Pero, ¿en qué papel elaborar la lista?. Dado que la operación que nos espera es más bien servil, yo recomiendo cierta nobleza en esta fase. Desaconsejo las hojas desechadas de la impresora del ordenador (ya impresas por un lado), así como cualquier tipo de hoja recortada (de un A4 sacar dos A5 por pliegue y corte posterior). Desde luego, los Post-it, o las hojas arrancadas de la agenda o del calendario de sobremesa, o los pedazos irregulares de papel de periódico rasgado del borde deben descartarse por completo, por pura afrenta estética. Mi primera recomendación es tener un bloc A5 (liso, rayado o cuadriculado, según nuestro particular sentido artístico) que prácticamente sólo se utilice para elaborar las listas de la compra. La ventaja principal es que podremos anotar en él, en cualquier momento, lo que sea que nos falte, para tenerlo presente en la siguiente compra.
Hay que erradicar los blocs con espiral. Meterse en el bolsillo, luego, esa hoja brutalmente desgarrada, con esos flequillos de papel que son la demostración viva de una cierta violencia, nos puede agriar la operación. Aparte de que nos dejará restos inapropiados en el bolsillo.
Hay que olvidarse de ahorrar en el bloc para la lista de la compra. Si compramos el bloc de los chinos, a menos de un euro, claro, ni siquiera sabemos cuál es el gramaje del papel. Lo vemos finito, pero recordamos la historia del bachillerato, con la larguísima tradición en la elaboración del papel en la China, y podríamos sucumbir a comprarlo. Grave error. Al escribir la lista de un día, ya hemos hecho copias para las diez visitas siguientes. Si es que ese papel, una vez escrito, lo podemos leer en Braille por el reverso.
Para enfrentarse a esto hace falta un papel verjurado en el bolsillo con la lista de la compra (Fuente: abc-economia.com) |
Vaya apuro sacarse del bolsillo, en medio de la superficie de compra, un papel con flequillos, arrugado y que se puede leer por el reverso. Eso nos puede hundir en la miseria de nuestras grises vidas.
Hay que conseguir un bloc con papel de buen gramaje (mínimo 100 gr/m2; mejor de 120). Liso, que lo del rayado o cuadriculado es de colegio de párvulos. Y nunca debería ser blanco, sino mucho mejor de color crema, marfil o azul pálido. Cuando nos saquemos del bolsillo una hoja noble, firme y recia, plegadita en cuatro trozos y con un reverso impolutamente fino, nos sentiremos adultos responsables, y abordaremos la dura tarea con optimismo y mucho mejor ánimo.
Claro que un bloc de estas características hay que buscarlo en el comercio de cierto nivel, sección papel de escribir. Eso ya nos da una pista importante. Porque hay papel que no es para escribir. Alguno ya viene impreso (el de periódico, o el de los libros, o el de los calendarios, o el que utiliza la pastelería para envolvernos la compra); otro sólo sirve para embalar; hay papel pintado para las paredes; hay papeles de colores para los regalos de Navidad; hay papel para secarse las manos o la encimera en la cocina; hay también papel, que viene en rollos y al que llaman con ironía higiénico, que sirve para esparcir los restos después de una defecación, por ejemplo; hay incluso papel de aluminio (gran contradicción, por cierto).
Luego existe el papel donde se puede escribir, pero bajo tu entera responsabilidad. Este lo podemos encontrar en todas las formas en la sección de escolar de cualquier papelería (donde lo único que importa - y se cobran - es que la cubierta sea vistosa), o bien en algún lugar - decidido por razones que escapan a nuestra razón - de los angostos y oscuros pasillos de cualquier tienda de los chinos. Aquí sí se presenta en formatos de todas clases (talonario de comandas para el camarero; para participaciones de lotería; para escribir albaranes o facturas; en fichas o etiquetas de todas formas y tamaños, etc. etc.). Y también en forma de blocs simples, de los que conviene huir como de la peste, sí lo que estamos buscando es un bloc de papel para escribir. Aunque cada pieza, por lo regular, cuesta cero coma Euros.
Muy recomendable la línea Vergé de France (100 gr/m2) (Fuente: G. Lalo) |
Cuando toque comprar un bloc nuevo, deberemos escoger un comercio distinguido. Como pista, también deberíamos poder ver expositores con bolígrafos y plumas de más de 300 euros. En la zona de papel para escribir ya podemos empezar a escudriñar. Tendremos que esquivar los sobres de todas las formas y tamaños, con más colores de los que tiene el arco iris. Y las tarjetas preparadas para informar de un nacimiento o de una boda. Y de las etiquetas para rotular una mesa con el nombre de los comensales; o de las que se emplean para identificar las botellas de vino. Y cosas así.
Junto a toda esa maraña, seguro que hay una zona pequeña de blocs de papel para escribir (que es lo que queremos hacer, carajo). Posiblemente esté próxima a la zona dedicada a los artistas (lienzos para acuarelas, cartulinas para el diseño a carboncillo o a lápiz,...).
Bloc Original Crown Mill Finest Quality de Laid Paper (Fuente: cityorganiser) |
Busquemos un bloc de las características indicadas (formato A5 o cuartilla; gramaje del entorno de los 100 ó 120 gr/m2; liso; color pastel clarito; que las hojas se separen del bloc sin violencia, suavito, sin dejar restos). Hay muchas denominaciones para este tipo de papel. En España se habla a veces de papel verjurado. En Francia hablan de papier vergé. Los ingleses (a mucha distancia, los que han hecho del negocio llamado de stationery un auténtico imperio) hablan de laid paper. En resumen, un papel recio, con cierta textura, sobre el que se puede escribir sin ningún temor de marcar la hoja siguiente. Un papel noble para acompañar una tarea servil.
Papier paille (120 gr/m2) (Fuente: G. Lalo) |
Eso sí, en un bloc así (de 50 hojas) desembolsaremos fácilmente 5 o 6 Euros. Pero es un gasto que compensa con creces. Pensemos que en la compra nos dejaremos fácilmente un centenar de Euros, si no más. Que llevar la lista de la compra pulcramente escrita en un papel noble nos cueste 10 céntimos parece un dispendio razonable.
En España, Galgo o Guarro son dos fabricantes de papel de calidad. Pero el papel verjurado (de hasta 250 gr/m2) solamente lo suministran en paquetes de hojas de formato A4, inadecuadas a nuestro propósito.
Pero, si vais de viaje, ya tenéis un nuevo souvenir práctico que comprar. Y le llamo práctico porque se consume y desaparece con el tiempo (como los mecheros para los fumadores, por ejemplo); y no como esa cabinita de teléfono roja que nos gustó una vez en Harrods, y el alma no nos da para tirarla ya, que es lo que tocaría. Si vais a París, no dejéis de visitar el sótano de la papeterie en Gibert Jeune (boulevard Saint Michel) donde hay de todo y también blocs de papier vergé o papier paille de G. Lalo (un decir). Y si vais a Londres, no paséis por alto las secciones de stationery de los grandes almacenes (Harrods, Selfridges,...). Aunque si queréis nobleza de verdad, entonces vuestro lugar es Fortnum & Mason, en Piccadilly. Sólo que allí pagaréis (con gusto, que el entorno impone) hasta 7 libras por el bloc de los c...... Eso sí, un Original Crown Mill Finest Quality.
Si me hacéis caso, en vuestra próxima visita al hipermercado os acordaréis de mí. Para bien, quiero decir. Que 10 o 15 céntimos por alejar la depresión es más barato que cualquier medicamento.
JMBA
No sabia que tu snobismo hubiera llegado incluso a la lista de la compra.
ResponderEliminarYo sinceramente utilizo un taco de esos cuadrados, eso si,puesto en un soporte adecuado y debidamente colocado en un cajón de la cocina junto con el correspondiente bolígrafo, para en cualquier momento poder anotar aquello que echo en falta en un punto determinado de cualquier receta.
El que uso ahora es blanco, el anterior era de colorines pero no me resultó práctico ya que los colores eran vivos y se comían la tinta del boli
con lo cual a veces era difícil descubrir que poíia la p.. lista.
El gramaje de dicho papel no lo se, pero si se marca por detras siempre abra alguna Sra. chafardera que te avisará "se le olvida la Nocilla" y así entre todos llenaremos el carro.
Si voy a alguno de esos sitios que dices no dudes que me acercaré a mirar y seguro que a comprar alguno de esos papeles, pero por supuesto que no los usare para la lista de la compra, no quiero que en mi casa se crean que me he vuelto loca.
Un saludo
Montse, perdona que rompa una lanza en favor de J.M. Yo creo que, más que snob, lo que es, es un "dandy", como corresponde, además, al bagaje que atesora, y no sólo en años, jaja, sino en mobiliario interior.
ResponderEliminarUn abrazo a los dos.
Fidel.
Fidel, estoy de acuerdo contigo pero JM es mi hermano y si yo no le meto caña...
ResponderEliminarSaludos
Montse
Encantado, Montse. Buena sorpresa!!!!
ResponderEliminarUn saludo. Fidel.