Sindicatos 2.0

La verdad es que da bastante grima que, después de prácticamente dos años de estar negociando una Reforma Laboral entre Gobierno, Organizaciones Empresariales y Sindicatos, hayan sido incapaces de establecer acuerdos de ningún tipo, y al final tenga que ser el Gobierno el que dé un paso adelante y la proclame via Decreto o Proyecto de Ley o lo que sea. Un Gobierno que, dicho sea de paso, tiene un nivel de confianza por parte de la ciudadanía extremadamente limitado ahora mismo.

Por otra parte, los expertos en el tema hablan de que el objetivo es mejorar la flexibilidad del mercado de trabajo en España, lo que parece una aspiración más que razonable. El mercado laboral en este país se ha ido volviendo más y más rígido, prácticamente anquilosado en situaciones muy diferentes entre los aposentados trabajadores fijos con indemnización, en su caso, de 45 días, y los becarios perpetuos, sumidos en una retahila de contratos temporales.

Parece, por otra parte, que todo lo que se habla tiene que ver con el precio del despido, sobre abaratarlo, sobre la creación de un Fondo que cargue con una parte del importe de las indemnizaciones, etc. etc. Tanto Sindicatos como Organizaciones Empresariales están buclados sobre estos temas, donde, además, sostienen posiciones prácticamente irreconciliables.

Sin embargo, no se habla para nada de flexibilidad, no se habla de trabajar para mejorar la empleabilidad de las personas. Parece que los Sindicatos la única cosa que les preocupa es que los empleados mantengan eternamente su empleo, ese empleo en el que hoy están trabajando. Sin embargo, no atienden para nada a las condiciones cambiantes de la Economía en general, y no se preocupan de que, si un empleo se convierte en inviable porque la empresa no sale adelante, los empleados tengan facilidades para conseguir otro empleo donde desarrollar todas sus capacidades. De eso va la flexibilidad, y nadie habla en serio de ello.

Los Empresarios, por supuesto, sólo se preocupan de que les resulte lo más barato posible el deshacerse de mano de obra que ya no necesiten. Y los Sindicatos empeñados en lo contrario, en un empleo para toda la vida. Y eso, de verdad, ya forma parte del pasado. A mi generación nos engañaron con ese espejismo. Hijo, estudia una carrera, encuentra un empleo en una buena empresa, y eso para toda la vida. Ese concepto ya no casa con las condiciones económicas (y sociales) del mundo actual. Además, asumir que eso pudiera acabar siendo así nos desprotege, porque dejamos de estar vigilantes a, y de trabajar por, nuestra propia empleabilidad.

En resumen, los expertos marcan sus prioridades en una dirección que parece razonable (aumentar la flexibilidad del mercado laboral), mientras que los actores principales sólo se preocupan de sus propios intereses, o incluso privilegios. Flaco favor se le está haciendo a toda la masa laboral (empleada ahora mismo o no) de este país. Otra vez los mismos sufridores de siempre.

Yo mismo llevo ya varios meses en situación legal de desempleado y os puedo asegurar que no he recibido una sola sugerencia o consejo tendente a mejorar mi empleabilidad, una sola ayuda en la dirección de que pueda volver a ser empleado en breve. Eso sí, me están pagando todos los meses una cantidad (mísera, sí, pero mucho mejor que nada) en concepto de Subsidio de Desempleo. Para que no moleste demasiado.

Quizá ha llegado el momento de que aparezcan algunos actores nuevos en el mercado laboral, que engrasen y desentumezcan unas relaciones que parecen estancadas en los albores de la Revolución Industrial. Llamémosles Sindicatos 2.0.

Ya es hora de que alguien se preocupe de las personas, y no sólo de los "empleados" o la "mano de obra". O de los contribuyentes, dicho sea de paso. Somos personas antes que todo eso.

JMBA