El miércoles publiqué un artículo sobre este tema, anticipando lo que debíamos esperar en los días y semanas siguientes. Hasta ahora, se va cumpliendo todo con precisión.
Ben Brafman, abogado principal de la defensa de DSK, junto al inculpado (Autor: AP; Fuente: El Mundo) |
El jueves por la mañana supimos que DSK había presentado la dimisión como director del FMI. Conocimos la carta de DSK y el propio comunicado de prensa del FMI, anunciando esa decisión.
El proceso de la sucesión ya se ha abierto de modo inmediato. Parece que no conoceremos al nuevo director del FMI hasta el mes de Junio. Sin embargo, ya se ha levantado la polémica sobre si es necesario, conveniente o incluso aconsejable, respetar la costumbre implantada de que el director del FMI debería ser europeo (mientras que el del Banco Mundial debería ser norteamericano). Esta regla jamás escrita responde a otros tiempos y a un balance del poder económico mundial bien diferente del que vivimos hoy en día. Como candidato europeo parece perfilarse claramente la actual Ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde. Está fuera de toda duda su competencia y capacidad. Francia, Alemania y el Reino Unido ya han manifestado su apoyo.
Pero empieza a haber un clamor para que se produzca una elección más abierta, incluyendo a candidatos de algunos de los países emergentes (India, Brasil,...).
La defensa de DSK (los abogados más famosos de Nueva York, por sus trabajos con gente muy conocida, incluido Michael Jackson) presentó una petición al juez para conseguir la liberación de la cárcel de DSK. Esta petición venía acompañada de toda clase de garantías de que DSK seguiría en NYC y a disposición del tribunal y que no huiría bajo ningún concepto. Estas garantías incluían el pago de una fianza, así como la residencia de DSK en un lugar conocido de NYC, bajo vigilancia armada permanente, y con un brazalete electrónico para vigilar todos sus movimientos.
Al final el juez aceptó liberar a DSK de la cárcel, con el pago de una fianza de un millón de dólares (y otros cinco millones en avales). La residencia inicialmente considerada (un apartamento lujoso en la calle 65, que parece que habría alquilado su hija hace algún tiempo) hubo que descartarse. Los vecinos estaban muy molestos por tanta notoriedad, y el lugar presentaba ya problemas de orden público (avalancha de fotógrafos, televisiones y otros medios). Se escogió otra residencia en el Lower Manhattan, cerca de la Zona Cero, que parece ser propiedad de la empresa a la que el juez encargó la vigilancia y la seguridad de DSK mientras dure el proceso (Stroz Friedberg).
Anne Sinclair, actual esposa de DSK, junto a Camille, de 26 años, hija de un anterior matrimonio de DSK, a la salida de la vista este jueves (Autor: AFP; Fuente: Sud Ouest) |
DSK sólo podrá abandonar temporalmente esa residencia (pidiéndolo al juez al menos con seis horas de antelación) para ir al juzgado, al médico o a la sinagoga. Y, por cierto, su abogado principal (Ben Brafman) no estuvo presente en la vista del jueves porque tuvo que viajar a Israel para asistir a un acontecimiento familiar importante.
Todos los gastos, por supuesto, a cargo del acusado (o su familia). Su actual esposa (Anne Sinclair) parece no tener ningún problema por el lado económico. Por cierto, a su esposa y a Camille, hija de un anterior matrimonio de DSK, se las vio juntas en la vista del jueves, en que se decidió su salida de la cárcel.
Mientras tanto, de la (presunta) víctima y denunciante no se sabe apenas nada. Los medios han decidido bautizarla como Ophelia, y se dice que está traumatizada por los hechos. Sería una mujer de origen guineano, de 32 años. En cierto momento se filtró un nombre (Naffisatou Diallo), pero una dama con este nombre ha desmentido en Facebook ser la denunciante y presunta agredida.
La defensa de DSK ya ha empezado a desplegar las alas de los poderosos. Han encargado a una empresa de investigaciones (Guidepost) que escrute en la vida presente y pasada de la denunciante y (todavía presunta) víctima. El objetivo es encontrar cualquier desliz que pueda ser utilizado o bien para desacreditarla ante el tribunal y el jurado, o bien para tener argumentos que les pudieren facilitar el establecimiento de un acuerdo extrajudicial.
Según las informaciones disponibles, Guidepost se mueve como pez en el agua en los temas de espionaje industrial e investigaciones de todo tipo. Podrían cobrar hasta 700 dólares por hora por cada investigador. Su factura, con facilidad, podría alcanzar el medio millón (más gastos, claro). Un investigador muy probablemente ya está en Guinea rastreando el pasado de Ophelia, antes de su llegada a los Estados Unidos.
Me gustaría que reflexionárais un momento. Ante un despliegue de recursos y medios de estas dimensiones, ¿alguno de vosotros cree que estaría a salvo?. Todo el mundo tiene cosas y hechos en su pasado que le podrían avergonzar hoy. Y que expuestos con gran teatralidad ante un tribunal o un jurado, harían prosperar la opinión de que en la ecuación de tu palabra contra la suya, la tuya no tiene tanto valor. Lo que este tipo de investigadores busca (hurgando en toda clase de cubos de basura) es cualquier cosa que disminuya la fiabilidad de la denunciante. Esa foto de borrachera de juventud, que hizo un amigo y nunca salió a la luz; pero que el suficiente dinero puede llevar a la carpeta de pruebas. O esa declaración de impuestos con un gazapo venial; o esos antiguos compañeros de trabajo que sienten algún tipo de rencor, y pueden vaciarlo ahora, convenientemente incentivados; o ese desliz que le convirtió en madre soltera; o los sufrimientos junto a un marido borracho; o esa pequeña cuenta de la tienda de la esquina que se olvidó de pagar; y así, hasta el infinito.
Christine Lagarde, Ministra de Economía del gobierno francés, que podría ser la sucesora de DSK al frente del FMI (Fuente: La Verdad) |
Que levante la mano el que se crea libre de ser depreciado tras una investigación de esta envergadura. ¿Habrá alguna foto de esa ocasión en que te quedaste en calzoncillos o bragas en un cumpleaños? ¿Conseguirán enterarse de esa asistenta sin papeles a la que pagabas en negro? ¿Y de esa vez que atropellaste a un gato con el coche? ¿O de ese descubierto en el banco, que se arregló en un par de días?. ¿Serán capaces de localizar a ese primo lejanísimo que es esclavo de la droga? ¿Conseguirán un testimonio de esa borrachera en la despedida de un compañero de trabajo?.
Desgraciadamente, la respuesta a todas esas preguntas es que, con los suficientes recursos, medios y dinero, cualquier cosa que haya sucedido en tu vida en algún momento puede acabar en el dossier de pruebas.
Si las cosas son como parecen, y no hay ningún complot (que haya desplegado recursos equivalentes en la dirección contraria), antes de la vista prevista para el 6 de Junio próximo, se producirá algún tipo de acuerdo extrajudicial. La víctima, enfrentada a lo que la defensa haya averiguado sobre ella y a una oferta económica que posiblemente le resuelva la vida material de ahora en adelante, entenderá que su dignidad quizá no vale tanto. Es muy probable que prefiera que sus debilidades y errores no se ventilen ante la opinión pública mundial, y acabe aceptando retirar la denuncia, o matizarla de modo que la negociación de la defensa del acusado con el fiscal permita ventilar el tema del juicio aceptando algún cargo menor.
Y todos a casita, que llueve.
Es por esto por lo que es imposible que la justicia sea efectivamente igual para todos. Sólo si los recursos dedicados a la investigación por las dos partes son equiparables, podría permitirse Ophelia llegar efectivamente a un juicio, manteniendo su denuncia original, sin temor a que los abogados la despedacen.
Se estima que la defensa de DSK puede acabar costando hasta dos o tres millones de dólares. Incluyendo la factura de los investigadores, la minuta de los abogados, la empresa de vigilancia y seguridad, etc. etc.
Si un mecenas estuviera dispuesto a poner esa cantidad de dinero en manos de la denunciante, para elaborar su soporte legal y judicial, podríamos asistir al final a un juicio realmente justo, en que DSK, si se demuestran como ciertos los hechos denunciados, acabara pasando una larga temporada en prisión.
El problema es que cualquiera con ese nivel de recursos (salvo si hubiera un filántropo de verdad) no tiene ningún interés en que se llegue finalmente a un juicio, o a que DSK se le condenara a unos años en la cárcel.
Haberle hecho dimitir del FMI, haber rematado su carrera política para que no opte a la presidencia de Francia, verle vivir un retiro dorado en algún lugar de la campiña francesa, ya les es suficiente. No les merece la pena gastar un euro más en este tema.
Desgraciadamente, Ofelia está sola. Y lo mejor que puede hacer es velar por sus propios intereses. Hay que entender que todavía esté traumatizada por los (presuntos) hechos, pero le volverá la serenidad, y su principal objetivo debe ser conseguir que su vida sea lo mejor posible de ahora en adelante. En todos los sentidos.
Aunque podría haber, entre la espesura, algún estudio de Hollywood que pudiera estimar rentable poner en su mano los recursos necesarios para llegar a un juicio de verdad, donde se produzca un choque de trenes entre equipos de abogados. Todo a cambio de la exclusiva de una posterior película basada en hechos reales. Vista la sequía argumental de los guionistas últimamente, inventar la realidad es ya casi su único recurso. Ya sabemos que cualquier historia en que, al final, el malo pague sus culpas, promete una buena recaudación. Y sería una excelente publicidad para la american way of life. Especialmente atendiendo a que DSK no es estadounidense, sino francés.
Seguiré con atención lo que vaya pasando.
JMBA
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